LA TRANSICIÓN. 30 AÑOS DESPUÉS – Carme Molinero
Es fácil exponer el contenido de este libro, ya que la coordinadora lo hace por nosotros: Se trata de una serie de ponencias destinadas a aclarar, en este momento histórico concreto, el sentido real de la transición española y el sentido que desde los medios periodísticos y políticos se trata de darle.
Otro asunto es si consigue este propósito, y la respuesta es bastante irregular. Santos Juliá, en un excelente capítulo, aclara cuales fueron los puntos de partida teóricos de la transición y su plasmación práctica, con la responsabilidad y participación real de los protagonistas, confrontándolo a la “verdad histórica” que algunos de estos protagonistas, o sus herederos, tratan de “vender” en la actualidad. Así pués, este trabajo concreto, consigue perfectamente el objetivo señalado para la ponencia.
Y esto no se puede aplicar al resto, algunos exponen aspectos muy concretos de la transición, con interés histórico, sin duda, pero que no responden a las intenciones de la “coordinadora” de la edición, y en otros casos la exposición de la visión actual de la transición suprime todo comentario histórico.
Son una pluralidad de autores, obvio, y no todos tienen las mismas intenciones, así que los trabajos parecen un poco descoordinados, teniendo ciertamente como punto común a la transición española, pero sin responder claramente a la intención que parece tener el libro, o que al menos se expone en la introducción.
En resumen: Una obra sobre varios aspectos concretos de la transición española, en algunos casos demasiado específicos ( el mundo de la cultura durante la transición, el mundo cultural catalán durante la transición) o en otros casos demasiado extensos y superficiales. Así pués, ni traza una historia de la transición, ni se enfrenta a la cuestión de su empleo político y propagándistico en la actualidad, lo que deja al final de la lectura un cierto mal sabor de boca.
Por cierto, se puede leer en 6 horas.
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Richar,
Creo que en la clasificación de Categorías de la columna de la derecha tendrías que añadir un apartado nuevo: «Reseñas de Urogallo». 272 páginas, divididas entre 6 horas sale a casi 5 páginas por minuto, a esa velocidad yo no me leo ni el catálogo del IKEA. Y si encima pienso en reseñarlo, entonces sí que voy a velocidad inversa que Uro: 5 minutos por página. En fin, limitaciones que tiene uno.
Parece que es un libro de opiniones, según dices. Son enfrentadas en algún caso, o simplemente no coinciden entre sí? (Pregunta profunda)
Urogallo ha comentado: «….ni traza una historia de la Transición, ni se enfrenta a la cuestión de su empleo político y propagandístico en la actualidad…..» O sea, que estamos ante un libro que en definitiva no nos dice nada..porque si no relata una historia de la Transición, ni aborda las constantes actitudes «revisionistas» que estamos pudiendo ver cada día utilizar a determinados políticos, entonces..¿de qué trata?
Un saludo.
Me gustaría matizar un poquito más sobre el «revisionismo» que a mi modo de ver se está llevando a cabo con la Transición española por un determinado sector político en este país. Siempre he pensado que aquel trance tan delicado de la vida política española se pasó con nota a pesar de todas las dificultades por las que tuvo que pasar( atentados de ETA, GRAPO, los grupos ultraderechistas, los militares afectos al franquismo, etc..). Bien, pues aun con todas estos obstáculos en el camino se llegó a conseguir el objetivo, que no era otro que adaptar al país a la democracia. Objetivo cumplido. Tan sólo 3 años de instaurada la democracia se salvó un golpe de Estado; accedió el PSOE con mayoría absoluta al gobierno, y el país mal que bien fue entrando en la normalidad democrática.
Entonces yo me pregunto: ¿a qué se viene ahora con reproches injustificados hacia unos políticos que se enfrentaron a todas esas dificultades con el objetivo de intentar reconciliar al país y traer la democracia a España?
De verdad que no entiendo esas críticas tan duras a ese proceso tan delicado llevado a cabo en nuestro país hace 30 años.
Un saludo.
No sé si me pierdo algo, pero creo que:
272 páginas en 6 horas o 360 minutos, son 45,3 páginas por hora o 0,75 páginas por minuto.
¿Me pierdo alguna broma o ironía?
Saludos.
No te pierdes ninguna ironía, Curistoria, sólo pones de evidencia que yo soy de letras: ¿pero qué clase de cálculo he hecho? Creo que me ha traicionado mi subconsciente, o mi inconsciente, o lo que sea. De todas maneras, mantengo que el catálogo del IKEA requiere de mucha calma en su lectura para ser leído y sopesado como corresponde.
Saludos
Para nada, cada cuál da su opinión sobre aspectos distintos de la transición, y algunos además, se enfrentan a la cuestión de su empleo político actual, señalando muy destacadamente que mientras que el 50 aniversario de la guerra civil ( 1986) no tuvo ninguna relevancia, el «extraño» 60 aniversario (¿se celebran los 60 aniversarios de muchas efemerides cuando no se ha celebrado el 50?) tuvo una repercusión excepcional por celebrarse en 1996.
Trata de: La oposición de los sindicatos y trabajadores, los planes de transición, las asociaciones ante la transición, la cultura en cataluña y España, y dos trabajos un tanto difusos sobre la percepción de la transición.
Dos preguntas de lo más inocentes, Uropedia:
– ¿A qué se refiere lo de que «tuvo una repercusión excepcional por celebrarse en 1996«? ¿Tiene algo que ver con el partido político que en esos tiempos había en el poder, que como sabemos no es el que había en 1986?
– ¿Se hace la distinción de la cultura «en Cataluña y España» por alguna razón coherente o destacable? ¿O es puramente casual?
Saludos
– Pués sí, el argumento es más largo y más elaborado, y entra en la distinta apreciación que el partido gobernante en 1986 hizo entonces de la transición y la guerra civil, y la consideración opuesta que hizo en 1996 de los mismos temas…
– Ten en cuenta que el congreso se celebró en Cataluña, habría sido una falta de cortesía no dedicar alguna ponencia a un tema «exclusivamente» catalán…
Yo, con todos los respetos, me quedo sobre este tema con el libro que escribió y publicó la periodista Victoria Prego «Así se hizo la Transición». Me pareció de categoría. Y leyéndolo se asusta uno ahora de lo cerquita que anduvimos de liarnos a tortas. Yo, que viví la transición a los 18 añitos (ando ya por los 48) no percibí ese peligro en el momento. ¡alucinante!
Buenas:
De la transición muchas cosas pueden contarse, y creo que todo el incienso que se echa por parte de los vividorzuelos meapilas del sistema, todos aquellos periodistas y demás mamandurrias que viven de la teta del tinglado este, no se ciñen en ningún caso a la realidad. Seamos serios; sin el suicidio de Las Cortes franquistas, nada de lo que luego se nos ha contado hubiera sido posible, ¿aborda el libro eso?
Si el buque insignia del libro en cuestión es Santos Juliá…mal veo el asunto.
Urogallo: hablas de pluralidad de autores, ¿podrías decirme quienes son?
Y una última cosa: sobre aquellos superhombres nietzscheanos que intentan hacernos ver que fueron los forjadores de la Transición (mucho podría hablarse de A. Suarez, T. Fernandez Miranda, Juan Carlos I & cia), ¿se comenta algo de sus desatinos con respecto a ETA, las cuales seguimos pagando hoy?
Un saludo.
Si te refieres a «mi periodista» Calimero, lo primero. ¿Te has leído el libro?.
Lo digo por si tus opiniones van en general o a mi comentario en particular. Esta periodista – a mi modesta manera de ver-, hace un repaso sin pasiones pero retrata fielmente mediante investigaciones personales, análisis documentales y aportaciones de protagonistas directos del momento, lo que ocurrió en nuestra España y como se logró salir del atolladero político en que nos encontrábamos. A mí me pareció de lectura amena y sobre todo, interesantísimo, muy interesante. La verdad, no me lo esperaba de Victoria Prego, acostumbrado a verla en la tele de otra manera.
Adió, adió.
El libro de Victoria Prego sobre la transición, y la serie documental, son realmente una maravilla a la hora de tratar el tema.
No recuerdo ahora a los autores, y no tengo el libro a mano, pero bueno, es una novedad que andará por cualquier librería así que será fácil consultarlo.
Santos Juliá deja algo clarísimo: La transición fué diseñada por la oposición, de acuerdo con sus exigencias, pero dirigida por los herederos del franquismo, que mantuvieron el poder firmemente y pilotaron la transición hasta la victoria socialista. El argumento, una vez más, es mucho más complejo, pero como ves, en lo fundamental parece estar de acuerdo con lo que afirmas Calimero.
En cuanto a los «super-hombres» de la transición, ni siquiera los toca, se habla de partidos y de colectivos, rara vez de personajes concretos.
Jerufa:
No entiendo tus suspicacias personales. Ni te conozco ni me constaba que fueras periodista, pero bueno. Si lees mi «post» anterior en ningún momento he personalizado en nadie y a mi me la entomiza si alguien es periodista, miner@ (para que nadie se sienta molesto) o el bombero-torero. Lo decía por todos aquellos periodistas que se comportan de la manera que decía. En fin.
¿Que si me he leído el libro? Es evidente que no, pues preguntaba a Urogallo (de el cual espero aun sus contestaciones) una serie de cuestiones que de haberlo leído no tendría sentido que lo hiciera.
Sin ánimo de nada, creo sinceramente que no has entendido nada de lo que dejé escrito antes; de hecho me dejas perplejo.
PS. En esta semana echaré un vistazo al libro a ver que tal…aunque con lo que dices de Victoria Prego a uno, francamente, se le quita las ganas.
Me parece que ya he respondido a lo que comentabas, al menos en la medidad de mis posibilidades.
Ahí, ni se te ocurra preguntar por la Dolores, Uro.
… que una copla la mató…
Gracias Urogallo.
Estimado Calimero. Quizás me he expresado mal o me has malinterpretado. Mi respuesta ha venido por el hecho de que desconocía si tu opinión iba dirigida a mi comentario sobre esta periodista. De hecho, te lo pregunto en mi intervención. Disculpa si he parecido brusco, nada más lejos de mi intención. Tampoco soy periodista. Y bueno…disculpas de nuevo.
Acepta las mías.
Eso está hecho.
¡ Hombre Urogallo has estado en mi pueblo, Calatayud! espero que te haya gustado su arte mudejar.
No quiero desviar el tema con «mi pueblo», solamente apuntar un detalle que se ha comentado aquí en relación a la Transición. Según Santos Julia, la Transición fue tutelada por los herederos del franquismo hasta la victoria socialista 4 años después de iniciadada ésta. Bien; ¿se puede pedir más a una situación tan complicada como la que se dio en España en esa fechas?
Sinceramente, pienso que no.
Un saludo.
En realidad no tutela, me habré expresado mal, la idea sería hablar de dirección, Juliá contrapone a una serie de políticos jovenes, surgidos del franquismo dirigidos por Suárez, sin ningún bagaje ideológico, que desde el poder aplican el proyecto de transición que la oposición había planeado llevar ella misma a cabo.
La actual situacion de estado de excepcion en euskalherra demuestra que la transicion no fue ma que la continuacion del fascismo por otros metodos.
A Pozueta el «Gudari» matxote.
El unico estado de excepción que existe en «Euskalherría» es el que vosotros los radicales, compañeros de viaje de los asesinos, imponéis a la gente que quiere vivir en paz y libertad.
Los únicos fascistas sois vosotros, los que disparáis por la espalda, a la nuca de los inocentes, a los que piensan de forma diferente a vosotros, o sea el 90% en Euzkadi y el 99% en España.
Por favor, emigrad a una isla desierta y dejádnos vivir en paz.
Pozueta, tío, como se nota que eres un iletrado.
Y eso es lo más bonito que te podemos decir…
Mira que nos tienen dicho que no hagamos caso a los spam…
Ojalá fuera algo tan poco importante como un spam
Como dijo Romanones: ¡Jo*er que tropa!.
Bueno, hoy estuve asistiéndo a una charla sobre la Transición. Curiosamente el conferenciante obvió bastante el tema de la charla, hasta que al final varios asistentes recondujeron la temática: La participación de la izquierda radical en la reforma política.
Según los jovenes oyentes, España era un país donde la población se componía de borregos manipulados por partidos financiados por oligarcas todopoderosos que mantenían al pueblo sometido mediante machaconas consignas emitidas por los medios de comunicación.
Respuesta antologica del conferenciante: «El problema de la extrema izquierda es que hemos vivido instalados en una profunda arrogancia, creyéndonos en la posesión exclusiva de la verdad y viendo a la población como un rebaño idiotizado. Y no es así. Reclamo un poco de humildad, por que vivimos en un país donde la gente piensa y decide por sí misma, aunque no lleguen a las mismas conclusiones que nosotros.»
En resumen, frente a la posición de su radical auditorio, el conferenciante reclamó como dato fundamental de la transición el amplio apoyo popular que esta obtuvo. Si bien el pueblo estuvo bastante al margen de su desarrollo, ha expresado su conformidad con ella en numerosas ocasiones.