EL ASEDIO – Arturo Pérez Reverte

EL ASEDIO - Arturo Pérez-Reverte-Alguna vez, conversando sobre esto mismo, usted recurrió al símil del ajedrez. Y posiblemente tenga razón… Esta ciudad es el territorio. El tablero. Un espacio que, le guste o no, ha llegado a compartir con el asesino. Por eso ve a Cádiz como no podemos verla los demás.

Mira el plato, aún pensativo, y se come las dos aceitunas de Tizón.

-Y aunque esto acabe alguna vez –añade-, nunca podrá volver a verla como antes.

El primer recuerdo que tengo de Cádiz, decana de todas las ciudades españolas, no es visual, sino sensorial. Aire cálido, olor a mar y sensación de recalar en un puerto de memoria ya transitada. Una ciudad como un imán, al que todo español, como si se tratara de la Meca debe ir alguna vez en su vida. Una ciudad que te atrae por su antigüedad y saber Trimilenario. Una ciudad, casi una islita, enfrentada al Atlántico, que, impulsada en su bauprés con todos lo foques desplegados, congela la memoria y la retiene para que todas las generaciones futuras sepan por dónde entró la cultura en esta España nuestra.

De ahí, de ese breve recuerdo que se me quedó clavado en el cerebro, que la aparición de la nueva novela de Arturo Pérez-Reverte haya sido una gran alegría para el firmante. Pero antes de continuar diseccionando, con todo el respeto, esta gran novela, y aunque no haga falta indicarles quién es el autor, ya que no es solo reconocido en nuestra página, sino que su fama hace ya tiempo traspasó nuestras fronteras, es bueno recordar, con toda humildad por parte de este reseñador, la excelente trayectoria de este escritor: Don Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, España, 1951). Fue curtido reportero de guerra en numerosas guerras y batallas, arriesgando su vida en lugares como Chipre, Líbano, Eritrea, el Sahara, Malvinas, El Salvador, Nicaragua, Chad, Libia, El Sudan, Mozambique, Angola, Túnez… Un buen currículum. Y es autor de numerosas novelas que quedan inscritas dentro de nuestra literatura, El Maestro de esgrima, La tabla de Flandes, El Club Dumas, Territorio Comanche o La Piel del Tambor, entre otras, junto a su temprana labor de reportero ejercida en periódicos como Pueblo o desde 1991 escribiendo semanalmente un artículo (Patente de Corso) en ABC, cual Larra actual. Pero el gran salto dentro del panorama literario español y mundial lo dio el autor publicando en 1996 el primero libro de la saga de Alatriste: El Capitán Alatriste. Este reto del autor de enseñarnos de nuevo ese mundo del Siglo de Oro a través de este espadachín a sueldo siguió en años posteriores con libros como Limpieza de Sangre (1997), El Sol de Breda (1998), El Oro del Rey (2000), El caballero del jubón amarillo (2003), y por el momento Corsarios de Levante (2006). Y después de un breve lapsus nuestro literato, como le gusta que le llamen y no historiador, a rebufo de los fastos de la Guerra de Independencia, nos enseñó con su excelente pluma, aspectos de aquella contienda que al igual que la saga de Alatriste teníamos olvidados en nuestra Historia con novelas como Trafalgar, Un día de Cólera o esta última que reseño en estos momentos: El asedio.

Comenzando la disección de la novela, les haré primero una pequeña y amistosa recomendación. El ávido lector que vaya buscando en esta voluminosa y tolstosiana novela un remedo de aventuras en plan Sharpe o Jack, el afortunado, Aubrey, se va a llevar un gran desengaño, pues esencialmente no es una novela histórica, como su autor nos indica continuamente, ni una novela de aventuras pura con ritmo trepidante en el que los cruces de sables y balas de mosquetes sumergen al lector en el epicentro de las batallas. Es esencialmente una novela que cala poco a poco al lector, que hay que beber poco a poco y dejarla respirar como a los buenos vinos. No atosigarse sino dejar que a uno le empape ese ambiente de asedio y cerco en el que esta envuelta la Cádiz de principios del siglo XIX.

Para comprender el argumento de la novela es necesario saber que este argumento es indisoluble con el eje central y estructural de la novela en sí. Don Arturo nos presenta la ciudad de Cádiz, ese Cádiz de las Cortes, como una ciudad diferente, alejada de clichés románticos. Una ciudad entretejida y unida como los escaques de un tablero de ajedrez en el que los personajes, las piezas, se mueven entrecruzándose unos con otros.

Destacan varias historias, que van, por ejemplo, desde las aventuras del corsario Pepe Lobo y la hacendosa y decidida empresaria Lolita Palma; a la detectivesca historia del comisario Tizón, policía brusco y poco correcto, que persigue a un asesino en serie que va matando a jovencitas inocentes al ritmo de las bombas que caen desde el Trocadero y la Cabezuela en Cádiz; o por ejemplo, eligiendo entre todas ellas la historia del capitán artillero Desfosseux obsesionado con sus cálculos y parábolas de tiro para alcanzar más allá de las 2000 toesas y llegar al centro de Cádiz mismo. Este es un pequeño ejemplo de las historias que encierra el marco de la historia del asedio de Cádiz. Por eso, explicar el argumento, o ejemplificar la novela mediante un sucinto resumen es bastante complejo en una novela de carácter coral.

Como habrán podido observar nos encontramos ante una novela de novelas, una novela coral en el que cada historia es necesaria y complementan las demás, como las piezas de ajedrez comprenden un pequeño ejército en el tablero. No es una novela de historias al alzar sino una novela de personajes y sus obsesiones. La obsesión de Rogelio Tizón por atrapar a un asesino en serie estilo Jack el Destripador o la obsesión del artillero Desfosseaux por alcanzar el máximo de metros y bombardear la ciudad hasta sus cimientos. Todos los personajes tienen una meta, una obsesión llevada al límite, o un ideal no alcanzado que les consume. Y ahí es donde se nos muestra el tema central de la novela. No es novela de héroes y villanos, de grandes generales o grandes batallas (que las hay, como por ejemplo la Batalla de Chiclana) sino una novela sobre el corazón humano y sus lados oscuros y recónditos, lados marcados como surcos en la ciudad, ciudad hostil y brumosa que atrapa a los personajes como en una emboscada.

Este entrecruzamiento de personajes e historias conforman una auténtica telaraña que convierte a esta novela en la gran novela del Bicentenario, y más en concreto en la novela esencial sobre el cerco de Cádiz por las tropas francesas. A través de la historias vamos comprendiendo la historia y sentimientos de la ciudad hasta la proclamación de la Constitución (1812) en un día lluvioso y ennegrecido, como presagio de un futuro no muy lejano, y el abandono del asedio por los franceses ante la caída como si fuera un dominó de los ejércitos en la Península. Esta parte histórica sobre todo está subrayada por la idea persistente de la pérdida, de la pérdida de una España que pudo ser y que no supo atrapar a tiempo el tren de la modernidad sepultado por un rancio patriotismo desfasado y absurdo como se ocupara Fernando VII de demostrar a su vuelta (¡Vivan las Caenas!). Un mundo donde una Cádiz liberal y moderna se convertía en el auténtico motor de las Españas, donde el comercio, la educación (liberal e igualitaria para hombres y mujeres) y la libertad eran el pan de cada día. Por eso asistimos en muchos casos, durante la novela, a cierto tono de amargor en los protagonistas pues se dan cuenta de que además de vivir al límite viven en una época de ocaso frente a las penumbras inciertas del futuro.

A través de todos los elementos reseñados anteriormente, es deducible por ello, que al autor le haya supuesto un gran trabajo de documentación. Una titánica apuesta que abarca no solo la documentación histórica, sino también sobre balística y artillería, modas y costumbres de época, taxidermia, matemáticas, física y química, filosofía, novela antigua… y todo ello conjugado para hacer una de las mejores novelas sobre la Guerra de la Independencia dentro de la literatura universal (con permiso de Don Benito Pérez Galdós). Un ingente trabajo para ofrecer al lector universal una de las mejores historias que se pueden leer sobre una época y una ciudad, Cádiz.

Batallas, aventuras, romanticismo, intriga policial, costumbrismo, la búsqueda del tiro perfecto… son una pequeña muestra de lo que el lector va a encontrar en esta gigantesca novela que le hará pasar al lector horas y horas de entretenimiento, enganchado a la historia de un Asedio que nunca volverá a ser el mismo.

¡Cádiz, brillante Cádiz! Tú eres el primer lugar del mundo.
Lord Byron, 1809

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48 comentarios en “EL ASEDIO – Arturo Pérez Reverte

  1. Koenig dice:

    Cielos Balbo.

    No sólo me voy a tener que replantear lo de no leerme la novela (que Reverte tenía cierta tendencia a cansarme en sus últimas superproducciones), sino que también acabaré por tener que visitar Cádiz, una ciudad por donde entró «una» cultura a esta España nuestra.

    Un saludo.

  2. farsalia dice:

    ¡Enhorabuena, Balbo, por tu reseña!

    Arturín me sigue cansando, pero ello no quita que tu reseña sea magnífica.

  3. Dronne dice:

    Muy buena reseña Balbo.
    No soy fan incodicional de Perez Reverte como novelista pero esta novela si que ha conseguido llamarme la atención asi que aprovecharé mañana para acercarme a comprar el libro e ir a la presentación a ver que me encuentro.

    Saludos

  4. Tasos dice:

    Esplendido, Balbo, esto es toda una recensión.
    Me ha llenado lo de la idea transversal que atraviesa la novela; esa pesimismo sobre algo que está tan cerca para esos personajes -la libertad y la modernidad constitucional- y que finalmente se frustrará. La España que pudo haber sido y al final no fue. Esplendido otra vez.

  5. Urogallo Villeroys. dice:

    Ya hace bastantes días que terminé el libro, y lo terminé impresionado por el final tan glorioso con el que el autor consigue cerrarlo. ¡ Que personaje Lolita Palma!. Que actos tan terribles, y a la vez tan necesarios…En una vida de renuncias propias, ¿Como pueden importar las renuncias de los demás?.

    No es una novela histórica…Bueno, no es una novela histórica porque su autor lo niega, pero sin serlo…¡ Que histórica resulta!. La historía se te mete en los huesos, no dejas de respirar historía, y si se logra eso sin pretenderlos. ¡ ¿ Qué no se lograría si se buscase?!.

  6. jerufa dice:

    ¡Qué preciosa reseña, Balbo! Supongo que me haré con ella, puesto que APR me va mucho.
    Y se la recomendaré a un gaditano de pro que me preguntó precisamente por este libro y sus referencias.
    Adiodió.

  7. Laurence dice:

    ¡Qué buena reseña Balbo!

    El libro ya lo tengo en casa, pero me da que lo dejaré para el verano para poderlo saborear como se merece.

  8. Belibaste dice:

    Balbo soberbia la reseña. Por cierto esto es cosecha propia o del libro???:

    «El primer recuerdo que tengo de Cádiz, decana de todas las ciudades españolas, no es visual, sino sensorial. Aire cálido, olor a mar y sensación de recalar en un puerto de memoria ya transitada. Una ciudad como un imán, al que todo español, como si se tratara de la Meca debe ir alguna vez en su vida. Una ciudad que te atrae por su antigüedad y saber Trimilenario. Una ciudad, casi una islita, enfrentada al Atlántico, que, impulsada en su bauprés con todos lo foques desplegados, congela la memoria y la retiene para que todas las generaciones futuras sepan por dónde entró la cultura en esta España nuestra.»

  9. Balbo dice:

    No Belibaste, el parrafo que has puesto es cosecha mia. Un pobre y humilde parrafo para ilustrar un gran libro. un abrazo

  10. Belibaste dice:

    Balbo estas de coña, de pobre no tiene nada es pura poesía. Cuando te de por sacar un libro me lo comentas que te financio (con el poco dinerito que tengo yo).

  11. Urogallo dice:

    Yo tengo algo en el colchón. :D

  12. Xeo dice:

    Estaba esperando acabar de releer la novela por si aprecio cosas nuevas que se me pudieron escapar en una primera lectura para opinar sobre ella pero como la cosa va despacio y me ha gustado tanto tu reseña, Balbo, diré que aunque me ha gustado en líneas generales porque tiene muchas cosas buenas que destacar también he encontrado muchas pegas tanto en el fondo como en la forma que no mencionaré para que las descubran por sí mismos los lectores que todavía no se han acercado a ella o no la han terminado.

    Me atrevo a decir que a los menos exigentes les encantará, sobre todo si apenas se han acercado al universo literario de este autor. A muchos otros incluso les defraudará en algunos aspectos. Por decirlo de otra manera, siendo como es una buena novela sobre el bicentenario, si alguien por primera, segunda o tercera vez me pidiera que le recomendara, según mi gusto, una novela (corta o larga) de Pérez-Reverte no recomendaría ésta.

  13. Soldadito Pepe dice:

    Pues yo no sólo la recomiendo, sino que me parece una novela de novelas y género y personajes y aventuras y lugares oscuros del corazón humano absolutamente perfecta. De esas que acabas leyendo despacio, paladeándola, por miedo a acabarla demasiado pronto, y que te hace releer diálogos y situaciones con la boca abierta de admiración: esas conversaciones de Lolita y el corsario, ese robo de la cañonera, ese combate en la ensenada de Rota, esa incursión de comandos salineros, esos diálogos inteligentísimos entre Barrull y Tizón, esa ciudad insólita y, oscura y estremecedora y, sobre todo, ese final, o finales, que como dice ahí ariba el amigo Urogallo, te deja sobrecogido, pensando y dándole vueltas, estremecido de admiracíon y de respeto por el autor que conoce su oficio como nadie en España, y que se pasa por la entrepierna los géneros y sus convenciones, giñándole un ojo al lector espabilado y guiñándoselo a él mismo, disfrutando como sabe que luego harán sus lectores inteligentes. Obra maestra, sin duda. Andar buscándole peguillas y esquinas es no ver desde arriba la grandeza de un libro inmenso. No sé si ha quedado claro que a mí sí me ha gustado. El mejor Reverte, el del principio, el de ahora, el de toda la vida.

  14. Xeo dice:

    Me parece bien que te haya gustado tanto Soldadito Pepe. Pero en la página del autor (y en otros foros) aparecen muchas críticas no tan entregadas como la tuya donde lectores que se declaran fieles seguidores del autor le ponen muchas pegas a la novela de manera inteligente. Es decir, que, por lo menos, son tan inteligentes como los que la defienden sin pegas vehementemente.

  15. Urogallo dice:

    Todo es cuestión de gustos. Yo mismo no pude con algunos de sus anteriores libros, pero creo que este va mucho más allá, sobre todo en su prodigiosa capacidad de evocación de la historía.

    Sinceramente, pocas veces me he sentido tan dentro de la «historía» ( En mayúsuculas y minúsculas) como cuando A.P-R va describiéndo las escenas «nocturnas» en la ciudad sitiada.

  16. Miguel J. dice:

    ¡Ha vuelto a hacerlo!
    ¡Ha vuelto a conseguir que me lea un tocho de 725 páginas obsesivamente en tres días y medio y me lo pase como un chavalín en un parque de atracciones!
    Desde el pasado lunes en lo único que pensaba al atrapar al vuelo un pedazo de tiempo libre era en volver a pillar el libro y darle leña al mono, que es de goma, para progresar en las vidas de unos personajes que el talento de Reverte convierte en seres de carne y hueso, tan vivos como si viéramos una película, o mejor aún, como si de repente nos asomáramos a una ventana y apareciéramos en mitad del Cádiz sitiado y bombardeado como mejor pueden por los franceses durante la que siempre me explicaron como Guerra de la Independencia y no me sale de los cojones llamar de otro modo a estas alturas, que ya va siendo uno demasiado mayor para seguir la veleta de las modas o las manías ajenas.
    Arturo Pérez Reverte es muy grande.
    Mientras nos mete de lleno en la historia, su historia, y en la Historia, la de los españoles, esto es, la Historia de España, con sus tradicionales luces y sombras habitadas por héroes que lo son pero no se tiran flores y por miserables que buscan acaparar todas las flores del mundo, demuestra que los acontecimientos del pasado son siempre un buen recuerdo para lo que ocurre en nuestro presente.
    Vamos que su novela es histórica, pero sus temas son de los de ahora mismo, de los que pueden aplicarse a lo que ocurre a la vuelta de la esquina. Un ejemplo: «Entre el resto de los uniformes destaca la nota colorida de los oficiales de Voluntarios, recargados de bordados y cordones en proporción inversa a su proximidad al frente de batalla».
    ¿Les suena lo de los bordados y cordones en proporción inversa al frente de batalla? ¿Les suena lo del adorno y el oropel?
    Luego está la habilidad para mezclar en la misma novela elementos de distintos géneros. Pérez Reverte no nos da una novela, sino cuatro o cinco, un relato histórico, un relato policíaco, una novela de aventuras, una peripecia bélica…, y un relato romántico ejemplar, de los que te crees a pies juntillas, sin moñadas ni babas de cara a la galería, con una mujer fatal y un desenlace que se queda clavado en la memoria para los restos y le otorga a todo el conjunto un aire de novela negra impecable, elegante y valiente.
    Entre otras muchas cosas, en una galería de personajes todos ellos tan vivos que uno acaba por cobrarles cierto afecto, aunque sean unos hijos de perra, nos encontramos una definición digna del mejor relato policial que es al mismo tiempo la mejor definición de uno de sus personajes:
    «No se trata de que el mundo esté lleno de inocentes, sino de lo contrario: está poblado por individuos capaces, todos ellos, de lo peor. El problema básico de todo buen policía es atribuir a sus semejantes el grado exacto de maldad, o de responsabilidad en el mal causado o causable, que les corresponde. Esa, y no otra, es la justicia. La que Rogelio Tizón entiende como tal. Cargar a cada ser humano con su cuota específica de culpa y hacérsela pagar, si es posible. Despiadadamente».
    Junto al comisarió Tizón encontramos también a Felipe Mojarra, salinero y escopetero en la guerra contra los franceases, que es un ejemplo de personaje verosímil en el relato de aventuras y uno de los hijos más logrados de las ficciones del autor:
    «En uno de los botes, estrechado entre sus compañeros, Mojarra siente que el aire huele a azufre como para vomitar, pero él hace mucho tiempo que no vomita».
    No me extraña que Pérez Reverte diga que todas sus novelas conducen hasta ésta. Toda su vida, incluyendo su experiencia como reportero y su relación con el mar, conducen a este paseo épico por las calles del Cádiz sitiado.
    El asedio nos mete en una trama digna de la mejor historia sobre Jack el Destripador y además nos deja un héroe esencial para explicarnos muchas cosas sobre cómo nos encontramos y coexistimos, o más bien chocamos, los hombres con las mujeres, y viceversa: el capitán Lobo.
    Tiene sin embargo una pega esta novela: se acaba, y te deja con el mono. Recomiendo ir buscando relevo de libro antes de acabarla.
    Aunque tampoco vamos a llorar. Esto no va de lágrimas ni de babas. Esto va de gente de verdad, aunque sean personajes de ficción (temo que tal como van las cosas, el día menos pensado toda la gente de verdad esté en los libros y los que nos quedemos en el mundo real seamos títeres, peluches, cromos de personas venidas a menos por cojear de moral y de agallas para decir lo que pensamos, por dejarnos atrapar por el vicio del adorno y la cumplimentación de las modas, por pensar que todo vale, o que en todo caso el asunto no va con nosotros…).
    Como dice Felipe Mojarra: «Lás lágrimas hay que guardarlas para los entierros, y la vida hay que buscarla allí donde lo dejan a uno».
    No es mala sentencia para seguir dando bocados a nuestra existencia.

  17. lezea dice:

    buena reseña
    te felicito Balbo

  18. Soldadito Pepe dice:

    Élmer Mendoza
    (EL Universal de Mexico)

    Es un placer leer a Arturo Pérez-Reverte, a este capitán, en palabras de Joseph Conrad, “que gobierna su barco de cola a quilla, por así decir, técnica y espiritualmente, en movimiento y en reposo, y en cada instante de su vida”. Es un placer intenso convivir durante días con personajes de todas las calañas. Lindas mujeres, héroes oscuros, comerciantes, asesinos, espías, torturadores, señoritos, en el desbordado Cádiz de 1811, asediado por los franceses y defendido por españoles indisciplinados, soberbios y pasionales.

    El Asedio, publicado por Alfaguara en marzo de 2010, es un universo de siete historias desarrolladas con imaginación, información, mapas y un juego de estilo que adereza el camino. Con precisión emotiva, el novelista apuesta a una trama humectante, que penetra poco a poco y que en cada página se multiplica. La tensión crece y los personajes, que se mueven a su aire, determinan con sus acciones el ritmo de la ficción. Los puntos en que cada una de las historias se relacionan con las otras, resulta natural: “-Dicen que están matando mujeres. -¿Matándolas? -Sí. Asesinadas. De forma terrible. –Hay veces en que uno llega a avergonzarse de ser hombre”. Es una conversación entre Lolita Palma, la poderosa comerciante, con Pepe Lobo, el corsario a su servicio, tratando sobre los asesinatos que el comisario de policía Rogelio Tizón intenta resolver.

    Arturo Pérez-Reverte, nacido en Cartagena, España, en 1951, es un maestro de la narración larga; ese arte en que se cuenta todo sin que sobre una palabra. Logra un efecto envolvente en que el lector atento termina por considerar la novela como parte de sus sueños, de sus deseos de justicia y tranquilidad. Los personajes entran, salen y vuelven a entrar. Tizón el duro, Barrull el deductivo, Desfosseux el artillero matemático, Lolita Palma, la novedosa dama que se niega al amor, Lobo el trágico capitán de la Culebra, Mojarra, el salinero y soldado voluntario, Fumagal, el espía y taxidermista sospechoso. Todos habitando una ciudad que no carecía de alimentos, fiestas, bebidas, comercio, teatro, y cuya vida cotidiana funcionaba más o menos normal a pesar de la guerra y de los bombardeos franceses que cada vez afectaban más blancos importantes. Por ahí andan también los diputados de las Cortes que elaboran una Constitución, y algunos intelectuales, como Antonio Alcalá Galiano y el Duque de Rivas, ahora parte de la Historia de la Literatura Española.

    Tizón juega ajedrez y, para descubrir al asesino en serie, está empeñado en encontrar la relación entre ficción y realidad en el Ayax de Sófocles, que trae frases tan fuertes como: “Todo puede suceder si lo maquina un Dios” o “De él, y no de otro, sigo el rastro, pues ha cometido durante la noche un acto espantoso”. El policía, ayudado por el profesor Barrull, su compañero de juego, llegará a las entrañas de los hechos, en una ciudad llena de falsas señales y donde el mismo ha sido víctima de la desgracia.

    El Asedio es una novela donde parte del lenguaje opera como testimonio de una época y de los diversos oficios y pertenencia social de los personajes: “Ando con el serete prieto”. Confiesa un personaje perseguido a otro. “Sierpe, en lengua rufianesca”. Aclara el autor el nombre de la ganzúa. “Agarrado a un obenque de mesana”, lenguaje marítimo que el autor tan bien conoce. Desde luego el lenguaje de la política, de las reuniones sociales, de las mujeres tejiendo, de las tascas y del comercio, actividad principal, tiene papel sobresaliente.

    Lo característico de la novela moderna es que consigue una mezcla de géneros donde lo trágico y lo cómico funcionan como ejes que se entreveran en cualquier instante. A Arturo le funciona muy bien, consigue lo que los críticos denominan coherencia textual, esa cualidad del discurso literario que sostiene la unidad de sentido a lo largo de la obra. Cádiz está tomado, pero los sitiadores viven peor y comen peor que los sitiados que continúan trabajando en horarios normales, quizá no con las mismas ganancias, pero con más libertad. Les preocupa lo que ocurra en América y con el cura Hidalgo que al fin ha sido atrapado; pero igual sospechan que la relación comercial con las colonias se verá severamente afectada por los movimientos independentistas.

    En este tiempo, ejercemos una cultura de la escritura; confiamos en la garantía de generador placer y conocimiento que posee un discurso literario, y no dudamos en utilizar la información que un autor maneja, porque tal es la idea que nos ha dejado el llamado siglo de la ciencia, y la historia, como material de ficción, es emocionante y segura. Sé que han adivinado pero igual lo diré: El Asedio cumple con ambos requisitos, pero aún así, al final estarán tan inquietos que nadie podrá dar respuesta a sus primeras preguntas.

  19. Tasos dice:

    Estupendo análisis. Cada vez apetece más leer la novela, quizá en verano…

  20. pepe dice:

    ¿Lolita Palma dices que se llama? A ver si va ser un homenaje a Lolita Sevilla…
    http://www.youtube.com/watch?v=0FHFi3cEpNc&feature=related

  21. Soldadito Pepe dice:

    ¿No había hablado alguien de una entrevista hecha o que se iba a hacer en Hislibris a Perez-Reverte? ¿Me he perdido algo?

  22. Urogallo dice:

    Está pendiente de ser transcrita por Richar, el escribano.

  23. Soldadito Pepe dice:

    Pues a este paso, que la junte con la del siguiente Alatriste.

  24. Soy un viejo (y anciano) admirador de Perez Reverte y he leido la mayoria de sus libros. Este libro es excelente, y podria haberse convertido en la obra maestra del escritor no fuera porque adolece de unas cien paginas de mas, Nos trae un punado de personajes reales, aunque fueran de hace 200 anos, y sufrimos y nos alegramos (esto muy poco) por ellos. El problema principal es que le da al problema del comisario y los asesinatos y todos los personajes envueltos en este particular trama demasiadas paginas, con lo cual se pierde algo del ritmo de la novela. Ademas el final de su pesquisa es insatisfactorio, psicologica y novelisticamente. Lo clasifico con una A pero no una A plus.

  25. Soldadito Pepe dice:

    No quiero parfecer borde, Robert, pero compartiendo la afición por la obra revertil, como viejo lector suyo que tambièn soy, en vez de lo de «el final de sus pesquisa es insatisfactorio, psicológica y novelísticamente», yo habría escrito, si así me pareciera, «el final de su pesquisa me parece a mí insatisfactorio…», pues a otros lectores como yo sí nos parece satisfactorio psicológica y novelísticamente. Cada cual tiene su punto de vista y siempre es subjetivo. El mío, es que me parece brillante la solución a un problema en apariencia insoluble y cientificamente muy dificil de esclarecer, y que sin embargo, gracias a la aproximación psicológica policía-asesino, creo que Reverte consigue salvar con talento, credibilidad y muy buenas maneras, siempre, y eso es fundamental, es base a la ciencia del siglo XVIII-XIX, no a la del siglo XXI. Ya ves que no estoy de acuerdo en eso, aunque comparto lo que dices del resto. Es la diferencia entre opinar y establecer hechos generales, quizá no compartidos por todos. Personalmente yo este novelón lo aplaudo al 99 por cien, además de que era muy dificil cuajarlo como lo ha hecho, tan complicado todo y con tanto personaje y la Historia de fondo sin que nunca lastre ni entorpezca, sino al contrario. Me ha hecho feliz como lector durante todas y cada una de sus setecientas y pico páginas, de las que por cierto tampoco me ha sobrado ninguna. Saludos respetuosos sin ánimo de polémica.

  26. Después de haberme leído 16 novelas de Pérez Reverte, puedo decir que cada vez me cansa más. Tengo la sensación de leer la misma novela que leí con la Tabla de Flandes, de hecho hay hasta ajedrez.
    No dudo que es un escritor brillante, que tiene una capacidad para contar historias enorme (si no, no habría leído tanto de este autor).
    El ‘Husar’, ‘El Maestro de Esgrima’, ‘La Sombra del Águila’ (lo que no considera como una novela), la colección del Capitán Alatriste y ‘Cabo Trafalgar’ se encuentran entre mis favoritas, pero con ‘El Asedio’ me he aburrido.
    Al margen de la buena descripción de Cádiz (una ciudad que conozco muy bien), creo que Reverte tapa con un final morboso una incapacidad de saber cómo poner fin a la aventura del asesino, porque días después de la lectura creo que la explicación de su ‘modus operandi’ es, cuanto menos, muy cogida por los pelos.
    Recurrir a la venganza y crudeza en las descripciones me parece de lo más facilón y vulgar, una forma cómoda y poco esmerada de tocar la fibra sensible de un lector.
    Es indudable que Balbo siente admiración por Reverte tras sus lecturas, pero yo he leído bastante sobre este autor y creo que riza demasiado el rizo.
    En todo caso te felicito por tu apasionada reseña Balbo.

  27. Fátima dice:

    El asedio, para mí, es una novela espléndida. Realista, sensual y de una enorme sensibilidad, pese a la crudeza de algunos episodios tan al estilo de las grandes tragedias griegas, pero no exenta de chispa. Hasta los nombres de algunos personajes tienen ángel.
    Revertiana por los cuatro costados, a veces parece que P-R deja reposar la pluma para coger la cámara -tal vez recordando otros tiempos- y plasmar con ella, sin prisas y minuciosamente, la realidad cotidiana, exterior y profunda, de unos personajes y geografía determinados -Cádiz y su entorno- en un momento socio-político y cultural concreto, pero que puede extrapolarse a otros lugares y épocas, incluida la actual, llevándonos con ello a la reflexión.
    Es a la vez sugerente ya que deja abiertas historias -quizá haciendo un guiño al lector (óle)- para que éste las lleve a donde su imaginación se lo permita.
    Creo que tanto la exposición como el desarrollo son impecables, y el desenlace -aunque desesperanzador y fatalista, como en muchas ocasiones lo es la vida misma- está bien resuelto. No se lo ha sacado de pronto de la manga. Ha sido honesto y ha ido dejando algunas pistas. Así que yo, como he disfrutado con ella (lágrimas e irritaciones aparte), le envío a D. Arturo desde aquí, por si acaso entrara en esta página, un simbólico achuchón, suavito y con todo respeto.

  28. Liam dice:

    Novelaza grande. Enorme novelaza. Te tiene en vilo y te emociona y la cierras al final lamentando que se acabe. Quiero más.

  29. Carloto dice:

    Para mi, despues de «La reina del Sur» y la saga «Alatriste», lo mejor que ha escrito el cartagenero.
    Y es que Reverte esta que se sale en esta novela escrita con la mano lenta del torero que sabe que tiene toro, que tiene faena y que la plaza no tiene prisa por recogerse porque se lo van a pasar «pirata».
    Me ha impresionado Reverte en esta novela en la que el autor parece que se reinventa (falta le hacía, venía pinchando un pelín en sus ultimos títulos) y se nos anuncia un nuevo Reverte maduro, brillante, vibrante y excelente. Ojalá no sea un espejismo.
    Sin quererlo «El Asedio» es una mágnifica novela negra, aunque en realidad en esta novela hay muchas novelas.
    Con personajes antológicos como el comisaro Tizón, políticamente incorrecto de principio a fin. Felipe Mojarra, uno de esos secundarios de peso que como en el buen cine inglés hacen todavía mas brillante el relato.
    El artillero Desfosseaux, medido y perfecto. El siempre inquietante Fumagal, entre la taxidermia, la alquimia y los alambres de una España mejor e imposible. El poliédrico profesor Barrull, que parece llamado a un final de excesos, y luego no. O el primo «calavera» de Lolita, que apunta cosas y luego tampoco.
    Bien el capitán Lobo, que quizá merecia mejor finiquito. Y muy bien Lolita, aunque al final también se desdibuja.
    Por ponerle algún pero, como ya habrán adivinado, el final. Y es que después de una faena soberbia Reverte no anda fino con el estoque. No es que la cosa acabe en descabello, pero no mata a la primera, ni mete el hierro «hasta la bola».
    Aún así pocos saldran descontentos de la plaza, las señoras con cierto sofoco por el recuerdo de algún lance y a los caballeros les habrá sabido el puro a gloria.
    A disfrutarla.

  30. Pintaius dice:

    Comparto en gran medida tu opinión sobre la novela, Carloto. Espléndida narración que flojea un poco en su final, que me esperaba más apoteósico (me había parecido identificar al criminal con otro de los protagonistas, bajo diversas apreciaciones personales). Al igual que Capitán Daniels, también creo que el modus operandi y las motivaciones del asesino son algo distorsionantes en el contexto realista e histórico de la mayor parte del texto.
    Creo que es una obra de madurez, donde APR rinde su particular homenaje a alguno de sus confesados mitos literarios, y donde demuestra su profundo conocimiento del arte narrativo, con un amplio muestrario de recursos estilísticos. Las descripciones me han parecido extraordinarias en muchos de los casos, con una portentosa capacidad de recreación para el lector. Como siempre en sus obras de ambiente histórico, me encanta su uso de vocablos propios de la época en cuestión, que me hace tener que consultarlos y aprenderlos por desconocidos.
    Las partes ambientadas en el mar, dedicadas a las actividades de Pepe Lobo y su tripulación, me han entusiasmado, como aficionado a la novela histórica marítima que soy. Me hace volver a desear que nos dedique de nuevo alguna expresamente dedicada al tema naval.
    Por último, y aunque resulte inefable en muchos aspectos de su personalidad, me ha resultado sumamente atractiva la complejidad del personaje del comisario Tizón, para mí el más importante de la novela.
    A pesar de todos los peros que queramos buscarle, opino que se trata de una obra totalmente recomendable y que he disfrutado ampliamente.

  31. Akawi dice:

    Compré la novela cuando se editó, aún no he tenido tiempo de leerla, pero…. ta-ta-ta-cha… me la ha firmado el autor.
    Es una de esa alegrías de aficionada a las lecturas.
    Saludos

  32. Iñigo dice:

    Hola a todos:
    Ayer acabé la lectura de la novela. Me ha gustado más leerla que terminarla. Me parece una literatura muy bien documentada, que sabe describir muy bien los lugares, los personajes, las situaciones… pero creo que no sabe terminar la historia. Se alarga muchas páginasbuscando un desenlace que parece no encontrar, en lo referente a los asesinatos. Algunos personajes los finaliza perfectamente, pero otros desaparecen sin más, o quedan ahí en el limbo. En conjunto me parece una obra muy completa pero pondría varios peros a la conclusión de la misma. Un poquito finalizada sin saber como hacerlo.
    Un saludo.

  33. Paco dice:

    Me gustan mucho los artículos de Pérez Reverte, no tanto sus novelas, pero ésta me ha enganchado, ya casi la estoy terminando. Me parece que ha hecho un gran esfuerzo en conocer la idiosincrasia de Cádiz, aunque a veces se le va la vena cartagenera. Gracias por esta novela Arturo.

  34. Flaco dice:

    A mí me encanta Pérez reverte, pero por eso mismo tengo que decir que con El Pintor de Batallas, Un Día de Cólera y El Asedio, no ha estado a la altura.

    Está cayendo en la caricatura de si mismo, con personajes y actitudes siempre muy parecidos en todos los libros, y que se pueden ver cada semana en su columna.

    Robert deNiro es/era muy buen actor, pero ahora parece que se parodia a si mismo en cada película.

    En el caso de El Asedio, la leí porque tengo todos sus libros, pero ¿después de 500 páginas resulta que el asesino mata a la gente en esos sitios porque tiene una capacidad paranormal para saber donde caerán las bombas antes de que caigan?.

    Anda ya… no me jodas, 500 páginas confiando que al final habrá una razón y lo ventila de ese modo.

    P-R debe volver a encontrar la pasión por escribir y dejar de escribir de un modo tan «profesional».

  35. Medina dice:

    Hombre, Flaco, no puedo estar más en desacuerdo contigo ja ja. Resulta que Un día de cólera me impresionó muchísimo, lo que fue capaz tantísima gente a sabiendas de que iban a morir y El Asedio me pareció que ha sido un libro muy bien entrelazado y terminado. Si es verdad que son dos libros para no leer a la ligera, porque hay que meterse en la piel de los personajes para que te lleguen sus sentimientos, puede ser por esto por lo que haya alguno a los que no les haya gustado. Creo que es un libro para leer tranquilamente.

    Es mi opinión, por supuesto.

    Un saludo a todos, estupenda página.

  36. Derfel dice:

    Yo llevo 400 páginas y me estoy agurriendo…
    TEngo la impresión de haber leído ya la novela.
    Que alguien me diga, por favor, si la cosa se anima o sigue en este plan.

  37. Urogallo dice:

    ¿Pero no te habías leído ya la novela? Deberías saber como sigue.

  38. Derfel dice:

    Ese es precisamente el miedo que tengo…

  39. Flaco dice:

    Hola Medina,

    Un día de cólera no es que no me gustara, porque me gusta la forma que tiene Reverte de escribir, pero nombrar a todos los personajes no es nada novelístico, es más histórico, y al final se me quedaba en una mezcla que no me satisfacía ni por el lado novelístico ni por el histórico.

    También cuando Tolkien se ponía a decir todo el árbol genealógico de todos y cada uno de los personajes me parecía muy cansino …

    Y sobre el Asedio, …. el final es infumable en cuanto a lo del asesino, a las demás tramas no les pongo ninguna pega.

  40. Medina dice:

    Visto con la perpectiva del tiempo, el final del libro está mal cerrado, aunque estarás conmigo en que la parte de «No sabía que se podía gritar sin lengua» «Pues ya lo sabes»…me pareció buenísima.

    El papel de la señorita, tan egoista y el de Lobo totalmente engañado y destrozado en el suelo me pareció hasta cruel.

    Pero es verdad que lo del asesino es un poco «extraño», me he dado cuenta que lo obvié por el bien de terminar la novela con buen sabor.

  41. Urogallo dice:

    ¡ SPOILERAZO !

    En todo caso, y por seguir la cuestión, yo diría que ella no es tan egoista.

    Lo que no es óbice para que Lobo si sea totalmente engañado, utilizado y rechazado como un juguete roto ( Símil bastante exacto)

    Digamos que hay un mundo de distancia entre ellos, y que la responsabilidad sería más de Lobo por picar demasiado alto.

  42. Urogallo dice:

    Como había comentado el libro en el foro, vamos a hacerlo también aquí.

    Es un libro para leerlo con fascinación. Los personajes están trazados con maestría, y recuperan la fuerza de otros tipos descritos en novelas anteriores.

    Todos son personajes adecuados al lugar, a la necesidad de la narracion.

    Y como decía Balbo, el asedio está ahí, está la ciudad y el proceso constitucional, pero como ambiente, como escenario magnífico. Las fronteras de la última España libre. ( Ultima España europea, of course).

    Y la trama tiene fuerza, te atrapa desde el principio. Tienes hambre de saber porque están ocurriéndo ciertos acontecimientos y a la vez descubrir en que medida participarán los personajes descritos en él.

    Yo creo, y Balbo me corregirá o confirmará, esta es LA NOVELA que los fastos del Bicentenario de la Guerra de la Independencia exigían. Mucho más que Cabo Trafalgar y que Un día de Cólera, que serían otra cosa ( Y meritorias, pero de una condición más ligera, mas leve) esta es LA NOVELA que puede llegar a un público masivo y permitirle saber que pasó de verdad hace 200 años.

    Es decir, la novela va avanzando a su ritmo, pero te va colándo esa figura Homérica, de ciudad sitiada, orgullosa e invencible. No hay mundo bajo sus piés ( El resto de España está ocupada, las colonias sudamericanas están alzadas, los ingleses son unos aliados dudosos e interesados…) pero se sabe inexpugnable, y la vida transcurre con normalidad bajo esa confianza. Es el último trozo de la España Libre, pero un trozo que los franceses no van a poder tragarse, y como siempre que la muerte no llega, llega la normalidad.

    Y por otro lado está el asedio francés. Ese impagable personaje del profesor metido a artillero, junto a su ayudante corso, en sus baterias que miran al otro lado de la bahía el premio imposible. Ese asedio inútil, que no avanza, pero que tampoco retrocede. Toesas, Toesas, Toesas…Casi terminas pensando como él, desesperado por la distancia insalvable. Es que casi siento debajo de mis botas a la Suvorov ( Sea lo que sea eso) la arena fina y blanca de la bahía.

    2.870 Toesas. Nunca llegaremos más allá.

    El final. El final. El final….Es como un puñetazo en el estomago que no te esperas y te deja sin aliento y desconcertado un buen rato. Es un final….Un final impresionante.

    2.870 toesas.

  43. Medina dice:

    Urugallo genial tu comentario!!

    A mí los últimos libros de Reverte de esta época me parecen geniales, El Asedio y Un día de Cólera.

    Un saludo

  44. Balbo dice:

    Lo confirmo, lo confirmo Uro! es la autentica novela del bicentenario ;-)

  45. ALEJANDRA GRACIELA LEWOSIK dice:

    SOY ARGENTINA, Y EN PRINCIPIO ME ENCONTRÉ CON CIERTAS DIFICULTADES VINCULADAS CON TÉRMINOS NÁUTICOS (QUE DESCONOZCO) Y CON MUCHAS PALABRAS QUE NO SE UTILIZAN EN MI PAÍS (LO TUVE QUE LEER CON UN DICCIONARIO AL LADO). PERO VALIÓ LA PENA. COMPARTO LA OPINIÓN DE UN LECTOR RESPECTO DE QUE SE TRATA DE UN LIBRO QUE A UNO LO DEJA PENSANDO VARIOS DÍAS.
    EL TÍTULO DEL LIBRO ME PARECE TRAMPOSO, PUES EL AUTOR PARECE REFERIRSE CON ÉL SÓLO AL ASEDIO DE FRANCIA SOBRE CÁDIZ, PERO PARA MÍ, EL ASEDIO OCULTO, ES EL QUE LOLITA PALMA LE HACE AL FINAL AL CAPITÁN LOBO, QUIEN POR TEMPERAMENTO Y POR DEJARSE LLEVAR POR AQUELLO QUE GUÍA A LOS HOMBRES DESDE EL PRINCIPIO DE LOS TIEMPOS -Y NO ES PRECISAMENTE EL CEREBRO- SELLA SU DESTINO.
    TAMBIÉN HAY «KARMA»: LOBO TERMINA, AL MENOS AL FINAL DEL LIBRO, TAL COMO DEJÓ A VIRUÉS, AUNQUE ES DE SUPONER QUE NO POR MUCHO TIEMPO.
    QUÉ MAL PARADA NOS DEJA PERÉZ REVERTE A LAS MUJERES, CON ESTA LOLITA PALMA FRÍA, CALCULADORA, ABUSADORA DE SU CONDICIÓN Y EGOÍSTA. JAMÁS DEJÓ DE SER EN TODO EL LIBRO UNA AUTÉNTICA GADITANA DE LA ALTA SOCIEDAD.
    UN ÚLTIMO COMENTARIO: SE NOTA QUE PÉREZ REVERTE FUE CORRESPONSAL DE GUERRA. EN LA CARACTERIZACIÓN DE SUS PERSONAS (FELIPE MOJARRA, LOBO, DESFOSSEUX) SE NOTA LO QUE PIENSA DE LA GUERRA, DE TODAS LAS GUERRAS.
    ES UN LIBRO PARA SER RELEÍDO, AL MENOS EN ALGUNAS PARTES, PARA PODER TERMINAR DE CERRAR LA HISTORIA.
    ME GUSTÓ, AUNQUE ME DEJÓ CLAVADO UN PUÑAL EN EL CORAZÓN.

  46. Vorimir dice:

    Según mi kindle está al 31%. Ahí lo dejo, se me está haciendo farragoso, aburrido, demasiado descriptivo, sin una trama clara… en fin.

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