BEHEMOTH – Thomas Hobbes

Behemoth, uno de los monstruos de la escatología judía, es el título que Hobbes dio a su relación de los acontecimientos que tuvieron lugar en Inglaterra durante el llamado Parlamento Largo, las dos guerras civiles y la Commonwealth de Oliver Cromwell.

Escrito durante sus últimos años de vida y publicado hacia 1668, el ilustre padre fundador de la Ciencia política, se aproximaba a una serie de acontecimientos de los que él mismo fue testigo y que, según sus propias palabras:

» He visto en esta revolución un movimiento circular del poder soberano desde el difunto rey a su hijo a través de dos usurpadores, padre e hijo. Pues pasó del rey Carlos I al Parlamento Largo, de ahí al Rump, del Rump a Oliver Cromwell y de nuevo de Richard Cromwell al Rump; de ahí al Parlamento Largo; y de ahí al rey Carlos II».

Los usurpadores eran Oliver Cromwell y su hijo Richard, los legítimos detentadores del poder los Estuardo Carlos I y Carlos II y entre medias dos parlamentos, el Largo y el «Rump» que contribuyeron, entre otras minucias, a declararle la guerra al rey, a juzgarle por delito de alta traición, a cortarle la cabeza y a establecer una República y, más tarde un Protectorado, en honor y gloria de Oliver Cromwell.

Hobbes analiza toda esta tempestuosa trayectoria siguiendo el clásico modelo de diálogo entre dos personajes que se preguntan e interrogan sobre el tema. Pero no es una pura narración aséptica y lineal sino un elaborada explicación de las raices, del desarrollo y de los errores que condujeron a la guerra y a la República cromwelliana.

Para Hobbes la guerra es la destrucción del orden civil, cuyo origen se encontraría en las enfermedades propias del cuerpo político, a saber: la difusión de creencias y doctrinas falsas y erróneas que socavaron la autoridad del rey.
Tales doctrinas iban asociadas a la labor infecciosa de distintas confesiones: Presbiterianos, papistas e independientes.

Los primeros, por su recurrente y radical pretensión de subordinar el poder político al religioso a modo de teocracia calvinista, los segundos por presuponer una sumisión de Inglaterra a un poder extraño y foráneo ( Roma) y los terceros por desvincular cualquier comunidad confesional del orden civil y por introducir la más radical idea de tolerancia en un mundo poblado por infinitas sectas.

Hobbes, analiza también el papel de la Biblia dentro del conflicto a raiz de las distintas interpretaciones que hicieron tanto las sectas como los episcopalianos de la misma. Con esto señala algo que es básico a la hora de entender esa revolución y, sobre todo, ese periodo.
Al carecer de lo que hoy llamaríamos una sociedad civil secularizada, la sociedad inglesa como cualquier otra europea de la época, se sustentaba en una concepción sacral de cualquier orden político instituido. Es decir, el orden tanto político como social tendrían un referente divino y como tales deberían ser considerados. No cabía, tanto en una concepción ultrapuritana, version presbiterianismo ultracalvinista hardcore, como en la jerarquía episcopal anglicana, la idea del poder como algo puramente secular y fruto del pacto social entre ciudadanos.
De ahí la «super-importancia» de la Biblia como Texto fundador y legitimador de órdenes políticos, jerarquías y normas de convivencia. Y de ahí la controversia, espada en mano, de los distintos grupos confesionales que se lanzan a la guerra no solo por una mera cuestión de competencias parlamentarias o regias, sino por toda una concepción, y yo diría cosmovision de un mundo » turned upside down».

Los presbiterianos, las sectas mas radicales y los anglicanos, argumentan su posición, su ideario y su idea de lo que debe ser Inglaterra y su propia Iglesia, Biblia en mano. La legitimidad viene de ahí y el ordenamiento de su Iglesia solo podía basarse en el Texto Sagrado… y más en una nación de Protestantes inveterados.

Pero ahí está la descomunal presencia de Hobbes y su Leviatán político para recomponer y crear ex novo todo un ordenamiento político secular basado y creado solo por el puro compromiso entre los hombres, derivando todo orden político y social de la voluntad humana alejada de la Providencia Divina y de los textos sagrados. Es solo el hombre en comunidad el que crea al Hombre Artificial, es decir al Leviathan, al Estado por razones de pura supervivencia social.
Y asi Hobbes, digámoslo claramente, se inventa al Estado, al gran LEVIATHAN… frente al BEHEMOTH que no es sino la guerra civil, la descomposición del orden político y de la jerarquía social.

La solución partiría, logicamente de una recomposición de un poder único y fuerte encarnado en la monarquía que estableciese normas de conducta, creencias y obediencias uniformes a ese poder único y soberano. A esto algunos lo han llamado absolutismo; yo voy, como dije más arriba, más allá: esto es el ESTADO MODERNO SECULARIZADO.

De ahí la importancia en la uniformidad de las creencias como fuente del orden despejando cualquier controversia legitimada en la interpretación de la Biblia. Cuanto menos, ésta debe ser enseñada e interpretada
de forma uniforme. Evitando la profusión y el empleo de falsos predicadores tan a gusto del puritanismo inglés. Optando por la creación de una auténtica religión política de estado que rige el funcionamiento del Hombre Artificial y que fija la obediencia a él.

Esto es en cierta medida el Behemoth de Hobbes, obra que no puede dejar de ser vista bajo la influencia aplastante de su prodigioso e inabarcable Leviatán.

Dios le tenga en su gloria.

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26 comentarios en “BEHEMOTH – Thomas Hobbes

  1. Germánico dice:

    Interesantísimo comentario, Nando.

    La Revolución Puritana (qué contradicción, ¿no?) de Cromwell es uno de los periodos más fascinantes de la Edad Moderna. El análisis de los sectores implicados en el movimiento (la «gentry», los militares fogueados en la represión irlandesa, la soldadesca y los mercenarios, los sectores urbanos comerciales, los campesinos, …) muestran lo convulsa que era la época y las contradicciones internas del movimiento revolucionario: en su heterogénea composición, llevaba el embrión de su fracaso.

    Este periodo histórico, al que hay que relacionar con los restantes movimientos antiestatales europeos del siglo XVII (los movimientos anti-centralistas franceses, la secesión portuguesa y los intentos andaluces y catalanes, y tantos otros conatos revolucionarios), suelen ser completamente tergivesados en la actualidad, presentándolos como movimientos democráticos cuando en realidad solían suponer un último intento de la nobleza para evitar la erosión de su poder, requisito indispensable para la existencia de los nuevos Estados nacionales. Yéndonos un siglo más atrás, ¿cómo nos presentan el movimiento Comunero? ¿O los levantamientos de los «hirmandiños» gallegos en el siglo XV?

    El libro «El Estado Absolutista», de Perry Anderson (Akal) presenta una excelente y amplia visión de la Europa de esta época y de los levantamientos citados. Para los interesados por Cromwell, esta página
    http://www.olivercromwell.org/ puede ser de gran interés.

    Saludos.

  2. richar dice:

    Pues yo no sé qué he encontrado más impresionante, si el desarrollo del post por parte de nando, o que Germánico lo haya entendido e incluso disfrutado :-)

    No, es broma. Lo siento pero mi ignorancia me impide comentar nada acerca de este post… y mira que lo he intentado pero nada… que no me viene nada…

    Eso sí, la cabecera con la decapitación estilo «south park» me ha encantado.

    Saludos,
    Richar.

  3. Germánico dice:

    A mí también; deberías haberla dejado un par de días más (¡sácala de nuevo para Halloween!).

    Hombre, mi respuesta no se ciñe estrictamente a lo expuesto por Nando. Va más por el punto de vista histórico (es lo que en realidad me tira). Además, debo confesar que siento un odio irracional e injusto por Hobbes, como consecuencia de la necia (para mí) actitud de un profesor de 3º de BUP que nos obligó a leer el Leviathan y a hacer un trabajo para aprobar su asignatura. Jamás entenderé estos sistemas pedagógicos que obligan a leer. Creo que son los que más fomentan la incultura general.

    Saludos a todos.

  4. richar dice:

    Yo estuve unos cuantos años sin leer por culpa de lo mismo…

  5. javier dice:

    Axel Oxenstierna cabalga de nuevo. Ante todo, gracias Nando por devolverme a mi pequeñez intelectual y humana.

    En cuanto al libro que comentas, entiendo que se trata del negativo de Leviatán, escrito para insistir en las miserias que conlleva su ausencia. Dada la época que tocó vivir a Hobbes, descrita en la cita que incluyes, no es raro su famoso pesimismo antropológico. Ahora bien, yendo a la miga del asunto y al origen del estado moderno secularizado, fruto como dices ­ y en teoría – del pacto entre los hombres y desligado de cualquier origen divino, la pregunta sería si crees tú ­ ya que te has lanzado ­ que un Hobbes o un Leviatán son condición necesaria ­ aunque no suficiente ­ para la secularización de aquellos países islámicos donde todavía el origen divino de la ley, la estructura política y el hombre sigue siendo dogma incuestionable.

    Ya sabemos que el desarrollo de los países y las culturas/religiones no es lineal, y no hay por qué hablar de evolución ni propiamente de desarrollo, porque unas y otras no tienen por qué atravesar necesariamente los mismos estadios, y bla, bla. Vale, pero mantengo la pregunta: ¿es comparable ­ en el sentido que nos ocupa- la situación de estos países a la Inglaterra de la época que describes? Márcate una visión global en un momento, tipo Coronel Kurtz.

  6. nando dice:

    Gracias Germánico por el link de Cromwell que has puesto, yo ya he empezado a bucear por él.

    Lo de Revolución Puritana sigue siendo objeto de controversia, unos defienden la idea de Revolución otros son mas favorables a hablar de Revuelta o Rebelión… y los más listos se quedan con el aséptico de Guerra Civil.
    Yo, que soy amigo de mojarme, considero que lo de la Inglaterra del XVII fue una auténtica Revolución política, pues un ordenamiento político tan jerarquizado e incuestionado por siglos de tradición jurídica y religiosa, como todos los del Antiguo Régimen, se ve desmontado de la noche a la mañana desde el momento en que a un rey, Cabeza del cuerpo político, literalmente se le corta la misma.

    La alteración es tal que Inglaterra pasa a convertirse en República por un puro acto tan físico pero con repercusiones muy profundas. Porque, por mucho que se haya dicho, la influencia o la existencia de una facción republicana en el parlamento fue mínima o inexistente antes de la decapitación de Carlos I.
    Cromwell y su New Model Army luchaban contra el que consideraban un usurpador del oficio de Rey, contra alguien que era visto como un privado que había alterado el orden jurídico y constitucional de Inglaterra y que, además, y de ahi lo de puritano, estaba alterando la Religión en Inglaterra, con practicas que se alejaban delk ideal de Reforma y que traían, según ellos, la vuelta del papismo.

    Es curioso, pero como en todo, era una cuestión de percepciones. Cada parte interpretaba su postura conforme a las leyes y es muy dificil valorar quien tenía, legalmente, la razón.

    La idea de Revolución en el XVI y el XVII era algo distinto a lo que es ahora. La alteración de cualquier orden no era querida por ningún estamento pólítico y de ahi que cualquier deseo de cambio o de reconducción de una situación se basase más en la idea de una vuelta a los orígenes… curioso ¿no?. El «cambio» se fundamentaba en una visión de todo lo anterior, es decir, del pasado, y, en nada, en una idea de progreso lineal hacia el futuro: vuelta a los orígenes como clave de cualquier proyecto de renovación.

    lLa parte más social de la Revolución que tu comentas es lo que a mi más se me escapa. Está claro que fue la Gentry el grupo social más dominante y que, como en muchas revoluciones, evitó ser desbordada por la izquierda. No en vano, el grupo políticamente mas radicalizado dentro del ejército, los «levellers», fueron barridos previa ejecución de sus cabecillas.
    Y de estos yo si que me atrevería a decir que defendían un ideario protodemocrático que, desde luego, no triunfó.

    Convirtiéndome en el marxista histórico, que no soy, se puede calificar a la Revolución Puritana de revolución conservadora.

    Tienes mucha razón en la errónea interpretación de las revueltas y rebeliones en el Antiguo Régimen: de democráticas no tenían nada. Las más eran una defensa de privilegios y libertades que en nada se pueden calificar de «modernas».
    La Modernidad llega con la Revolución Francesa y con la alteración de todo un orden estamental, sustituido por las clases sociales, que en nada se vio afectado durante los tiempos de la Revolución en Inglaterra. El orden de la propiedad y su posesión( y que tu como buen marxista que intuyo que eres o eras, corrígeme si me equivoco) aceptarás que no fue alterado.

    A Perry Anderson le he leido, y en profundidad. Mi punto de vista es completamente divergente en cuanto a su interpretación del Absolutismo, tema que no quiero sacar por temor a que Richar me acabe echando de este parlamento. Di buena cuenta del absolutismo sueco en otro foro demasiado alambicado.

    … y no, no entiendo como en tercero de BUP un profesor te obligase a leer el Leviathan de Hobbes, veo lógico que lo odies. Para mi Hobbes es, junto con Maquiavelo y Bodino, el gran pensador de la época moderna que yo tuve la suerte de leer con apoyos, y sin estar obligado.
    Yo, por ejemplo, acabé odiando a La Celestina.

    … a Javier le contesto más tarde… y he de reconocer que me veo desbordado por sus hipótesis..

  7. Anthos dice:

    Al hilo de la referencia a los presbiterianos que realiza Nando en su enjundiosa exposición, a quienes atribuye justamente una <recurrente y radical pretensión de subordinar el poder político al religioso>, ejemplificándolo con la <teocracia calvinista>, se me ocurre apostillar algunas improvisadas ideas, aunque con ello me aparte un poco del fondo de su artículo.

    El origen divino de toda autoridad ha sido constantemente propugnado por los detentadores del poder. Nada más útil a sus aspiraciones despóticas que llevar a sus súbditos al convencimiento de que la potestad que ejercen dimana de Dios, quien les ha elegido precisamente a ellos como sus depositarios. Ya les gustaría a nuestros democráticos políticos electos que cundiese esta idea.

    En nuestros lares, ya por el año 1000 Sancho III el Mayor de Navarra se autotitulaba, a la usanza de los francos, <Dei gratia Rex> (Rey por la gracia de Dios), y después de él lo han hecho casi todos los monarcas hispanos. Un paso adelante es el dado por Calvino en su gobierno personalista de la ciudad de Ginebra, o el de Savonarola en su férreo control de Florencia, ambos amparados en soflamas moralistas y religiosas, casi teocráticas. Y digo <casi> porque la auténtica teocracia es la forma de autoridad política ejercida por los ministros de Dios. Si Calvino o Savonarola se consideraron en algún momento instrumentos divinos, los que se han tenido siempre por genuinos representantes en la tierra de la única y verdadera deidad han sido los Papas.

    El Vaticano ha sido siempre teocrático, o al menos lo ha pretendido, si bien en ocasiones el poder civil, más fuerte militarmente, se lo ha impedido. Dos pontífices destacan en la historia de la Iglesia Católica como personificación misma de la teocracia más ultramontana: Gregorio VII e Inocencio III. Valgan sendas referencias a sus respectivos talantes: Gregorio VII queda retratado en sus Decretos, los famosos <27 Dictatus papae>, de los que pueden entresacarse estas perlas: 8.- Sólo el papa puede usar la insignia imperial; 9.- El papa es el único hombre al que todos los príncipes besarán los pies; 12.- Al papa le está permitido deponer a los emperadores; etc. Inocencio III no se quedaba atrás y se proclamaba <inferior a Dios pero superior al hombre, quien juzgará a todos y no será juzgado por nadie>. Admitía que el poder civil provenía de Dios, pero a través de su cabeza visible en este mundo, el papa. Por eso mantenía que <como la luna recibe su luz del sol, así el poder temporal recibe su esplendor del pontificio>.

    No es de extrañar que, tras la unificación de Italia, Pío IX no se resignase a perder el poder soberano que ejercía sobre los Estados Pontificios.

  8. Germánico dice:

    Je, je, Nando: tienes razón: el marxismo político lo abandoné hace tiempo, pero sigo utilizando el histórico en la medida en que, combinado con otros tipos de análisis, a veces sigue funcionando. En cualquier caso, comparto totalmente lo que dices: ni el Lord Protector ni ninguna de las Revoluciones del XVII cambió los medios de propiedad o de trabajo de las sociedades europeas.

    Es conveniente, en este sentido, echarle un vistazo a la Revolución Americana: la conozco más bien poco, pero me resulta totalmente sorprendente en sus principios y, sobre todo, en sus resultados. No olvidemos que la francesa acabó como acabó…

    En cuanto a la interpretación de Perry Anderson sobre el estado Absolutista, yo, qué quieres que te diga, tampoco estoy de acuerdo con eso de que la monarquía lo que deseaba era preservar a la nobleza integrándola en el Estado. Pero el resto del librito no me digas que no está bien.

    Un afectuoso saludo.

  9. Germánico dice:

    Por cierto, y perdón por no haberlo hecho en el comentario anterior, os dejo una interesante referencia sobre el juicio a Carlos I («El Procedimiento sin ejemplo»): está muy bien tratado (al menos para mí) en el libro de Alexander Demandt «Los grandes procesos de la Historia» (Crítica Bolsillo). Trata, además de este asunto, otros tan interesantes como el de Luis XVI, Juan Hus, los Templarios (desde una perspectiva seria nada habitual), la matanza de Estocolmo de 1520 (¡ese te va a gustar!), el proceso tras el incendio del Reichstag, las purgas de Stalin, N&uacuote;remberg, Jesús,… Muy, muy interesante.

    Obra específica en español sobre el juicio a Carlos I no conozco. ¿Alguno sí?

    Saludos.

  10. lewis dice:

    He estado leyendo los comentarios sobre este libro y comparto plenamente la visión de Richar; es alucinante el nivel y la calidad de las opiniones que se descubren en este foro. Las aportaciones son brillantísimas, nivel de lujo el de los foristas de hislibris, de lo mejor, de verdad..

    Lo que puedo aportar al tema son dudas ( si es que no me salgo del hilo ). He debatido mucho ultimamente sobre el Estado de Israel, para algunos es una teocracia ( El país del Judaismo ) para otros es una democracia ( de estilo occidental, con parlamento, elecciones, partidos políticos, etc ). ¿ Qué es realmente el Estado de Israel ?. ¿ Es algo mixto teocracia- democracia ? ¿ Es una democracia con una visión teocrática del Estado ? . ¿ Puede existir una democracia sin una constitución escrita ? Me sorpende mucho este difícil equilibrio en el que vive la sociedad israeli ( estado laico o judio)…

    Saludos; Lewis

  11. Germánico dice:

    Hola, Lewis.

    Aunque creo que en su Constitución se declara como un Estado judío, el Estado israelí es laico, en la práctica, y lo seguirá siendo en la medida en que continúen gobernando los partidos que lo han hecho hasta ahora. El peligro está en algunos partidos fundamentalistas hebreos (que ya han gobernado en coalición con los conservadores) que defienden su conversión en un estado religioso. Ten en cuenta, para realizar tu análisis, que hay partidos árabes en la «Knesset» (Parlamento), perfectamente legales y representativos de población no judía. Compiten con el resto de los partidos en igualdad de condiciones. Así mismo está representada la izquierda laica occidental.

    En cuanto a su europeísmo, creo que ellos mismos son los primeros en rechazarlo, asunto en el que estoy totalmente de acuerdo con la población. Son ya la generación «sabra», es decir, la generación nacida en Tierra Prometida; pues me alegro por ellos. ¿Sabes que en un principio los iban a mandar a la Patagonia? (Bueno, y los nazis a Madagascar, ya ves)

    Como se ve, mi simpatía no está con la actual política de este Estado. Pero a esto le añado que si en algún país de Asia tuviera la desgracia de caer en manos de la Justicia, a Yahvé le pido que sea en Israel, donde existe un derecho como el nuestro, y no en Egipto, o Jordania, o Irán, o Siria, o Palestina, o…

    En cuanto a tu pregunta, Lewis, sobre las Constituciones no escritas, Gran Bretaña no la tiene como tal. Sí existen una serie de textos de referencia, algunos medievales, con rango de Constitución. ¿Es Gran Bretaña una democracia? Pues, a pesar de la extrema dureza de su Justicia, yo creo que sí. Vamos, sí seguro.

    Saludos.

  12. lewis dice:

    Gracias Germánico por el comentario y tus opiniones.

    Mi curiosidad viene a raíz del documental que emitió Canal + sobre el ejército de Israel y los ultraortodoxos. Me quedé atónito,. parece que los estudiantes de las yeshivas ( y los ultraortodoxos ) estaban exentos de realizar el servicio militar, pero alguna ley posterior ( ignoro cual ) modificó esta situación y les obligaron a ir.

    Las entrevistas que pasan en el film y las opiniones de estos militares, (una extraña mezcla de militar y estudiante de la Torá ) son altamente explosivas. Creo que es muy peligroso este proceso de » «judaización » del ejército que se está produciendo en Israel, incluso más que las coaliciones políticas Likud & ortodoxos. Me imagino a estos tipos con altos cargos en la cúpula militar y con capacidad de poder, toda una bomba de relojeria. No sé si este fenomeno es reciente o viene de atrás, pero en mi opinión es bastante preocupante un ejército israeli tomado por la religión.

    Un saludo,. Lewis

  13. Germánico dice:

    Bueno, y no te olvides de los colonos, mezcla de fanáticos religiosos y ocupantes ilegales de un territorio para cuya defensa el propio Estado les facilitó armas.

    Saludos.

  14. nando dice:

    Contestando a la pregunta de Javier, y he de decir que me lo ha puesto muy dificil, diré, si es que soy capaz de transmitir algo, lo siguiente:

    Desconozco mucho la situación de los paises islámicos, pero no creo que la situación sea, ni remotamente, comparable con la de la Inglaterra revolucionaria.
    Puede coincidir, en algo, el peso que tenía la religión tanto a nivel político como social pero no se me ocurre nada más.

    Hobbes «crea» el Leviathan en un contexto muy determinado: guerra y desorden civil. Y no es de extrañar que lo haga dándole al Hombre Artificial una capacidad de poder que permita asegurar la convivencia social a través de un pacto de soberanía: todo los hombres deciden crearlo
    como soberano y árbitro de las disputas entre ellos.
    Logicamente lo que se pretende es evitar una situación de guerra y esta tiene orígenes profundamente religiosos.

    Hobbes lo que pretende es acabar con la discordia religiosa mediante la imposición de la uniformidad confesional y practicada desde el mismo Leviatán. La uniformidad en las creencias, y establecidas desde el Estado, sería un factor de estabilidad social, pues como él mismo señala, la Biblia ha sido interpretada segun todos los criterios posibles.

    La guerra es la consecuencia de distintas percepciones confesionales y en todas sus variantes: dogma, iglesia, ritual, relación con el poder civil, obediencia al poder temporal… y se desarrolla en una sociedad fundada en interpretaciones religiosas.

    El problema surge cuando estas percepciones se cruzan: por ejemplo, un puritano, en la práctica de su religión, veía que era imposible lograr la salvación viviendo en el seno de una iglesia, la anglicana, que el juzgaba como no verdadera. De ahi custiona la autoridad de ésta para establecer un orden religioso y ¿ quien estaba al frente de esa iglesia?:el rey; de forma que la obediencia al poder temporal también se alteraba. Iglesia-Monarquía quedaban identificados como responsables de una situación que conducía a la condenación de todas las almas o lo que era lo mismo: a la destrucción del reino de Inglaterra.

    Resultado: guerra; guerra en el seno de un orden político-social «ultraconfesionalizado» que es incapaz de aceptar distintas corrientes religiosas porque él mismo y cada una de las distintas sectas y confesiones tienen algo en comun: se autoconsideran como verdaderas, como poseedoras y monopolizadoras de la Verdad. Desde ese supuesto el compromiso, el acuerdo es imposible… la única solución procede del juicio de Dios… a través de la espada… y como muy bien decían los puritanos: » Not peace but a sword».

    La «solución» a este problema, sobre el papel, la da Hobbes desvinculando cualquier origen divino del Estado, «recreándolo» como fruto de la voluntad humana que es racional. De manera que ninguna iglesia, confesión o secta pudiese cuestionar la legitimidad del mismo al haberle desvinculado de su origen divino.
    Pero por otro lado le confiere la suprema autoridad en la imposición de una religión uniforme a toda la sociedad evitando las distintas interpretaciones de como ha de ser una iglesia, o qué papel juega el poder temporal y la obediencia que se debe a este último.

    Si esto que acabo de explicar se pudiese tomar como modelo y fuese aplicable a otros contextos, por ejemplo el del mundo islámico, yo veo diferencias.

    1- En los paises islámicos no ha habido y no hay una diferenciación tan clara entre el poder temporal y espiritual como hubo en Inglaterra o el Occidente Cristiano.
    A pesar de la confusión que pudiese haber entre ellos, y que provocó bastantes guerras, la dualidad de poderes permitió un equilibrio entre ambos durante siglos.

    Al poder espiritual en el Islam nunca se le contrapuso otro poder «independiente» que pudiese cuestionar la legitimidad de su autoridad. Han funcionado siempre como teocracias directas y absolutas sin ningún ámbito marginal al orden religioso.
    La historia de Occidente puede ser vista, hasta la temprana Edad Moderna, como una lucha entre ambos poderes cosa que en el Islam no se ha dado nunca. Alguien puede ver ello como un requisito para la secularización de la sociedad… yo me guardo cualquier opinión.

    2- Para mi, y aqui si que soy categórico, la secularización de Occidente fue resultado en gran medida, de lo que mas arriba he descrito: el enfrentamiento confesional.

    Las guerras de Religión marcaron un punto de inflexión en donde realmente se llegó a plantear si era beneficioso defender una Religión a ultranza con el coste de la destrucción de un espacio político ( llámese Estado, Nación o Reino).

    El resultado fue la practica de una tolerancia instrumental que aceptó la disidencia confesional como mal menor ( paz de Augsburgo 1555, edicto de Nantes 1598) y que culminó con la postergación del problema confesional ( paz de Westfalia 1648) a ámbitos más marginales. A partir de ese momento la religión dejó de ser motivo de controversia general ( aunque hubo sus coletazos » regionales») y ni Europa ni ninguna nación se vieron envueltas en otro ciclo de Guerras de Religión.

    En el Islam, que yo recuerde, a pesar de las distintas tendencias religiosas no se ha llegado a ningún enfrentamiento entre ellas con el peligro de una guerra generalizada.
    Da la impresión de que sus diferencias no son tan acusadas como las que se vieron en Europa.

    Tal vez suene duro decirlo pero, si el modelo es aplicable, y yo creo más bien que no, quizás una guerra entre distintas tendencias religiosas pueda llevar al cuestionamiento de todos los dogmas religiosos que sustentan sus sociedades y estados. Creo que todavia no han comprobado lo duro que es defender la Verdad frente a otra Verdad en sus paises… nosotros si que lo sabemos.

    3- Fruto de esa controversia dogmática comienza a desarrollarse una línea de pensamiento que plantea la posibilidad de que sea la conciencia individual la que permita elegir que creencias se han de profesar,
    sin aceptar la imposición de las mismas desde iglesias o comunidades.
    El origen tal vez de la libertad individual, del individuo con conciencia independiente al margen de las coacciones que ejercen las creencias.

    En el Islam esto, desde luego, no existe. La conciencia no elige y, por supuesto no cuestiona las creencias dominantes. Se nace y se muere dentro de la «Verdad».

    No sé si todo esto responde en parte a tu pregunta, pero por lo menos, lo he intentado…

  15. javier dice:

    Pues en parte sí que la responde, y se agradece porque reconozco que la comparación estaba traída por los pelos.

    Al hilo de esta cuestión, me pregunto si no deberíamos tratar del Islam en algún momento, apuesto a que salen cosas curiosas. A ver quién le pone el cascabel al gato.

  16. cecil dice:

    perdonando mi ignorancia senores soy novata y recien me intereso por la lectura me encantaria poder comprender sus palabras como tambien poder entender libros de literatura y asepto consejos de como comenzar mi escalinata a la literatura y por que libros devo comenzar.

    gracias.

  17. richar dice:

    Buf cecil, titánico ejercicio el que propones… ¿alguna prioridad? ¿algún tema que te interese en especial?

    Un saludo y bienvenida,
    Richar.

  18. Germánico dice:

    Al foro, al foro.

    Saludos.

  19. Hector dice:

    germanico

    por alli arriba (14oct) escribiste el sig. comentario

    «¿Sabes que en un principio los iban a mandar a la Patagonia?»

    perdon la demora, recien descubro esta reseña
    por aqui circula desde hace años un polemico libro llamado «Plan Andinia» que supuestamente denunciaba un plan para hacer de la Patagonia un estado independiente y poblarlo de ciudadanos judios
    el libro es muy polemico y esta catalogado como literatura racista por la colectividad judia que tambien desconoce el proyecto y como era de esperar es uno de los libros de los «nazionalistas» locales

    uno tiende a no creer en este tipo de teorias conspirativas, sobre todo si no tienen un respaldo detras de las afirmaciones como es el caso de ese libro

    mi consulta es si recordas donde leiste informacion sobre el tema y si lo que leiste tambien hablaba de separar a la Patagonia de Argentina

    saludos, hector

  20. Capisco dice:

    A quien le interese la figura de Behemoth le recomiendo el libro de Carl Schmitt Tierra y Mar

    Saludos

  21. Germánico dice:

    Hector, hasta hoy no he visto tu comentario. Disculpa.

    No recuerdo dónde leí lo del Plan Andinia, pero no se trata de propaganda negra ni de recursos revisionistas, al menos no en su origen. Otra cosa es el uso interesado que puedan estar haciendo del mismo los cuatro exaltados de siempre.

  22. D'vany dice:

    No suelo escribir en este tipo de foros debido a que generalmente el enfoque planteado en ellos es de tipo religioso, lo que los hace poco productivos e interesantes; sin embargo me llamó la atención este, debido al intento que se hace por racionalizar el contenido bíblico frente a escritos filosóficos y la realidad actual.

    Procedo:

    En el libro de Job se habla por primera vez del Leviatán, esta bestia mítica toma lugar descriptivo en el que se cree es el libro más antiguo entre los textos sapienciales hebreos. Cuyo titulo real sería: El Perseguido (o el hostilizado).

    Tanto el Behemot como el Leviatán son idénticos en su relación con la raza humana, ambos son sistemas sociales, que buscan poner «de acuerdo» a la multitud; en este sentido en el Behemot se logra la paz, la armonía y la protección dada la forma en que es descrita esta bestia por Dios al «hostilizado». Es de notar que Dios se atribuye la creación de esta bestia mitológica que es donde viven incluso «todas las bestias del campo», es tan magnífico el Behemot que aunque un río (ejércitos de gente) se estrelle de madre contra su boca, el permanece impávido.

    En la lectura del libro del perseguido, aparece en un quiebre y sin razón previa (aparte de la descripción del Behemot); el Leviatán, de este no se dice que haya sido creado por Dios, tan sólo que su «creador» es el único que puede hacer que su «espada se acerque a el».

    El Leviatán al contrario del Behemot, es violento, agresivo y «aplastante». Es orgulloso y vengativo y hace hervir «las profundidades del mar» aunque «come pasto como buey», esta bestia oculta su rostro tras puertas (instituciones), y esta protegida de manera tan magnífica que tiene escudos (relacionados con la fe) tan juntos entre sí, que «ni viento (espíritu de Dios), pasa entre ellos».

    Parece que el Behemot nunca entró en guerra contra el Leviatán y probablemente no este diseñado para hacerlo, se puede deducir que el Leviatán (palabra cuya raíz etimología hebrea es «lavah», que significa: corona -en este caso específicamente de flores, ya que las culturas no permitían pensar en coronas de otro material-) brota de los mares, de donde no puede ser sacado «con anzuelo». Tiene su habitación en las profundidades de los mares (pueblos), es implacable e indestructible.

    En el relato del perseguido, no se concluye con ninguna de las dos bestias, es como si estas desaparecieran en el tiempo y el espacio, el Behemot queda relegado a un lado mientras por otro el Leviatán toma un papel central, este Leviatán ha de ser olvidado, y la forma de hacerlo es a través de la destrucción de su hábitat, es decir «los mares», a cuya existencia se refiere precisamente Juan en el libro de Apocalipsis «y el mar ya no existía más».

    El ser humano, por lo tanto no esta llamado a luchar contra el Leviatán cuyas huellas son como conchas impresas con dureza en el suelo (similares a las huellas de los tanques de guerra en la actualidad); sino a eliminar su hábitat natural.

    Podemos concluir, que el Behemot, es una bestia pacífica que fue construida y dada como ente conformador de la esfera social (madre de la humanidad) por Dios mismo; esto como resultado de «ver» a las muchedumbres «solas». Bajo esta forma social pacífica, tuvo lugar el «germen marítimo» que permitió que se iniciara la formación del Leviatán; dando como resultado el orden social actual. Espero haber aclarado algunos puntos.

  23. Javi_LR dice:

    Vaya. Es uno de estos hilos que da gusto reencontrarse. Gracias por el aporte, D’vany.

  24. violet dice:

    es bueno, compartir todos aquellos terminos que desconocemos y que por mi parte es muy importantes, tambien se ve que toda reflexión es un laberinto que no tiene fin, en fin, tambien los caminos de Dios, son buenos , pero, tiene muchos obstaculos por seguir, en fin, todos como seres humanos debemos de aprender de nuestros errores. para que todo nos vaya bien en la vida espiritual ysocia,,,,.

  25. violet dice:

    que bueno, que todos tengamos una mejor vida te agradesco mucho este aporte D´vany.

  26. Es innegable que el Leviatán descrito por Hobbes se ha convertido en el poder público actual.
    Pero, al tener 300 años para vivie, el poder descrito por Hobbes ha evolucionado y, en mi opinión, el Leviatán a mutado para convertirse en una Hidra; Una hidra de tres cabezas(poder Ejecutivo, Lejislativo y Judicial) que pertence a la misma familia del Leviatán, caracterizada esta por la capacidad para dominar a la población humana.

    He de admitir que gracias a este monstruo creado para el control y la autoconservación social nos ha dado innumerables cosas, tanto positivas como negativas. Las más rápidas que vienen a mi mente son: Avance exponencial de la tecnología en todos los campos (punto positivo), no erradicó la diferencia de clases sociales y más importante aún, protege esta división social.
    Hobbes mediante su Leviatán le dio el poder a una única familia sobre el resto. La constante evolución humana y social cambió esta familia por una persona jurídica (el Estado).

    Creo que debemos crear una nueva criatura que erradique los problemas actuales, ya que Hobbes creo su Leviatán para erradicar los problemas de su época.

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