CORRVPTA ROMA – Pedro Ángel Fernández Vega
«Los que roban a un particular pasan la vida entre esposas y grilletes; los que roban al estado, entre oro y púrpura», Marco Porcio Catón
La corrupción política es algo que parece tan de hoy día que la frase de Catón que acompaña al libro y a la reseña seguro que hace pensar al lector que podría aplicarse a la vida político-social de hoy día. Y es que el aprovecharse de las instituciones públicas para medrar y enriquecerse ilegalmente a costa de los ciudadanos no es algo sólo de nuestro mundo contemporáneo.
Los romanos, un pueblo caracterizado por su pragmatismo, no iban a ser una excepción. Sus vastas conquistas en torno al Mediteráneo iban a llevar a una ciudad a dominar buena parte del mundo conocido, haciendo llegar a la urbe riquezas incalculables. Y entonces, políticos y generales –y recordemos que los generales romanos eran cargos políticos– decidían que podían gestionar estos ingresos como parte de su patrimonio, o al menos quedarse con un buen pellizco. Y es que la frase de Catón se enmarca en la conquista romana tanto de las ciudades griegas del sur de la península italiana (la Magna Grecia) como de Grecia y Oriente, cuando las riquezas de estas provincias culturalmente sofisticadas llegan a Roma junto con su arte y sus nuevas costumbres.
Así, el libro es un estudio exhaustivo de la corrupción en Roma durante la guerra contra Aníbal y las décadas siguientes, marcadas por los conflictos políticos entre los Escipiones y Catón por el control de la vida política romana. Catón representaba a la facción conservadora del Senado, abogando por mantener la frugalidad de la vida romana, mientras que los Escipiones representaban la adaptación a los nuevos tiempos, haciendo Roma permeable a las costumbres helenizantes. Las acusaciones de malversación y estupro no se hicieron esperar entre unos y otros, y los juicios eran usados para difamar y eliminar a rivales políticos.
El estudio no se queda ahí y hace también un seguimiento a los conflictos sociales desatados por estas guerras de intereses, apareciendo una nueva facción política encabezada por Cayo Flaminio y que podía decirse era una postura intermedia, hombres dispuestos a aceptar los nuevos tiempos pero tratando de atarlos a las leyes romanas.
Por lo tanto, la obra reseñada es un estudio de una época, no un libro generalista que de una visión de la corrupción a lo largo de la historia de Roma y que nos presenta los casos más sonados, y desde luego no está escrito para el que no tenga al menos unas bases de Historia antigua y conocimientos sobre las instituciones romanas.
A veces algo redundante –ya que, al tratar sólo una época específica vuelve muchas veces sobre los mismos casos y afirmaciones–, otras puede marear con tanto nombre de político romano, pero termina siendo bastante completo como estudio de las luchas políticas y los cambios sociales de la República media, acercándonos a una época y dándonos a conocer su vida pública y la mentalidad de los romanos de los siglos III y II a.e.c.
Título: Corrupta Roma
Autor: Pedro Ángel Fernández Vega
Editorial: La Esfera de los libros (2015)
Páginas: 424
Un excelente estudio, sí señor, secundo tu reseña; no coincido en que acabe siendo redundante: como bien dices es una época concreta, por tanto trata una serie de casos determinados (en los primeros dos capítulos del libro), pero no lo hace de manera redundante, pues estos casos muestran diversas cuestiones que no afectan a todos por igual, además de que se traza la lucha de facciones políticas y como se utilizan los triunfos, los botines y las acusaciones de apropiación indebida (caso de los los Escipiones tras la guerra contra Antíoco III de Siria).
La Segunda Guerra Púnica colocó a Roma como superpotencia del mar Mediterráneo, pero dejó secuelas en una ciudad-estado que se debatió entre el tradicionalismo de sus costumbres sociales y religiosas y la adopción de modas, cultos y comportamientos de procedencia helenística. De ahí a la corrupción, que impregnó el círculo de los Escipiones y combatió Catón el Censor, apenas había un paso. En este fascinante libro sobre la Roma del período entre 218 y 184 a.C., grosso modo, el profesor Fernández Vega indaga en las causas de la corrupción convertida en caballo de batalla por las principales facciones políticas y traza un estudio de la permeabilidad de la República romana a la penetración de lo que más adelante Horacio resumiría en el verso “la Grecia conquistada a su fiero vencedor conquistó” (Epist. II, 1, 156-157). Los botines de guerra, desde las conquistas de Siracusa y Tarento en la guerra anibálica y especialmente en las guerras de la década de 190 a.C., hicieron afluir ríos de plata y oro a la ciudad, suficientes para enjugar las deudas de guerra pero también para que comandantes militares se enriquecieran legal o ilegalmente (el abuso de la discrecionalidad en la gestión de dichos botines, que llevaría a la caída de los Escipiones) y se produjeran diversos procesos judiciales. La ambición por lograr un triunfo se convirtió en una enconada lucha entre Senado, cónsules y comandantes militares, mientras la obtención de la censura (por el control de los contratos públicos que suponía) llevó al límite la pugna entre facciones políticas (tradicionalistas, filohelenistas y una “tercera vía” con Flaminino al frente).
Fernández Vega traza las disputas entre pueblo (o plebe) y Senado (y nobilitas) y cómo la llegada de los cultos orientales forzó una ofensiva conservadora, en la que la represión de las bacanales del 186 a.C. sería un punto y seguido (pero no final). El teatro de Plauto aporta una mirada incisiva sobre la “opinión pública” en ese período, además del papel de las mujeres para lograr una (cierta) autonomía y los cambios sociales de una potencia mediterránea que se enriquece e inevitablemente se corrompe.
Muy recomendable libro.
Gracias Farsalia, tu comentario es más completo que mi reseña, jejeje.
Ojo, con lo de redundante me refería a que al tratar un tema tan concreto desde diversos puntos de vista, el autor volvía de vez en cuando a los mismos datos y afirmaciones durante capítulos distintos, pero es algo puntual y que pasa dos o tres veces.
Franca y muy interesante reseña de un libro que pinta genial… Enhorabuena
Queda claro, pues. ;-)
Hasta cierto punto la cita de Catón podría parecer engañosa y con una óptica presentista que un lector que acuse al hartazgo por la situación política en la España actual podría percibir; en el discurso que elabora Fernández Vega esa cita tiene un sentido más concreto, dentro de su visión (en no pocas ocasiones obsesión) acerca de los «males» que considera que amenaza an su tradicional visión de la res pvblica romana… y no sólo a nivel político, sino tambien en clave de comunidad.
El libro en parte tiene esa mirada (¿voluntariamente?) «contemporánea» que aparece de soslayo en expresiones como «comisión de investigación», «tercera vía» u «opinión pública», y que, a pesar de todo, no me rechinan: al contrario, reflejan con palabras modernas la política de esos años de la Segunda Guerra Púnica y las primeras dos décadas del siglo II a.C. Claro que la «corrupción» de la que habla Fernández Vega no es (necesariamente) la imagen que tenemos en la actualidad.
Vaya, moderación…
Cuando antes escribí «en el discurso que elabora Fernández Vega esa cita tiene un sentido más concreto, dentro de su visión […]» no me refiero a la visión de Fernández Vega, sino a la de Catón, por supuesto; la frase puede dar lugar a confusión y falta enfatizar que esa visión es catoniana.
Hay reseñas inútiles y reseñas prácticas, y esta lo es y mucho, porque por la portada yo tenía claro que era una novela. ¡Y es que el título llama a engaño!