EL CAÑONERO ESTRAGO y LA FRAGATA PROSERPINA – Luis Delgado Bañón
El cañonero Estrago es la decimotercera entrega de la Saga Marinera Española, y La fragata Proserpina, la decimocuarta; Luis Delgado Bañón (Murcia, 1946), autor ya reseñado con anterioridad en estas páginas, continúa en ellas su panorama de la historia naval española, ambas protagonizadas por Santiago Leñanza, apodado Gigante por su gran complexión fÃsica y por la tradición familiar, donde el apodo se repite. Y es acompañado en una y otra aventura por su cuñado y amigo, el capitán de fragata Adalberto –Beto– Pignatti.
Como es habitual en las demás obras de la serie, el autor combina la historia personal de la familia Leñanza, Ãntimamente entrelazada con la historia naval española. Con el inmenso escenario de la guerra contra el francés en la penÃnsula, nos presenta el panorama polÃtico que se va perfilando con las distintas tendencias que poco a poco surgen entre militares y polÃticos del momento. Luis Delgado nos pone al dÃa -mediante charlas entre los protagonistas y sus amigos- sobre la situación polÃtica española, en plena guerra y al mismo tiempo, fraguando en Cádiz una Constitución que prepare el camino de regreso del rey, el Deseado Fernando. Las confrontaciones polÃticas aumentan, y se van definiendo las posturas, entre los absolutistas y los liberales, con la inevitable tirantez entre ellos, y la constante suspicacia ante las posiciones liberales por su influencia afrancesada. Corren años muy revueltos y conflictivos.
Parejo a ello, los militares observan unas grandes diferencias: mientras la Real Armada sufre con gran humillación el progresivo desmantelamiento de sus unidades, el deterioro del material y de los barcos, que poco a poco van pasando al desguace, el Ejército recaba para sà todos los medios disponibles, con el argumento –corto de miras- de ser en tierra, en la penÃnsula ibérica, donde se está realizando el mayor esfuerzo militar. Al dejar a los ocasionales aliados británicos todo el peso de la guerra en el mar, la Armada ve con espanto cómo los británicos se hacen cargo de no sólo de dirigir la guerra con su potentÃsima marina, sino lo que es peor, mientras defienden las posiciones españolas en la PenÃnsula, las atacan sin contemplaciones en las plazas indianas, apoyando indirecta y a veces directamente los movimientos insurgentes que se rebelan contra la corona de España, prestando su bandera a barcos piratas y a aventureros norteamericanos.
El cañonero Estrago
Santiago, con veintiséis años ya es capitán de navÃo. Tras diversas aventuras en las Azores al mando de la corbeta Mosca, tratadas en la entrega anterior, es enviado con ella a Menorca para una breve misión de transporte y de allà a Lisboa, sufriendo terrible castigo de Poseidón en aguas portuguesas y recalando en La Coruña, donde le surgen nuevas posibilidades de acción, contra las tropas invasoras de Napoleón. La misión más importante se concentra en el Cantábrico, puesto que se planea una estrategia conjunta de Ejército y Marina en la que Santiago participa activamente.
La vida del protagonista, casado y con un hijo al que apodan Pecas como a su tÃo, fallecido en Trafalgar junto al padre de Santiago, tiene sus altibajos. Hombre honrado a carta cabal, pasa por una etapa de distanciamiento familiar, y busca en la mar renovar sus ánimos. El problema surge cuando justamente tales ánimos se ven alterados en exceso pero en un sentido imprevisto con origen en un affaire menorquÃn con faldas. Vivimos con él situaciones muy tensas y dramáticas, a las que la mar, la señora de las aguas, como ellos la llaman, viene a ofrecerle una salida, aunque no solución.
Su aventura en aguas portuguesas y su contacto con los jefes militares que se ocupan por esas tierras de reorganizar la ofensiva contra el francés, junto a sus actuales aliados británicos, nos pone en conocimiento con la situación en que se encuentra la guerra. Distintas conversaciones, en torno a la inevitable frasca de vino, con varios de los protagonistas reales de nuestra historia en los comienzos del siglo diecinueve, nos informan detalladamente de las posturas encontradas y los planes para el futuro inmediato. AsÃ, desfilan por estas páginas el mariscal de campo Renovales, general DÃaz Porlier, los capitanes de navÃo Zarauz, Blas Salcedo, etc. Y hechos militares donde a la armada le era asignado un papel importante, como fue la campaña cántabra, frustrada en parte por la madre naturaleza, cuyos temporales de otoño arruinaron las fragatas Magdalena y el bergantÃn Palomo, desgraciados hechos históricos que nos muestran la parte penosa sufrida por nuestro ejército y en este caso, la marina. El papel de los cañoneros, novedoso para nuestro protagonista, les hace formar parte en primera lÃnea de los movimientos de ataque a las plazas terrestres, pero a la vez estos barcos son muy vulnerables ante las galernas. Por otra parte, el heroico protagonismo histórico del alférez de navÃo Aguiar al conseguir trasladar sus hombres salvos tras el desastre del Estrago, es novelado aquà con gran detalle, aunque introduciendo a Santiago de Leñanza comandando el grupo, y cuya epopeya seguimos con atención renovada y el corazón en un puño. Este episodio ha sido rescatado del olvido por el autor, que lo descubrió en un documento -precisamente el informe elevado por el joven oficial-, cuando investigaba en el archivo del Viso del Marqués,-donde tiene su sede el Archivo General de la Marina Alvaro de Bazán.
Santiago sufre unos momentos de gran tensión con los luctuosos sucesos en la mar que le llevan a la pérdida de su barco, y como hombre de honor esto le causa grave preocupación y tristeza, a la vez que trastoca sus planes y le deja en una situación de inseguridad que debe resolver en breve. También Beto, su cuñado, ve trastocados sus planes para la toma de posesión de su nuevo barco, el Palomo, y se ve atado de manos para moverse con la consiguiente impaciencia. La posterior desgracia les afecta a ambos y la narración diverge, ya que al estar fuera de combate nuestro protagonista -que es el principal narrador-, es Beto el que retoma el hilo de la historia para contar su parte y el reencuentro final.
Todo ello nos mantiene pegados a las páginas del libro y emocionados al seguir de cerca tamañas aventuras marinas y sentimientos encontrados, con lo que la lectura se hace ágil y muy variada, puesto que los escenarios cambian imprevisiblemente y la movilidad de los personajes nos permite un abanico muy amplio de posibilidades de acción: desde Cádiz a Mahón, retornando por Lisboa y aproando al Norte, Galicia, Asturias y toda la cornisa cantábrica, mar y tierra, y con emociones fuertes al final.
La fragata Proserpina
En esta entrega, la cuarta dedicada a la guerra de Independencia, el autor nos vuelve a llevar a Indias. La narración corre a cargo de Santiago, salvo un capÃtulo en el que Beto destaca en una hazaña bélica particular como único protagonista, junto a un pequeño grupo de valientes, mientras su cuñado, comandante de la Proserpina, queda al mando.
Mientras permanecen en Cádiz a la espera de un nuevo mando, ambos cuñados asisten a reuniones informales en torno al general Escaño, donde Santiago Leñanza y Beto dan rienda suelta a sus sorpresas y protestas, tras las explicaciones del general Cayetano Valdés, el brigadier Ustáriz, y el mariscal de campo BenÃtez, recién llegado de Montevideo con noticias frescas y no muy agradables de oÃr. De ese modo somos informados de la situación polÃtica del momento. Finaliza el verano de 1811.
Finalmente a Leñanza le llega el ansiado mando, y se las arregla para incluir a su cuñado como segundo oficial, ante la carencia en el barco asignado de un oficial de mayor rango. Y el destino es Montevideo. Ha de transportar tropas para apoyar las ya mermadas dotaciones de La Plata ante las revueltas de los independentistas. Tras una navegación dulce, sin apenas problemas y con una dotación cumplida, Santiago y Beto se acercan a las costas americanas, próximas a RÃo de Janeiro. Allà surge de repente una aventura: un navÃo aliado está siendo atacado a dos bandas por barcos franceses y la Proserpina se lanza directamente en su ayuda, con lo que la acción se dispara. El posterior arribo y vista de la maravillosa bahÃa de RÃo les deja impresionados, pero deben continuar hacia el sur, y en su derrota sufren un grave contratiempo nocturno, que les causa problemas importantes en la estructura del barco y sobre todo, un gran retraso, sumándolo al surgido tras la breve batalla anterior, viéndose desviados demasiado al sur, en las cercanÃas de RÃo Negro. Y aquà surge una nueva aventura, esta vez positiva, en la que Beto es el protagonista, al conseguir hacerse con una importante presa, el famoso queche Hiena, con poco sufrimiento y daños. Asà el cuñado de Santiago se ve resarcido de su inevitable papel secundario y promocionado a una posición superior al llegar a Montevideo y conocerse su hazaña, muy celebrada por sus superiores y por la población en general.
Mientras la fragata Proserpina recibe los imprescindibles cuidados en dique seco, Beto y Santiago, puestos al dÃa de la situación en la Plata por el jefe de escuadra Salazar, se ofrecen voluntarios para apoyar una acción rÃo Paraná arriba, misión de castigo a cargo del capitán de fragata Jacinto Romarate. Pero Santiago recibe una noticia inesperada de labios de Salazar, lo que le trastorna emocionalmente. Su retorno a Cádiz, esta vez sin Beto, es una tranquila navegación interrumpida por un solo incidente, en el que el autor descarga su resquemor ante la doblez británica, de la mano y voz de Leñanza.
Cada edición incluye un esquema de las partes de un navÃo, muy útil, además de una gran cantidad de notas a pie de página donde se nos aclaran términos o expresiones marineras y un epÃlogo donde el autor nos ofrece algunos datos históricos sobre la captura del queche Hiena y el combate naval ocurrido en aguas del rÃo Paraná. Lo que no se incluyen son mapas, inconveniente que sólo en las últimas entregas empieza a ser subsanado. Asà pues, esta obra nos ofrece una nutrida ración de historia, aventuras y emociones en la mar y en tierra firme, contadas con habilidad y maestrÃa, preparándonos para la siguiente entrega, La fragata Andorinha, ya reseñada en estas páginas.
Ariodante
Septiembre 2010
EL CAÑONERO ESTRAGO
LA FRAGATA PROSERPINA
LUIS DELGADO BAÑÓN
Ed. Noray, 2008
[tags]Cañonero, Estrago, fragata, Proserpina, Luis Delgado Bañón[/tags]
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GrandÃsimas novelas! Fantástica reseñas!
Gracias, Lohengrin (qué bonito nick, tan wagneriano)
Como siempre completÃsima reseña, Ariodante.
La verdad es que he visto estas novelas en las librerias muchas veces, pero nunca me decido. Quizás es porque le cogà manÃa a los libros de O´Brian por lo complejo de sus tecnicismos navales.
Para mi sin duda el aliciente es que el tema a tratar de la marina española me atrae mucho.
Consulta: ¿Son más fáciles de leer que los de Patrick O´Brian?
Saludos Hislibreños
Por supuesto que son más fáciles. Primero: están escritos en español, luego ya de por si lees directamente el estilo del autor, sin traducciones. Segundo, aunque hay terminologÃa marina, no la hay en exceso y además los términos problemáticos los aclara a pie de página. Y tercero, se trata de la historia naval española, tan desconocida en general.
Por azares del destino, yo he tenido acceso a estos libros por la segunda parte, y los he ido leyendo de delante hacia atrás. Pero ahora he parado y voy a empezar por el principio y leerlos como debe ser, por su orden natural.
Vale gracias. Tomo nota e intentaré hacerme con el primer volumen de la serie para empezar a leerlos.
Ariodante, te estás volviendo una experta marinera.
Y de qué manera tan clara escribes tus reseñas. ¡Animo chica!
¡¡Arriba y clara!! Como dicen los marinos al subir el ancla…pues eso.
Estupenda doble reseña, Ariodante, estás desvelándonos una serie que resulta muy atractiva e instructuva. Y además, creo que todavÃa no somos conscientes de la ingente y meritoria tarea que está realizando el señor Delgado Bañón con esta saga, ya que está recuperando hazañas, hechos y personajes históricos, aderezados con una maravillosa narrativa, que permanecÃan injustamente despreciados y olvidados; opino que está poniendo en su lugar el nombre de la Real Armada de aquel siglo XVIII.
Gracias y saludos cordiales.
Estupenda reseña de dos libros que he leÃdo y me encantaron ambos. Es una delicia leer tanta calidad narrativa en todos los aspectos. Altamente recomendables
EL quinto , el quinto…. Querida Ario…. es impresionante. Abrazos