CATALINA DE LANCASTER – María Teresa Álvarez

CATALINA DE LANCASTER, María Teresa ÁlvarezLa Historia que se considera como cultura general, esa que se impartía en el colegio, y hablo en pasado por poner algo alto el listón, pasaba de la Antigüedad a los Reyes Católicos con un paréntesis del medievo al que sólo se dedicaba un pequeño resumen privándonos de unos siglos empeñados en quedar en la oscuridad y custodiados por el caos de una temida lista de reyes visigodos que, afortunadamente pensaba yo, nunca tuve que aprender.

De vez en cuando surgen novelas que desempolvan pequeños fragmentos de esa Edad Media olvidada. Algunos los visten de misterio, manuscritos secretos, magia, tesoros escondidos, sectas y conspiraciones dejando una imagen grotesca pero al gusto de una gran mayoría que se entretiene como con un mono de feria, vale más el atuendo que el mono. Otros los limpian y consiguen trasmitir el espíritu de las caballerías, el olor de la miseria y la peste, la lucha por encontrar su sitio de las distintas culturas y religiones en un mundo en que se empezaban a gestar las naciones tal y como hoy las conocemos, la resignación de aquellas pueblos implicados en guerras de señores, reyes o papas, y gracias a ellos conseguimos intentar imaginar aquella sociedad tan distinta.

Por todo esto, cuando tengo entre las manos un libro cuyo título sugiere que el viaje en el tiempo me va a trasladar a castillos, cortes y entresijos de murallas e intrigas, respiro hondo, cojo aire y me armo de valor.

La novela en cuestión transcurre a caballo de los siglos XIV y XV, cerquita de la «luz» de los archiconocidos Católicos. Catalina de Lancaster, abuela de Isabel de Castilla, narra en el final de sus días los acontecimientos que ha vivido. Así pues, nos paseamos por los cimientos de una Castilla que enterrará la lucha fraticida de Pedro I y Enrique II, con los esponsales de sus nietos. Se pone en el tapete hechos tan importantes como triunfo de la elección como esposa de la nieta de María de Padilla, hija Juan de Gante, el estremecimiento de la Iglesia con la división de su cabeza y la intervención de Vicente Ferrer en ella, la sucesión de la corona de Aragón, el duro avance de la Reconquista, la aparición de Álvaro de Luna… Desde pequeños recuerdos de su infancia a sus últimos días en los que parece una mujer cansada por los años y una larga enfermedad, las páginas van pasando recordando un matrimonio conveniente, inusualmente afortunado, una maternidad difícil y una regencia complicada en un mundo de hombres. Sin duda, un personaje interesante.

Pero el paseo, que parece atractivo, se centra más en la arena del camino que en la vista. La autora se adentra en los pensamientos de la reina y deja que la vida pase por la ventana de su habitación dejándonos con los titulares del día sin contarnos la crónica. A pesar de todos los datos y la documentación que se adivina hay detrás del libro, parece querer pasar de puntillas por todos los trances en los que se ve envuelta y se centra en lo que imagina que sentiría aquella inglesa trasplantada a Castilla, sus amistades, sus dolores, la relación con sus cuñados, el trato con sus hijos y sus expectativas para su futuro.

Hacer la historia tan intimista, en vez de ensalzar al personaje lo simplifica y es una pena, pues más de una vez he tirado de algún hilo y buscado a qué madeja me llevaba para completar lo que allí se resumía en unos párrafos, con la consiguiente frustración de no haberlos disfrutado en su contexto.

No quisiera acabar sin comentar algo que me resultó curioso, de esos guiños o coincidencias que alguno buscaría en esos misteriosos rincones del medievo: nuestra primera Princesa de Asturias conoció y trabó amistad con dos mujeres relevantes en su vida. Una amistad más que desafortunada y dolorosa. Las dos se llamaban Leonor.

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62 comentarios en “CATALINA DE LANCASTER – María Teresa Álvarez

  1. Clío dice:

    Pues mira, tenía yo puestas expectativas en este libro, despues de leer la otra novela de esta autora: La comunera de Castilla. Bien es verdad que se nota ese manera de contar la historia de un modo intimista todo se ve y se valora a través de los ojos del personaje principal, en mi caso María Pacheco y en el tuyo Catalina de Lancaster, pero no me desagrada en absoluto este método, me parece poco convencional y da mucha vida interior al personaje y a su psicología, otra cosa es que precisamente en el caso de Catalina, y según nos cuentan era poco amante de la política, nos resulte un poco con falta de carácter, lo que no ocurre en el caso de María Pacheco que luchó por sus ideales hasta el final de su vida. No sé, no descarto la idea de leer este también, además son figuras históricas que me atraen, precisamente por lo poco que sabemos de ellas.
    Buena reseña, compañera.

  2. Blasa Jimenez dice:

    Al abrir Hislibris, antes de pinchar en la reseña del día, leo unas pocas líneas para que me ayuden, junto con con la información que aportan el título del libro y el autor, en el juego de adivinar quién la ha escrito. Casi siempre me equivoco, como ha sucedido hoy cuando he pensado «hombre, una reseña de Arauxo». Y no digo más.

  3. pepe dice:

    Al contrario que a ti, Aretes, me suele gustar más que la narración se centre en los aspectos íntimos más que en los sucesos históricos, por desconocidos que estos sean para mi. Felicidades por la reseña que me parece escelente.

  4. pepe dice:

    Excelente, excelente, excelente, excelente, excelente,
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    Romani ite domum Romani ite domum Romani ite domum
    Romani ite domum Romani ite domum Romani ite domum…

  5. Derfel dice:

    Está muy bien la reseña, sí señora, sobre todo la introducción.

  6. Rodrigo dice:

    Una reseña muy en tu línea, Aretes. Estupenda.

    Dices que la tónica de la novela es intimista. Siempre es bueno saberlo, de modo de no forjarse falsas expectativas en el caso de que uno pretenda valerse de obras del género biográfico, o de la novela histórica sencillamente, para asomarse a fragmentos poco conocidos de la historia. Creo que este factor es tanto más relevante cuando mayor es la propia ignorancia acerca de un determinado período. Lo que no supone descartar las obras de tipo intimista, obviamente: incluso como piezas literarias pueden resultar superiores.

    Qué gusto poder leerte nuevamente.

  7. jerufa dice:

    Hola Aretes.
    Como siempre, sumamente transparente a la hora de contarnos tus gustos, lo cuál se agradece, por supuesto. Yo, de Mª Teresa Álvarez, sólo he leído El secreto de Maribárbola, una de las enanas del cuadro de las meninas. Me lo pintó muy bien la gente, pero cuando me puse…como que no. Para mí, a esta mujer, le falta fuerza para enganchar y pulso para emocionar. No es mi tipo, vaya.
    Felicidades de nuevo.

  8. jerufa dice:

    Por cierto, muy curioso lo que comenta Blasa. Es un divertido juego.
    Me apunto, a ver cuantos acierto.
    Por cierto, debe ser bastante difícil.

  9. Ariodante dice:

    EXCELENTE, Artetes; ambién yo lo pienso así. Una muy buena reseña. Yo soy de las que les gustaría conocer algunos datos externos al personaje, sobre todos si no dominas perfectamente los hechos y la época; en este caso, soy una absoluta ignorante del tema, con lo que necesitaría un libro al lado con datos etc. para enterarme un poco de la historia. Lo cual, como dice ¿Pepe? tampoco es malo que una novela sea intimista, pero una novela histórica…no debería caer en exceso en el intimismo, salvo, claro, que al personaje lo conozcamos todos perfectamente y los hechos, también.
    Un abrazp, querida Aretes. ¡Sigue así!

  10. Aretes dice:

    Muchas gracias a todos.

    Ahora, no sé si ha quedado algo confuso el tema del intimismo. Como le pasa a Clío y a Pepe, prefiero las novelas en las que un personaje me cuenta lo que pasa y cómo lo vive que los hechos sin más. Pero… tiene que ser un buen personaje.

    Hay una línea de equilibrio entre la realidad y magnificar, sobre todo cuando se trata de componentes femeninos en la historia. A veces se les presupone tanto para sacarles de su anonimato que quedan sobreactuados, demasiado exagerados, y eso les hace perder fuerza porque no encajan, no trasmiten. Si algo es valioso por sí mismo, no hace falta exprimirlo tanto para sacar algo de jugo.

    El problema aquí es que en vez de mostrar cómo vive la reina lo que ocurre a su alrededor, nos cuenta lo que la autora cree que pensaría una mujer y adorna el escenario con documentación. Falla en ligar la Historia al personaje, parece ajena a ella, y falla al reinventar a la Catalina que le gustaría que hubiera sido. Coincido con Jerufa, no lo ha podido resumir mejor, le falta pulso y no engancha.

    A lo mejor, por esa falta de fuerza, credibilidad, o como lo queráis llamar de Catalina, brilla más el entorno. Pero como no se adentra en él, deja esa sensación de incompleto.
    Espero haberme explicado mejor.

    Blasa, gracias por el piropo porque la confusión con Arauxo es todo un halago, y…creo que las pastillas para la esquizofrenia siguen siendo gratis en la Seguridad Social. Y son excelentes.

  11. Valeria dice:

    Aretes, deberías escribir tú una novela, porque ya me tenías enganchada a la reseña completamente al terminar de leer tu segundo párrafo.
    Ha sido un placer, lástima de conclusión.

  12. juanrio dice:

    Aretes, al empezar a leer la reseña creí que nos querías llevar hacía la acción y la fuerza del personaje y al terminar de leerte me he quedado como el tiempo de hoy, gris, ventoso, con la lluvia azotando los cristales. Lástima que la autora haya desperdiciado una buena historia. Esperemos que otro autor la retome con mejor pulso.

  13. Ascanio dice:

    Ay, qué lástima que una reseña tan buena no vaya acompañada de una buena novela. Y la lástima es mayor cuando trata de lo que trata, esos siglos tan olvidados porque, como tú bien dices, está muy cerca la «luz» de los reyes católicos que deja en oscuridad a todo lo de alrededor.
    De vez en cuando aparecen pequeñas bombillitas de bajo consumo que nos alegran la vista durante un momento (y se me viene a la cabeza «Los malos años», de León Arsenal) para luego volver al deslumbrante foco halógeno de los Fernandos, Isabeles, Carlos y Felipes.
    En fin, qué se le va a hacer.
    Ah, yo tampoco tuve que estudiarme los reyes godos. Y como aparezca por aquí un mono rabioso que se sienta identificado, ya verás, ya.
    Oye, pepe, digo Blasa, ¿mis reseñas también las aciertas tan bien como las de Arauxo, jomío?

  14. jerufa dice:

    ¿Pepe, Blasa?, barrunto cachondeo aqui.
    He hecho la prueba con la reseña de hoy y he fallado. Pensé en Koenig, je, je, je…como también se lo lee todo, jiu, jiu…

  15. pepe dice:

    Yo también he fallado, Jerufa. Cuando he leído las dos primeras líneas he pensado «Marbenes». Pero luego, cuando las dos siguientes estaban en masculino, ya no he sabido qué pensar. No sé porqué esta gente se empeña en adjudicarme personalidades. Cualquier día van a decir que soy «el tío la vara»…
    Volviendo al asunto de la reseña, parece que la autora se dedica en exclusiva a personajes femeninos (siguiendo, por tanto, la que podríamos denominar doctrina arauxiana (o arauxina, según algunos autores)). Tiene un libro que se llama algo así como «Ellas mismas, mujeres que hicieron historia» que a mi mujer le gusto. Hay dos subclases de doctrina arauxina. Dado que, en este caso, la estupenda reseña es también de una mujer, nos encontramos ante un ejemplo de lo que se ha venido en llamar «doctrina arauxina ortodoxa» (d.a.o.). Dejo la explicación de la segunda clase (d.a.h.) para otro momento.

  16. pepe dice:

    Que a mi mujer le gustó, he querido decir antes. Que a mi mujer le gusto también es verdad, pero no hace al caso…

  17. jerufa dice:

    Brillante, en cualquier caso.

  18. Aretes dice:

    Hummm… no sé yo, pepe, no sé.

    Eso de que el sexo de la autora determine el tipo de doctrina (que ya me contarás por qué va a ser arauxiana precisamente), me suena a tema interesante para investigar en el ministerio de igualdáquedalomismo.

    Por cierto, se me olvidaba algo: preciosa cabecera, Nuru. Gracias.

  19. Akawi dice:

    Te echaba de menos por este sector Aretes y pensé que te ocurriría como a mí, que todo lo que leo últimamente ya está reseñado.

    Pero veo que me equivoqué y sigues en el buen camino con fantásticas reseñas de esas que, es más bueno lo escrito aquí que el lbro en cuestión.

    Me alegro y te felicito.

    PD/ Alguien sin saber el nombre del autor «hila tan fino» para saber si un relato es de una mujer o de un hombre. ¿Pregunto?

  20. juanrio dice:

    En algunas ocasiones se nota mucho y pongo un ejemplo claro, El ocho de Katherine Neville.

  21. Ascanio dice:

    Oye, Jerufa, el otro día me compré en el C. I. a 5,95 euretes el libro que le mangaste a tu amigo Rafael, uno que se titulaba algo así como «Esposas fondonas, monjitas, zorrones verbeneros, putilongas y Brujas Lolas», de Manuel Fernández Álvarez. Deduzco que -siguiendo la teoría arauxiana más ortodoxa- me va a tocar a mí reseñarlo.
    Por cierto, el que quiera «El mapa del creador», de Emilio Calderón, también lo tiene de oferta a 5,95 euros.

  22. juanrio dice:

    Uy, que ilu, ese gran libro….Algunos libros de Manuel Fernández Alvarez los están saldando. Vi varios hace unos días en el mismo sitio.

  23. pepe dice:

    Aretes, lo de arauxiana o arauxina es por una discusión mantenida hace cierto tiempo, en la que Arauxo defendía la curiosa postura de que «libro sobre mujeres, ha de ser reseñado por mujeres». Quizá en el juego de sobreentendidos y alusiones a este tipo de cosas, mucha gente se puede sentir un poco perdida bien porque no leyó la discusión, bien por que no la recuerda. Pido disculpas. Y ya que estamos, propongo reservar el adjetivo arauxiano/a para la doctrina (o, con más propiedad, para el corpus doctrinal) del pensamiento de ese ilustre varón, mientras que arauxina podría servir mejor para designar aquel discurso o diatriba (vulgarmente, sábana) escrita por el mentado para defender algún punto concreto de aquella. Así, las arauxinas vendrían a estar al mismo nivel y en la misma categoría que las filípicas y las catilinarias, de las que son ilustres sucesoras.

  24. Ascanio dice:

    Sí, también está «Bombillas y caperuzas en la España imperial». Otro que ha caído en la saca, por cierto.

  25. Ascanio dice:

    Vaya, mi comentario iba detrás del de juanrio. Se ha metido Blasa por medio.
    Por cierto, Aurixu ya está informado de que aquí se le está mentando.

  26. juanrio dice:

    Se echa de menos una arauxina, sobre todo en algunos hilos….

  27. Aretes dice:

    Pues no me acordaba de esa discusión, Pepe.

    Pero… sigo sin tenerlo claro.
    Partiendo de la base de que un libro, sea el que sea, produce sensaciones en el lector y que éstas dependen de la capacidad de percibirlas en el mismo, sí es cierto, a priori, que si versa sobre los sentimientos de una mujer, será más completo al disponerse a escribirlo y leerlo por una fémina. De la misma forma que pensaríamos que quién mejor que un adolescente para describir sus sentimientos, un soldado para contar una batalla, un romano para Roma o un griego para Grecia.

    Pero para escribir hace falta mucho más. Y por eso no es necesario haber vivido algo para contarlo, sino arte y sabiduría para hacerlo. Y hay quien lo hace y lo hace bien. Otros presuponen que saben y meten la pata hasta el fondo, que no hay nada peor que dar cinco vueltas a una tuerca que sólo tiene tres.

    Eso en cuanto a escribir la obra. En lo referente a reseñar, creo que Anthos ha hecho unas cuantas sobre el tema magníficamente. A lo mejor resulta más atractivo para nosotras por la cercanía, pero eso de encasillar a las niñas con Esther y a los niños con Capitán Trueno….

    En resumen, que Arauxo repase, estudie y se haga una tesis bien completita y bien replanteada.

  28. Ascanio dice:

    A mí me gustaba más el Capitán Trueno que Esther.

  29. Clio dice:

    A mi también, es más heterodoxo ¿no?

  30. juanrio dice:

    A mi me gusta más Sigrid, pero claro en cuestión de gustos…

  31. Aretes dice:

    ¿Heterodoxo? No sé, pero a los ocho años me parecía que estaba como un tren.

  32. Clio dice:

    Ha sido un juego de palabras tonto, entre lo de la doctrina ortodoxa arauxiana de la que hablaba Pepe, y que al gustarnos más el capitán trueno es porque somos «heteros», que dicen ahora. Y, Juanrio veo que tu también eres «Heterodoxo».

  33. juanrio dice:

    Pero con un puntito…a mi también me gusta el Capitán…

  34. arwen dice:

    Y el Jabato…

  35. Txema dice:

    solo quiero comentar el primer parrafo, eso de la historia en el insituto tiene un liston bajo. Porque me atañe personalmente, me ha ofendido ligeramente. La Edad Media es una de mis etapas favoritas de la historia y le dedico casi un curso completo. HAblo de ella desde todos los puntos de vista y en absoluto lo hago como si de un periodo oscuro se tratara. Ahora bien, si estamos hablando de la educación y de los colegios franquistas o postfranquistas, no voy a decir nada mas, porque en esa epoca se limitaban al santiago y cierra españa. HOy en día hay más luz y los tópicos deben comenzar a ser descartados.

  36. Aretes dice:

    Siento contradecirte, Txema, pero yo he conocido ambos sistemas de educación de cerca, no te hablo de oidas y no hay color. Y eso que yo era de ciencias.

    Aún así, insisto, la Edad Media es con diferencia el periodo menos trabajado.

    Un saludo

  37. Ascanio dice:

    Y que lo digas, Aretes. Cuando uno compara lo que ha estudiado nuestra generación y lo que se estudia hoy en los colegios, no hay color. Y eso sin hablar de la disciplina, el respeto al profesor, el sacrificio y el trabajo, palabras malditas y desprestigiadas en las aulas de hoy.
    Y para qué hablar de la ortografía…Pobre de mí si me escapaba una palabra sin acentuar cuando estaba en el colegio. Hoy, sin embargo, tenemos que soportar aquí mismo, en Hislibris, el dolor de ojos que producen comentarios escritos con el culo (con perdón). Y lo malo es que eso ha llegado ya a la Universidad. Lo digo yo, que he tenido que corregir exámenes. Un asco.
    Chema, hablas de los tópicos. Pues bien, tu comentario sobre las escuelas de la época postfranquista sí que es un tópico. Decir que en los años 70 la enseñanza se limitaba a «Santiago y cierra España» demuestra tu falta de conocimiento sobre el tema.

  38. Akawi dice:

    No estoy de acuerdo contigo Txema, en la época franquista había muchos tabús, pero precisamente la educación era más precisa. La geografía y la historía se estudiaba, no sólo la de España, sino la antigua Grecia y Roma y Europa en General.
    Pregúntale a un chico de diez a quince años, quién era Anibal, a ver que te responde.

    Totalmente de acuerdo con Aretes y Ascanio, ahora no saben ni escribir su propio idioma, faltas ortográficas por doquier y lo peor de todo es que no tienen el menor interés por aprender, ni por corregirse, les da todo igual. Puede ser que tú seas una excepción de las pocas que exiten.
    Saludos.

  39. pepe dice:

    Acabo de hacer la pregunta, Akawi. La respuesta ha sido, literalmente, la siguiente: un general cartaginés que luchó contra los romanos en las gerras púnicas y perdió inexplicablemente cuando tenía más tropas y se retiró al exilio. No creo que los contenidos que se enseñan hoy día en cualquier asignatura tengan nada que envidiar a los que nos enseñaron a nosotros. Basta con comparar los libros de texto. Pensad también en las prguntas de ese progama de televisión ¿Sabes más que un niño de primaria? que daban una idea de lo que los nuestros niños tienen que aprender. Lo de las faltas de ortografía es otro cantar.

  40. Aretes dice:

    Siento contradecirte, pepe. El otro día, sin ir más lejos, volvíamos de un partido con chicos de 2º BACHILLERATO y venían comentando un futuro examen de geografía… ¡de las provincias españolas!. Tremendo.

    Sí que es cierto que el mayor fallo de la actual educación para mi gusto comienza a partir de 3º ESO. Ahí baja el contenido, la materia, el nivel y todo lo habido y por haber.

  41. Akawi dice:

    Pepe, pues mira que me extraña que ese chico diera esa contestación, será de los pocos, pero te creo.

    Sobre los concursos, también hay que tener en cuenta quién son los que han ido a concursar, me imagino al que te refieres.

  42. juanrio dice:

    Yo si recuerdo una enseñanza un poco Santiago y cierra. Recuerdo que 700 años de historia de la península ibérica se reducían a los malos que eran los arabes (los moros), lo perfidos que eran los judíos y la cruzada de los Reyes Católicos, antes de ellos el vacío.

    También me acuerdo de lo que no me contaron de la historia de España en el siglo XX. Por no hablar de la enseñanza de la literatura que era realmente patética. La generación del 98 se reducía a la mitad y la del 27 directamente no exitía.

    No se si la enseñanza ahora es peor o mejor que antes, estoy sólo en 3º de primaria :-), pero supongo que tendrá, como la de antes, sus luces y sus sombras.

  43. Valeria dice:

    Supongo que cada uno habla de la feria como le fue en ella. Yo, Juanrio, que soy de tu quinta, participé con el resto de mi colegio cuando aún no había acabado la EGB en un homenaje a Antonio Machado y la generación del 27. Antes de la Constitución, vaya.
    Y también he visto exámenes del año pasado de la Prueba de Acceso a la Universidad (Geografía e Historia) y se me ha caído el alma a los pies al leer las preguntas. Y quien me enseñaba los exámenes era un director de Instituto, que conste, que se echaba las manos a la cabeza.

  44. juanrio dice:

    ¡Quién le hubiéra hecho un homenaje a Antonio Machado! Yo conocí la generación del 27 cuando le dieron el nobel a Aleixandre, del que no había oido hablar en mi vida. Lo cierto es que supimos que pertenecía a esa generación ¡pero no con quién! Yo creo que pensamos que los planes de estudios eran homogeneos y me temo que dependían mucho de los profesores que te tocaran. Dentro del colegio donde estudié, público, había profesores jovenes que ponían entusiasmo en que conocieramos y también teníamos, por ejemplo, a la hermana de Arias Navarro que era tremenda. No hay nada más manipulable que la enseñanza de la historia y nada más lamentable que contarla a favor nuestro.

    No hace mucho, Koenig me hizo un comentario para reflexionar. Yo le doy, o le daba, mucha importancia a la Guerra Civil Española en el contexto mundial, y el me dijo que, leyendo en otros idiomas, ésta era casi una nota a pie de página.

  45. Ascanio dice:

    Pues a mí en el colegio me dieron una tabarra con Federico García Lorca que no te quiero ni contar…y era un colegio de monjas.

  46. pepe dice:

    Yo estudié EGB en un pueblo de Toledo, donde teníamos sólo dos maestros: uno para ciencias y otro para letras, mientras que el bachillerato y el COU los cursé en la Universidad Laboral de Toledo, seguramente uno de los mejores centros educativos que había en la época. No me parece que los contenidos que hoy estudian mis hijos sean deficitarios con respecto a lo que estudié yo. Sí observo una actitud distinta hacia el proceso de aprendizaje, pero eso depende mucho de las condiciones sociales. Mientras que yo estaba ansioso por adquirir saber -no en vano mi madre me repetía siempre que eso era lo que me habría de valer en la vida-, mis hijos procuran disimular lo que saben y parece que no les preocupa olvidarlo. También es cierto que aún son unos niños. Para Akawi: me dice el concursante que quizá sabía lo de Anibal por un juego de ordenador que se llama Imperium.

  47. Aretes dice:

    ¡Acabáramos, pepe! Es que hoy en día el mayor porcentaje de la enseñanza, de lo que realmente queda en esas cabezas, pasa por una pantalla (ordenador, televisión, psp, psa, psi…).
    Y, lo que es más triste, a todas las edades.

  48. pepe dice:

    Efectivamente, a todas las edades. No entiendo cómo puede haber gente que se pase las horas enganchada al ordenador. Me han dicho que algunos incluso se intercambian mensajes y opiniones sobre literatura. Qué vergüenza…

  49. Clío dice:

    Precisamente por la cantidad de medios que poseen hoy en dia,es que se preocupan menos de su memoria, no hay nada que no se halle en San Google o en el rincón del vago, cosa que no ocurría en nuestra épocas y que dependia muy mucho del profesor que te tocase, siempre recuerdo buenos profesores de historia en mi colegio de monjas en Badajoz y más tarde cuando hice el COU aquí en Madrid, en el mismo colegio, lo que sí recuerdo es que casi siempre terminaba la cosa en la Revolución francesa, la historia contemporánea la tenía en una nebulosa hasta que me la dieron en la carrera.

  50. Akawi dice:

    Las Universidades Laborales de aquella época eran de lo mejor que había. Mi marido estudió en Córdoba y estaba satisfecho de esa enseñanza, eran duros y exigentes, pero esa es la mejor manera.

    Sigo pensando que el plan de estudios actual no es bueno y la poca motividad que se les da a los alumnos no ayuda a que tengan unas altas metas para el futuro. Y me refiero a la base de los estudios antes de acceder a la universidad.
    Creo yo.
    Abrazos.

  51. pepe dice:

    Más sobre el tema: acabo de hablar hace un momento por teléfono con mi hijo sobre algo que no hace al caso. Antes de terminar la conversación me dice que en clase de inglés han hablado de Guy Fawkes, y que si yo sé quién es porque tiene que llevar alguna información sobre él. Pues bien, más vale que lo busque en internet porque, a pesar de la estupenda educación que hemos recibido los de mi generación, no tengo ni idea de quién es ese fulano.

  52. Aretes dice:

    Seguro que hacías pellas…

  53. Germánico dice:

    Así, sin googlearlo, me parece que fue el que intentó volar el Parlamento inglés en el siglo XVII. Hay todos los años una fiesta que conmemora el «atentado».

  54. Valeria dice:

    Y en la fiesta se quema un muñeco que lo representa.

  55. pepe dice:

    Pues yo el único Fawkes que recordaba cuando me han preguntado era el ave fénix de Dumbledore…

  56. Germánico dice:

    Pues mira por dónde, yo a ese no lo conozco.

  57. pepe dice:

    Más preguntas, ésta de hace un rato al ir al colegio. Papá, tengo examen de música, ¿tú sabes cómo se clasifican los tipos de voz femeninos? Hombre, (me alegra que me hagas esa pregunta) pues sí, éso me lo sé: soprano, mezzosoprano y contralto. Ya, ya, bueno, pero ¿cuántas clases de soprano hay…? Me cago en la leche, ya me ha vuelto a pillar.

  58. Ascanio dice:

    Pregúntale a Ariuxu…

  59. crisbel dice:

    hola me alelegro por su novela

  60. Urogallo dice:

    Yo también. Por cierto, que el otro día leía como se llamaba a los Lancaster en España:

    «Los Lancastre» y en otros casos «Alencastre».

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