CARY GRANT. LA BIOGRAFÍA – Marc Eliot
Esta biografía ha logrado una fama inmediata desde su publicación gracias a la publicidad que ha obtenido por abordar directamente y sin tapujos tres aspectos de la vida del autor que la leyenda de Grant había mantenido en la oscuridad. En concreto: Su pasado como gigoló, su condición abiertamente homosexual (al menos durante la década de los 30 y parte de la de los 40, prestando especial atención a su “matrimonio” de facto con Randolph Scott) y los malos tratos psicológicos a los que sometió a varias de sus esposas.
Pero quedarse en eso, o reducir esta biografía a un producto interesante solo para saciar una curiosidad morbosa por las intimidades del biografiado, sería un error.
Se trata de una biografía minuciosa y detallada sobre la evolución y construcción de una gran estrella del cine. En opinión de muchos, el galán de Hollywood por excelencia
A través de su vida se construye también un relato del mundo del espectáculo en los EEUU y muy especialmente en Hollywood. Grant fue un producto del sistema de los grandes estudios, pero a la vez el primero de sus enemigos, librando una dura batalla por el control de su carrera. Esa lucha dio paso a la siguiente etapa, la de los grandes actores independientes que negociaban cada proyecto individualmente, construyendo una imagen propia y reconocible por él público. Imagen que hacía imprescindible su presencia en ciertos proyectos “pensados para ellos” si se quería asegurar una recaudación impresionante.
De su relación con Hitchcock se derivaría el destilado definitivo del «papel» de Grant, el de un hombre maduro y sofisticado que opera en un escenario urbano contemporáneo (Nunca rodó westerns, acomplejado por su acento británico y procuró evitar el género histórico) Un hombre de mediana edad, con un pasado problemático en lo sentimental, capaz siempre de despertar el interés de mujeres mucho más jóvenes que se empeñan en seducirle. Y al final lo consiguen (Por una cláusula de sus contratos, Grant debía ser el “seducido” y obtener siempre el triunfo en lo sentimental) Otra ironía es que Grant se negase a interpretar el papel de Humbert en la Lolita de Kubrick, a pesar de que en la novela hay una vaga referencia al parecido de Humbert con las estrellas masculinas del cine de principios de los 50 (de la que Grant sería una de las más populares).
Grant fue un hombre tacaño a pesar de su inmensa fortuna. Vivió lleno de conflictos personales a pesar de ser el ídolo sexual de generaciones de mujeres y abandonó en pleno éxito el mundo del cine cuándo comprendió que ya no podía seguir interpretando papeles de galán de modo creíble (demostrándose incapaz de reciclarse como actor). También fue alguien que evitó la SGM, y se sugiere que logró eludir el reclutamiento aceptando servir como espía y delator (lo que le permitiría sobrevivir a la caza de brujas a pesar de sus posturas bastante liberales en lo político).
Lo cierto es que en Operación Whisky al público le parecía perfectamente natural que sedujese a una mujer a la que doblaba la edad. Aún más, en Charada nos sigue pareciendo perfectamente natural que seduzca a Audrey ( 25 años de diferencia). Lo llamativo es que él mismo había rechazado interpretar Vacaciones en Roma porque creía imposible que el público aceptase que sedujese a una actriz tan joven. En su vida real no tuvo esos complejos, ya que su última esposa no es que fuese más joven que él. Es que el suegro de Grant era 5 años más joven que él.
Pero el público podía creerle capaz de todo. Al fin y al cabo, se trataba de Cary Grant.
Ayuda a mantener Hislibris comprando CARY GRANT. LA BIOGRAFÍA de Marc Eliot en La Casa del Libro.
Buena reseña Uro. :D
Creo que más que homosexual era bisexual, al menos varias de sus ex-esposas alababan sus habilidades amatorias y su fogosidad en la cama. :D
Hace poco vi en un documental sobre la caza de brujas como fue uno de los principales chivatos y por ello pudo seguir trabajando sin muchos problemas, aunque apuntas bien que de poco le sirvió a medio plazo ya que terminó quedando tan encasillado que dejaron de llegarle papeles durante los 60.
Por cierto, nada raro lo del galán maduro con hermosa jovencita, que se lo digan a un Gary Cooper cincuentón y a una veinteañera Grace Kelly en «Sólo ante el peligro» (y por poner un ejemplo, en el Hollywood de esos años hay seguro muchos más ejemplos).
En Hollywood la realidad superaba a la ficción: Gary Cooper no tenía reparos en ser amante de Grace en la vida real, pero se sentía ridículo de verse casado con una «niña»en la gran pantalla.
A juzgar por el libro, Grant nunca compatibilizó parejas de ambos sexos. Simplemente, optó en su madurez por las mujeres (Jovencísimas, eso sí)
Estuvo encasillado, es cierto. Pero a cambio era uno de los actores mejor pagados, de los que rechazaban guiones cada día.
Me congratula enormemente ver como poco a poco aparecen en esta santa página principal reseñas de cine y de actores míticos del celuloide. Pues creo que los grandes actores/directores (obviamente del siglo XX) también son gran hitos de la historia del siglo XX, en este caso Cary Grant. Y creo que deberiamos dar cabida a más genialidades del cine. It´s my opinion, claro.
Como siempre, Uro, excelente reseña. Y decirte que mi papel preferido de Cary Grant será siempre «Con la muerte en los talones». Esa mezcla de hombre de acción que sobrelleva en muchos casos sus peripecias con cierta ironía es genial. Pocos actores de hoy en día lo podrían hacer mejor.
Saludetes ;-)
Interesante lo que dice Balbo, leí en su día el famoso (y polémico) Hollywood Babilonia donde se desgranaban las pasiones y pulsiones sexuales del viejo Hollywood, y se destapaban sus casos más ocultos.
Siempre es interesante conocer acerca de ese mundo del espectáculo…que lo fue ya de nuestros abuelos.
Hollywood-Babilonia es excelente, pero esencialmente anecdótico.
Pués sí Balbo. El libro nos recuerda como ese papel se diseñó por y para Grant.
Del libro Hollywood Babilonia por ahora solo está disponible a la venta el segundo tomo. El primero anda algo descatalogado. A ver si Tusquets lo vuelve a reeditar de nuevo ;-)
A falta de 20 páginas para terminar el de «Lujuria» me voy a meter con una de las biografía de Hitchcock que según dicen los expertos es de las mejores: «Solo es una película» de Charlotte Chandler. Ya solo la introducción está bien pues cuenta que uno de los sueños del director inglés era poder entrar en una tienda y comprarse un traje, ya que debido a su sobrepeso solo se los podía poner de sastre.
Tengo este libro en casa, si no me equivoco, de mi mujer, que es más aficionada que yo a la época dorada de Hollywood y fan de Cary Grant y Audrey Hepburn. Me ha picado la curiosidad, así que entre electrones, agujeros negros y supercuerdas, igual le echo un vistazo.
Buena reseña.
Es un libro interesante, y trata bastante la época en que la Hepburn fue tildada de «veneno de la taquilla»
Lo leí hace tiempo. Espléndido recorrido por el personaje y su época. Buena reseña.
Gracias Pepe. Curiosidad: Grant nunca fué un buen actor bélico, género que evitó, sin dejar de producir un clásico de la propaganda…y del cine de submarinos.
Uro, no te olvides de Operación pacífico y aquel genial submarino rosa :)
Lo que no logro entender, es por que no podía ser un galán maduro y seducir a una mujer madura. ¿Era obligatorio que fueran jovencitas?
¿Y por qué todo el mundo se acuerda de Audrey Hepburn si la buena es Katharine?
Audrey es un clásico más reciente.
Cierto, y Operación Whisky.