BAUDOLINO – Umberto Eco

Baudolino«En una zona del bajo Piamonte donde, años después, surgirá Alejandría, Baudolino, un pequeño campesino, fantasioso y embustero, conquista a Federico Barbarroja y se convierte en su hijo adoptivo. Baudolino fabula e inventa, pero, casi milagrosamente, todo aquello que imagina genera Historia. Así, entre otras cosas, crea la mítica carta del Preste Juan, que prometía a Occidente un reino fabuloso, en el lejano Oriente, gobernado por un rey cristiano, una carta que ha nutrido la imaginación de muchos viajeros posteriores, entre los que se cuenta Marco Polo…»

Umberto Eco vuelve a narrar una historia en la oscura y trágica Edad Media, sin embargo esta vez se valdrá de hechos reales de la época para dar pie a la creación de un universo mítico a partir de las andanzas del joven Baudolino. Nacido en la antigua Alejandría –como el propio Eco-, el pequeño pronto llamará la atención del sacro emperador Federico Barbarroja. De este modo, se convierte en su hijo adoptivo, y pronto irá en la búsqueda del reino del Pestre Juan, que dominaba las tierras más allá de los territorios en Tierra Santa.

La obra de Eco destaca por su capacidad de transmisión lingüística, esto es, el lenguaje recuerda en gran medida al empleado por los cronistas y los escritores del medioevo. De hecho, el primer capítulo está en un idioma que entremezcla el latín, el español (italiano en la edición original) y otros lenguajes, en el cual se entrevé la calidad literaria que atesora el resto de la obra.

En ‘Baudolino’ se da un conjunto de personajes que componen la variopinta sociedad del siglo XII. Desde estudiantes que dedican más tiempo al entretenimiento y a la contemplación de la vida, pasando por cruzados venidos a menos, cortesanos con afán de poder y religiosos cercanos más a la filosofía que a Dios. El misticismo y la credulidad de la población medieval se hace presente de modo particular, ya que Baudolino, en su viaje hacia la búsqueda del Santo Grial y el Reino del Arcipreste, se encontrará con las más particulares criaturas que atemorizaban a las gentes de esa época: esciápodos –sólo poseen un pie-, blemias -con los ojos y la boca en el torso-, palacios -cuyas orejas son tan enormes que les sirven como abrigo en época de frío-, unicornios, sátiros, hipatias…

La técnica comúnmente utilizada por el autor italiano es de nuevo recuperada para esta crónica: Baudolino narra al historiador Nicetas Coniates en la Constantinopla azotada por la Cuarta Cruzada sus aventuras a lo largo de su recorrido por Europa y Asia Menor unos años antes. El propio Nicetas dejo para la posteridad las siguientes palabras: “Los musulmanes trataron con más moderación y humanidad a la Jerusalén conquistada; no violaron mujeres, no cubrieron de cadáveres la tumba de Cristo. Por unas pocas monedas dejaron a cada uno rescatar su cabeza, sus propiedades, su libertad; no descargaron su furor sobre las espadas, los incendios, los saqueos y el hambre, como vosotros, que os llamáis cristianos”. En esta situación se encontraba la ciudad más importante de la época, pero tras ello dejo de ostentar tal consideración. Este flash-back elaborado por Eco muestra la solidez narrativa del lingüista y escritor alejandrino, sin embargo, la gran base histórico-argumental se ve truncada por la escasez de carisma de ciertos personajes secundarios, como Kyot, Boron o el Poeta, no así Baudolino, cuya personalidad va evolucionando hasta adquirir gran madurez en la etapa final de su vida, dejando atrás su otrora afán embustero y manipulador.

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70 comentarios en “BAUDOLINO – Umberto Eco

  1. Alejandro dice:

    La primera parte del libro me gustó, pero la segunda con la inclusión, como bien recoje la reseña, de las más «particulares criaturas» me pareció un plomazo, casi parecen dos libros distintos dejando atrás la novela histórica y metiendose casi en la literatura fantástica a medida que avanza la historia.

    Un saludo.

  2. Curistoria dice:

    Yo también tengo un recuerdo no muy bueno del libro, que leí hace unos añitos. Recuerdo que con alguna lectura posterior, el libro cobraba valor al darme cuenta de algunas cosas, por lo que tengo dudas de si mi ignorancia oceánica me hizo no disfrutar del todo del libro.

    Saludos.

  3. Aretes dice:

    Lo siento, yo no pude con él. ¡Hasta agradecí el error de imprenta que dejó varias páginas en blanco a la mitad del libro!

    Éste y otro más me hicieron plantearme si Eco era el mismo escritor que el del Nombre de la rosa…

  4. Germánico dice:

    Yo tampoco pude acabarlo.

  5. CORCONTAS dice:

    Saludos

    No he leído el libro, pero conociendo al autor, me permito decir que no debe de ser muy ameno.
    La experiencia que tengo del autor es bastante mala. He leído ún libro de él hace ya algún tiempo del cual no atino a recordar el título, pero bastó para frustarme y obligarme a dejar el libro por la mitad.

    CORCONTAS

  6. jerufa dice:

    ¡Joé, corcontas…eres la pera!

    De Eco solo he leído El nombre de la rosa que me dejó una extraordinaria impresión. Le dediqué incluso una reseña aqui en hislibris. He leído tantos comentarios de decepciones acerca de este autor en el resto de sus obras que, sinceramente, no me he atrevido con más para no abandonar el excelente sabor que me dejó aquella lectura.
    Y así, hasta ahora.

  7. Laurence dice:

    Pues puede que el libro al que se refiera Corcontas fuera «El péndulo de Foucault». Precisamente por la agonía que me supuso terminarlo dejé a «Baudolino» como lectura pendiente y sin mucha prioridad. Aunque sólo sea como tributo por lo muchísimo que me gustó y gocé con «El nombre de la rosa» le daré una oportunidad a este libro, que la verdad cuando lo compré por lo que decía la contraportada, igual que ocurre con la reseña que nos ocupa, parecía un libro interesante. Pero sin prisas, que hay mucha lectura pendiente, de mucha calidad y escasez de tiempo.

    Saludos.

  8. Koenig dice:

    Buenas tardes.

    Me pasa con Humberto Eco lo mismo que a muchos de los anteriores. Disfruté como un enano de «El Nombre de la Rosa». Me desesperé como un gigante con «El Péndulo de Foucault». Y por referencias de «Baudolino» y «La Isla del Día Antes», parece que la de estas tres últimas es la verdadera línea de Eco.

    ¿Le ayudadoron con la primera? A veces me lo pregunto. Pero quiero opinar que no.

    Saludos.

    Koenig.

  9. jerufa dice:

    ¿Y esos «muñecos» de la cabecera?, dan yuyu.

  10. Huguete dice:

    Excelente reseña, Sermi. Esta novela representa bastante bien el estilo de Umberto Eco: goce intelectual en detrimento del literario. Exhibición de cultura y dominio de la lengua (el primer capítulo con la invención del idioma es espectacular), con un relato y unos personajes al servicio de esos alardes de erudición que tanto gustan a los seguidores incondicionales pero que se atragantan al resto de lectores. Enhorabuena de nuevo por la elección.

  11. sermi19 dice:

    Gracias, ya pensaba que a nadie le había gustado. En la lista de libros tengo todavía ‘El nombre de la rosa’, pero creo que me la leeré en verano, que tengo más tiempo para sumergirme en ella.

    Saludos!

  12. pepe dice:

    Estoy seguro de que no te decepcionará. Yo tengo a la espera la tercera novela de Eco, La isla del día de antes, a ver si un día de estos me pongo con ella. Enhorabuena por la reseña Sermi.

  13. Cornelia dice:

    Siento unirme al club de los decepcionados con Eco. Con «El péndulo…» llegué a la página 80 sin haberme enterado realmente de nada, luchando denodadamente por conseguirlo, y «Baudolino», aunque prometía más, me creó la misma desazón.

    Para mí, su mejor libro, sin dudarlo, «El nombre de la rosa». Soberbio.

  14. Incitatus dice:

    Yo también he de unirme al club de los que no nos gusta Baudolino. Reconozco que estaba bien escrito pero la historia no me enganchó nada, así que acabé dejándolo de lado.

  15. Germánico dice:

    Vaya, todos en comandita. Eso sí que es raro.

  16. CORCONTAS dice:

    Pues hace poco he leído un libro filososófico que ha escrito sobre el amor entre adolescentes, digno de una patada en el culo.
    Es realmente horroroso, debería llamarse Amor Testosteronico.
    Bueno, se tendrá que leer el nombre de la rosa, haber si sorprende

    ABRAZOS

  17. cavilius dice:

    Corcontas, ¿eres tú de verdad?

  18. Ascanio dice:

    Sin duda. Ha escrito filoSOSÓfico. Lleva su firma.

  19. Vorimir dice:

    Y también «haber si sorprende»…

  20. Ariodante dice:

    Bueno, sermi19, yo siento decir que me uno al grupo de los decepcionados de Eco. El Baudolino en cuestión lo intenté y no pude con él…Leí con delectación El Nombre de la Rosa un par de veces, luego vi la peli (bastantes veces más), luego leí El péndulo de Foucault…me pareció un peñazo, un ejercicio de erudición, nada literario. Y cuando lo intenté con Baudolino…no conseguí acabarla.
    Eco es un intelectual, un especialista en linguística, semiótica y estetica. Se quiso iniciar en la literatura y ciertamente, El nombre de la rosa es una muy buena novela. Pero luego…se le acabó la cuerda. Eso es lo que pienso.

  21. Nelson dice:

    Este libro me ha fascinado, me he impregnado en el ambiente que ha recreado Umberto Eco en este libro, me ha sorprendido la perspectiva con que ha abordado temas y misterios, historia, religion, mitos y/o leyendas..vaya uno a saber…, y que sin perjuicio de tus creencias o convicciones, te deja lleno de preguntas. Me que he quedado gratamente impresionado. Por otra parte, el personaje Baudolibo resulta muy divertido. Este libro, asi como el Nombre de La Rosa (que ya lo he leido unas 3 veces) los aprecio mucho, no así El Péndulo de Foucault..que ya no me acuerdo de que trataba.

    saludos:
    Nelson

  22. Clío dice:

    Pues voy a tener que retomarlo algún dia, porque lo he abandonado como 3 o 4 veces, me temo que la última hace mucho tiempo y no me acordaré de nada, pero siempre he tenido algo más interesante que leer, no sé, quizás el nombre de la rosa, fué demasiado excitante y todos buscabamos lo mismo con las siguientes novelas, decepcionandonos…

  23. marbenes dice:

    No sé si es debido a lo que dice Clío sobre las expectativas que nos creó “El nombre de la rosa”, o a lo que dicen otros sobre que Umberto Eco se apoyara en “negros” u otras cosas, pero lo cierto es que compré con mucha ilusión “La isla del día de antes” y “El péndulo de Foucault” y casi me muero en el intento de terminarlos (era cuando aún se me hacía cuesta arriba dejar a medias un libro), y aún así, si bien con mucho esfuerzo conseguí terminar “La isla…”, “El péndulo…” lo dejé, lo cogí, lo volví a dejar, lo cogí de nuevo, y finalmente lo dejé por imposible. ¡Una señora decepción!, de modo que con “Baudolino” no sé si me atrevería alguna vez….

  24. Incitatus dice:

    Marbenes creo que muchos, que nos ha pasado lo mismo, te recomendaríamos: ¡¡¡que ni siquiera te acerques a él!!!

  25. Risas dice:

    A mi he de decir que me a pasado lo mismo. El nombre de la Rosa me pareció espectacular, y empecé Baudolino con las expectativas de que iba a ser, si no tan buena, al menos si bastante mejor de lo que resultó. Menudo peñazo de libro!! Deberían recetarlo en vez de pastillas para dormir, seguro que funciona mejor. Habiendo leído los dos cuesta decir que sean del mismo autor…

  26. Risas dice:

    Perdón por lo de la primera frase, se me ha colado lo de «a» en «ha pasado», ruego no me lo tengáis en cuenta, son las cosas que pasan cuando se escribe con prisas…

  27. Julio dice:

    «El Nombre de la Rosa» es uno de los mejores libros que he leído, Baudolino no lo he intentado pero no conozco a nadie que le guste la historia y la literatura que no haya disfrutado el primero, saludos

    Julio

  28. Mareado dice:

    Filososófico no es una errata, consultad el DRAE:

    filososófico, ca.

    (Del lat. philosophĭcus, y este del gr. φιλοσοφικός).

    1. adj. Perteneciente o relativo a un tipo de filosofía especialmente cargante, aburrida e insípida.

  29. marbenes dice:

    Qué acertados son los refranes: ¡Nunca te acostarás sin saber una cosa más!

  30. baudolino dice:

    A quien no le guste este libro, dire que no esta hecha la miel para la boca del asno.

  31. Germánico dice:

    Ni las tildes para los iletrados.

  32. baudolino dice:

    Germanito, aprende a contar, pues sólo la falta de una tilde podrás encontrar. Confundes el singular y el plural cual Carmen Sevilla?

  33. juanrio dice:

    Baudolino, aprende a acentuar, usar signos gramaticales y debatir sin usar un insulto para defender tu opinión y conseguirás llegar al nivel de Germánico.

  34. Casio dice:

    Yo, ejem, cuento dos.

  35. juanrio dice:

    Eso es que sabes leer y contar Casio

  36. Casio dice:

    Que no es poco.
    Me quitas un peso de encima, majo.

    Saludos.

  37. Germánico dice:

    Lo de «Germanito» me ha llegado al corazón.

  38. Pepe el poeta dice:

    Esto me recuerda al poema que Ataúlfa Gonsalves de Tentudía (1876-1948) compuso en la cárcel de San Juan del Puerto, desesperada ya de su cautiverio, hastiada de seguir viviendo (enamorada hasta la vesícula como lo estaba) y condenada a no volver a ver (y a tocar, sobre todo a tocar) a su éfebo. La poetisa había sido condenada a 13 años y un día de prisión mayor por engatusar a un joven mozuelo (ligero de cascos, de carnes prietas y fácil de llevar al huerto de los goces efímeros y mundanos que tanto complacían a doña Ataúlfa), y haberle tirado los tejos (y las tejas y el tejado entero) siendo menor de edad (nos referimos al mozuerlo, claro, porque doña Ataúlfa no era menor de edad ni se acordaba de haberlo sido nunca), de haberle puesto los puntos (y las comas y las tildes y lo que falta hiciera) sobre las íes, de haberle puesto también las carnes más prietas todavía de lo que ya las tenía y de haberle hecho sudar al pobre muchacho como se suda cogiendo, qué se yo, melones, peras, higos o quigüis de esos que ahora tanto se llevan.

    Y así, desperada de la vida y maldiciéndose a sí misma por su mala suerte y peor estampa, recordaba aquella seguidilla del cancionero popular moderno de la montaña leonesa que decía…

    Dicen que los pastores
    huelen a sebo,
    Germanito es mi amante,
    huele a romero.

    Y así consolábase a sí misma (porque la pobre hembra necesitaba de frecuentes consuelos) en las largas noches de invierno…

  39. Ascanio dice:

    ¡Ja, ja, ja!

  40. Germánico dice:

    Ah, doña Ataúlfa, de tan triste recuerdo. Lástima. Diz que a partir del segundo año en prisión escribió

    Me ha tomado el Alcaide,
    mi carcelero;
    Me acomete con furia,
    como deseo.

    Qué chica esta…

  41. Arauxo dice:

    ¿Y fuiste tan cruel como para olvidarla, Germanito?
    Jesús, Jesús, de las cosas que uno se entera… Cómo escondemos nuestras miserias, cómo olvidamos nuestros amores, cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando…

  42. Jerufa dice:

    …y mira que te vigilo.

  43. Arauxo dice:

    (ofú, ya ha llegao el saborío éste. Seguro que ahora nos riñe y nos tenemos que ir a otro lado… ¡Ah, no! ¡Que eso sólo lo hace en sus reseñas! Pues nada, nada: a seguir con lo nuestro)

  44. pepe dice:

    Veo con asombro como, de un tiempo acá, algunos comentaristas multiplican sus intervenciones y lo mismo aparecen en un hilo sobre las mocedades de Paracelso que en otro relativo a los diversos avatares de una reliquia sagrada o en un tercero acerca de las rijosidades de un lector adolescente y una revisora de tranvía metida a nazi. Todo me parece bien, que soy amante de piruetas y disfruto mucho con los volatines diversos en que deviene tanto mixtifori, pero al que vuelva a hacer un comentario con mi nombre lo dejo capón pues, según he podido saber, hay mucha falta de contraltos en los ensembles.

  45. Germánico dice:

    ¿Debemos interpretar que Ataúlfa no es de tu creación? Es que a estas horas estoy yo despistado…

  46. Javi_LR dice:

    Me huele a pago de igual moneda pero error en destinatario. Sería mejor, sí, abstenernos de ese tipo de bromas y suplantaciones.

  47. pepe dice:

    Germánico: de ser Ataúlfa creación mía yo no la hubiera encerrado en una carcel sino que la hubiera metido a monja y habría incluido algún hermoso verso de una canción que, al decir de Antonio Burgos, es espléndidamente estructurada, redonda, delicada, perfecta: la obra maestra de Paco Infantes Florido y Luis Rivas.

    y en el arco de la hermita
    ya no me espera, ya no me espera,
    porque se ha metido a monja
    la que más quiero, mi compañera

    Coincido bastante con la opinión de Don Antonio. No he sido capaz de encontrar en la red la versión de Maria Dolores Pradera, pero ésta que pongo más abajo no está mal. Le han quitado un poco su aire original de tanguillo de Cádiz para darle otro más flamenco.
    http://www.youtube.com/watch?v=7IbRwsqnZMY&feature=related

  48. Danielin dice:

    A mí me gusta más Francisco Alegre, corazón mío, tiende tu capa sobre la arena del redondel… y quiero decir esto bien claro: ¡arriba la copla y abajo la segunda guerra mundial!. Propongo que entre las «Categorías» que tenemos a la derecha de la página se borre de de «Grandes Contiendas» y se sustituya por «Grandes coplas que el mundo han sido». Incluyo un enlace a una de las infinitas versiones de la canción. Desconozco en qué sala está hecha la grabación pero quisiera pensar que, de igual modo que cuando hay que reconocer un tanque siempre aparece alguien que se sabe el modelo y el nombre del conductor, ahora aparecerá alguien que me lo aclarará.

    http://www.youtube.com/watch?v=Af2LYatanIw&feature=related

  49. Germánico dice:

    ¿Cómo era la frase? Ah, sí: «Si quieres que te pase el vino, borra tres hilos de la guerra». Danielín, tu tío es un chantajista…

  50. Germánico dice:

    El Tío Pepe, claro. Je, je.

  51. juanrio dice:

    Pues mira yo soy más de fino La Ina…y así me va

  52. baudolino dice:

    A quien lo le guste este libro, les recomiendo cualquiera de Roald Dahl para irse iniciando en la lectura. Posteriormente, y con el paso de los años, quizás consigas por lo menos captar la idea de Baudolino.

  53. juanrio dice:

    Penitenciae….

  54. pepe dice:

    Hombre, Roald Dahl, que magnífica idea: ¡bienvenidos al mundo de Willy Wonka, de Charlie, de Matilda, de las brujas…! Aplaudo sinceramente tu recomendación, Baudolino. Habría que emprender un completo programa de reeducación literaria para muchos de los que participamos en esta página que hemos ido leyendo, las más de las veces, lo que caía en nuestras manos, sin criterio ninguno. Los robos y expolios de bibliotecas escolares y librerías a lo largo del ancho mundo los hemos venido realizando, necesariamente, sin hacer mucho distingo en títulos o materias, más preocupados de no ser sorprendidos que de la selección de autores o títulos. Eran tiempos difíciles. Lo mismo leíamos Misterios sin resolver del universo que El origen alienígena de las antiguas civilizaciones o que El libro de los records militares: ejércitos, batallas, legiones. Pero estamos dispuestos a reformarnos. Cuenta conmigo como primer alumno y con Urogallo como segundo.

  55. Aretes dice:

    Yo debo de ser un caso perdido, pues sí me leí los de Roald Dahl en su día y más tarde cuando se los compré a mis hijos, pero Baudolino… sigo sin tener la capacidad suficiente para captar la idea.

  56. baudolino dice:

    Para quien encuentre esta novela demasiado culta, recomendaría la preciosa serie del «Barco de Vapor». Nunca es tarde para empezar a culturizarse.

  57. Arauxo dice:

    ¡Pero, bueno, Baudolino! ¡Eso no se hace, hombre! Después de leer tu recomendación fui a comprarme 67 libros de Roald Dahl. Y ahora que voy a empezar a leerlos, me sales con los del Barco de Vapor Pero… ¿Qué pasa? Pero… ¿qué seriedad es esa, por las 10.000 vírgenes? ¿Y ahora yo por dónde empiezo?

  58. Aquiles dice:

    Arauxo, no lo dudes: lee a Roald Dahl. Te recomiendo títulos como «Matilda», «La maravillosa medicina de Jorge», «Las brujas» o «James y el melocotón gigante». También te digo una cosa: si has comprado 67 libros suyos, repásalos bien porque seguro que hay alguno repetido.

  59. Ascanio dice:

    Qué va, Aquiles, es que se los compra en varios idiomas para comprobar si las traducciones son buenas…

  60. anthivs dice:

    Que decepcion que a tan poca gente le guste este libro, pues es mi favorito. Quizas destacaria los golpes de humor en medio de un libro en principio «tan serio».

    Me gustó esta frase:
    «El mundo condena a los mentirosos que no hacen más que mentir sobre lo ínfimo, y premia a los poetas, que mienten sólo sobre lo excelso»

  61. castelví dice:

    El misterio más grande de la obra, para mí personalmente, fue descubrir como una novela de estas características me empujaba a seguir leyendo pesae a todo…Y aún sigo sin encontrar la respuesta después de acabar hace unas horas de lerlo.

    Saludos. Encantado de estar aquí. Espero que sea por mucho tiempo.

  62. Angel Careses dice:

    Conocí a Eco con El nombre de la rosa que es una maravilla de novela y luego me decepcionó con el plomo del Péndulo y sufrí una pesadilla con la Isla. Deserté de Eco hasta que un amigo me recomendó Baudolino, que acabo de leer y es una delicia. No está a la altura de su primera novela, pero es una incursión fantástica, amena y divertida en la Edad Media, las utopias y los mitos. Me hizo reflexionar sobre muchas cosas. Algunos les parece un tostón, a mi todo lo contrario, si bien los personajes carecen de fuerza en general, el relato me enganchó como en las mejores novelas. Gavagai me conmovió y lloré su muerte. Doy gracias por haberla leído, lo pasé en grande

  63. Petrvs dice:

    Parece que soy de los pocos que la pasaron en grande con esta novela de Eco (la recomendé calurosamente a unos amigos y me llovieron palos). Todavía recuerdo el deleite que me produjo ver a los personajes adentrarse en el-mundo-real-según-lo-describía-la-cartografía-medieval; para mí, se trata de una genial y humorística vuelta de tuerca, que nos enfrenta a la posibilidad de que toda, absolutamente toda la historia la historia de Baudolino tal como se la cuenta éste al bizantino, sea pura invención. Lo único cierto, entonces, vendría a ser la cuasi quijotesca imagen del maduro y débil sicofante internándose en los desiertos de Asia Menor en busca de… lo que buenamente imagine el lector.

    Y sí, yo también considero a «El nombre de la rosa» como la mejor novela de Eco. El «Péndulo» es un pantanal, por lo menos para mí, aunque me hizo gracia comprobar que sus páginas contienen la tesis de Paigent, Leigh y Lincoln que Dan Brown hizo suya en «El código Da Vinci». Dos veces traté de leer, en vano, «La isla del día de antes»; a la tercera lo conseguí -conté con la disposición anímica y fisiológica necesarias-, y debo decir que es tal vez la ficción más despiadada del italiano: dura hasta la crueldad, desesperanzada y angustiante como ella sola. Me gustó mucho, aunque puede que gracias a una favorable conjunción astral… ;-)

    De las otras novelas de Eco tengo poco bueno que decir. Tal vez va siendo hora de que este buen señor aprenda a quedarse callado, pues nadie le quitará la gloria de haber escrito «El nombre de la rosa»… a menos que él mismo se empeñe en ello: dicen que ha escrito la versión «light» para el hodierno lector lobotomizado (¡Crom!).

  64. iñigo dice:

    Me ha parecido un libro algo irregular. Hasta el comienzo del viaje en busca del Preste Juan, la novela me ha enganchado recordándome la trama y el juego argumental de su última novela… El cementerio de Praga, pero en otra época y otros personajes, claro está, creando falsas realidades que modifican el curso de la historia.
    Sin embargo a partir del viaje, para mi gusto la novela pierde ritmo y se pierde en las fantasías medievales, lo que a mi me hace perder el interés. Los tres capítulos en los que aparecen Hipatia, mejor no comentarlos, porque en mi opinión son totalmente intrancesdentes y alargan innecesariamente una novela que va de más a menos.

  65. Manuel dice:

    Iñigo
    Sos un amargo, el viaje es alucinante y la historia de amor con hipatía es de las más hermosas que he leído.
    Va en gusto.

  66. elricoandy dice:

    alguien sabe donde puedo conseguir la primera parte de baudolino traducido?

  67. Luis dice:

    Baudolino es la novela ideal para aquellos que tienen un pie en la tierra y el otro en el cielo, hablando metafóricamente. La genialidad del autor lleva al lector a creerle al embustero de Baudolino, a pesar de saber que es una gran mentira. Si saben, estimados, algo de historia, religión y mitología, les recomiendo este singular librejo. Pero recomiendo revisar algo de doctrina religiosa antes de empezarlo y entrar en sus páginas con la mente abierta, así padezcan de dogmatismos innecesarios. Saludos.

  68. Ari dice:

    Me gusta mucho leer novela histórica, y tras devorar El nombre de la rosa me puse manos a la obra con Baudolino. Debo decir que me resultó tan sumamente pesado, que he intentado leerlo dos veces, y las dos veces lo he dejado a medias. Llevo leyendo libros sin parar treinta años y es la única vez que he dejado un libro sin terminar por resultarme soporífero.

  69. Dalí dice:

    Acabo de comprar el libro. Quiero leerlo sin prejuicio. Quiero disfrutarlo como lo he hecho con todos los libros de Eco. Desde El nombre de la rosa, El péndulo de Foucault, La isla del día de antes, El cementerio de Praga, y sus textos Decir casi lo mismo y Obra abierta. Con los cuales siempre me ha costado trabajo comenzar, y aunque reconozco que no es una lectura fácil, si inquietante, que me obliga a investigar más de lo que él mismo libro dice, para poderlo comprender. Ese es mi sistema, por ello di con ésta página. Ahora sé por qué le agradezco a Eco haber existido, me dejo mucha tarea que hacer.

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