DE PAVIA A ROCROI: LOS TERCIOS DE INFANTERIA ESPAÑOLA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII – Julio Albi de la Cuesta

«Son españoles que aman más la honra que la vida, y temen menos la muerte que la infamia.»

A pesar de que la gran mayoría del público ha criticado la película de Alatriste por sus incontables «defectos», e incluso a Arturo Pérez Reverte por su exitosa serie sobre dicho personaje, estaremos todos de acuerdo en que han aportado al españolito de a pie (como yo) un cierto interés por conocer los tiempos gloriosos de nuestro país, en los que España era soberana de un Imperio en el que nunca se ponía el sol, y en el que la sola mención de «los tercios» causaba el tembleque hasta en el más pintado.

Dejándome llevar por vuestros sabios -espero- consejos, me hice con unos cuantos títulos, que a juicio de más de uno, eran los imprescindibles para conocer la época, y así han entrado en mi vida (bueno, de momento en mi casa, o más concretamente en mi estantería), autores como Parker, Kamen o Elliot.

Pero por casualidades del destino, el primero que cayó en mis manos, y por tanto he leído primero, ha sido este sobre los tercios.

De Pavía a Rocroi se trata de un estudio más o menos general, aunque bastante detallado, de lo que fueron los tercios españoles (llamados así porque en un principio se trataba de las partes en las que se dividió el ejército) durante los siglos XVI y XVII, estando compuesto por los diferentes aspectos que configuraban los mismos (los capítulos son: orígenes, orgánica, armamento y táctica, vida y reputación, disciplina, los tercios en fuego, en las trincheras, los tercios embarcados y los últimos tercios). Es un libro sencillo de leer, a menudo ameno, a veces algo excesivo en los datos (al menos a mi no me ha parecido necesario enumerar todos los soldados que componían un tercio cada vez que uno de ellos es mencionado), pero que me ha servido para tener una idea general bastante aceptable de nuestra legendaria infantería.

El autor no sólo enumera las características de nuestras tropas imperiales, sino que se moja con bastantes opiniones personales, muchas de ellas opuestas a lo que parece ser la opinión general de los especialistas en el tema. Así por ejemplo, pasa el libro entero intentando demostrar que el pensamiento general de que los tercios eran elementos muy rígidos y poco manejables está equivocado. A mí al menos me ha convencido de que realmente eran todo lo contrario, unas tropas flexibles y adaptables a cualquier entorno, ya fuera de combate, geográfico, climatológico, etc…

En cuanto a los tercios en sí, he de decir que se me ha quedado una sensación de «orgullo patrio» al ver el tipo de hombres de los que estaban compuestos: con su desmedido sentido del honor, su ausencia de miedo al combate, su determinación… y por qué no, su incontrolable afición al juego, sus artimañas para engañar al enemigo y todo el elenco de vicios que arrastraban estos singulares soldados.

En fin, un libro agradable y didáctico para aquellos que nos estamos iniciando en la temática. Recomendable.

 

     

62 comentarios en “DE PAVIA A ROCROI: LOS TERCIOS DE INFANTERIA ESPAÑOLA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII – Julio Albi de la Cuesta

  1. pepe dice:

    Siento no poder felicitar a Richar por la reseña. No se trata de que esté mal escrita, que no sea informativa o que no se ajuste al contenido del libro. No es eso. Se trata de que la elección del tema me parece muy reiterativa. El respiro que ayer nos dio Ascanio ha resultado casi doloroso, de tan breve, y ya estamos de nuevo con los soldados, las guerras, las trincheras, los armamentos y la puta que los parió a todos, como diría Reverte. Estoy harto de tropas legendarias, batallas, tácticas e imperios donde no se pone el sol. No me producen «orgullo patrio» los hechos de armas y recomiendo, a quien quiera iniciarse en algo, que no lo haga en los arcanos de la ciencia militar, sino en poesía, en arte románico, en música medieval o en novela erótica, por ejemplo. Y, ya puestos, aprovecho para insistir en que la presencia de un icono con un tanque en la página principal es obscena y vergonzosa.

    Saludos.

  2. Ascanio dice:

    ¿Novela erótica? ¿Pero otra vez a vueltas con la promiscuidad, Pepe?
    Mira que me lanzo…
    Por cierto, suscribo lo que dices (sin desmerecer la reseña de richar, por supuesto, que para algo es el jefe) sobre tanta batalla y tanta guerra. Pero en fin, habrá que adaptarse a la mayoría, y aceptar de vez en cuando un respirito en forma de Sinuhé, Club Dumas o Mujeres científicas porque quizás así, lo apreciemos más y lo cojamos con más ganas.
    Por cierto, mi reseña sólo ha durado un día la primera de la lista. Snif, snif…

  3. Ascanio dice:

    Otra cosa, aunque lo he apuntado un poco en mi comentario de arriba. Richar, felicidades por la reseña, sobre todo porque has hecho que me la lea de cabo a rabo. Y eso tiene mérito, porque a mí lo de los Tercios de Flandes como que no…

  4. pepe dice:

    Propongo corromper al puritano,
    espiar en la ducha a las vecinas,
    ir a quitarle al dios de los cristianos
    su corona de espinas

  5. solharis dice:

    Este libro me encantó por lo detallado que es en cuanto a la organización de los tercios, su forma de vida, la relación con los soldados de otras naciones, etc. Merece la pena, aunque yo creo que no sólo para los que nos iniciamos porque es bastante detallado.
    Interesante reseña e interesante libro, Richar.

    El comentario anterior no me parece oportuno, siento decirlo. Esto es un blog de historia, historia militar incluida, y la poesía y la novela erótica serán muy interesantes pero poco tiene que ver con el tema. Creo que para esos temas existen otras páginas más adecuadas.

  6. Arauxo dice:

    Lamento discrepar, Pepe -tú sabes cómo lo lamento- , pero no tengo más remedio que suscribir el comentario de Solharis, en versión corregida y aumentada. La Historia es, a un mismo tiempo, el conjunto y cada uno de los elementos que lo forman. Pueden gustarnos más o menos, pero todos son elementos del conjunto. La historia militar es uno de ellos. El arte es otro, la música, otro… y la poesía, otro. Más aún: apenas comprenderiamos nada del arte, de la música o de la poesía de cualquier época si desterramos de nuestros libros los hechos de armas, como tú los llamas. Tan histórico es el origen de la polifonía como la batalla de Agincourt.

    Respecto al «orgullo patrio», cada cual es libre de sentirlo o no por cualquier cosa. A mí, por ejemplo, me cuesta mucho trabajo sentirlo cuando un equipo de fútbol convertido en sociedad anónima gana la Eurocopa, y los protagonistas -verdaderos especialistas en situar un trozo de cuero esférico entre tres palos, propinando disimuladamente golpes y patadas si es necesario- son recibidos como si fuesen héroes que hubiesen defendido nuestro honor en tierra extraña. Me siento, por supuesto, mucho más orgulloso, de ser paisano de Cristóbal de Morales, Diego Velázquez o Antonio Machado. Pero también siento orgullo de haber tenido un rey como Felipe II -pese a su leyenda negra-, un emperador como Trajano -con todas sus «maldades romanas» a cuestas-, un héroe -por hechos de armas– como Viriato o un caudillo militar –infiel y terror de los cristianos- como Almanzor.

    Lo que sí comparto es tu opinión respecto a lo reiterativo de algunas reseñas… aunque por motivos diferentes. Pero prefiero esperar a que el jefe esté presente para formular propuestas.

    Un abrazo, Pepe.

  7. Arauxo dice:

    (Pues qué bien. Ya tango tres comentarios «esperando moderación». Y el jefe bebiendo güisqui por las tierras de los Escotos…)

    (Pues nada: saluditos a todos mientras mantengo la boquita cerrada).

  8. cavilius dice:

    ¡Eureka! ¡He descubierto la manera de leer los comentarios pendientes de moderación, antes de que salgan publicados!

    ¡Qué astuto soy! Ahora sólo hay que encontrarle utilidad al hallazgo…

  9. sanpifer dice:

    Pues mi sincera opinión es que éste es un libro que todo aficionado a la historia militar española debería tener, y no por un oscuro sentido patriótico, sino porque los tercios, para la bueno y para lo malo, ganaron a pulso su hueco en las páginas de la historia militar….

    Que se le va a hacer, parece que todo escritor que se precie, puede y debe escribir sobre ejércitos romanos, napoleónicos o panzerdivisiones, que la historia militar naval la inventaron Drake o Nelson, y que nadie se acuerda de nuestro Elcano, Alvaro de Bazán o Churruca.

    Y al que no le guste, pues que siga con sus Ospreys y demás propaganda pseudo histórica….

    Un cordial saludo

  10. Ascanio dice:

    Sanpifer, creo que no has entendido el comentario de Pepe ni el mío.
    Y pido disculpas por anticipado a Pepe si me he equivocado al interpretarlo.

  11. pepe dice:

    Voy a dejar la discusión sobre si la poesía y la historia tienen algo que ver para otro momento. En cuanto al erotismo y la historia, me limitaré a citar algunas obras de mucho fundamento y autoridad que bien pueden ilustrar el tema. Está, en primer lugar, un clásico entre los clásicos: el libro del historiador sueco P. Orno, titulado De Sodoma a Gomorra: la concupiscencia mesopotamica en los siglos XVI y XVII A.C., en el que se explica maravillosamente la influencia del sexo en la historia sumeria y acadia. Tenemos, por otro lado, la famosa monografía del profesor aleman E. Rotticus Siete polvos heroicos que cambiaron el mundo, cuyo criterio de selección es un tanto cuestionable (demasiadas coyundas clásicas y escasez en otras épocas) pero que contiene algunos pasajes gloriosos; mi favorito es el de Cleopatra con Marco Antonio en lo alto de la pirámide de Keops. Por último, la estudiosa china Lu Ju Ria, en colaboración con la erudita polaca Promis Cuidad, ha publicado recientemente el tratado Vicio, fornicio y la caida del imperio romano, obra muy destacable por lo detallada y documentada. Cualquiera de los libros citados puede ser un buen punto de partida para aquél que quiera iniciarse en estas cuestiones.

    Saludos.

  12. Ascanio dice:

    Pepe, me descubro ante ti.
    Con eso queda dicho todo.

  13. Urogallo dice:

    Yo en cambio, opino que frente a mucho fornicio, aún falta mucha historía militar.

  14. Fran dice:

    En nada de acuerdo con el primer comentario de Pepe. Cada cual hace las reseñas del libro de Historia que le venga en gana, que seguro encontrará lectores interesados. Personalmente, mi mayor interés radica en la primera mitad del XVII y especialmente en las políticas internacionales (lo que incluye la historia militar), de manera que reseñas como la de Richar son las que leo con más placer.

  15. Anthos dice:

    Desde mi más profunda visión pacifista de la vida, sentimiento que me lleva a compartir con Pepe el repudio de cuanto se refiere a las guerras, me posiciono no obstante con Arauxo y con su tesis. La Historia, como «Narración y exposición de los acontecimientos pasados y dignos de memoria, sean públicos o privados» (Real Academia Española) admite en su seno la poesía, el arte románico, la música medieval o la novela erótica -por ceñirme a los temas que Pepe cita-, pero el propio diccionario de la RAE ofrece otra acepción de este término como «Conjunto de los sucesos o hechos políticos, sociales, económicos, culturales, etc., de un pueblo o de una nación» que, sin ser excluyente de todo lo anterior, orienta la Historia hacia contextos nacionales (la patria) y marca una prelación de asuntos que comienza por los políticos. Sin duda existe una Historia del Arte, una Historia de la Literatura, una Historia de …, pero por Historia, sin más, suele entenderse la política. Y ésta, ¡oh desdicha!, no la ha forjado la humanidad en los foros dialécticos de discusión, ni mucho menos en los de entendimiento, sino en los campos de batalla. Así somos y así es la Historia.

    En todo caso, y por lo que a mí respecta, bienvenidos sean los libros de esas otras Historias y bienvenidos también quienes los lean y los hagan objeto de sus reseñas y de nuestros complacidos comentarios. ¡Ánimo, Pepe, toma la iniciativa!

  16. Urogallo dice:

    Las guerras del pasado son como los amores de juventud…No te los puedes tomar en serio 30 años después…

  17. pepe dice:

    Arauxo (y Anthos, Urogallo, Fran, Sanpifer, Solharis y demás amigos): la discrepancia es, entre otras cosas, una herramienta fundamental para alcanzar el conocimiento y una hermosa manera de enriquecernos espiritual e intelectualmente. Bien mirado, es incluso una forma de aprecio que alguien escuche lo que uno dice, se tome el trabajo de pensar sobre ello y luego dé su punto de vista. Todo ello suele comportar un gasto de sinceridad, honradez y reflexión que poca gente está dispuesta a hacer, de modo que no te aflijas nunca por discrepar conmigo.

    No tengo claro, sin embargo, dónde estriba nuestra discrepancia, ni tampoco porqué tu tesis se opone a lo escrito en mi primer comentario. Yo no he dicho que la Historia Militar no sea historia, o que no sea algo importante. Lo que he dicho es que estoy harto de ella y que aconsejo a los que quieran iniciarse en algo, que lo hagan en otra cosa. En arqueología púnica, por decir algo que no mencioné antes. La inclinación desmedida que algunos sienten hacia los asuntos militares me parece, cuando menos, preocupante. No la comparto y no puedo animar a nadie a seguir esa afición. Si eso es ir en contra de tu tesis, será como tú dices, pero no entiendo por qué. En tu comentario y en el de Anthos hay otros temas sobre los que quisiera decir algo (lo del «orgullo patrio», por ejemplo) pero tendrá que ser otro día.

    Un abrazo.

  18. Urogallo dice:

    Hombre, no seas tajante, yo lo veo aplicable a cualquier otro caso, es como si tú dijeses que ya hay suficientes novelas de amor…Y nosotros dijesemos que ni mucho menos :D.

  19. Jenofonte dice:

    Urogallo, a los iraníes no les gustó la película «Alejandro», ahora están protestando por «300», y no han pasado 30 años, que me dices.
    Concuerdo con Pepe, por ejemplo, el comercio, ¿como llegaban los productos del estremo oriente, o del África del sur, o del norte de Europa a los mercados mediterráneos, interesante no?
    Saludos.

  20. Tuerka dice:

    Pepe, si no te gusta la historia militar realmente no se que haces escribiendo aquí, ni tampoco entiendo muy bien lo que intentas reivindicar.
    Tus comentarios salidos de tono sobre novela erotica y demas siento decirtelo pero no pintan absolutamente nada en este hilo. A parte de dar la nota no estas aportando mucho mas.

    Yo todo lo contrario que el sr.Pepe estoy mas que contento de que por fin en este pais se edite y se empieze a escribir sobre historia militar española, ya era hora!.

    Este era un genero que estaba censurado y defenestrado desde hacia decadas en la literatura de nuestro pais. Sobre todo durante las decadas de los 80 y los 90 no se editaba casi nada, salvando algún libro sobre la guerra civil siempre por supuesto desde la optica republicana.

  21. Tuerka dice:

    Por cierto Richar, muy buena reseña.

    A mi me encanto este libro aunque me parecio algo pesado de leer, sobre todo cuando introduce parte de texto en español antiguo o cuando se pierde contando anecdotas a modo de ejemplo, me resultaron un poco repetitivas muchas de ellas.

    Pero los capitulos que tratan sobre organización, equipo y tactica de los tercios me gustaron.

    Yo no se demaisado sobre los tercios pero dicen los «entendidos» que este es un libro de referencia.

  22. Ascanio dice:

    Tuerka, igual que tú tienes derecho a escribir aquí, Pepe también lo tiene independientemente de sus opiniones sobre historia militar (y si es por antigüedad…)
    Por tu comentario se ve que no has entendido nada, pero, por supuesto, yo no te lo pienso explicar, no vaya a ser que mis comentarios estén fuera de tono.
    Sobre lo que apuntas de la novela erótica, me reitero. No has entendido nada, debe ser que el sentido del humor no es tu fuerte. En vista de lo cual, y citando tus propias palabras (eso sí, yo pongo los acentos): no sé qué haces escribiendo aquí, porque si algo caracteriza a Hislibris, aparte de la calidad de sus comentarios, es la jocosidad (sin ánimo de ofender) y la alegría y «buen rollo» que transmite.
    En fin, supongo que ahora también yo te habré ofendido. Pero, si quieres que te diga mi opinión, te emplazo a visitar el foro y a leer la firma que cierra todos mis comentarios.
    Un saludo fuera de tono.

  23. Tuerka dice:

    Ah! pero hay algo que entender sobre lo que ha escrito el sr. Pepe??

    Yo no he dicho en ningun momento que no tenga derecho a escribir en este hilo, yo digo que ese tipo de comentarios sobre la novela erotica y demas no pintan nada.

    Es mi humilde opion y me parece muy bien que tu pienses lo contario, tampoco voy a entrar en discusiones inocuas sobre la cuestion, no quiero entrar en ese tipo de juegos.

    Olvidamos que este hilo es una reseña sobre un libro sobre historia militar y solo sobre él deberiamos de hablar.

  24. Tuerka dice:

    Y Ascanio no te preocupes, no me voy a dejar ofender por tus comentarios yo tambien voy de «buen rollo».

    Un saludo

  25. Jenofonte dice:

    Cuando los españoles llegaron a América y se encontraron con el Imperio Incaico, el Inca envió a sus exploradores a averiguar lo que pudieran acerca de los extraños. Uno de los enviados le dijo al Inca: Señor, hay algo especial en esos hombres, que cuando conversan entre ellos, siempre lo hacen a gritos…
    Saludos.

  26. Ascanio dice:

    ¿Es una indirecta, Jenofonte? Porque no creo haber gritado.
    Saludos.

  27. Jenofonte dice:

    Cariñosamente, ustedes están adentro, no lo notan, desde afuera, a veces yo lo percibo así. Nada malo, simpático solamente.
    Saludos.

  28. solharis dice:

    ¿Y por qué sería mejor que me interesara más la arqueología? ¿Interés desmedido por la historia militar? Presupones demasiado asociando ese interés a una mentalidad bélica o a ciertas ideologías, lo que me parece fruto de prejuicios muy extendidos.
    Si hay más gente interesada en la historia militar que en la arqueología puede ser porque es menos árida, pero son igualmente respetables. A mí no me interesan mucho las sociedades secretas pero sé que a otras personas les fascinan y no se me ocurre pensar que son unos paranoicos que ven conspiraciones mundiales en cualquier cosa…
    Por si quieres saberlo, no me siento belicista ni fascista ni nada por el estilo. Otra cosa es que me conmueva a menudo la Historia.

    Cuando el tema del libro reseñado no interesa, es más elegante no comentar.

  29. erwin dice:

    Saludos a todos,
    estoy de acuerdo con Jenofonte,
    que lástima de hilo para un libro tan bueno e interesante,

    me siento libre al leer y participar en este foro, si un libro no me interesa no lo leeré, pero otros tendrán la libertad de hacerlo si les place.
    Confieso que leer de una tirada todo el hilo me ha producido desasosiego y sorpresa.

    Felicidades Richar, yo lo disfruté hace unos años durante unas vacaciones.
    Ameno, riguroso y atrevido al pelear con los tópicos de siempre acerca de los tercios.

    Saludos.

  30. Urogallo dice:

    Tranquilos todos…

    Bah, lo de los iranies es para matarlos, ¿No criticaban al Sha por disfrazarse de Jerjes?. Y ahora esto…

  31. Javi_LR dice:

    ¡Que viva la Pepa!

    Saludos, Pepe, a tus pies. Y a los de Ascanio, si se me permite.

  32. Ascanio dice:

    Javi, espera que me ponga un poquito de Peusek, padre mío…

  33. Arauxo dice:

    Estamos como los niños de una clase cuando el maestro sale cinco minutos…

  34. Arauxo dice:

    …tirándonos las tizas a la cabeza y sobrevolándonos por doquier bombas de papel.

  35. richar dice:

    Saludos compañeros,

    ya estoy de vuelta y ¡vaya!, cómo está el patio…

    Yendo al tema central hacia el que ha derivado el hilo, he de decir que no estoy de acuerdo con Pepe. Ya sé, compañero, que la historia militar no es de tu agrado -ya lo comentaste con anterioridad-, pero creo que la manera de reivindicar tu postura en este hilo, sólo ha conseguido desviar la conversación que debería llevar aparejada. Que no digo que esté mal, que pasa en muchas reseñas, pero no has dado ni cancha a que los interesados en el tema (la Historia de los Tercios) hayamos podido debatir sobre el tema. Que ojo, también se puede reconducir el tema en el que se supone se debería centrar.

    Estoy de acuerdo con los comentarios aquí expuestos sobre que la historia militar es parte -y por desgracia muy importante- de la Historia con mayúsculas, así que no veo el por qué no se debería tratar en este blog, que trata básicamente de libros de Historia.

    También estoy de acuerdo en que el hecho de que a alguien le interese la historia bélica no quiere decir para nada que éste sea belicoso. En el blog tenemos un sinfín de casos de habituales que lo dominan todo sobre ciertos aspectos bélicos históricos y son lo más pacifista del mundo.

    En mi caso, me gustan los temas bélicos (sin ser especialmente lo que más me guste de la Historia), sobre todo, porque me hacen pensar un montón. Y me hacen pensar, porque creo que la guerra es la situación más extrema a la que se puede enfrentar un ser humano. El hecho de imaginar lo que pensaban sus protagonistas, me hace reflexionar sobre el comportamiento de los hombres.

    Cuando dices, Pepe (me centro en ti por haber tirado la primera piedra… vaya, qué terrible ironía :-)), que mejor sería tener reseñas sobre historia erótica o del arte, pues evidentemente puedes imaginar mi respuesta: que quien quiera, escriba una reseña sobre el tema. Como todos habréis comprobado, en Hislibris se publica todo tipo de reseñas, desde historia bélica a un ensayo biológico sobre no recuerdo qué rey (perdona Anthos por mi mala memoria) que sufría displasia eunucoide. Como dato, decir que desde que nació el blog (hará casi dos años), nunca he dejado de publicar ninguna reseña que haya pasado por mis manos. Todas y cada una de ellas han visto la luz, siendo el tema el que fuera relacionado con la temática: desde novela histórica a un par de comics. Hay de todo.

    Por último, habláis de por qué no leer sobre la arqueología sumeria: perfecto, por qué no. Pero seguro que ésta tendrá unas más que notables dosis de belicismo, puesto que los sumerios le daban al mandoble como los que más. Hablamos de poesía, genial. Pero hasta el mismo Quevedo se batía el cobre con el que fuera por una cuestión de honor. ¿Filosofía tal vez? Leñes, si hasta Sócrates fue uno de los soldados más notables de su tiempo…

    En fin, que no quiero polemizar demasiado, simplemente romper una lanza (vaya, otra terrible ironía) en favor de todos los tipos de Historia, sea esta de la pintura o de los ejércitos hoplitas. Joer, que al ritmo de reseñas que vamos, hay para todos los gustos.

    Un saludo cansado (buf, escribir este chorizo después de 4 días jugando al juego de la oca de destilería en destilería, ha terminado con mi desgasta neurona)

    Richar.

  36. cavilius dice:

    Pues mira, me apetece mojar pan en esta salsa, y quede claro que luego me comeré el mendrugo y aquí no habrá pasado nada:

    No sé si será el tiempo (entiéndase atmosférico o el que nos ha tocado vivir últimamente), pero el caso es que creo que a pepe no se le ha entendido bien, ni su primera ni su úlitma intervención, o no como creo que habría que entenderle, o al menos no como yo le he entendido. Él no habla de negación sino de hartazgo; tampoco acusa a nadie de belicista, ni recomienda que no se estudie la historia militar, ni niega su importancia. Sentadas estas premisas, y pepe las sienta cómodamente en el sofá de su discurso, no veo qué razón hay para buscarle tres pies al gato a lo que añade, que no es más (ni menos) que su opinión. Y aprovecho para decir que no estoy de acuerdo con ella, ni en el hartazgo de ejércitos y batallitas ni en la recomendación de la arqueología púnica (habiendo como hay una Acrópolis de Atenas no te puedes ir a remover piedras a Tunicia, pepe, por el amor de Zeus Hospitalario). Pero una vez asumida esa discordancia en la opinión, mi ánimo me lleva a alinearme (y quizá por tanto a alienarme) junto a pepe, no sé bien por qué, si por alguna afinidad entre lo que él dice y lo que yo pienso, o por algún tipo de conexión misteriosa e inexcrutable que no sabremos nunca. Así que rompo una rama de canela (o canela en rama, que es lo mismo) en favor de pepe aunque se me estropee la salsa en la que estoy mojando el pan, porque creo que vale la pena. A tus pies, pepe, si Javi_LR me hace sitio.

    A los tuyos no, Ascanio, que el Peusek ése debía estar caducado…

  37. jerufa dice:

    Pepe…en breve te daré una alegría. Ten paciencia.
    Adió, adió.

  38. Tuerka dice:

    Estoy de acuerdo con Richar, es lo bueno de Hislibris hay reseñas para todos los gustos y seguro que habrá de muchas que se ajusten perfectamente a las preferencias literarias de Pepe y compañía.

    Allí seguro que sus opiniones serán bien recibidas y nunca mal interpretadas.

    Hay que entender que todos los generos literarios tienen su derecho a existir y tienen que tener su lugar y sobre todo hay que respetar las preferencias de los demás. Es simplemente eso, una cuestión de respeto.

    A mi por ejemplo no me gusta la novela romántica, y lo que nunca se me ocurrirá por sentido común será entrar en una reseña donde se hable de un libro de esta clase y comenzar a despotricar sobre él porque la gente se rebotaria como a pasado aquí y todo el mundo se me lanzaría a la yugular, y con razón.

  39. Javi_LR dice:

    ¡Marrrdita weé, marrrditos moradoreh! Si a uno le falta tiempo…

    ¡Claro que te hago sitio, Cavilius! A mí Zeus Hospitalario me pone, incluso haciendo de Anfitrión.

    Y este es el encanto de Hislibris, ¿no? Y creo que es más enriquecedor ver una serie de comentarios discordantes (y complementarios a la vez) que leer toda una línea de pensamiento único (es una hipérbole, claro).

    Además (Por todo el Olimpo vestido del Zaragoza F. C., no me banees, Richar), me gustaría echar más picante. ¿No veis algo anecdótico en todo esto de las loas de glorias pasadas y de las batallitas?

    Por cierto, Tuerka, estás usando un falso silogismo al comparar la intervención de Pepe a la que tú tendrías en un foro de literatura romántica. Primero, porque Pepe, para bien o para tu mal, forma parte de esta web y ha participado activamente siempre, cosa que tú en un foro romántico (supongo que te referirás a una novela-histórica-romántica que se haya reseñado aquí, porque si no la tendenciosidad del falso silogismo se multiplicaría) evidentemente no has hecho, y segundo y en paralelo al paréntesis, porque esta es una web de libros históricos pero de un abanico amplio. Hasta ahora siempre se han comentado esas obras para bien o para mal, con grandes debates; no sé por qué esto no puede seguir así. Pepe no es ningún troll que entra en un hilo para desviar el tema, todo lo contrario, deja su honesta opinión, cosa que le honra, a un escrito de un amigo suyo. No creo que hubiera dejado ese mismo mensaje si el autor hubiera sido otro. Yo, desde luego, si andara buscando en Hislibris cosas que me bañaran la orejas y que se ajustaran exactamente a lo que busco, me iría de aquí y buscaría friquilandia, cotos cerrados de cuatro amigos con las mismas afinidades y similares conceptos mentales. Repito, creo que en la variedad está la riqueza y que ese es el gran activo de esta web. Ahora bien, si pretendéis hacer chalecitos privados… esto cambiará.

    Y finalizo, no hay ningún problema por discutir, por plantear distintos puntos de vista y diferentes sensibilidades. Todo esto es sano y motiva a la mente. Que el debate cae en vericuetos alejados de la obra en sí, pues ya se reconducirá hacia donde los lectores y participantes de Hislibris quieran. Pero sin aspavientos.

  40. Jenofonte dice:

    ¿Y que pasa con Pavìa y Rocroi?, de una victoria indiscutible a una derrota desmoralizante. De los Tercios se sabe poco, los que estamos lejos sabemos menos. Me gustaría leer este libro, para aumentar mis escasos conocimientos de una página de un texto para escolares. Si no puedo encontrar este libro (lo mas probable), ¿que otro podrían recomendarme, «El camino de Flandes»?. No me recomienden a Pérez Reverte, intenté leerlo pero no pude, se me atragantó el lenguaje. Ah, recordé una cosa, cuando mi padre lograba avanzar en algo decía: «ya tengo una pica en Flandes», parece que no quedó mucho más de ese interminable conflicto, aparte de los huesos españoles que han ayudado a fertilizar esa región (a lo que muchos países más han contribuído también a lo largo de la historia).
    Otra cosa, en verdad, creo que la historia militar es inevitable, somos lo que somos y estamos donde estamos debido a una operación militar, de hace milenios, de hace siglos, o de ayer, es lo mismo. Estoy escribiendo en castellano porque alguien de por esos lados se vino a esta «región antártica famosa» con ánimo de conquista, no de turismo, vamos.

    Saludos.

  41. Daniekes dice:

    Creo que la historia militar, como la historia social, la historia económica, la historia del arte, etc, son en el fondo la misma historia. No se pueden separar porque todas van íntimamente relacionadas. Si una persona se acerca a la historia porque quiere saber quién era el Leonidas ese tan chulo de «300», pues seguramente termine sabiendo algo de la sociedad espartana. La guerra es historia, nos guste o no, y es fundamental conocerla para poder evitarla.

  42. Ascanio dice:

    Pues para seguir mojando pan en la salsa de Cavilius (por cierto, qué salsa más rara…), y haciendo alusión al comentario de Javi, estoy totalmente de acuerdo en que una de las cosas maravillosas de Hislibris son las tangentes y «vías de servicio» que se nos abren en los hilos. Sólamente apuntar que si este hilo hubiese sido exclusivamente del libro que nos interesa, Ascanio ni habría asomado la nariz, como no fuese para felicitar al autor de la reseña. Sin embargo, en este caso, tengo que reconocer que me lo he pasado pipa, porque se ha creado una discusión enriquecedora y, además, le ha dado una vidilla al hilo muy interesante. Y es que además me gusta meter cizaña y crear polémica (sana, claro).
    Por cierto, Daniekes, ¿tú crees que conociendo la guerra podremos evitarla? Siento discrepar. Hoy también estoy pesimista, porque creo que las guerras no se acabarán nunca, y que ese dicho que afirma que hay que conocer la Historia para no repetirla (o algo así, Pepe, seguro que se te ocurre un soneto), creo que es mentira, mentira y mentira. La Historia siempre se repetirá, y el hombre seguirá cometiendo los mismos errores de siempre y luchará en las mismas batallas.
    Cavi, lo de los pies te lo guardo, queeresmassimpáticoquetodaslascosas, bonito.

  43. cavilius dice:

    Pues tienes razón, Ascanio: conocer las guerras pasadas no ayuda a evitar las futuras sino, si acaso, a perfeccionarlas. Declarar o no una guerra depende, más que del conocimiento, del sentido común, que es la cosa mejor repartida del mundo, que decía Descartes.

    Saludos

  44. Ascanio dice:

    Y que es el menos común de los sentidos, que decía el Padre Apeles…

  45. sanpifer dice:

    Ascanio, lo del sentido comun es una cita de un tal Horae Greele, no del panplinas de Apeles………… :p

  46. Ascanio dice:

    Uish…¿en qué estaría yo pensando? ;-)

  47. nando dice:

    Tengo la impresión de que sobre Flandes, a raiz de las publicaciones de los últimos años, nos estamos llevando una impresión que se limita a los famosos Tercios y sus batallas.
    Si nos ceñimos solo a la historia militar el tema es muy interesante pero para mí, secundario si lo contextualizamos con los graves problemas políticos, confesionales e ideológicos a los que tuvo que hacer frente tanto la Monarquía Católica como la nueva República.

    Insisto, la historia de ls Tercios está muy bien, pero a mí me gustaría animar a todos aquellos que se interesan por el aspecto puramente militar, a que se den un paseo por las tempestuosas reuniones de los Estados Generales de las Provincias Unidas, a los Parlamentos de Zelanda , Groningen, que se adentren por los vericuetos de las corporaciones municipales de Haarlem, Amsterdam, que vean como la extensión del calvinismo fraguó una intervención hispana marcada por el sentido de lo que era una verdadera guerra de religión, las múltiples conexiones con las guerras civiles y de religión en Francia… en definitiva muchas cosas más.

    Flandes es algo más que los tercios, importantísimos militarmente hablando, pero su que su utilización respondía a razones muy complejas que nos llevarían a estudiar como diablos podía funcionar ese agregado de territorios tan distintos que era la Monarquía y la forma en la reaccionó frente a los problñemas de su tiempo.

    Y esto… Richar, tampoco eran tan disciplinados: los motines de los tercios, frecuentes cuando la soldada no era pagada, los convertía en fuerzas independientes y autónomas, con sus propias reglas escritas, que actuaban al margen del control Real. El problema era doble: por un lado la incapacidad de dirigirlos hacía el propósito inicial, la guerra contra los holandeses, y segundo el caos en los territorios de Flandes siendo
    su proceder muy prosáico pero terriblemente efectivo: se arrasaban y saqueaban un par de ciudades de forma que entre ellas se extendía el miedo a la furia de los amotinados, de forma que postriormente, cuando un ejército llegaba a las puertas de una nueva ciudad, se negociaba el pago de una cantidad que evitaba la entrada, a sangre y fuego, de los soldados del Rey.
    Como se puede deducir, políticamente, las ventajas de tal proceder eran nulas. Es más yo me atrevería a decir que la presencia permanente de los Tercios fue una de las razones que minaron la posibilidad de un acuerdo
    con los revoltosos y que cimentó ese gran medio de propaganda antihabsbúrguica que fue la leyenda negra.

    … pero he de reconocer que el olor a chamusquina de más de un hereje
    quemado es cuanto menos penetrante.

    saludos a todos.

  48. Fran dice:

    Jenofonte, sobre los Tercios (y más) tienes mucha y buena información en estos libros:

    – El de Julio Albi reseñado.
    – Parker, Geoffrey, El ejército de Flandes y el Camino Español, 1.567-1.659. La logística de la victoria y derrota de España en las guerras de los Países Bajos (Madrid, 1.985; 1ª ed. en castellano: 1.976).
    – Thompson, I. A. A., Guerra y decadencia. Gobierno y administración en la España de los Austrias, 1.560-1.620 (Barcelona, 1.981).

    Si buscas una mayor perspectiva, comprender los diferentes contextos, hay muchos buenos libros. Recomiendo algunos:

    – Israel, Jonathan I., La República holandesa y el mundo hispánico, 1.606-1.661 (Madrid, 1.997).
    – Parker, Geoffrey, España y los Países Bajos, 1.559-1.659. Diez estudios (Madrid, 1.986).
    – Parker, Geoffrey, España y la rebelión de Flandes (Madrid, 1.989).
    – Parker, Geoffrey, Europa en crisis, 1.598-1.648, (Madrid, 1.986; 1ª ed. en castellano: 1.981).
    – Parker, Geoffrey, La Guerra de los Treinta Años (Barcelona, 1.988).
    – Parker, Geoffrey, La revolución militar. Las innovaciones militares y el apogeo de occidente, 1.500-1.800 (Barcelona, 1.990).
    – Ródenas Vilar, Rafael, La política europea de España durante la Guerra de los Treinta Años, 1.624-1.630 (Madrid, 1.967).
    – Rodríguez Villa, Antonio, Ambrosio Spínola, primer marqués de los Balbases (Madrid, 1.904).
    – Stradling, R. A., Felipe IV y el gobierno de España, 1.621-1.625 (Madrid, 1.989).
    – Stradling, R. A., Europa y el declive de la estructura imperial española, 1.580-1.720 (Madrid, 1.992; 1ª ed. en castellano: 1.983).

  49. pepe dice:

    Siento llegar tarde a la fiesta; se acumulan los comentarios y no sé por dónde empezar. A Javi y a Cavilius tengo que agradecer su fineza y su buen entendimiento de mis comentarios anteriores, y también a Ascanio, que me pide un soneto. Espero que se conforme con unas redondillas de José Martí que incluyo al final. Para Jenofonte, que está lejos en una región antártica, también hay unos versos de José Martí:

    Yo sé de Egipto y Nigricia,
    Y de Persia y Xenophonte;
    Y prefiero la caricia
    Del aire fresco del monte.

    Yo sé de las historias viejas
    Del hombre y de sus rencillas;
    Y prefiero las abejas
    Volando en las campanillas.

    Urogallo habla más arriba de novelas de amor y acabo de terminar una ambientada en la guerra civil, que me ha parecido muy hermosa: El lápiz del carpintero, de Manuel Rivas, cuya lectura recomiendo. Richar, ya sé que el amor a lo militar no implica belicismo o beligerancia, no necesitas justificarlo (ya San Girolamo advertía dum excusare credis, accusas) y así evitas que alguien te invite, después de la arqueología helénica, al estudio de las locuciones latinas, empezando por la del excusatio non petita …. Llevas Hislibris admirablemente, publicas todas las reseñas y fomentas el intercambio libre de ideas, el respeto y la camaradería; Javi acierta al decir que no hubiera hecho mis comentarios si el autor de la reseña hubiera sido otro y no te extrañe si termino éste repitiendo la frase del gran poeta Nando Ibn Khayyam que, en traducción libre, viene a decir algo así como «tercios sí, pero de cerveza».

    Un abrazo.

    Cultivo una rosa blanca
    En julio como en enero,
    Para el amigo sincero
    Que me da su mano franca.

    Y para el cruel que me arranca
    El corazón con que vivo,
    Cardo ni oruga cultivo;
    Cultivo la rosa blanca.

  50. richar dice:

    Joer Pepe, eres un p*to crack :-)

    saludos,
    Richar.

  51. David L dice:

    Interesante reseña richar. Tras haber leído el clásico de Geoffrey Parker sobre el Ejército de Flandes bien puede ser este un buen libro para adentrarse más en la historia de los Tercios españoles. He buscado la editorial y no es muy conocida ¿no?; también he intentado encontrar alguna otra publicación del autor, Julio Albi de la Cuesta y no he encontrado nada. ¿sabéis algo del autor del libro?

    Un saludo.

  52. Jenofonte dice:

    Gracias por la lista (ojalá me vaya bien) y por los versos (¡oh, no!).

    –Me considero afortunado –dijo– por haber caído en tan ruda y alborotadora compañía.
    Clifford D. Simak, La Reservación Goblin

    Saludos.

  53. Atila dice:

    Hola a todos,
    esta es la primera vez que escribo aqui.

    Quiero informar a David L que Julio Albi es un diplomatico español. A sido embajador en Honduras, Ecuador y Peru. Tiene publicadas otras obras:

    -La defensa de las Indias (1987).
    -Banderas olvidadas (1990).
    Este trata sobre el Ejercito Realista en America.
    También es coautor de:
    -Campañas de la caballeria española en el siglo XIX (1985).
    -Un eco de clarines (1992).
    -La Guardia Real en su historia (2004).

    Ademas sobre el tema de los Tercios hay dos libros bastante buenos de un hispanista francés llamado Rene Quatrefages, que son clasicos, sobre todo el primero:
    -Los Tercios. (Ed. Ejercito).
    -La Revolución Militar Moderna. El crisol español. (Ministerio de Defensa).

    Tampoco olvidar uno bastante bueno y muy ilustrado que se publico en 1999 llamado «Tercios de Flandes» de Falcata Iberica Ediciones.

    Hace un par de meses se publico otro llamado «Tercios de España» de Editorial Edaf que creo que se esta vendiendo bastante bien y que habra venido al calor de la pelicula de «Alatriste».

    Y en la colección de la editorial Almena (Guerreros y Batallas) parecida a los Osprey creo recordar que hay dos titulos de esta tematica a parte de los dedicados a batallas especificas en las que intervinieron los Tercios (Rocroi, San Quintin, Nördlingen, Pavia, Ceriñola):
    -Los Tercios en las campañas del Mediterraneo S.XVI Norte de Africa.
    -Los Tercios en las campañas del Mediterraneo S.XVI Italia.

    No olvidar el curioso «Bravuconadas de los españoles: asi eran de verdad los soldados de los Tercios» de Pierre Bourdeille, un contemporaneo de la epoca de los Tercios, creo.

    Un saludo.

  54. JAVIER dice:

    ¡ Enhorabuena Richar !
    Me ha gustado mucho el resumen que has hecho de este libro, por lo que voy a encargar inmediatamente su compra.

    Nuestra idiosincrasia peninsular no ha debido permitir que podamos conocer debidamente nuestra historia, es decir nuestro paso por Filipinas, Las Carolinas, Marruecos, Cerdeña, Napoles, Paises Bajos etc. ¿porque? .

    Vemos libros, y peliculas realizadas en Inglaterra, Alemania y en otros paises de nuestro entorno cultural, en las que relatan sus problemas con otros paises, cuentan su historia a sus propios ciudadanos. Con orgullo de lo que han sido, de lo que han representado, de su pais, de sus heroes.

    Nosotros no, parece como si tuvieramos miedo o verguenza de nuestros hechos, de nuestros heroes, de nuestro pasado, de nuestra propia bandera.

    Ojala salgan muchos libros como este, en los que se cuente nuestra historia con amenidad y objetividad, en todos sus aspectos, sin censura de ninguna parte.

    Creo que para saber a donde vamos, debemos saber de donde venimos.

    Un saludo

  55. richar dice:

    Gracias Javier por las flores y bienvenido al blog (creo no haberte visto antes por aquí).

    Tienes toda la razón, y se ha comentado por aquí en repetidas ocasiones, cómo nos cuesta mirar a nuestro pasado y sacar el pecho orgullosos de lo realizado en años anteriores. Cosas de nuestra forma de ser, tal vez…

    En fin, un saludo,
    Richar.

  56. ANTONIO dice:

    ALGUIEN ME PUEDE AYUDAR EN RESPECTO A UNIFORMES DEL SIGLO XVI Y XVII,Y LA VERDADERA UNIFORMIDAD DE LOS TERCIOS ESPAÑOLES.GRACIAS Y MUCHA HISTORIA.YEBRA1967@HOTMAIL.COM

  57. Epaminondas dice:

    Hola Antonio,

    Te respondo dentro de mis humildes conocimientos.

    No existía en el s. XVI y hasta la última parte del XVII un uniforme propiamente dicho, Cada cual se ataviaba como podía dentro de un equipo mínimo exigido por el ejército, se tenía por costumbre lucir un elemento distintivo en los ropajes identificativo de cada nacionalidad, así los españoles y nuestros aliados lucian una banda roja en el brazo, un penacho rojo en el morrión, o la cruz de san Andrés cosida en el jubón (rojo sobre blanco); los holandeses hacían lo mismo pero utilizaban el naranja como color nacional, los franceses el blanco, amarillo los imperiales…; muchos de estos colores han pervivido en nuestras banderas como elemento distintivo, y aún están presentes en nuestras selecciones deportivas, etc.

    Era costumbre entre los soldados españoles el combatir con sus mejores galas; así pues combatían como pinreles el primer día, para después estar cubiertos de lujosos harapos hasta que la irregular paga o la ocasión permitían de nuevo mudarse. Cosas de otras épocas.

    saludos.

  58. manuel gonzalez dice:

    me gusta mucho el tema de los españoles de auel siglo.no he leido el libro,pero lo hare.gracias

  59. Urogallo dice:

    Ya tengo el libro, un regalo de un amigo. Y la verdad, muy agradecido.

    Aunque pensaba que me iba a gustar menos, tengo que decir que me está encantado, y que lo considero sin duda como otro clásico imprescindible entre los libros de historía militar escritos por autores españoles.

    De Albi ya tenía en alta estima «Banderas Olvidadas», que si bien es magnífico, está mucho peor escrito que este, donde Albi ha unido a la rigurosidad y la minuciosidad de aquel la amenidad y la claridad expositiva.

    Imprescindible.

    «Este es otro de los muchos datos que nos demuestra que la realidad de los tercios fué mucho más heroica de lo que podíamos haber supuesto».

  60. JAVIER dice:

    He entrado en esta web por casualidad y he estado leyendo los comentarios de todos. Me ha sorprendido y me ha dado un poco de repelús -sin rodeos- el moralismo mal entendido de PEPE contra algo tan elemental y básico como la violencia humana, soy aficionado a la historia militar y por ello antibelicista, precisamente porque leo sobre el tema y la conozco, no voy a hacer un análisis de alguien que de entrada no me gusta lo que escribe, por ejemplo, habla de corromper al puritano y sandeces por el estilo y nos invita al mundo de la pornografía y la esclavitud sexual del ser humano respecto a sus propios instintos ………..eso si con poesía.

  61. Miguel dice:

    Buenas, estoy tratando de conseguir este libro pero al parecer está agotado. Estoy enormemente interesado así que si alguien pudiera decirme cómo y donde conseguirlo o si quisiera vendérmelo lo agradecería mucho.

    Saludos.

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