EL ALMIRANTE EN TIERRA FIRME – José Vicente Pascual

Portada Almirante¿Quién no ha oído hablar o leído algo sobre Mediohombre, nuestro almirante demediado, que diría Italo Calvino? Mucho se ha escrito últimamente sobre Blas de Lezo y Olavarrieta, aunque a destiempo, no en su momento, en que fue ignorado y vilipendiado cuando más le hacía falta el reconocimiento de su valía y honorabilidad. Si se levantase de la tumba diría, como Plácido, (el protagonista de la homónima película de Berlanga) «¡Ahora ya no me hace gozo!» Cuando después de una nochebuena llena de desgracias, tratando de que le prorroguen una letra de pago, finalmente se la prorrogan, a destiempo.

En estas fechas en que el Museo Naval organiza una exposición sobre la figura de tan renombrado como olvidado marino, es muy oportuna la publicación de esta breve novela de un prolífico autor como es Jose Vicente Pascual, que esta vez dirige su mirada literaria hacia este personaje histórico.

Don Blas de Lezo, tras un magnífico historial militar que le pasó factura despojandole de una pierna, un brazo y un ojo, fue designado en 1737 como comandante general de las fuerzas que defendían el apostadero de Cartagena de Indias y responsable militar de su defensa frente al desproporcionado ataque británico con el que se culminó la famosa guerra «de la oreja de Jenkins» o «del Asiento», según fuera denominada por británicos o españoles.

El autor aborda la narración dándole un toque muy personal, haciendo que un antiguo contrabandista, después combatiente y por último, criado al servicio del almirante en los últimos días de su vida, cuente a un veedor o justicia enviado a Cartagena por el siguiente monarca, Carlos III, la versión de los hechos para mayor aclaración de ellos, frente a los infundios y calumnias difundidas por los enemigos de Lezo, principalmente el gobernador, y algunos de sus secuaces.

La novela toma como excusa una investigación promovida por la Audiencia de Cádiz, años más tarde, que cita a un casi cuarentón Miguel Santillana, antiguo criado de Lezo y a la sazón guarnicionero, casado y con hijos, para que contribuya con su testimonio al esclarecimiento de los hechos relacionados con la actuación del entonces Comandante General de los ejércitos de mar y tierra, que con solo seis buques y apenas 3000 hombres plantó cara al almirante Vernon, el cual estaba tan seguro de su victoria (con 24000 soldados y 186 buques, a ver quién no estaría seguro…) que incluso mandó acuñar una moneda para celebrarlo, antes de pasar por el bochorno de la derrota.

Miguel va contando, con su lenguaje de hombre iletrado, pueblerino, pero fiel al recuerdo de don Blas, cómo entró en el servicio de la casa, como participó en la guerra de marzo a mayo de 1741 y como tuvo conocimiento de algunos hechos que fueron silenciados o tergiversados para mayor escarnio del almirante, principalmente por el virrey y gobernador Sebastian de Eslava, cuya enemistad y malquerencia fueron evidentes en todo momento. Eslava era un civil, un político de salón, y la rivalidad con tan nombrado militar le llevó a entorpecer, contradecir y llevar la contraria al almirante, dándose cuenta demasiado tarde de que la razón estaba de parte del veterano militar.

Aún así, la guerra fue finalmente ganada por los españoles, con la ayuda de las pésimas condiciones climatológicas y geográficas que favorecían a los sitiados frente a un ejército cuyas bajas crecían por centenares por no haber previsto su almirante ni la fortaleza de la resistencia hispana ni las extremadas e insalubres condiciones del terreno que rodeaba la plaza.  El resentimiento del virrey fue en aumento, y no podía soportar de ningún modo que el almirante atrajera todos los honores por lo que inició una campaña de desprestigio, confiándole poco menos que a una especie de detención preventiva, lo que aumentó los males que ya sufría el almirante, herido en la batalla, y herido en su amor propio por el trato del virrey.

José Vicente Pascual cuenta los hechos por boca de un joven Miguel, que entremezcla la narración de su estancia y trato con el almirante y su esposa, así como con el resto de la servidumbre, entre la  que se encuentra una «parda» o mulata, Jacinta, que le lleva loco, amenizandole su estancia con amores nocturnos. Entre el relato de la guerra, las conversaciones con don Blas, los encuentros con antiguos compañeros de «Matute» y los esbirros del virrey, que le vigilan constantemente, el autor urde una trama que interesa y atrapa, transportándonos a la ciudad caribeña y sumergiéndonos en una historia plena de atractivo y contada con un lenguaje jugoso y muy dieciochesco, como el escritor sabe muy bien hacer. Lamentamos en la presente edición la ausencia de algún mapa, dada la intrincada geografía cartagenera, aunque la portada de Ferrer Dalmau le da un toque especial.

Respecto al autor, hay que destacar que con esta novela José Vicente Pascual ha ganado recientemente el I Premio Hispania de novela histórica, promovido por la Editorial Altera. Ya en abril pasado ganó el Premio Hislibris a la mejor novela y el mejor autor históricos, con su espléndida novela «La hermandad de la nieve» (Evohé Ediciones, 2013). Es un autor prolífico que tiene  bastantes premios acumulados en su haber.

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30 comentarios en “EL ALMIRANTE EN TIERRA FIRME – José Vicente Pascual

  1. iñigo dice:

    Buena reseña… Sobre el personaje, he leído que hay alguna novela en el mercado pero que no son excesivamente buenas, así que si esta nueva propuesta tiene calidad como dices, habrá que darle un vistazo…

  2. ARIODANTE dice:

    Gracias, Íñigo. Tenemos cantidad de personajes en nuestra historia que hay que sacar a la luz, aunque a destiempo, como digo al principio. Y Jose Vicente le da su toque…

  3. Glaudius, ppnz dice:

    Interesante, buscaré el libro, gracias por la reseña.

  4. Antígono el Tuerto dice:

    Sobre el tema de Blas de Lezo y el asedio de Cartagena de Indias hay unas cuantas novelas, todas centradas exclusivamente en el asedio (como no); de todas formas aunque es una historia interesante casi todas pecan de contar la misma historia desde el mismo punto de vista, sin optar por una visión más amplia y aséptica. Y mí me gustó El Aventurero Vivar porque en ella tanto el virrey como el general de la plaza que se oponían a Lezo lo hacían con argumentos de cierta lógica y sentido…y no como en Mediohombre donde sólo les faltaba el bigote y la sonrisa del villano de folletín.
    Eso sí, no hay ninguna que muestre el asedio desde el lado inglés.

  5. Glaudius,Ppnz dice:

    Los ingleses no hablan de sus derrotas.

  6. koningtiger dice:

    Desde el lado inglés eso no pasó, y desde el del resto del mundo tampoco posiblemente. :)

  7. Antígono el Tuerto dice:

    Para el resto del mundo fue otro enfrentamiento mercantilista entre españoles y británicos por el dominio de las rutas comerciales de América y por el control del Caribe.

  8. Nausícaa dice:

    Buena reseña, Ariodante. ;)
    Esta no me la pierdo. Un autor que me gusta y con un tema que me apasiona. Desde que leí a los 7 años El Capitán Blood, esas escaramuzas navales entre españoles e ingleses me encantan. Otra que va a la saca y a la lista de pendientes. :) No tardará mucho.

  9. Horus dice:

    Pues vaya, que buena pinta tiene, apuntada queda la novela, pardiez. Buena reseña, Ariodante!

  10. Arturo dice:

    Estupenda reseña, Ario, y muy oportuna porque, como sabes, ando interesado en el personaje. Y traer a colación El «¡Ahora ya no me hace gozo!» me parece genial.

  11. Valeria dice:

    Pues ya lo tengo en la saca. Don Blas de Lezo y Don José Vicente tienen que ser a la fuerza una combinación eficaz y gratificatne. Y yo necesito alegrías, historias de resistencia heroica y con final feliz.

  12. Tasos dice:

    Buena reseña y atractiva novela nos traes, Ariodante; gracias por «descubrírnosla».

    Creo que me la apuntaré ahora que estoy metido en harina, y me explico. Estoy leyendo un riguroso y entretenido ensayo sobre el tema, «La batalla de Cartagena de Indias» del coronel en la reserva Membrillo Becerra. Buf… da mucha luz sobre el asunto y barrunto que es, aun sin haberlo terminado, una obra de obligada lectura para los interesados en el asunto cartagenero.

    Y aún hay más; antes del ensayo me leí «El aventurero Vivar», de David López, y estoy con Antígono, pues, vaya si la gocé. Altamente recomendable.

    Saludos.

  13. Brutus dice:

    Recien terminado…le doy un 3/5. Me gustó pero menos que otras novelas sobre Blas de Lezo (está por encima, muy por encima, de «El Héroe del Caribe» pero en cambio me gustó más «Mediohombre»). Está bien el planteamiento y la trama (ambientada en la época posterior al asedio), los personajes son buenos pero luego no me acabó de enganchar el desarrollo de la historia. No sé, muy apresurado me pareció el estilo y con un desarrollo del asedio muy lineal sin apenas hacer referencias ni a los ingleses ni a los principales personajes y que en ocasiones se hace difícil de seguir. recomendable aunque me esperaba mas

  14. Potranco dice:

    La historia completa (desde 1700 a 1741) y rigurosa (sin novelar) de lo que pasó en Cartagena de Indias y la actuación de Blas de Lezo se puede encontrar en http://www.labatalladecartagenadeindias.com

  15. Centauro dice:

    El articulo contiene bastantes errores historicos, como el que Sebastian de Eslava era civil Para completar un poco la historia, le dejo un enlace para consultar como Eslava no era tan incompetente

    BLAS DE LEZO VERSUS SEBASTIAN DE ESLAVA – Poetas …
    comentariosbrevesjinetes.blogspot.com/…/blas-de-lezo-versus-sebastian-…
    28 de jun. de 2014 – .

  16. ARIODANTE dice:

    Y además de ese error ( lo de que el virrey no era un civil), podrías, por favor, decirnos ¿cuáles son esos abundantes errores históricos a los que aludes, Centauro ? Si estoy en un error, quiero salir de el. Y si estoy en muchos, ya me inquietas…
    Yo he reseñado una novela (no un ensayo histórico) dando por sentados los hechos históricos basicos los que se refiere. La historia real puede que sea en algunos puntos interpretable y quizá haya algún error, pero no soy especialista en ese tema. Así que, por favor, ilústranos.

  17. Centauro dice:

    Estimado sr Arirante : Pues entre otras
    -Lezo no era el responsable de la defensa de Cartagena , lo era el Gobernador Militar (Melchor Navarrete), Lezo era el Comandante de Marina.-
    -Eslava no era un político de salon sino que era militar de prestigio que había participado en numerosa batallas y fue elegidpo como virrey en competencia con otres tres candidatos, entre elos en ministro de Indias.
    -Vernon no anticipo la toma de Cartagena ni mando acuñar monedas. Eso lo hicieron los políticos y comerciantes ingleses.
    -Vernon no era almirante sino vicealmirante.
    -ESlava tambien fue herido en la batalla
    -Los navioe españoles no fueron seis sino siete
    ….

    .

  18. ARIODANTE dice:

    Centauro: no soy señor, sino señora.
    Para una novela, ¿qué importancia tiene que se diga que Vernon no anticipó la toma de Cartagena? Al fin y acabo, esa es una valoración. Como ser o no militar de prestigio o político de salón es también una valoración, no un hecho.
    En general, me parece que para una novela no son errores determinantes. Que sea almirante o vicealmirante…que fueran seis o siete navíos… En fin, no sé lo que pensará el autor de la novela.
    De todas formas, te agradezco las aclaraciones.

  19. Jose Vicente Pascual dice:

    Hola. Permitidme un par de precisiones en este minidebate sobre las supuestas imprecisiones a que se refiere Centauro, bien entendido que, como señala Ariodante, hablamos de una obra de ficción y no de un ensayo histórico donde el rigor y exactitud de los datos debe ser absoluto, sin dejar demasiado hueco a interpretaciones subjetivas.

    Sobre la figura de Eslava: en efecto, era militar de carrera, general del ejército español. Pero su presencia en Cartagena de Indias y en el Reino de Nueva Granada se debe a su condición de virrey (por tanto, autoridad suprema en los ámbitos civil y militar). Su cometido no era «militar», aunque tampoco estrictamente civil. En la novela trato al personaje más en su dimensión «palaciega» porque, todo hay que decirlo, Eslava, aparte de militar, fue un gentilhombre de cámara que supo sacar provecho de sus aptitudes para estas «faenas de pasilleo». Esta perspectiva del personaje no es sin embargo arbitraria ni caprichosa. Me fundamenté en el trabajo «Redes de patronazgo del virrey Sebastián de Eslava en el Nuevo Reino de Granada», de Ainara Vázquez Varela, presentado en el VII Congreso General de Historia de Navarra – Historia Moderna. Historia Contemporánea (2010), documento publicado por la revista Príncipe de Viana en su número 254 (2011). Cuanto se afirma de Eslava en la novela sobre los familiares que lo acompañaron a Nueva Granada, así como sus peluqueros y pasteleros, está rigurosamente documentado.

    Blas de Lezo partió de Cádiz hacia Cartagena de Indias en febrero de 1937, con la encomienda de Comandante General de las tropas de mar y tierra. El gobernador militar Navarrete ejerció su cargo durante el asedio y la batalla, pero quienes departían sobre la táctica de combate a seguir (y discutían, como en la ocasión en que ambos fueron heridos a bordo del navío Galicia), eran el propio Lezo y Eslava. La figura de Navarrete aparece en la novela pero sólo de pasada, para subrayar esta circunstancia y aclarar quién ejercía el mando de los marinos e infantes que defendieron la plaza.

    La Armada española contaba con seis navíos: el Galicia, insignia de don Blas de Lezo, Conquistador, San Felipe, África, Dragón y San Carlos (Fuente: Diario de lo ocurrido en Cartagena de Indias desde el 13 de marzo hasta el 21 de mayo de 1741.Archivo General de Simancas. Secretaría de Marina. Marzo, abril, mayo de 1741 – Cartagena de Indias. Legajo 398.2 726). Hubo desde luego otras embarcaciones españolas menores implicadas en la batalla y demás operaciones. Si Centauro conoce alguna del rango de las citadas, le ruego nos lo exponga y salimos de dudas y enriquecidos con su aporte, que agradeceré mucho.

    Sobre el grado militar de Vernon, una aclaración. Me lo explicó en febrero de 2014, en Madrid, durante un encuentro sobre Blas de Lezo organizado por la universidad CEU San Pablo, un militar inglés simpatiquísimo, blanco de piel, rojo de tupé y más colorado aún de mejillas y napia: En la Armada inglesa, almirantes son los miembros del Almirantazgo, sede administrativa. Vernon no era miembro del almirantazgo, pero en el momento en que se subía a un barco, ejercía como vicealmirante, es decir: a las órdenes del almirantazgo. Fue ascendido a almirante en 1745. Por esa razón, en multitud de documentos, encontramos a Vernon como «Almirante» y en otros como «Vicealmirante». El caso no tiene mayor importancia. Durante la guerra del Asiento, fue, igual que Lezo para España, «comandante en jefe de todas las fuerzas navales británicas en las Indias Occidentales». Por cierto, a Vernon lo expulsaron de la marina en 1746, o sea, que el cargo le duro poquito.

    Sobre el anticipo en falso de la victoria en Cartagena de Indias, Vernon envió noticias muy eufóricas sobre la toma de un fortín y la entrada en una bahía. Lo que hiciesen los ingleses en el Reino Unido con aquellas noticias es otro asunto sobre el que, yo creo que con toda justicia, cualquier novelista puede hacer interpretaciones.

    Saludos y perdón por la extensión del comentario.

  20. ARIODANTE dice:

    Bueno, ….excelente respuesta del autor, muy aclaratoria y justificada.mnada que añadir, solo suscribo lo susodicho.

  21. Centauro dice:

    OTRAS voces y opiniones ;
    -Mariela Beltran ( comisaria de la Exposicion de Blas de Lezo en el museo naval)
    «Efectivamente, Blas de Lezo no fue Comandante General de Cartagena de Indias. Este cargo lo desempeñaba, Melchor de Navarrete, Coronel de los Reales Ejércitos quien ostentaba junto al título de Comandante General de la plaza y provincia de Cartagena el de Gobernador, ejerciendo sus funciones más como militar que como político o técnico en cuestiones de hacienda o economía»

    Hugo O¨Donell (Historiador de la Real Academia de la Historia) ABC.es 10-12-2014
    Apliquemos esta idea a Blas de Lezo. ¿Se ha recuperado bien su figura?

    -Se ha dado en ocasiones una falsa imagen de valentón folletinesco de ese Lezo tan cortés como valiente, cuyo porte y facciones nos ha legado su retrato. Como entre nosotros no parece haber héroe sin villano, o al menos, antihéroe, los medios han llevado a nuestros días sus disputas con su superior, el virrey Eslava, en su beneficio, sin más, y se ha perdido la oportunidad de que un equipo de investigación analizase en profundidad ésta y otras cuestiones pendientes. No hay mejor legado de la conmemoración de un evento que un trabajo de esta índole, del que seguiremos careciendo. Y hemos ocultado los méritos de otros para resaltar los del protagonista. Y hay eslóganes tan poco afortunados como el de que la gesta fue la mayor derrota naval de Inglaterra o de que gracias a Lezo se sigue hablando en español en América.»

    Otros:
    -El séptimo navío que le falta es El Fuerte ( de la Escuadra de Torres que se unió ya e Cartagena)
    -Existe otro marino ingles,tambien con el nombre de Edward Vernon que ese sí llegó empleo de Almirantes
    -El nombramiento de Lezo fue el de Comandante del Apostadero ( Astillero, base naval y buques alli atracados con caracter permanente), no el de Comandante militar de Cartagena de Indias

    Por mi parte y ratificandome en que ESlava era el Capitan General del virreinato de Nueva Granada y responsable militar de su defensa y que , en la batalla, estuvo casi al mismo nivel que Lezo, cierro el debate.

  22. Jose Vicente Pascual dice:

    Por mi parte doy también por cerrado el debate, no sin antes exponer una precisión que me parece insoslayable.

    El navío de guerra El Fuerte (se refiere usted sin duda, Centauro, al Nuestra Señora de Guadalupe, «El Fuerte» era apodo que le puso su tripulación), parte en 1740 desde Cádiz, bajo mando de D. Manuel López Pintado, hacia El Ferrol. Allí se incorpora a la escuadra de D. Rodrigo de Torres. Esta fuerza naval sale de El Ferrol a finales de julio de 1740. Muy próximos a Puerto Rico, un temporal obligó al Nuestra Señora de Guadalupe a dirigirse a La Habana (octubre de 1740), donde estuvo varios meses en reparaciones. Durante la guerra con los británicos realizó varios cruceros por el Caribe. ¿Me puede precisar en qué momento se incorporó este navío a la defensa de Cartagena de Indias, desde marzo a mayo de 1741? ¿Puede aclararme en qué lugar (Bocachica o Boca Grande), hizo frente a la escuadra inglesa o fue hundido para impedir el paso de los buques británicos? Sería un dato muy esclarecedor y novedoso.

    Doy la razón a D. Hugo O’Donell, de la Real Academia de la Historia: «… se ha perdido la oportunidad de que un equipo de investigación analizase en profundidad ésta y otras cuestiones pendientes. No hay mejor legado de la conmemoración de un evento que un trabajo de esta índole, del que seguiremos careciendo». ¡Pero esa es tarea de los historiadores, no de los novelistas! Por utilizar una expresión relacionada con el mar y la navegación: QUE CADA PALO AGUANTE SU VELA.

    Saludos muy cordiales.

  23. Francisco Muñoz dice:

    http://montejasso.blogspot.com/2015/04/diarios-de-ofensa-y-defensa-ataque.html

    En Colombia se ha publicado la obra «Diarios de Ofensa y Defensa» con 5 tomos, es una compilación histórica que aclara esta interesante historia.

    Se piensa lanzar en España en el próximo mes de junio.

    Un saludo.

  24. Miguel de Avendaño dice:

    Muy interesantes las opiniones de Centauro.
    Leyendo estos debates, veo que un comentario afirma que «los ingleses no hablan de sus derrotas». Este tipo de comentario se sucede repetidamente y es difícil de comprender para alguien que sepa lo mínimo sobre Inglaterra y los ingleses. Los ingleses suelen sentir auténtica fascinación sobre sus derrotas y la bibliografía al respecto es gigantesca, como en general sobre cualquier aspecto de su pasado militar.
    Vernon y el fallido asedio de Cartagena de Indias aparecen en todas las historias navales publicadas en Gran Bretaña durante los siglos XVIII, XIX y XX.
    Sobre Vernon, sólo puedo añadir -por si les interesa a Pascual o Centauro- que fue «struck off the list of Admirals» («to strike off» simplemente significa «suprimir», «eliminar», «excluir» o «borrar» o sea que «expulsado» quizá diera una impresión equivocada: se trataría más bien de un «prescindiremos de sus servicios en el futuro») por consejo del del Rey, al que había elevado una queja el Almirantazgo por dos publicaciones atribuidas a Vernon: «A Specimen of Naked Truth from a British Sailor» y «Some Seasonal Advice from an Honest Sailor». Su cese en la Marina no tuvo nada que ver, por tanto, con la campaña del Caribe sino por la publicación sin autorización de parte de su correspondencia con el Almirantazgo. Vernon siempre tuvo mucho interés en mejorar la eficiencia y las condiciones de vida en la Marina y dado a la polémica.
    Había sido ascendido a vicealmirante en 1739 y fue nuevamente ascendido, esta vez a almirante, en 1745 cuando se le encargó el mando de la flota del Mar del Norte para proteger al país de una amenaza de invasión francesa.

  25. Miguel de Avendaño dice:

    De todas formas, el comentario del Sr Pascual sobre el almirantazgo no me parece correcto o bien explicado (¿?). Los miembros del Almirantazgo eran Lords Commissioners of the Admiralty, algunos de ellos almirantes y otros civiles.

  26. Centauro dice:

    Como en numerosas ocasiones, el sabio investigador Miguel de Avendaño, que forma parte de un escaso numero de personas que llevamos años peleando para que se difunda la verdadera historia de lo que ocurrió en Cartagena de Indias en 1741, pone los punto sobre las íes con sus agudos y bien fundamentados comentarios.

  27. Francisco Muñoz dice:

    En la página de la Asociación Cultural Blas de Lezo se hace mención a la presentación del libro «Diarios de Ofensa y Defensa»

    https://www.facebook.com/pages/Asociaci%C3%B3n-Cultural-Blas-de-Lezo-wwwacblasdelezoes/664203403614194?ref=ts&fref=ts

    https://www.facebook.com/events/1440412606262898/

  28. Miguel de Avendaño dice:

    Muchísimas gracias por las inmerecidas palabras pero estoy de acuerdo totalmente con que hay que rescatar al episodio de Cartagena de las historietas del «bueno, el feo y el malo» y de las bravuconadas infantiles. Mi último recuento es que desde el año 2005 se han publicado 14 novelillas sobre el tema. Por eso me parece muy oportuno que Centauro cite a Hugo O’Donnell y sus muy acertados comentarios.
    De los dos libros de no-ficción sobre la campaña de Cartagena hay, en mi opinión, uno serio, que es «La Batalla de Cartagena de Indias» de Membrillo Becerra, y otro desastrosamente malo (con abundante paja y material de relleno, opiniones absurdas sin ningún sustento y una alarmante incapacidad para distinguir realidad y ficción), escrito por Crespo-Francés.
    Por si interesa, esta es mi lista de obras de ficción relativas al tema:
    -Pablo Victoria (2005), El día que España venció a Inglaterra
    -Carlos Alonso Mendizábal (2008), Blas de Lezo, el malquerido, Dossoles, Burgos.
    -Ramiro Ribas Narváez (2009), La conjura de la mentira. Derrota de Inglaterra en Cartagena de Indias, Akrón.
    -Alber Vázquez (2010), Mediohombre. La batalla que Inglaterra ocultó al mundo, Inédita Editores.
    -Felipe Blasco Patiño (2010), El hombre sin rey. ¿Pudo un solo hombre cambiar el destino de América? El desastre de la Armada Invencible inglesa, Bohodón Ediciones, Madrid.
    -Santiago Iglesias de Paúl (2011), El marino que cazaba lagartos… y que luchó junto a Blas de Lezo, JM Ediciones.
    -Orlando Name Bayona (2012), Blas de Lezo. El almirante patapalo. ¡Anka Motz!, Oveja negra.
    -Juan Antonio Pérez-Foncea (2012), El héroe del Caribe. La última batalla de Blas de Lezo, Libroslibres.
    -José Vicente Pascual (2013), Almirante en tierra firme. La aventura de Blas de Lezo, el español que derrotó a Inglaterra, Áltera, Madrid.
    -Francisco Javier Romero Valentín (2013), El paisano de Jamaica, Amazon Media.
    -Víctor San Juan (2014), Morirás por Cartagena, Punto de Vista Editores.
    -Rafael Vidal & José Pablo García (2014), Blas de Lezo. El marino invicto.
    -Pablo Victoria (2014), Los amores prohibidos de Cecilita Caxiao. La extraña historia de cómo se salvó el diario de guerra de Blas de Lezo, Amazon Media.
    -Fernando de Artacho (2015), El almirante Mediohombre, Algaida, Sevilla.

  29. Miguel de Avendaño dice:

    Novelas: se comenta que «no hay ninguna que muestre el asedio desde el lado inglés». Un gran éxito de ventas en la Gran Bretaña del siglo XVIII y épocas posteriores (se sigue reimprimiendo) fue la novela «The Adventures of Roderick Random», escrita por Tobias Smollett y publicada en 1748. Parte de la trama se desarrolla en el asedio de Cartagena de Indias de 1741 y es una salvaje denuncia de lo que el autor considera la brutalidad, la incompetencia y las desgracias de la vida a bordo de un barco de guerra británico. El escocés Smollett sirvió de cirujano precisamente en la flota de Vernon y ya había publicado en 1744 una descripción del fracaso («Authentic papers related to the expedition against Carthagena»). En tiempos más modernos la novela del norteamericano James Michener «Caribe», de 1989, tiene un capítulo dedicado al tema que, desgraciadamente ha sido tomado como relato veraz y citado por varios escritores españoles, más recientemente por Crespo-Francés en su decepcionante y disparatado «Blas de Lezo y la heroica defensa de Cartagena de Indias»: el personaje John Pembroke es totalmente ficticio («John Pembroke, un Inglés muy valiente de Jamaica y testigo presencial….»).

  30. Miguel de Avendaño dice:

    Por si interesara, añado dos novelillas más en inglés: «Cartagena or the Lost Brigade» de Charles Winslow Hall (1898, pseudónimo de Caroline Hall) y «To the Walls of Cartagena» de Allan Dwight (1967).

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