BOHEMUNDO – Jean Flori
Un caudillo Normando. Un cruzado que se detuvo en el camino. Un prÃncipe de Tierra Santa. Señor de AntioquÃa. He aquà a Bohemundo de Tarento/Marco de Hauteville, el hombre y la vida que Jean Flori quiere analizar. Pero no hablará de batallas, ni de cargas rodilla contra rodilla, lanza en ristre y caballos al galope. Su objetivo son las mentalidades, las ideologÃas, el espÃritu de la época. Y el espÃritu de Bohemundo es el hambre de tierras normandas. Tierras que pretende lograr gracias a su alianza con el papado, y decorando sus brillantes gestas con canciones y poemas épicos, a los que está unido desde su nacimiento. Su nombre cristiano de Marco fue sustituido por su padre por el de Bohemundo, el personaje de un romance. Es un normando, los caballeros errantes por naturaleza, siervos devotos del papado y amantes de las gestas, el valor y las riquezas. Perdida la lengua y el paganismo, queda la sangre y la pasión por la batalla. Bajo sus cotas de malla italianas aún laten corazones de vikingos, pero siempre marcharán bajo el estandarte del pontÃfice.
El autor deja claras sus intenciones en el prólogo. No le interesa la biografÃa en tanto que anecdotario, si no en cuanto aportación personal a la historia. Lo que de la biografÃa de un hombre afecta al destino de los pueblos es lo que quiere aislar. Y eso es lo que nos cuenta. Si queremos curiosidades y batallas, no será aquà donde aparecerán.
El libro nos lleva a las guerras de los señores normandos por asentar una base de poder en el sur de Italia y los Balcanes, y cómo esas infructuosas luchas convencen a Bohemundo de trasladarse con toda su hueste y bajo las banderas de la Cruzada hacia las prometedoras tierras de Asia. Igual que sus antepasados en Noruega y Dinamarca, no importa renunciar a un destino de mediocridad y pobreza por un sueño de poder y riquezas. Todo se puede dejar atrás en un momento ante el hambre de honor y horizontes. Italia ya es demasiado pequeña, en el Este encontrará su destino.
Bohemundo destaca como un caballero en una guerra santa, no como un cruzado. Flori aclara el concepto. Bohemundo parte a luchar contra los enemigos de la religión, allà donde los encuentre, y a formar un poder territorial gracias a su valor. No es un peregrino con espada camino de Jerusalén, es un guerrero del Papa dispuesto a recuperar las tierras que un dÃa fueron cristianas. Y a labrar su futuro en la labor.
Bohemundo también es el más terrible enemigo de Bizancio, aunque pacte provisionalmente con el emperador Alejo. Su destino es enfrentarse con él para asentar su propio poder en el este, y por eso será eterno enemigo de los griegos. Afeminados, viciosos, débiles, corruptos… Siempre dispuestos a aliarse con los enemigos de la fe y a luchar contra los siervos de la verdadera Iglesia, sobre todo si esos siervos pretenden construir un imperio a su costa. Antes que los paganos bárbaros, el enemigo se sienta en el trono de Constantinopla. El sueño de Bohemundo es el sueño de su padre. El trono de púrpura.
Bohemundo se convierte en prÃncipe de AntioquÃa y en un poder autónomo en Tierra Santa. Esa construcción territorial que surge de la nada es el gran logro del normando. Igual que sus antepasados en Irlanda, Inglaterra, NormandÃa y Sur de Italia, los normandos desean una tierra propia que conquistar y defender. Y en ella asientan sus banderas, y se aclimatan sin renunciar a su tradición. Crean un estado normando en Asia, un estado que sobrevivirá más de un siglo.
Es más la descripción de una época y de una forma de ser que una biografÃa al uso, desde luego. Pero está dedicada a una de las grandes aventuras de la historia, el punto final del camino que llevó a una raza desde los fiordos de Noruega hasta las torres de AntioquÃa.
BOHEMUNDO
JEAN FLORI
Edhasa
[tags]Bohemundo de Tarento, Jean Flori, Marco de Hauteville, Tierra Santa, Cruzadas[/tags]

Ayuda a mantener Hislibris comprando el Bohemundo en La Casa del Libro.
Â
Tal y como la reseñas, tiene esta biografÃa mejor pinta de lo que parece, aunque viniendo de Flori no sorprende… La tengo más que hojeada, creo que no tardaré mucho en comprarla, me has picado aún más la curiosidad.
Buena reseña, sà señor.
Gracias.
Lo cierto es que la introducción del autor me dejó planchado: ¿Que no habrá batallas y asedios?. Bueno, ciertamente no minuciosamente descritos, pero si están las campañas, las intrigas y los viajes.
La vida de un guerrero.
De hecho, me interesa más este planteamiento que cuentas que no el de la habitual y tópica biografÃa de cariz militar…
Pues parece muy, pero que muy interesante la biografÃa. Y con lo que me gusta la temática Cruzada…
Entonces perfecto, puesto que es en el que ahonda.
Es una visión curiosa de la Cruzada Vorimir, en ese aspecto no defrauda. No solo los planteamientos previos (Guerra Santa/Peregrinación Santa) si no también la colonización posterior, y los planteamientos de los cruzados en vista a su permanencia en Tierra Santa ( Y todo lo que se pudiese arramblar en las cercanÃas).
Parece ser uno de los fuertes de este autor, ¿no? El ahondar en ese tipo de planteamientos en torno a la idea de «guerra santa» -cosa que es lo que más me interesa del perÃodo.
BuenÃsima la reseña, Uro. Y otro libro que me gustarÃa leer, vaya que sÃ.
Danke Schon.
Si, estudia bastante esa idea en formación de la «guerra santa» cristiana. Por poner un ejemplo, los españoles fueron expresamente excluidos de la peregrinación armada a Tierra Santa, puesto que su guerra en lucha contra los musulmanes era tan santa como aquella, y sujeta a las mismas indulgencias.
Asà pués, el papado no veÃa negativamente que se formasen otros reinos cristianos en la zona, puesto que toda era sagrada tierra cristiana que debia volver bajo el báculo de la Iglesia.
¡Vaya!. Llevo un verano entre Templarios y Hospitalarios que ni os cuento, y como no podÃa ser menos, me faltaba este libro para ir cerrando el cÃrculo.
No sé Urogallo por qué siempre acabo haciendote caso. ¿Será eso malo?
Estupenda reseña. ¡Claro está!
Abrazos.
Si me hicieses caso me habrÃas venido a ver. :D
Dejala, dejala, por Dios, que en tu casa no hay sitio y en la mia si.