EL DISCÍPULO DE REMBRANDT – Alexandra Guggenheim

EL DISCÍPULO DE REMBRANDT. Alexandra GuggenheimNovela corta de fácil lectura que, en líneas generales, ayuda a pasar un rato entretenido. La autora nos cuenta –en primera persona, en el prólogo- que recibe una llamada en la que se la convoca para examinar un manuscrito, dividido éste en tres cuadernos, fechado en el primer tercio del siglo XVIII que ha sido encontrado entre los artículos de la herencia de una descendiente de un pintor de bodegones, y que, una vez autenticado, lo tradujo y adaptó para publicarlo como novela.

Ya comenzada la lectura de la historia en sí misma, es el propio protagonista el que también en primera persona, como pinceladas de sus recuerdos, desde la distancia de sus setenta y un años de edad y al borde de la muerte, narra sus avatares desde que descubre su afición a la pintura –cuando era apenas un crío-, pasando por cuando consigue colocarse como discípulo del maestro pintor Rembrandt, hasta la muerte de éste.

El caso es que en el apéndice final hay un listado con los personajes históricos que aparecen en la novela, entre los que no figura el protagonista, por lo que es lícito pensar que la autora ha dado en usar, con la argucia de incluirse como historiadora y el encuentro fortuito de unos manuscritos antiguos, una figura estilística con la intención de dar a la obra mayor credibilidad u originalidad. Así que, en definitiva, podemos concluir que el protagonista no existió más que en la imaginación de Alexandra Guggenheim, y por los siglos venideros existirá en las páginas de esta novela y en la memoria de cuantos lectores las hemos recorrido.

Como tema central que hila la narración, nos expone el encargo a Rembrandt por parte de un cirujano de la época –tremendamente egocéntrico e impertinente-, de un cuadro en el que se que dibuje la autopsia de un cuerpo humano en “vivo” y en directo. Partiendo de este hecho en apariencia normal –en la época era habitual que los ricos tuvieran este tipo de caprichos excéntricos- la autora nos lleva a una serie de conclusiones sobre el modo de vida del maestro pintor –y otros colegas-, sus problemas económicos pese a su fama, cómo los maestros empleaban a discípulos para realizar obras que ellos firmaban, y el remordimiento que sintió Rembrandt por aceptar un encargo que en cierta manera costó la vida a una persona. Y ya no puedo contar más so pena de desvelar el único misterio de la obra.

En cuanto a la novela en sí, cuenta una historia que, sin salirse de lo común, sin sobresaltos, ni acción, ni misterios insondables, ni ninguna otra característica a la que nos tienen tan acostumbrados las novelas en la actualidad, nos mantiene pegaditos a sus pocas páginas hasta el final. Está razonablemente bien escrita, con la editorial “punto de lectura” sólo cuesta 5€ y, como ya dije al principio, es fácil de leer, corta (se lee en una tarde) y entretenida. Recomendable.

Título original: Der Gebilfe des Malers
© 2006, Rowohlt Verlag GmbH, Reinbek bei Hamburg
Traducción: Javier Elena Miguel

[tags]Manuscrito, Rembrandt, Alexandra Guggenheim[/tags]

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11 comentarios en “EL DISCÍPULO DE REMBRANDT – Alexandra Guggenheim

  1. Akawi dice:

    Gracias Marbenes,
    Siempre es bueno contar con alguna novela ligera que te entretenga y te distraiga, sin más. Lo que más me ha gustado ha sido el precio, ja,ja,ja.
    Ya está bien de pagar 30 y 40 Eurazos por un libro y tal como está la economía, es un buen consejo el tuyo.
    Por cierto, buena reseña.
    Un abrazo.

  2. Marbenes dice:

    Gracias a tí, Akawi. Lo cierto es que es una novelita bien contada, muy corta y entretenida sin más para mí, pero quizá para un amante del arte fuera más interesante pues se apoya, para desarrollar el argumento en los cuadros de Rembrandt, de los cuales menciona muchos según esté contando uno u otro hecho. Como yo, desgraciadamente, no conozco la mayoría de cuadros de los pintores famosos por sus nombres, y mucho menos por sus fechas, pues muchos pasajes me pasaron sin pena ni gloria. Mas, si alguno lo lee sabiendo a qué cuadro se refiere en cada momento, seguro que le sacará mejor provecho.

  3. pepe dice:

    Gracias por esta buena reseña, Marbenes. Me ha recordado una estupenda novela del escritor catalán Emili Rosales, que también es (o ha sido) editor, traductor, profesor de literatura y periodista ocasional. La novela recibió el premio San Jordi en 2004, creo recordar. La trama tiene, más o menos, estos elementos: un galerista que recibe un memorial del siglo XVIII, un cuadro perdido de Giambattista Tiepolo, los planes de Carlos III para crear una ciudad en el delta del Ebro y, como trasfondo, una hermosa historia de amor. Si lo encuentras estoy seguro de que no te decepcionará. Últimamente he leído otras novelas con tema pictórico: El pintor de Flandes, El maestro de los santos pálidos y El secreto de los flamencos. Las tres son también recomendables pero me gustó más la de Rosales. El autor de la última que he citado es Federico Andahazi, un escritor argentino que hay que tener en cuenta. He leído otra novela suya, El anatomista, bastante buena, que fue muy polémica en su momento, aunque eso no es un asunto para esta reseña.

  4. Clío dice:

    Que bien que te haya gustado el libro, yo lo recomendé en el foro, en el hilo de Novelas históricas con arte, me pareció entretenido, con una trama bien realizada, y como la autora es historiadora del Arte, sabe mas o menos de lo que habla cuando alude a los cuadros y a la técnica, ahora mismo no tengo aquí el libro, se lo llevo mi hermana, y no recuerdo exactamente los cuadros que aludes, cuando me retorne podré verlos y comentamos, de todas formas se retrata muy bien los ultimos, mejor el último año del pintor a través de los ojos del discípulo, y con el precio que tiene, merece la pena, sin duda.

  5. Clío dice:

    Además, ahora que tenemos la exposición en el Prado de Rembrant, es un buen momento para acompañarla leyendo este libro.

  6. Marbenes dice:

    Gracias Pepe! Supongo que la novela a que te refieres de Emilia Rosales es La ciudad invisible, parece una buena recomendación, pero no sé si estará traducida al castellano, la buscaré y te diré algo si la encuentro. De las otras que mencionas sólo he leído El pintor de Flandes, y los otros títulos no los conozco pero me llaman la atención (esta página es un peligro hasta para la economía más saneada); el anatomista tiene una pinta estupenda si, como reza la reseña que he leído, trata de un hombre buscando la «verdadera» naturaleza de las mujeres jajaja.

    Clío, gracias también! Menciona muchos cuadros (Titus estudiando, Mujer ante una puerta abierta, Cristo predicando, Representación de Cristo en el templo, por supuesto La lección de anatomía del doctor Tulp, y así hasta 16 de sus pinturas) y me encantaría que los comentáramos porque, como ya he dicho, no estoy muy ducha en arte y todo lo que sea aprender me viene bien ;-)

  7. Marbenes dice:

    Huy, perdón, «Emili» Rosales (¡hala, ya le he cambiado el género al pobre y me he quedado tan ancha!)

  8. Rodrigo dice:

    Yo tampoco soy muy ducho en cuestiones de arte, Marbenes, pero no es un área que me deje indiferente. Lo mismo me atrae el trasfondo social, el contexto en que se desenvuelven los artistas, más todavía si son famosos; si a uno le resultan llamativos, o su obra interesante, mejor que mejor.

    Buena reseña, Marbenes. Me anotaré la novela.

    Saludos.

  9. Ariodante dice:

    Marbe, me has abierto el apetito con ésta reseña, en fin, si dices que es ligerita, igual me la consigo para mis viajes en tren.
    El tema me encanta, por supuesto. Y ahora que voy a ir a ver la expo de Rembrandt..

  10. Marbenes dice:

    «Para mis viajes en tren», a no ser que sean cercanías y trayectos muy corotos, va a ser que no; como mucho para un viaje en tren porque es muy cortita. Ahora sí, además de ligerita es también muy maja.

  11. sirley vargas dice:

    He tenido el placer de leer la obra en cuestion, y aunque no se mucho de como se escribe un libro, bien podría ser cierta la historia, ya que en aquellas èpocas los grandes maestros como los conocemos ahora, no eran atosigados por periodistas o paparazzis, que nos puedan confirmar como fue realmente la vida de Rembrant. Debemos conformarnos con lo poco que se sabe. Sin embargo sea cierto o no, recomiendo que lo lean.

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