EL DÍA D – Stephen E. Ambrose

EL DÍA D - Stephen E. Ambrose«Cuán gigantesco era el esfuerzo que cada hombre tenía que realizar para enfrentarse a algo como esto. Hombres que apenas habían vivido, sin educación, ni conocimientos, ni bases filosóficas, hombres con necesidades, que sentían añoranza, pobres, de familias sin recursos, hombres que nunca habían sido amados, sin grandes ambiciones ni deseos de un nuevo orden mundial. Sin embargo, todos estábamos allí, a punto de partir, obedeciendo órdenes, voluntariamente entrando en batalla.» (Soldado Bannerman, pg. 181).

Esta es la historia del Desembarco de Normandía y la historia chica de sus protagonistas, oficiales y soldados, especialmente los que participaron en el asalto a la playa Omaha, cuyas experiencias personales el autor va insertando entre otras decisiones y aspectos más generales del asalto anfibio.

Amena y amplia lectura sobre un tema muy tratado; esta vez el autor presenta los relatos de los participantes directos en la batalla; se ve cierto patriotismo americano en el texto, sin que sea óbice para contar también los errores de los americanos, y detalles menos cumplidos como deserciones y otros. Una obra objetiva.

Hay como dos partes distintas; una primera que trata de las consideraciones globales de la puesta en marcha y ejecución del desembarco: el plan de engaño, las armas, el entrenamiento, las ventajas de partida de cada bando, los conceptos estratégicos manejados, etc.; y una segunda parte que versa sobre los hechos de los soldados y oficiales en las playas, contados en primera persona. Aquí estamos en una lectura realista y muy entretenida en la que el autor cede a cada hombre la expresión de aquello que vivió, con entrecomillados continuos, que ofrecen la sensación de estar en medio del combate. Recuerda mucho al libro de Cornelius Ryan El día más largo, con la ventaja de estar bien organizado en el tiempo, al menos, en lo que a Omaha se refiere. Puede molestar la abundancia de nombres propios, los de aquellos que aportaron su relato.

Es quizás un defecto haber querido hablar de las cinco playas, cuando dedica en torno al 85% del libro a la playa Omaha, siendo el resto para Utah, y dejando para ingleses y canadienses tan sólo unas pinceladas. Este texto se adapta claramente a sus fuentes, principalmente las historias orales recogidas por el Centro Eisenhower, y también otras entrevistas y otros datos de otros museos; lo que reduce y limita las aportaciones sobre los alemanes que participaron, que aparecen escasamente. Es un error no haber incluido un índice onomástico en un libro de Historia.

Incluye mapas aclaratorios de los avances aliados y las ubicaciones y logros anotando el momento de las conquistas; pero hay relatos que se sitúan es espacios muy inferiores en tamaño a los de los mapas, lo que dificulta su seguimiento.

En fin, no tengo que aclarar que me ha encantado. El libro está agotado y, ahora, recientemente editado en tipo bolsillo.

El día D. La batalla culminante de la II Guerra Mundial, de STEPHEN E. AMBROSE. 679 páginas más índices y fotos. Editorial Círculo de Lectores. Barna 2.004. Traducido por Montserrat Amenteras para Salvat Editores.

[tags]El día D, Stephen E. Ambrose, Segunda Guerra Mundial, desembarco de Normandía, batalla, playa de Omaha[/tags]

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33 comentarios en “EL DÍA D – Stephen E. Ambrose

  1. Balbo dice:

    Buena reseña Antonio!!!. Hace poco me lei el libro y me gusto bastante. Despues de leerme el libro de Hermanos de Sangre, y el Puente Pegasus del mismo autor, le toco el turno a el Dia D. Buen compendio sobre el asalto a la fortaleza Atlantica de Hitler, muy en la linea de Cornelius Ryan en El Dia más Largo. Historia del desembarco desde el punto de vista de los soldados. Excelente libro, (sobre todo si te lo pillas en bolsillo en Inedita). Felicidades Antonio Blanco.

  2. richar dice:

    Saludos Antonio y ¿bienvenido? a Hislibris (no recuerdo haberte leído por aquí).

    Un buen título para estrenarse, la verdad, o al menos a mi sí me lo pareció cuando lo leí hace ya unos años. No soy muy aficionado a la historial militar, pero dentro del género, los títulos que más me gustan son aquellos que tiran de comentarios en primera presona para narrar los hechos, creo que le dan más realismo.

    Y muy propia esta reseña, ahora que se acerca el lanzamiento del libro de Antony Beevor sobre el mismo tema.

    Un saludo,
    Richar.

  3. farsalia dice:

    Leí hace años este libro de Ambrose, cuando salió aquella edición de Salvat de cubierta azul (¿2002?). Lo devoré en unos pocos días, entretenidísimo, con una primera parte, la preparación del operativo, realmente soberbia. Luego te pierdes un poco en los diversos frentes de playa, pero el resultado es muy positivo. Veremos qué ofrece Beevor en septiembre.

  4. Antonio dice:

    Buenas tardes:

    Con Balbo, Richar y Farsalia ya somos 4 «pesos pesados» que nemos leído el libro y lo valoramos muy bien. Richar, casi todos los comentarios firmados por Antonio son míos, excepto alguno que se ha colado de «otro Antonio».
    Gracias a los 3.
    Aparte del disfrute de su lectura, si te gusta la IIWW, me parece de necesaria esta lectura. La edición de Salvat es de 2.002; la del Círculo de 2.004; y la de bolsillo de 2.008.
    Para Balbo: tú has leído los 3 libros que citas de Ambrose, si hubieses leío este primero, ¿crees que los otros merecen la pena para ser leídos posteriormente?, tengo la duda de si hacerme con ellos o no.

    Gracias de nuevo por vuestras valoraciones.

  5. Antonio dice:

    Corrijo: «me parece de necesaria esta lectura» es una patata de expresión; quise decir «me parece necesaria esta lectura»

    Respetuosamente.

  6. Vorimir dice:

    La 2GM me parece un tema apasionante aunque yo apenas tenga 4 ideas. Lo mio es la Hª Antigua.
    Aun así tengo amigos muy frikis del tema y a mi a veces me llama. Siendo el autor de Hermanos de Sangre (vi la serie, pero no lei el lbiro) tiene un plus. Y por lo que comentas, el libro merece la pena.

  7. Antonio dice:

    Es Vd. muy humilde Vorimir: yo también tengo 4 ideas juntando las de la la IIWW y las de Hª Antigua. Familia, casa, trabajo, sueño; es imposible leer todo lo que quisiera; gracias a Dios llego hasta aquí; pero le aconsejo que haga un hueco para este libro. no se arrepentirá.

    Sinceramente.

  8. Antonio dice:

    Vorimir: la serie Hermanos de Sangre está basada en otro libro del mismo nombre (ya se ha comentado mucho en la propia reseña de este otro libro de Ambrose); no obstante este libro también recuerda la serie, se ve la impronta de este autor.

    Resumiendo: refleja acertadamente la crudeza de la guerra; los pensamientos de los que la viven; el sinsentido de muchas de las situaciones; y la necesidad de este mal, en muchas ocasiones necesario, valga la redundancia.

    Atentamente.

  9. Javi_LR dice:

    Je, je, je… Richar, Antonio es de los viejos del lugar y ya tuvo su estreno hislibreño. Su reseña de Archipiélago Gulag y las buenas conversaciones que surgieron (y siguen haciéndolo de vez en cuando) de allí. Recuerdo que cuando se estrenó, firmó la reseña como Antonio Blanco, y así le dimos de alta. Pero es «nuestro Antonio» a secas.

    Y ahora me retiro y os leo, que del tema sólo puedo aprender.

  10. David L dice:

    Yo tengo la edición de Salvat, aquella de las tapas azules, el libro lo leí hace ya unos años y el recuerdo que tengo de él no puede ser más positivo. Ambrose es uno de mis historiadores militares favoritos, coincido con richar cuando comenta que le gustan los autores que combinan relato militar junto a experiencias de los principales protagonistas, Ambrose es uno de los que práctica este arte narrativo. Este libro, lástima de tiempo, es uno de esos que me gustaría volver a releer, más si cabe desde que sé que dentro de poco más de un mes se publicara el de Beevor en castellano.

    En cuanto a los mencionados, Puente Pegasus y Hermanos de Sangre, ambos del mismo autor, los recomiendo vivamente.

    Un saludo.

  11. Antonio dice:

    Buenas tardes:

    Siendo eso de las «experiencias personales» de cada pequeño asalto algo muy bueno del libro, también hay partes ajenas a esa visión micro que dan que pensar: el capítulo que habla de cómo los generales alemanes tuvieron que cambiar la estrategia ofensiva (guerra rápida y tal) por una guerra defensiva en tres frentes es impresionante. La reprimenda, militarmente hablando, que el autor le da a Hitler y Rommel por sus errores en la defensa del asalto anfibio es de lo más novedoso del libro.

    Ciertamente.

    PS: Es verdad, no he caído que podría haber hislibreños que no identificaran Antonio con Antonio Blanco, que, por cierto, son mi nombre y mi primer apellido reales. Disculpas a Richar y a todos.

  12. Sangón dice:

    Yo también he leido la edición de Salvat de tapas azules y coincido con todos vosotros en que es un relato de una gran calidad. Se me ocurre que, cuando salga el de Beevor en septiembre, algún experto en el tema de los que hay por Hislibris hiciera una comparativa entre estos dos libros y el de Cornelius Ryan «El día mas largo»

  13. Antonio dice:

    Al aparato de nuevo:

    He encontrado esto en la página elreporterodelahistoria.com el comentario que sigue, por si queréis adelantar:

    «»»»»» viernes, mayo 29, 2009 9:48:00 AM
    MPA dijo…

    El libro sale publicado en Crítica el día 10 de septiembre en todas las librerías.

    Este fin de semana saldrá un reportaje del tema en El País Semanal. Hemos preparado una visita con el autor en septiembre primero en Madrid y luego en Barcelona donde haremos uns presentación del libro. En breve colgaremos en nuestra web: http://www.ed-critica.es el primer capítulo del libro para que os lo podáis bajar y empezar a leer.

    Si queréis más información,

    Mercè Portabella
    Responsable de Comunicación
    merceportabella@ed-critica.es «»»»»»

  14. richar dice:

    Gracias Antonio por la última información, que también nos había llegado por otra vía. Y sí, reconozco que no te asociaba con tu apellido, sorry :-)

    Por cierto, que el que yo leí también era el de Salvat. Un buen tocho.

    Un saludo,
    Richar.

  15. jerufa dice:

    No sé como será el libro, pero la historia de lo que allí aconteció pone los pelos de punta.
    Fíjate como me apasiona esa gesta tan brillantemente ejecutada por los aliados -no creo que vuelva a darse en la historia militar semejante movida para desembarcar- que me compré y disfruté como un enano con el célebre juego de El día D de War Games.
    Aún lo tengo. Bien guardadito para cuando me ponga nostálgico y encuentre a un pardillo dispuesto a hacer de aliado. Porque yo, por supuesto, hago de nazi al frente de las >i>Panzerdivisionen, o como se escriba…
    Aysss………

  16. Antonio dice:

    Buenas tardes:

    Jerufa: las paradojas de la vida: la IIWW, y todas las guerras, son objeto de estudio, afición y divertimento ahora, cuando antaño fueron la causa de los peores males de que es capaz el hombre y que a nosotros nos cuenta tanto llegar a comprender. Te recomindo esta lectura, es muy buena.

    Atentamente.

  17. David L dice:

    El desembarco de Normandía es, seguramente, la operación militar más conocida de la IIGM, a ello ha contribuido, y mucho, la cinematografía de Hollywood. Por supuesto, este hecho no resta importancia al impresionante y magno desembarco aliado en las playas francesas. Puede ser que el esperado segundo frente que tanto solicitaba Stalin a Churchill y a Roosevelt fuera determinante para comenzar a vislumbrar la derrota de los ejércitos de Hitler. Además, y esto es algo que no podemos obviar, el hecho de que el desembarco fuera realizado por fuerzas inglesas, norteamericanas, canadienses, etc… sirvió para conocer más de cerca el horror de la guerra. En el frente del Este se sucedieron a lo largo de los más de 3 años de combates muchos “Normandías”, me refiero a la tremenda dureza en los combates, pero el hecho de que en Francia se diera un desembarco con tan contingente de tropas y medios anfibios es algo que la historia no había conocido hasta entonces. Ese es el tremendo atractivo de esta operación bélica.

    Un saludo.

  18. Germánico dice:

    La expresión «segundo frente» siempre me ha causado dudas, puesto que en el 44 ya había dos frentes (y más, si subdividimos el soviético en áreas) abiertos contra Alemania: la URSS e Italia. ¿Se refería Stalin a la apertura de un segundo frente por parte de los Aliados occidentales, o estamos ante otra de esas expresiones tipo no ver las tres patas del gato y demás, que resultan totalmente incomprensibles?

  19. Antonio dice:

    Buenas tardes:

    David L: yo también opino que hubo «muchas batallas culminantes» en la IIWW: Stalingrado, «Moscú», Africa el norte, Italia, Grecia, Polonia, Noruega, Yugoeslavia,…Pero también la batalla naval, los comandos, la lucha de los servicios de inteligencia,… Pese a ello Normandía suma el máximo de ingredientes: navales y aéreos, tipos del asalto; diferentes lugares; diferentes tropas por países; diversidad de armas; etc.
    Antes de Normandía, más o menos, estaba claro que Hitler sería derrotado; la duda era cuánto resistiría y en qué condiciones capitularía él o su relevo.

    Germánico: la lucha en el frente ruso produjo «Normandías» muy repetitivas allí, donde los alemanes podían batirse en retirada. El teniente general F. Bayerlein cuenta la opinión de Rommel sobre lo que podía ocurrir en Normandía: «He realizado un cuidadoso estudio de nuestras experiencia en Rusia. Los rusos son tercos e inflexibles, pero jamás conseguirán desarrollar un método tan hábil e ingenioso como el inglés. Atacan haciendo un derroche tremendo de material, y tratan de abrirse paso gracias a su superioridad numérica.» Era consciente de su fuerza inferior, sabía que eso le derrotaría.

    Para Stalin la solicitud de un segundo frente fue anterior al asalto a Italia, y creo que incluso antes de la «guerra en África»; de ahí viene la denominación, y también de lo popular que se hizo en determinados círculos izquierdistas el pedir que se abriera un segundo frente para ayudar a los «hermanos» rusos. Y se le quedó el nombre.

    Curiosamente.

  20. Germánico dice:

    O sea, que cuando pedía un segundo frente y se abrió el de Italia, ¿seguía pidiendo lo mismo? Pues vaya, curioso, sí, realmente.

    Gracias, Antonio.

  21. juanrio dice:

    Creo, Germánico, que Stalin no consideraba el norte de África o Italia un segundo frente. Cómo se había hablado tanto del desembarco en el continente, en las reuniones entre presidentes, el exigía que se hiciera de una vez. Se probó con Dieppe, que fue un desastre absoluto y se cambió el rumbo hasta que por fin se planificó, hasta la extenuación, el desembarco en Francia no sin darle muchas vueltas a la fecha y al lugar, al comandante al frente, etc.

  22. Germánico dice:

    Pues eso: los tres pies del gato…

  23. Antonio dice:

    Buenas noches:

    Efectivamente el asalto a Dieppe se planteó como una diversión para obligar a los alemanes a no bajar la guardia y a impedir que se sintieran seguros y a comprometer las unidades de Francia de forma que no pudieran moverse de allí donde estaban; así como para aplacar a los rusos, que reclamaban el «2º frente» desde el 42 por lo menos. El tomo de Osprey sobre Dieppe lo plantea así.

    Atte.

  24. jerufa dice:

    Germánico, tu es que eres mu complicao, hijo.
    Al abrir el Oeste a lo bestia, los alemanes se descarajaron. La vanguardia se lió con la retaguardia y viceversa.
    Y por eso perdieron la guerra.
    Punto pelota.

  25. David L dice:

    No creas Germanico, Stalin cuando se refería a abrir un segundo frente se estaba refiriendo exclusivamente a desembarcar en Francia. ¿Por qué? Creo que por una clara y sencilla razón: posibilidad de éxito. Desembarcar en Francia teniendo tan cerca GB como base de operaciones era muy tentador, además, Stalin sabía perfectamente que el grueso de la Werhmacht en Europa estaba establecido en la defensa de la costa francesa. Destruyendo y eliminando al enemigo en ese punto aliviaría la presión alemana en el Este, por eso cuando se habla de “segundo frente” realmente se quiere decir desembarco en Francia.

    Un saludo.

  26. Germánico dice:

    Ay, Jerufa… Quién te vería con 100.000 hombres a tu cargo…

    Algo parecido a eso pensaba yo, David. Buena pregunta patra hacerle al Beevor…

    En cuanto a Dieppe, Antonio, yo siempre he pensado que se trató de un cruel experimento por parte de los Aliados occidentales, que se sabían completamente perdidos pero necesitaban conocer ciertos hechos del desembarco anfibio que sólo la práctica permitía deducir. Fíjate que, curiosamente, apenas hay presencia británica o yanki entre las tropas. Prácticamente todas las fuerzas eran canadienses.

    Saludos.

  27. Koenig dice:

    Buenos días.

    Interesantes asuntos…

    Concuerdo, para empezar, con los interesantes comentarios vertidos últimamente sobre el «segundo frente». Es ciertamente una expresión que se ha popularizado, pero tiene su justeza en el hecho de que si bien África o Italia fueron un frente, nominalmente, no fueron iguales, cuantitativamente, a otros frentes. Ni en África ni en Italia se desplegaron los medios que se estaban desplegando en la Unión Soviética, o se despliegarían en Normandía.
    A esto puede añadirse que la obsesión de Stalin de que ese frente se abriera en Normandía era entre otros motivos, aunque siendo probablemente el mas importante, para que el grueso de las fuerza saliadas occidentales se desplegaran lo mas lejos posible de sus propias líneas. Chuchill propuso en varias ocasiones un plan alternativo: remontar por ambas costas adriáticas y atacar hacia el norte desde la región de Lubiana, con los ejércitos soviéticos en el flanco derecho. Para Stalin dicho plan era anatemático, claro, pues ya estaba forjando su Europa de posguerra.

    Con respecto a los desembarcos en el ETO, hay otro detalle curioso, que leí en otro libro sobre Omaha (en cuanto llegue a casa pongo la referencia). A pesar de que ya se tenía experiencia de grandes desembarcos anfibios contra playas defendidas en el pacífico, no fue traído de allí ni un solo asesor. Y mucho menos tropas. Lo cual no deja de resultar curioso.

    Opino.

    Saludos.

  28. Antonio dice:

    Buenas tardes:

    Jerufa y David: este asunto del segundo frente es onjeto de muchas especulaciones:

    – Cuando Stalin hablaba de él se refería inequívocamente al asalto a Francia. Por las razones que dice Koenig Stalin no quería ese frente por el sur, Italia y los Balcanes, pero además ¿era su deseo ver desgastadas antes a las otras potencias aliadas para así sumar más en su dominio de Europa?

    – ¿Podrían los aliados haber llevado a cabo el asalto antes? Parece que sí, seguramente con más bajas.

    – ¿Lo retrasaron para profundizar el desgaste soviético? Hay que considerar que Churchill y Roosevelt no se fiaban «un pelo» de Stalin (es verdad que le ayudaron mucho),pero no se fiaban.

    – En cuanto a la premura o tardanza del asalto hay que considerar el impacto diferenciado que las bajas tenían en cada bando. Para Hitler perder 600.000 soldados en Stalingrado podía ser explicadio en términos patrióticos e ideológicos asumibles a través de una poderosa propaganda; algo parecido acurre con los soviéticos; pero para USA o UK perder 40.000 soldados en una sola operación o batalla era una hecatombe que la opinión pública digería muy mal, añadiendo a esto la influencia que tales pérdidas tenían sobre el ánimo de las tropas. Es evidente que los motivos políticos por los que peleaba cada bando eran diferentes: no todos los regímenes son iguales.

    -Ambrose saca punta a un hecho relacionado con la estrategia política que pasa muy desapercibido comunmente. Independiente de si la decisión de atacar Rusia en 1941 fue correcta o no, militarmente hablando; ¿por qué declara la guerra Alemania a USA, cuando su pacto con el Japón le exoneraba del tal compromiso de ayuda al ser este último el país agresor?
    Los americanos se habían mostrado apáticos a entrar en la guerra directamente -aportando soldados- hasta ese momento: ¿cuánto tiempo más se habrían mantenido así sin tocar a Alemania, más aún ahora que tenían que batirse con los japoneses?.

    -Germánico: es cierto que las tropas de Dieppe fueron canadienses, no sé cuál fue el motivo de su inclusión, pero el diseño de la operación fue británica: para probar y también para molestar.

    Saludos.

  29. Antonio dice:

    Ortografía: donde pone «onjeto» al principio es objeto, y el «aún» no lleva tilde,…No debería ni estar el aun.

    Disculpas.

  30. Koenig dice:

    Buenas noches.

    Efectivamente, como dice Antonio, había planes previos para un desembarco en Normandía. Desde 1942 si no me equivoco.

    Sin embargo la experiencia en otros desembarcos en el ETO previno a los aliados contra un intento prematuro. Una operación de esta envergadura no es sólo una cuestión de sufrir mas o menos bajas al desembarcar. Sino de conseguir establecer una cabeza de playa. El peor escenario en 1942 y 1943 era que los alemanes fueran lo suficientemente fuertes como para expulsar a los aliados de vuelta al mar. Este es un hecho que no debe interpretarse literalmente. De los soldados que participan en un desembarco fallido, muy pocos se reembarcan. Véase Dieppe. Así que de vuelta al mar nada.

    Saludos.

  31. Urogallo dice:

    Demoledor con la figura de Rommel. Mientras que otros autores le ensalzan para reclamar un enemigo digno a la gran operación (Algo huérfana de contraparte germana) Ambrose pone al zorro del desierto en su sitio. Que, desde luego, no era la muralla del Atlántico.

  32. Urogallo dice:

    Muy cierto lo que remarca Koenig y que Ambrose señala: No se solicitó asesoramiento a los especialistas del Pacífico. Trata de atenuar la obvia estupidez del hecho señalando que aquí no se trataba de tomar islas, pero creo que sería otro caso más de disputas entre el Ejército y la Marina. Esta era la operación del US Army…

    Sobre Churchill y el Adriático.

    En «Líderes» Nixon recuerda una conversación con Churchill, y de como Rooselvelt, escuchando a Stalin, se negó a su propuesta de un desembarco Adriático para luego ascender hacia Austria.

    «Fue una lástima. Nos habría venido bien tener Viena». (Refiriéndose al contexto de la guerra fría)

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