CARLOMAGNO – Harold Lamb

Hasta hace no mucho, todo lo que sabía sobre Carlomagno se remontaba a una curiosa anécdota vivida hace más de 13 años con mi padre, y que contaré al final del post. Es por esto, que cuando cayó en mis manos esta novela de Harold Lamb, pensé que era una buena oportunidad para conocer, al menos por encima, a uno de los personajes más relevantes de la Historia mundial. Ahora puedo decir que el objetivo se ha cumplido.

Es curioso, pero este libro me ha descubierto un nuevo estilo de escribir novela histórica, si es que se lo puede catalogar como tal, básicamente, porque utiliza la narración novelada para rellenar los vacíos históricos que no aparecen en las fuentes utilizadas para escribir el libro. Es decir, el autor combina un ensayo muy ligero, incluyendo frases del tipo «las fuentes citan que en el año tal, Carlomagno pactó con el Imperio bizantino tal otra cosa» muy propias del ensayo, con párrafos totalmente novelados del tipo «y Carlos, volviéndose enfadado hacia sus consejeros, les gritó: tenemos que hacer esto o lo otro…».

En fin, espero que estos lamentables ejemplos hayan servido para ilustrar lo que quiero decir. Y es que nunca antes había leído un libro de este estilo; o eran novelas, o eran ensayos, pero las dos cosas a la vez, complementándose, es algo nuevo para mí.

Por lo demás, el ritmo del libro es bastante constante y se lee muy bien, aunque sin llegar a profundizar demasiado en la vida del rey de los francos. Claro, que tampoco debe de ser fácil resumir tantos años de reinado en un libro de no más de 300 páginas y partiendo de unas fuentes más que escasas.

En definitiva, un libro ameno para acercarnos al monarca que unió media Europa occidental bajo la bandera del cristianismo.

Y ahora la anécdota de la que hablaba al principio: resulta que cuando tenía 16 o 17 años, un aburrido día de verano, consigo convencer a mis padres para echar una partida al Trivial (al azulito, facilón, facilón). Bueno, pues después de media hora, yo llevaba 3 o 4 quesitos, mi madre otros 3 o 4 y mi padre cero patatero. No sabía qué decía E.T. contínuamente ni el color de Espinete. Impresionante. Hasta que cae en la casilla amarilla, Historia, y le pregunto: ¿cómo se llamaba el padre de Carlomagno? Evidentemente yo no tenía ni idea, pero él, todo feliz, responde: «anda, por fin una fácil, ¡Pipino el Breve!»… mítico.

     

48 comentarios en “CARLOMAGNO – Harold Lamb

  1. javier dice:

    Tengo entendido que en El Código da Vinci se presenta a Pipino el Breve junto a Napoleón y poco menos que los cruasans ( o croissants, que decía superlópez) como lo más famoso de Francia ¿Conoce tu padre a Dan Brown?

    saludos

  2. Julio dice:

    Que tal Richar,

    Yo leí la mitad de este libro hace como 2 años y sinceramente no me enganchó a pesar de mi curiosidad por este personaje. No quiero decir que me parezca malo el libro sino que talvez en aquel momento llegaron otros que atrajeron más mi atención. Ultimamente lo he tenido en mente para terminarlo, la primera mitad se me hizo aburridona ¿mejora después?

    Por cierto, !qué buena anécdota! Ya veo de donde proviene tu gusto por hacer tests…un saludo

    Julio

  3. richar dice:

    Saludos Julio,

    a mi la verdad es que me ha gustado todo el libro. No es que me haya entusiasmado, pero se puede leer bien y es entretenido. No sé, si no te enganchó la primera mitad, no creo que lo haga la segunda. Pero bueno, para eso hay una buena lista de bibliografía :-)

    Un saludo,
    Richar.

  4. Corkran dice:

    ¿y que tiene de curioso lo de la anecdota? el trivial tiene ese problema ¿porque mezclan cosas tan dificiles como el color de espinete, o como se llama el ganador de la primera edicion de operacion triunfo, con cosas trilladas como el padre de Carlomagno o quien era el dios del comercio?
    me encanta el trivial pero odio las preguntas de color rosa, ni siquiera entiendo el enunciado en muchas ocasiones.

    saludos a todos por cierto. soy un recien llegado pero me temo que me convertire en asiduo.

  5. richar dice:

    Hombre, según cómo se mire.

    Te aseguro que a los 16 o 17 años sabía 30 veces más preguntas de color rosa que de color amarillo, por mucho que pueda doler. Al fin y al cabo uno tiene que pasar por todas las etapas de la vida, y sin duda Espinete fue un personaje de altísima relevancia para toda una generación… je, je… y no digamos de Don Pimpón, ¡qué hombre peludo!

    En fin, me alegro de verte por aquí.

    Un saludo,
    Richar.

  6. Julio dice:

    Ya por pura curiosidad ¿Quienes son Espinete y Don Pimpón?

  7. richar dice:

    Unos personajes de Barrio Sésamo, una serie infantil de hace unos años. Espinete era un puercoespín rosa gigante y Don Pimpón era… coño, ¿qué era Don Pimpón?

  8. Corkran dice:

    al final siempre se llega a las mismas preguntas: Que soy? a donde voy? y en este caso, ¿que era don pimpon? parece buen tema para un cuento: el personaje que no sabia lo que era.

  9. rafael dice:

    Don Pimpón era un campesino viejo, gordo y gruñón que ponía el punto de cordura y sensatez q

  10. rafael dice:

    que no tenía Espinete ni otros personajes muy jovencitos del Barrio Sésamo. Lo mejor de todo era ver a Espinete, gordo, rosa y socarrón pasearse siempre desnudo por el programa, y se tomaba conciencia de ésto porque sólo al acostarse se ponía el camisón (¡¡de mujer!!). Y hablan ahora del telettubbie morao. Un saludo

  11. Urogallo dice:

    Don Pinpom era un vagabundo, ¿No se pasaba la vida viajando?. O tal vez, una metafora de Marco Polo…Por cierto, yo solo me sabia las de la tarjeta azul.

    http://www.youtube.com/watch?v=7U570sDt6fU

    Aquí el ejemplo de una juventud alienada por la falta de lecturas.

    Este video mejor escucharlo sin voz:

    http://www.youtube.com/watch?v=5crPqt2jOcM

  12. Julio dice:

    Algo que me llamó la atención de este libro es el método de Carlomagno (o más bien su instructor Alcuino) para calcular iteraciones matemáticas: aqui les dejo el problema por si alguien lo quiere resolver sin usar una computadora:

    «Una escalera tiene cien peldaños; en el primero de ellos hay posada una paloma, dos en el segundo, tres en el tercero, etc, hasta las cien palomas del escalón número cien. ¿Cuantas palomas hay posadas en la escalera? Para descubrirlo, recordad que habrá un centenar de palomas en cada par de escalones, cogiendo el primero con el noventa y nueve, el segundo con el noventa y ocho, etc. Así contais cuarenta y nueve cientos; añadid ahora el peldaño central, con sus cincuenta palomas, y el último con sus cien. De este modo, sabeis ahora que hay…..»

    ….cincuenta cientos más cincuenta palomas».

    Fácil ¿no? Lo que han hecho las calculadoras y computadoras, limitarnos el intelecto creo yo.

    Saludos.

  13. richar dice:

    Es verdad, no recordaba esta anécdota.

    Y me viene ahora a la mente que Carlomagno, a pesar de no saber escribir, sí que se esforzó en reunir una buena cantidad de libros y que éstos fueran copiados y distribuidos por su reino. Por lo visto, las «tipografías» del momento eran bastante complejas, lentas y difíciles de entender por aquellos que no habían escrito el libro, así que después de múltiples variaciones e intentos, se llegó a inventar la minúscula, tal y como la conocemos hoy en día.

    Así que nada, gracias a Carlomagno tenemos letras minúsculas. ¿Os imagináis seguir escribiendo todo en mayúscula y con caracteres góticos? ji…

    Saludos,
    Richar.

  14. Germánico dice:

    Llegó a aprender, ¿no?, de adulto. O eso tengo entendido. No estoy seguro.

    Saludos.

  15. richar dice:

    Pues ayer lo comentaba con mi padre, pero ya no lo recuerdo bien. Si no me equivoco, aprendió a leer pero no a escribir. Aunque puede que me esté colando…

    Un saludo,
    Richar.

  16. santi dice:

    Me he comprado el libro pero aún no lo he empezado… Al final este ha sido un verano de Aníbal y Escipión.
    Por cierto que me gustaría poder colgar algún día yo un post sobre un libro en hislibris y comentarlo yo… como leñe se hace?

    Un saludo
    PD: Los hackers se aburren muchísimo no? Ya podrían ir a meterse en el ordenador de la CIA y dejarnos en paz al resto

  17. richar dice:

    Santi, si quieres escribir alguna reseña -que será más que bienvenida-, escríbeme a hislibris@hislibris.com y te cuento cómo.

    Un saludo,
    Richar.

  18. Germánico dice:

    «Jilipollas» va con «g». Verás, es así: «Gilipollas». Y, oye, poner una tilde, una coma, una mayúscula o una «h» de vez en cuando tampoco está mal.

    Saludos, «Jilipollas». Curioso nik…

  19. Julio dice:

    Por cierto, siempre he tenido la duda existencial del significado de Gilipollas o Jilipollas o como se escriba, ¿alguien me puede ilustrar?

  20. Germánico dice:

    Gilipollas. Mira, Julio, lo usamos tanto que yo creo que hasta ha perdido su significado original. Viene a equivaler a cretino, imbécil. Aunque nunca había visto a nadie que se lo llamara a sí mismo, la verdad.

    Saludos.

  21. Aquiles dice:

    La aceptación de las propias condiciones mentales como paso previo al autoconocimiento…. mmm… qué tema tan interesante….
    ¡Enhorabuena, jilipoyas!

  22. cavilius dice:

    La verdad es que no suelo frecuentar este hilo (ni otros muchos), sólo de vez en cuando entro para ilustrarme y estar un poco al día de lo que se comenta; he de decir que me acabo de llevar una sorpresa y alegría mayúsculas al entrar en éste, pues no es habitual encontrar «perlas» del calibre de la que he visto aquí. Amigos hislibreños, no os ensañéis con el recién llegado señor jilipollas, pues creo que su entrada en esta web es un suceso poco común que merece la pena un análisis al detalle.

    Hemos de suponer en primer lugar que la elección del destino (es decir, esta página) ha sido totalmente voluntaria y libre de coacción por parte del señor jilipollas; de no ser así huelgan los comentarios que podamos hacer al respecto. Una persona coaccionada es sabido que reacciona de manera diferente (ya sea con violencia, timidez, agresividad, titubeo…) a como lo haría si estuviera en pleno uso de su libre arbitrio. Por otra parte, todo hace pensar que ciertamente ha sido una intervención con pleno conocimiento de causa, he aquí por qué: el señor jilipollas, en un ejercicio de alarde de su propia condición personal que difícilmente podríamos hacer cualquiera de nosotros, está diciendo que efectivamente es y ejerce como tal (esto es, como gilipollas), valiéndose para ello de argumentos de peso:

    – La incorrección en la escritura de su apodo es bien característica de un gilipollas; de haber escrito el término correctamente, quizá tendríamos dudas acerca de su condición. Puede tratarse ciertamente de un subterfugio, quizá el apodo haya sido escrito incorrectamente ex profeso, en cuyo caso nos inclinaríamos más aún si cabe a pensar en la autoría de un gilipollas en estado puro.

    – La falta de respeto a la ortografía, gramática y sintaxis, que se atisba en el mensaje que nos ha legado ratifica que se trata de un ejemplar de gilipollas operando a pleno rendimiento. Y hemos de reconocer que no es nada fácil (yo mismo he hecho intentos a menudo sin éxito) encadenar palabras sin ayudarse de los signos de puntuación, mayúsculas o tildes, y dotar de sentido a lo que se escribe. Su texto evoca el modo en que escribían los antiguos griegos, que no usaban espacios entre las palabras (el señor jilipollas ha evolucionado en este aspecto y sí los usa) ni signos de puntuación, y escribían siempre en mayúsculas (en un hábil y claro homenaje hacia estos griegos, el señor jilipollas ha escrito su mensaje todo él en minúsculas).

    – Lo que se dice en el texto, cuyo desciframiento entraña una gran dificultad debido a lo que ya he mencionado en el punto anterior, es claramente un mensaje de gilipollas. Al margen del uso de términos tales como “chorrada” o “capullo”, que ya de por sí son muestras más que evidentes de la condición de gilipollas por parte de quien los emplea, al margen de esto, digo, el significado de la frase es de una ambigüedad y polivalencia sólo alcanzables por los gilipollas mejor preparados. Recordemos el enunciado: “[i]me parece una chorrada todo esto que decis aqui no es tan real como la vida y esa no es la biografia de carlomagno esa es la vida de un capullo que se a entrometido en la vida de una persona[/i]”. Si tratamos de traducir eufemísticamente lo dicho por el señor jilipollas, el mensaje resultante puede ser algo así como: “[i]Lo que aquí se dice es una necedad, ya que no es tan real como la vida; no se trata de la biografía de X, en este caso Carlomagno, sino más bien de la intervención injustificada de un señor poco inteligente en la vida de otra persona[/i]”. El sentido de dicha frase se nos rebela y no es fácil de captar, se hace ambiguo, deviene un pensamiento aplicable a muchos casos y en muchas circunstancias, de modo que parece que en el fondo no se está diciendo nada, de provecho al menos. Tal es el caso de la mayoría de enunciados, locuciones, axiomas, sentencias y expresiones utilizadas por los gilipollas.

    Por todas estas razones creo que podemos afirmar con rotundidad que nos encontramos ante un AUTÉNTICO GILIPOLLAS; pero tengamos en cuenta que se trata de un ejemplar que alardea y se autocomplace de su propia condición, como bien dice Urogallo, lo cual es cuando menos paradójico y poco frecuente entre los gilipollas.

    Es ciertamente discutible que su aportación a Hislibris sea o no enriquecedora para el contenido de estas páginas o para los que participamos en ellas, pero quiero romper una lanza en favor de este gilipollas que valientemente ha querido sobreponerse a sus circunstancias e intervenir en este hilo para que todos podamos ser partícipes de sus gilipolleces. Otra cuestión es si el señor jilipollas tiene pensado hacer más apariciones por aquí o no; yo en todo caso le animo a que lo haga ya que, como se adivina por lo dije al principio, que no era pura palabrería, se trata de una gran oportunidad que no deberíamos malograr, ni nosotros, los habituales de estas páginas, ni el señor jilipollas, quien, si por azares del destino alcanzara a leer esto, tendría la ocasión de obrar en consecuencia al mensaje que desde aquí le llega y demostrarnos lo gilipollas que puede llegar a ser.

    A modo de colofón cito aquí bibliografía secundaria muy útil para profundizar en el tema en cuestión:

    Antropología:
    [u]La adaptación del gilipollas a su entorno[/u]
    [u]La gilipollez como forma de vida[/u]
    [u]Gilí, gilipollas y agilipollado: estudio comparativo[/u]

    Historia:
    [u]Griegos, persas y gilipollas[/u]
    [u]Efialtes, ese gilipollas[/u]
    [u]La gilipollez en la historia: del hombre de Cro-magnon a George Bush[/u]
    [u]Carlomagno y sus problemas con los gilipollas[/u]

    Autoayuda:
    [u]Curso rápido de gilipolleces para gilipollas[/u]
    [u]Soy gilipollas, ¿y qué?[/u]
    [u]Aprenda a ser gilipollas en 10 días[/u]

    (No los busquéis, creo que están agotados todos)

  23. cavilius dice:

    Para que luego digas, Arauxo, que todo lo interesante y divertido sucede en el foro…

  24. richar dice:

    cavilius, impresionante exposición y disección del susodicho hombre gilipollesco. Aunque tengo que desilusionarte, querido amigo, ya que la aparición del jilipollas es más frecuente de lo que imaginas, y con unos fines mucho más básicos de los que intentas interpretar.

    Se trata, única y exclusivamente, de lo que se conoce como trolls, que no son otra cosa que energúmenos que se aburren demasiado y se dedican a poner mensajes de este tipo allá donde van a caer, con la única finalidad de tocar las partes nobles.

    Así pues, lo único que se puede hacer con estos personajes son dos cosas:

    1) eliminar sus mensajes: esto es lo más conveniente, y es lo que suelo hacer en cuanto los veo. Lo que pasa en este caso es que lo vi demasiado tarde y ya había varias respuestas.

    2) Ignorarlos: porque si respondemos a sus gilipolleces les estamos dando la importancia que ellos persiguen (a pesar de que muy probablemente no volverán a pasar por aquí) y están logrando su único objetivo.

    Así que ya sabéis, a palabras necias, oídos sordos, que ya me encargo yo de ir borrándolos.

    Por último, me impresiona y me llena de orgullo el hecho de aún respondiendo a mensajes como el de jilipollas, hay más de uno por aquí con un grado de lucidez y una clase dignas de mención.

    Gracias a todos (a ti no, jilipollas).

    Richar.

  25. cavilius dice:

    Completamente de acuerdo, richar, es que me vino un arrebato de inspiración (con mayor o menor acierto).

    Pero como diría Spike Lee: haz lo que debas.

  26. Casio dice:

    Bonita disertación sobre los gilipollas, lo que me reído.
    Sobre todo me ha gustado la parte en la que expones que se trata de un auténtico gilipollas por llamarse jilipollas, fascinante.

  27. Ascanio dice:

    JUAJUAJUAJUAJUAJUA…Cavilius, te mereces un diploma. ¡Richar! Un diploma para Cavilius, que se lo ha ganado. Todavía me estoy secando las lágrimas de la risa, por Dios, qué «pechá» de reír…
    Qué manera más buena de empezar la semana, madre mía.

  28. Arauxo dice:

    Ojú, Cavilius, otra así y no lo cuento… Estaba tomando un café cuando he leído tu profundo análisis sobre el perfil psicológico de este nuevo amigo contertulio y me he atragantado, me he puesto perdido y casi me ahogo… Como dice Ascanio en mi propio idioma, «qué pechá reí…»

    Gracias, Cavilius, porque me has hecho recuperar la fe en la página principal de Hislibris (a mí dejadme de terminología vudú, esa que incluye «blog», «chat», «post», «banneado» y no sé cuantas otras fórmulas ritualistas mágico-esotéricas; así que a esto lo llamo «página principal», se llame como se llame en anglotecnologés), porque, es verdad, que aquí sigue uno leyendo cosas divertidas. Es más, creo que en realidad lo mejor se escribe aquí y no el foro, porque nos esforzamos más. Ya se sabe que donde hay confianza…

    Un -todavía sonriente- saludo.

    P.S.: Jilipollas, no te cortes y sigue escribiendo, hombre, que aquí aceptamos a todo el mundo tal como es. Incluso si es gilipollas.

    P.S: ¿Qué tienes tú, que tu amistad procuran?
    ¿Qué interés se les sigue, Richar mío,
    que, o bien te espetan «mentecato», tío,
    o hasta en tus propias reseñas te empuran?

  29. cavilius dice:

    Pero si el análisis iba en serio…

    Completamente de acuerdo (últimamente estoy repitiendo mucho esas palabras), Arauxo, con tu breve evaluación de la «página principal» y el foro. Pero yo hace tiempo que caí, sí, caí, al foro-foso…

    Saludos

    P.S.: A ti, señor jilipollas,
    ¡Oh, cuánto fueron mis palabras duras,
    pues no te entendí! Raro desvarío.
    Mas si de mi ignorancia yo me río,
    ¡a la tuya no hay enmiendas ni curas!

  30. Messala dice:

    ¿De dónde sacais la inspiración? Vaya forma de demostrar lo verdaderamente gilipollas que es jilipollas. Me quito el sombrero.

    Y volviendo al hilo de Carlomagno (desviado por una gilipollez), es un personaje sobre el que tengo intención de leer. Tengo en casa una biografía escrita por un tal GP Baker, pero debió ser escrita hace ya más de medio siglo y no me «simpatiza». Sin embargo, la que habeis puesto aquí de Harold Lamb ha recibido opiniones encontradas. ¿Alguien conoce otra biografía actual con una buena crítica más unánime?

    Por cierto, Richar, yo estoy con tu padre: mira que es difícil encontrar un pregunta fácil en el Trivial y, cuando por fin sale, todos se te quedan mirando con cara rara…

    Un saludo.

  31. Julio dice:

    Hola Messala,

    Yo solo he leído el de Lamb y mi opinión ya la ves. Hace poco hojeé este en una librería en USA y no lo compré hasta ver otros comentarios, pero ya ves que al menos a algunos les ha parecido bastante bueno:

    http://www.amazon.com/o/ASIN/0385516703/ref=pd_rvi_gw_3/104-5667392-8199902

    Aun sigo pensándolo si lo compro o no. Saludos

    Julio

  32. Messala dice:

    Gracias por el enlace Julio. Por lo que he podido entender, lo ponen bastante bien y además hay otros libros también sonbre Carlomagno. El problema es que mi inglés es de andar por casa. Así que tendré que esperar a que lo traduzcan.

    Un saludo.

  33. jerufa dice:

    ¡Vaya hombre…que risa!. Cotilleando en el foro me he encontrado este hilo y me he partido de la risa con la respuesta de Cavilius. Eres mi idolo, tío!
    Adió, adió.

  34. Jenofonte dice:

    Hay una referencia al especimen al que se refiere Cavilius en:
    MOLINEAX, Dominique-Francois. Intructions, rapports et notices sur les voyages scientifiques dans l’Espagne. Paris, 1729.

  35. Jenofonte dice:

    Una pregunta acerca de Harold Lamb, ¿alguien ha leído «Ciro el Grande»?

  36. cavilius dice:

    Yo mismamente, aunque hace muchos años. Recuerdo que fue una agradable lectura, presentaba a un Ciro muy humano y cercano.

    Saludos

  37. Jenofonte dice:

    Cavilius, ¿estará basado en «La Ciropedia» de Jenofonte?. Tengo ese libro, pero en una desesperante traducción del siglo XVIII. No me gustan los «basado en» cuando se limitan a transcribir un texto agregando algo por allí y por allá, pero si me lo convierten en algo más digerible, acepto.
    El Ciro de «La Ciropedia» es muy amable, conversador, ávido de aprender, amigo de sus amigos y generoso con los vencidos, el famoso Creso, entre ellos. Parte biografía, parte libro de enseñanza, en realidad el libro es un panegírico descarado, pero está bien.
    Gracias, Saludos.

  38. cavilius dice:

    Indudablemente la novela de Lamb bebe de la Ciropedia pero no es una «transcripción». Recuerdo al Ciro novelístico con esos rasgos que mencionas, que son los que le dibuja Jenofonte, pero también le recuerdo dubitativo a veces, inseguro, imperfecto, en fin: humano. En este aspecto Jenofonte no incide ya que, como dices, su obra es una apología sin tapujos sobre la figura casi divina del rey persa.

    Puestos a recomendar novelas sobre Ciro, yo no tengo reparo en hacerlo con ésta; sí lo tengo con otra que leí, de autor Guy Rachet y título Ciro, el sol de Persia. Si la ves, huye de ella o, como mucho, regálasela a algún menor de 15 años; ése sería su público, creo yo.

    Y puestos a NO recomendar novelas basadas en obras de Jenofonte, me quedo con La Odisea de los Diez Mil, de Michael Curtis Ford. Eso sí que es una magnífica transcripción de la Anábasis, y lo demás son tonterías.

    Saludos

  39. Arauxo dice:

    Cuánto aprendo contigo, Cavilius, jomío, en este y en otras 387.925 reseñas de estas páginas. Eres la Cavilipedia Hislibrorum. Y coincido absolutamente en la valoración de esa excelsa y originalísima obra del Pseudo-Jenofonte.

    Saludos (con el sombrero en la mano).

  40. cavilius dice:

    ¿Con el sombrero en la mano? Pues ahi van unas monedillas, en pago al peloteo… ;-)

  41. esther dice:

    olaaa alguien sabe porq cuando una personaa dice marco.. la otra responde polo??

  42. richar dice:

    oh dios mío, una pregunta paradójica sin solución… ¿o sí la tiene? buf, liado me encuentro.

    Saludos,
    Richar.

  43. Clío dice:

    Bueno por fin la he terminado, me ha gustado, yo la consideraría un biografía novelada, como dice Cavilius nos presenta al personaje muy humano, voy al ranking a votar,¿ se encuentra fácil el del Ciro el grande?

  44. richar dice:

    Yo el de Ciro creo que lo tengo en la colección de Grandes Conquistadores de RBA.

    Saludos,
    Richar.

  45. Vorimir dice:

    Anda, a la vejez viruelas, ahora encuentro esta reseña. Decir simplemente que el libro me gustó bastante cuando lo leí hace unos años, curiosa mezcla de ensayo e historia novelada.

  46. Lucía dice:

    Tengo el libro en la pila desde hace mucho tiempo y, supongo, algún día tendrá que
    caer.
    Respecto a los comentarios, me he reído un montón, esto es mucho mejor que el
    libro. La exposición de Cavilius es genial. ¡Qué buen rato me he pasado!

  47. Si bueno usted Richar tiene usted razón , en cuanto al estilo de la biografía novelada escrita por el sabio medievalista inglés Harold Lamd , que entre otras ha escrito las de Omar al Kayan y las de Solimán el magnifico. La de Carlomagno aún no la leo, . Mis felicitaciones por su reseña y gracias .

    Jorge López Zegarra

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