ALEJANDRÍA – Lindsey Davis

ALEJANDRÍA, Lindsey DavisDicen que el Faro puede verse desde una distancia de treinta millas. De día no, de día no se ve.

Tras 18 novelas, Marco Didio Falco, el inefable private-eye de la Roma de Vespasiano, se toma unas largas vacaciones y decide irse con toda la familia a Egipto: Alejandría (Edhasa, 2009). Su esposa-no-ante-la-ley Helena Justina quiere visitar las pirámides de Gizah; su cuñable, Aulo, se ha matriculado en un curso en el Museion, la «universidad» alejandrina. Les acoge el hasta ahora innombrable tío Fulvio y todo parece ir como la seda. Pero, cómo no, aparece un cadáver, un caso que resolver, y Falco tendrá que sacar lo mejor de sí mismo para, fuera de casa, descubrir al asesino de turno.

Soy fan de la saga de Falco desde aquella primera novela, La plata de Britania, ya hace 20 años (cómo pasa el tiempo…). Desde entonces, para Falco han pasado siete años, pero para nosotros la cosa va por entregas: con esta última ya nos situamos en las 19, todo un logro para una saga, sin que el interés del público haya cedido –más bien ha ido creciendo–. Sobre Lindsey Davis, la madre de Falco, que, cuando la ves, tiene aspecto de madura solterona sacada de una teleserie de los años setenta, ha conseguido crear una saga de novelas que, aunando los géneros histórico y policíaco, consigue transportarnos a la época de Vespasiano. Cada novela, desde la primera, toca un determinado aspecto de la política, la sociedad, la economía, la vida cotidiana del Imperio Romano de esa época. Y todo con un enorme sentido del humor –es imposible leer la novela y no soltar una carcajada cada dos por tres–, mucha ironía, con una tensión dosificada y que se mantiene hasta la última página.

Falco, en esta 19º entrega, ya no es el solitario, cínico y crápula personaje de las primeras entregas. El personaje ha evolucionado: ya no vive en un cuchitril que da a la Plaza de la Fuente, tiene una familia (que va aumentando, con un tercer churumbel en camino), una cierta posición social, algo de respetabilidad (no demasiada, sin embargo), pero mantiene el sarcasmo y el cinismo de antaño. Siete años dan para muchas andanzas: ha viajado a Britania, Germania, Nabatea y Siria, Hispania, la Tripolitania y Cirenaica, Grecia, y por fin recala en Egipto. Del mismo modo, hemos ido conociendo a la familia: una madre que nunca le ha tomado en serio, un padre del que más vale que no te fíes, unas hermanas a cual más peculiar (cuñados incluidos). Y luego la familia de su inseparable Helena Justina: el afable senador Camilo, la estirada suegra Julia Justa, los alocados hermanos de Helena, Quinto Camilo Justino y Aulo Camilo Eliano. Y qué decir del mejor amigo de Falco, Lucio Petronio Longo, quien estuviera con él cuando ambos sirvieron como soldados en Britania (la rebelión de Boudica les pilló por medio), tan cínico como él, pero que ahora vive una segunda luna de miel con Maya, hermana de Falco. La serie de personajes habituales es interminable (Anácrites, Lenia, Marponio, Rubella), así como las diversas situaciones vividas en Roma: incendios, asesinos en serie, juicios, estancias en la cárcel, extraños servicios a cargo del Estado (que suele pagar tarde y mal), etc. En definitiva, desde la primera novela, Davis ha construido un universo «romano» que atrae y engancha.

Cierto es que la saga, en algunos aspectos, es irregular. Para mi gusto, las mejores novelas son de la 2ª La estatua de bronce a la 8ª, Una conjura en Hispania. Luego, no es que sean malas, el ritmo decae un poco y el personaje parece estancado. Pero con las últimas entregas, en especial desde la 16ª (En busca de Infamia), recuperamos al mejor Falco: Ver Delfos y morir, con los tópicos de los viajes turísticos, y Las Saturnales, recomendabilísima de principio a fin –además de que aparecen viejos personajes–, nos traen de vuelta a un Falco renovado.

Y, tras este largo preámbulo, llegamos a Alejandría. Ya estamos en el 77 d.C., Falco viaja a Alejandría para pasar unas vacaciones, pero las cosas se complican. Como siempre en las novelas de Davis, un caso detectivesco es la excusa para montar una historia con un logrado ambiente histórico y un entramado de ficción que mantiene al lector en vilo. En esta ocasión, la muerte del «director» de la Gran Biblioteca alejandrina (sí, aquella que se decía que César quemó en un momento dado), sirve de excusa para centrar la novela en torno a las disputas administrativas y académicas en uno de los principales lugares del saber del mundo antiguo. La Gran Biblioteca, el Museion (o «universidad»), el zoo, el templo de Serapis (con otra gran biblioteca) ocupan un lugar destacado en esta entrega falquiana. Las disputas para suceder al fallecido bibliotecario sacan a la luz rencores y ambiciones de todo tipo. Si a eso le añadimos el Faro de Alejandría, una de las Siete Maravillas del mundo antiguo, los palacios reales (ahora sede del prefecto de Egipto), las callejuelas del barrio de Rakotis, opuestas a las enormes avenidas del distrito de Brucheion, nos encontramos con un panorama de la Alejandría griega del período.

La novela es dinámica, aunque algo irregular en su desarrollo. Como siempre, la prosa de Davis engancha al lector, divierte y provoca más de una carcajada. Las 500 páginas de la novela se leen con mucho gusto, aunque parece como si la autora, ante tanto que contar, de pronto, a mitad de novela, hubiera perdido un poco el ritmo. Un ritmo que se recupera en las últimas 100 páginas, dando paso a un largo epílogo en las últimas 30. A pesar de esto, la novela no se resiente como conjunto y el resultado final es muy positivo… como no podía ser de otra manera. Y, como siempre, me lo he pasado genial en el fin de semana en el que devoré el libro. Está de más decir que es una lectura más que recomendable para el verano que se acerca.

Falco nos abandona de momento… hasta la 20ª entrega, Nemesis, en junio de 2010 en el mercado británico. Aquí tendremos que esperar, posiblemente, hasta el otoño de ese año. En fin, a esperar, pues… aunque una vez salga a la venta en inglés la compraré ansioso.

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38 comentarios en “ALEJANDRÍA – Lindsey Davis

  1. Koenig dice:

    ¡Albricias y Zapatetas! Falco ha vuelto.

    Poco se puede añadir a tu reseña Farsalia, salvo que ya somos dos los seguidores del romano.

    «Allí estábamos mi madre, mi hermana, mi mujer y yo. Obviamente, la culpa era mía». (Cuantas veces habré parafraseado a Falco).

    Saludos.

  2. APV dice:

    «Su esposa-no-ante-la-ley Helena Justina»
    En realidad si ante la ley mediante matrimonio per usum.

  3. farsalia dice:

    Jejejej, no exactamente, aunque sí que se acerca al matrimonio ‘per usum’, que de algún modo tenía que ser reconocido legalmente, y Domiciano se negó a concedérselo a Falco. Técnicamente, no están casados ‘cum manu’ (la mujer está bajo la potestad del marido), ni tampoco ‘sine manu’ (bajo la potestad del padre), ni tampoco según los ritos de la ‘confarreatio’.

    Si tuviéramos que definir en términos actuales la situación de Falco y Helena Justina, diríamos que están «arrejuntaos».

  4. Koenig dice:

    Modernos los antiguos.

  5. pepe dice:

    Estoy bastante de acuerdo con la opinión de Farsalia salvo en que, para mi, la mejor de la serie es la primera. Me han dicho que leerlas en inglés es un poco difícil debido a la jerga especial que usa la autora… I came fully equipped with the old prejudice that anything to do with Egypt involved corruption and deceit. I was right too.

  6. Derfel dice:

    Me pilla esta reseña en plena relectura de la Plata de Britania. Gran personaje este FAlco, creo que me reengancharé a la serie (la abandoné en la 8ª o así)

  7. APV dice:

    «Si tuviéramos que definir en términos actuales la situación de Falco y Helena Justina, diríamos que están “arrejuntaos”.»
    Eso era el concubinato que también fue regulado para casos de restricciones al matrimonio.

    Domiciano no le prohibe casarse, sólo le bloquea el ascenso a equite lo que es una pega social pero no legal, pues el matrimonio entre patricio y plebeyo era legal desde hacía siglos.

    Pero al vivir juntos más de un año y cumplir los requisitos hay matrimonio, como le indica el encargado del censo (la única pega sería que como ninguno está emancipado sus padres se opusieran pero al no hacerlo es válido).
    Es por tanto matrimonio per usum sine manum.

  8. Ariodante dice:

    Vaya Farsal, esta vez me has tocado la fibra! No me refiero a mi maltrecho tendón del hombro, sino a la fibra sensible. ¡Qué deliciosa reseña, qué recuerdos! Los años que pasé leyendo las andanzas de Falco, hasta que me cansé y me dio por otra cosa…Lo que me reí con La plata de Britania, El guerrero de bronce y las primeras de la serie; creo que lo dejé cuando llegó a Palmira. Pero me han entrado unas ganas enormes de recuperarlo, ya que dices que su fase de bajada ha cambiado a subida y vuelve a leerse como al principio.
    Enhorabuena por la reseña y muchas gracias por traérnoslo a la memoria.

  9. Falco dice:

    Hola, también yo soy fiel seguidr de la saga de Falco, aunque éste último, por primera vez desde hace muchos números, lo compraré cuando salga en bolsillo (que al ritmo que va Edhasa será más o menos para el 2015).
    Ha sido una serie muy desigual y me quedo especialmente con los cinco primeros libros, hasta el «El oro de Poseidón», con el IX («Tres manos en la fuente», el XI («Una virgen de más»), y ya nos vamos al último («Las saturnales»), donde vuelve a recuperarse.
    Fui a la presentación que Lindsay Davis hacía de «El mito de Júpiter» hace unos años en Barcelona y tenía aspecto de señora británica con la que tomas un té y hablas del tiempo, me cayó muy bien.

  10. Ariodante dice:

    Vaya, qué suerte, Falco, ir a una presentación de Davies. La verdad es que yo leí los primeros libros pensando que era un hombre, no sé por qué, (no había foto en las solapas de los libros) y cuando descubrí que era una mujer y con esa pinta, me llevé un poco de sobresalto… en fin, yo también creo que me apuntaré los que entre todos vayais definiendo como mejores, y los sacaré en bolsillo. Porque mi ídem no está para demasiados sobresaltos.

  11. Valeria dice:

    Yo opino, como Pepe, que el primero,»La plata de Britania» es de los mejores. Tendré que releer alguno de los otros para dar opiniones más «frescas».

    Lástima, como dice Falco, que en Edhasa no saquen los libros de bolsillo con cierta rapidez, los muy ladinos. El de las Saturnales salió en 2007 y aún no está en edhasa pocket. Mala política comercial para tiempos de crisis. Porque estoy segura de que mucha gente no se comprará los de tapa dura por su precio.

  12. Ariodante dice:

    Mismamente yo, Valeria. Me compré cinco en Edhasa: de La plata de Britania al Último acto en Palmira. Leí algunos más e biblioteca…y ya. Creo que deberíamos tratar entre todos de ver cuáles son los mejores de entre los últimos, para concentrar nuestros esfuerzos pecuniarios. Es evidente que en las larguísimas series no se puede mantener el nivel y hay bajones. Con la serie de Aubrey pasa lo mismo. Siempre los primeros suponen el mejor tirón,claro. A mi La plata de Britania me pareció redondo.

  13. farsalia dice:

    A mí, en cambio, el primero me pareció el más flojo. Es el más breve, presenta al personaje, pero noté diferencias, para mejor, en ‘La estatua de bronce’, que es una continuación de ‘La plata de Britania’. El Falco de las primeras movelas, hasta el nacimiento de su primera hija, es el que marcó impronta en los lectores del género: cínico, canalla, con esa madre que constantemente le echa bronca, esa novia que no se acaba de creer su compromiso, esa familia que no le toma en serio (ni siquiera los sobrinos, por pequeños que sean).

    Luego, lógicamente, el personaje evoluciona, y aunque «sienta la cabeza» hasta cierto punto, se ofrecen matices, conocemos más a la familia, etc. Pero pierde un poco la frescura inicial. Aunque con Helena Justina a su lado, la cosa no pierde ni un ápice de gracia. Y con los hermanos de ésta, menos aún. ¡Si hasta Eliano, que en la 7ª entrega, caía borde, ahora en cambio aporta bastantes comentarios sarcásticos!

    En fin, una lograda serie. Cierto, son 19 novelas, la irregularidad es partente y presente. Pero Falco resurge renovado con las últimas entregas, especialmente ‘Las Saturnales’.

  14. farsalia dice:

    Cierto, APV, es un matrimonio ‘per usum sine manum’. Pero, ¿legalmente reconocido? Tengo mis dudas, teniendo en cuenta, además, que tras las conservadoras leyes morales de Augusto, el matrimonio no se flexibiliza, al contrario. Y con un emperador como Vespasiano, menos aún.

    De hecho, parte de la gracia de la saga es esa continua indefinición de Falco y Helena Justina como matrimonio, por no hablar de la situación de las hijas… Davis estira el elemento histórico al máximo.

  15. APV dice:

    Si legalmente reconocido, además una vez ascendido a equite todo solucionado.
    En la saga la indefinición se traslada a otro personaje: Albia que no está claro si es romana o britana, si la adopta o no, si se puede considerar ciudadana o liberta.

    Coincido en que hubo cierto bajón en la saga o al menos cierta irregularidad (porque dentro de esa «etapa» hubo algunos que estaban bastante bien).

  16. juanrio dice:

    Por lo que decís de la serie, yo debí tener mala suerte o un mal día para leer las historias de Falco. Tengo uno, no se que lugar ocupa en la serie, A los leones y no pude con él. Tal vez debería intentarlo con el primero, vete tu a saber.

  17. Koenig dice:

    Juanrío «¡A Los Leones!» es el décimo, y para nada uno de los logrados. Resulta incluso cruel.

    Opino.

    Saludos.

  18. farsalia dice:

    Bueno, tècnicamente Falco no es un ‘eques’, no tiene la fortuna mínima legal. Otra cosa es que Vespasiano le conceda esa estatus oficiosamente, tras haber trabajado en el censo, pero no hay un reconocimiento legal. De hecho, es interesante ver como los problemas financieros y legales de Falco de las primeras novelas, con el tiempo, van desapareciendo en las últimas: ya no vive en la Plaza de la Fuente sino en una buena casa, el concepto de informante (muy infamante) queda ahora más diluido, Julia Justa le acepta (qué remedio…) como su yerno, incluso Eliano, el hermano picajoso, ha asumido que Falco es su cuñado.

    Por otro lado, Vespasiano no se acuerda demasiado de Falco, excepto cuando quiere que le haga algún trabajo mal pagado… Será interesante, si la saga sigue avanzando, cuál será la situación de Falco cuando desaparezca Vespasiano, «en un par de años» (es decir, 4 ó 5 novelas más), bajo Tito y, sobre todo, Domiciano. Veremos si el guiño sobre Pompeya en ‘La estatua de bronce’ continúa…

    Respecto a Albia, en ‘Alejandría’ queda claro, por boca de Falco, que la ha adoptado.

  19. JJSala dice:

    He leído tres o cuatro (creo que cuatro).

    Como gustarme, únicamente el primero, «La plata de Bretaña».

    Los restantes, flojitos.

    Lo que más me gusta es su relación con esa Helena Justina, feminista «avant la lettre».

    Ave

  20. Richar dice:

    Anda, pues me sumo a Juanrio, yo también tengo ¡A los leones! y no pasé de la mitad. Igual lo intento con el primero, que creo tener por ahí de alguna colección…

    Saludos,
    Richar.

  21. Derfel dice:

    Yo creo que si se lee el primero y el segundo, luego no se puede parar hasta el séptimo más o menos…

  22. APV dice:

    Farsalia en realidad cuando Vespasiano les hace el reconocimiento legal del nuevo rango (aunque que ellos se compren el anillo) se espera que demuestren la cantidad de dinero preciso.
    Falco tiene todo ese dinero pues la gran mayoría lo obtuvo del trabajo en el censo, pero debe invertirlo en tierras, precisamente es algo que se comenta en otros libros: su banquero que ve entrar y salir tal cantidad, la necesidad de un administrador para sus fincas,…

    Es decir Falco tiene mucho dinero pero inmovilizado.

    Respecto al futuro bueno por los libros se sabe que llega al reinado de Trajano.

  23. Ariodante dice:

    Yo tambien creo, como Derfel, que hay que empezar por el primero y no parar hasta el séptimo (por poner un número sagrado…). Pero el primero sigo pensando que es el que engancha.

  24. Berta dice:

    Pues ya puede enganchar, ya. ¡Dieciocho libros sobre Falco!. No me atrevo a empezar la saga, anda que si me gustan en menudo follón me meto.

    Intentaré conseguir la Plata de Britania, y que sea lo que Dios quiera.

  25. Akawi dice:

    No he leido ninguno, pero es que, estas sagas tan gigantescas me dan una pereza increible. Como dice Berta, ¿Y si me gustan?
    No, no que luego de obsesiono y los quiero acabar todos de golpe.
    Creo que voy a pasar. Por ahora.

  26. Valeria dice:

    Para los que queráis empezar, o simplemente comprobar si os gusta, el primer número se encuentra fácilmente, pues ha salido en colecciones de quiosco, e incluso lo sacó la propia Edhasa en una colección conmemorativa (unos libros color burdeos y bien de precio). Luego, cada uno que se amarre al mástil, como Odiseo. Yo ya soy una experta.

  27. Richar dice:

    Colección Diamante, creo que se llama la de Edhasa. A 6 o 10 euros, algo así. Yo confirmo que lo tengo de la colección que sacó El País hace un par de años, seguro que es viable encontrarlo baratillo.

    Saludos,
    Richar.

  28. Ariodante dice:

    Akawi, no sufras: no te los tragarás todos de golpe. El estómago tiene un límite natural…Y las series llega un momento en que cansan o aburren. Léete La plata de Britania y luego hablamos.

  29. Pilar dice:

    Hola, soy nueva entre vosotros. Me han encantado todos estos comentarios. Estoy leyendo ahora dos libros, uno de ellos es «La plata de Britania» y me está gustando mucho. El segundo es un simpático libro para los amantes de las leyendas, en concreto de Toledo, titulado «Toledo en 80 leyendas», ameno y divertido.
    Seguiré con agrado las andanzas de Falco. Desconocía que había una saga tan larga.
    Saludos.

  30. Derfel dice:

    Mirad que interesante entrevista con Mrs. Davies:

    http://www.lanacion.es/la-entrevista/2009060212159/en-la-antigua-roma-ya-habia-detectives

    (No sé hipervinculear, sí, qué pasa…)

  31. Derfel dice:

    (Ah, pues la página se ha hipervinculeado sóla…)

  32. pepe dice:

    Sé bienvenida, Pilar. Algunas leyendas de Toledo son muy bonitas. Tengo en casa la reimpresión de un libro editado en 1880 (Tradiciones de Toledo, de Eugenio de Olavarría y Huarte) que contiene un buen número de ellas.

  33. Pilar dice:

    Gracias por la bienvenida. Precisamente, E. Olavarria es uno de los autores que figuran en la bibliografía del libro, y consta como consultado el título que mencionas «Tradiciones de Toledo» entre otras obras de este autor. También publicaba con asiduidad en la revista «Toledo».

  34. Germánico dice:

    Yo empecé por «El brazo de hierro de Marte», que me gustó mucho. De ahí me fui al primero, me enganché a la serie y, poco a poco, me fue defraudando. Recuerdo alguno que se me hizo insoportable. Creo que la dejé en el XIVº, o así…

  35. Lohengrin dice:

    Pues precísamente a mí el que menos me ha gustado de toda la serie ha sido
    «La mano de hierro de Marte» (es «mano» no «brazo» Germánico…). De todas formas no creo que haya tanta irregularidad, vamos que me han encantado todos… aunque no los he leido en orden… y me faltan «El oro de Poseidón» y «Conjura en Hispania» a parte de el nuevo.

    Animaos a leer a Falco que no os arrepentiréis, aunque sean tantos libros se leen de forma rápida… claro hay que intercalarlos con otras cosas para no empacharse…

  36. farsalia dice:

    Pues, justamente, ‘La mano de hierro de Marte’ es de mis favoritos: ese legionario torpón pero simpático; Veleda, la «bruja» germana; Quinto Justino, el hermanito de Helena Justina; la sobrina de Falco, dando por c…, dando problemas; Civilis y los bátavos.

    Por cierto, los que no hayáis leído aún ‘Las Saturnales’, varios de los personajes antes mencionados, aparecen de nuevo en esta penúltima entrega de Falco. ;)

  37. Laurence dice:

    Ainssss, con el trabajito que me estaba costando resistirme a esta saga y porfiando a todo un veterano y peculiar librero maño de que no caería en la tentanción, y ahora resulta que me siento flaquear con este libro…. ¡Si hasta he comprobado que estén en bolsillo unos 15 ó 16 de los libros! Me veo cayendo…..sí. Y tú, Farsalia, serás proporcionalmente responsable en la medida que me enganche a la saga ;-P

    Saludos.

  38. alfema dice:

    Yo me enteré hace poco de la publicación de «Alejandría», no se si aguantaré a una edición más económica para comprarlo, me temo que caiga como auto regalo anticipado de cumpleaños.

    Yo me enganché a la saga porque mi hermano Pablo me dejó la versión que publicó «El País», que hace poco compré en una feria del libro antiguo y de ocasión para releerlo y liberarlo en «Bookcrossing», alternando con otros libros estoy releyendo la saga, por ahora acabo de empezar «Una conjura en Hispania».

    ¡Ay!, ¿Dónde estará mi Helena Justina!

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