POSTALES DESDE LA TUMBA – Emir Suljagic
Este verano se llevaron a cabo una serie de emotivos actos para honrar a las victimas del que, con toda seguridad, fue el mayor genocidio cometido en Europa tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Me estoy refiriendo a la tristemente famosa «matanza de Srebrenica»; cometida por fuerzas serbias, sobre población musulmana durante la guerra de Bosnia.
El enclave de Srebrenica, al igual que otros, estaba protegido por fuerzas bajo mandato de la ONU, lo cual no impidió que tras tres años de largo asedio las tropas serbobosnias al mando del general Ratko Mladic,-hoy en día en busca y captura inculpado por crímenes de guerra por el Tribunal Internacional de La Haya-, entraran a sangre y fuego en la localidad asesinando a sangre fría a más de 8000 personas, principalmente varones, y provocando el éxodo de un número mayor, de mujeres, niños y ancianos. Y todo ello bajo la más absoluta pasividad del batallón de soldados holandeses, que tenía encargada la protección de la ciudad, así como de toda la comunidad internacional, que se limitó a asistir impasible ante lo que era una de las acciones más inhumanas en aquella contienda, ya de por sí tan cruel. Un acto de tremenda barbarie que quedaría como un capítulo negro de la diplomacia occidental que, a todas luces, fue incapaz de evitar algo, que ya desde hacía tiempo se veía venir.
Emir Suljacic, autor del presente libro, fue testigo de aquellos terribles sucesos. Trabajaba como traductor para las fuerzas de la ONU, y ello le permitió salvarse de una muerte más que probable. De hecho fue uno de los ¡17! varones bosnios afortunados que salió del enclave protegido por las fuerzas holandesas. El resto tuvo que internarse en territorio controlado por los serbios durante decenas de kilómetros hasta alcanzar la seguridad de la localidad Tuzla. Que decir tiene, que muchos cayeron en emboscadas y no lo consiguieron.
La obra, -escrita en una prosa ágil, desnuda,y desprovista de excesivos artificios- relata, en poco más de 200 páginas, los sucesos acontecidos durante los tres años que duró el sitio, mayo de 1992-julio de 1995, hasta desembocar en el trágico asalto a la localidad.
El libro, contado en primera persona, resulta de gran dureza y dramatismo. Y el autor no escatima detalles a la hora de mostrar las terribles situaciones que se vivieron en el «enclave» a lo largo de aquellos años, combinando de manera magistral, descripciones realistas de los sucesos, con lúcidas reflexiones.
Los bombardeos, la escasez de alimentos, las rapiñas, las acciones armadas, el mercado negro; todo pasa bajo la atenta mirada de Emir. El cual tampoco puede sustraerse a esa realidad, participando de ella, incluso, a veces, de manera poco honrosa.
Ese, desde mi punto de vista, es uno de los mayores logros de la novela. El autor se desnuda ante el lector y no le importa mostrar cómo, a la vez que el mundo que le rodea se va desmoronando, él mismo tiene que hacer acopio de fuerzas para no perder lo poco de dignidad humana que queda en aquel rincón, abandonado por todos a su suerte, y en donde sus protagonistas no pieden la oportunidad de aprovechar la mínima circunstancia en beneficio propio.
Porque, y he aquí otro elemento a destacar del libro, Emir no discrimina a la hora de buscar culpables. Si las fuerzas serbias son retratadas como asesinos sin escrúpulos, las autoridades bosnias aparecen como mafiosos oportunistas en busca de fortunas personales, mientras que los soldados de la ONU no dejan de pasar la ocasión de conseguir, entre otros, favores sexuales a cambio de un paquete de cigarrillos. Incluso los civiles bosnios, a medida que avanza el sitio, acaban perdiendo todo tipo de escrúpulos, y terminan transformándose en autenticas bestias acorraladas desprovistas del mínimo rasgo de humanidad.
Un libro duro y si concesiones donde sin embargo, y por qué no, queda sitio para el humor. Aquel mundial de fútbol de 1994, visto a través de televisiones instaladas en las laderas de los montes para recibir mejor la señal, y que funcionaban con dinamos manuales. O aquel funcionario de la ONU, que tras jugarse la vida durante casi un mes para atravesar el territorio serbio y alcanzar la salvación de Tuzla, le querían descontar el tiempo empleado, de sus ¡vacaciones!.
Creo que es un libro que no dejará indiferente a quien tenga el ánimo de acercarse a su lectura. Con toda esa riqueza de matices la reflexión está asegurada. Tal vez el mejor homenaje que, de forma individual, se le puede rendir a todas aquellas gentes castigadas con todo tipo de terribles atrocidades, en una región europea tan devastada a lo largo de los siglos.
Extraordinaria reseña Davide. Y si encima es estreno, felicidades por partida doble.
No conozco al autor, pero a través de tu exposición queda muy a las claras ante qué nos topamos. Describes perfectamente la situación, el tipo de lectura, la extensión, el momento histórico y los detalles que más te han llamado la atención.
Muy transparente, lo cuál es de agradecer. Por lo que cuentas y a modo de resumen, ¿se lee de un tirón, no?
Richar, no veo a Bloom y a Davide en el quiénes somos.
Richar, veo a Jerufa en el quiénes somos.
Hay un libro ya viejo, «Casco Azul, Soldado Español», que cuenta la historía desde el otro lado: Las limitaciones de los soldados, que veían todo aquello y no podían intervenir por que estaban sujetos a las estrictas reglas de conducta de la ONU. Una guerra enloquecida, en la que las tropas extranjeras no aportaron precisamente un fáctor de cordura. Es de destacar que entre todas las críticas a la actuación de la ONU y de los cascos azules, los españoles hayan salido sin ninguna mancha.
Felicidades por tu primera reseña Davide. Me ha gustado, aunque reconozco que desconozco bastante el conflicto al que hace referencia el libro, o mas bien a las matanzas que durante el se produjeron, asi que me apunto tu recomendacion de cara a la navidades para ver si alguien se anima a regalarmelo y conocer un poco tan dramatica historia, y asi como tu dices, rendir un pequeño homenaje a las personas que lo padecieron.
Saludos.
Qué interesante la reseña, lo apuntaré para Navidad. Muchas gracias y enhorabuena
Gracias por vuestros comentarios. Lamento no haber podido responderos antes pero esta semana he estado muy liado con un montón de cosas, entre ellas un congreso sobre la Transición española celebrado en Almería, el cual ha resultado de lo más interesante.
Me alegro que la reseña, en general, haya despertado vuestro interés por la lectura del libro. De eso se trataba. Realmente resulta de un dramatismo desolador, pero como ya apunto en la reseña, siempre aparece un momento para la esperanza, e incluso para el humor.
Estoy totalmente de acuerdo con Urogallo, en el sentido que las tropas españolas actuaron, y todavía lo siguen haciendo, con una profesionalidad que merece todo el respeto y reconocimiento. Por testimonios de soldados que allí estuvieron, parece que los nativos son los primeros en valorar su profesionalidad. Que sea por muchos años.
Saludos y gracias nuevamente.
Magnífica reseña Davide, y bienvenido!
Lo del batallón holandés fue una vergüenza. Estoy muy interesado en leer acerca de todo el conflicto. Compraré el libro.
saludos
Estimado Davide, lo primero me parece muy certera tu reseña del libro; lo segundo, me da la impresión por lo leído que el libro no abordaría un punto que considero muy relevante, ya que de otra forma el libro sería leído de manera descontextualizada, y me refiero a que esta matanza es un ejemplo claro y tal vez demasiado gráfico de que los años no curan las heridas. Hay que recordar que Himmler, y tal como lo señala Richard Rodes, en Los Amos de la Muerte, Los SS Einsatzgruppen o el origen del Holocausto, cuando se vió necesitado de hombres formó una legión serbio musulmana que se unió a los Ustachi ( los fascistas croatas) en las matanzas contra los serbios cristianos, resultando ser la matanza de Srebrenica una venganza…casi 50 años después.
Que quede claro que no quiero decir que las matanzas de unos justifiquen las matanzas de otros. Solo el inefable Himmler decía que el asesinato de lso niños buscaba evitar que cuando adultos buscaran venganza.
Sin embargo los Ustachas y los hombres de la Handschar fueron muy durante castigados por los partisanos serbios de Tito, que ganaron la guerra, y tuvieron 40 años para vengarse.
Enhorabuena por tu reseña Davide.
Me has hecho recordar, pues he estado allí como militar en el 97 (Infantería, por supuesto). Conozco el caso de Sbrenica por ser uno de los más crueles, pero os puedo garantizar que se dieron muchos más: Sarajevo, Mostar y una innumerable lista de pequeñas ciudades como Stolac en la que estuvimos destacados los españoles.
El caso de esta ciudad es curioso, por no decir una palabra más fuerte, pues el jefe de la policía por entonces era un criminal de guerra buscado por el Tribunal Internacional de Justicia, que campaba a sus anchas por Stolac, controlando el mercado negro y el tráfico de armas, y del cual teníamos orden expresa de la OTAN de no detener. No sé el por qué ni el por qué no, pero así era. Paradojas de la vida.
Mucho odio es lo que había entre las partes. La mayoría piensa que es un odio que se ha ido alimentando a lo largo de la historia por distintas guerras, pero yo estoy convencido que entonces y ahora han sido los políticos de turno por afán personal los que han convertido los Balcanes en lo que han sido y son actualmente.
Sólo un dato, la población civil nos decía (daba igual que fueran serbobosnios, bosniacos o bosniocroatas) que mientras Europa siguiera metiendo dinero a expuertas en Bosnia, no habría problema pues los políticos estarían entretenidos en repartírselo.
Por otro lado, hay una película muy buena sobre este tema titulada «Savior» y protagonizada por David Quaid (creo que se escribe así), y como no el libro de A. Pérez Reverte «Territorio Comanche». No la película, que para mi deja mucho que desear.
Espero no haber sido un poco pesado tipo abuelo batallitas.
Un saludo.
Lamento disentir, Capitantrueno, pero el odio de los Balcanes no aprte del afán personal de los políticos de turno. El problema geopolítico de los Balcanes es antiquísimo y se mantuvo unido, no sé sabe cómo, en la época de Tito. Muerto Tito, vuelta a lo mismo.
Muy interesantes todos vuestros comentarios.
Mi opinión acerca de las razones del conflicto ya las habéis apuntado vosotros: una mezcla de viejas rencillas del pasado unidoa unos mensajes incendiarios por parte de los políticos de turno. Sólo así se podría explicar esa extrema crueldad con la que se comportaban todas las partes.
También señalar, como apunta Jaime, que se echa de menos por parte del autor una referencia histórica a las probables causas del conflicto, quedándose en una crónica de los sucesos en tiempo presente.
Para suplir esa ausencia y por si alguno está interesado yo recomendaría los libros de los profesores Taibo y Veiga.
Por otro lado, si alguien busca algo menos sesudo, a veces la falta de tiempo obliga, es excelente el cómic «Gorazde» de Joe Sacco. Toda una maravilla del llamado comic-periodismo.
Con respecto a las películas hay muchas y muy buenas. Aparte de las citadas por Capitán trueno yo añadiría «Las flores de Harrison», «Tras las líneas enemigas», «En tierra de nadie» y, por supuesto, las de Emir Kusturica.
Saludos.
Estimado Davide: no suelo hacer comentarios en las reseñas de tema bélico. Pienso, quizá con ingenuidad, que todo lo que hay que decir sobre la guerra ya está dicho y que todas las reflexiones hechas desde hace tiempo. Me equivoco, porque a la vista está que seguimos matándonos con la misma saña y crueldad que hace miles de años. Quizá con más. Dice Pérez Reverte en un artículo o en el El pintor de batallas, no me acuerdo bien, que la guerra es el estado natural del hombre. Dice también en una entrevista -o en otro libro- que en Srebrenica mataban a los niños como en la Biblia, mirando si tenían o no vello púbico. Maldice, por último, esta vez sí recuerdo dónde:
http://www.xlsemanal.com/web/firma.php?id_firma=4150&id_edicion=2127
a una amiga que le envió un libro que no quería leer pero que terminó leyendo. Precisamente el libro del que tú has hecho una reseña magnífica y, aunque me cuesta decirlo, también muy necesaria. Enhorabuena.
Gracias Pepe por tus comentarios. Acabo de leer el artículo de Reverte y comprendo perfectamente el hartazgo del autor a la hora de tener que volver a recordar lo que supuso aquella terrible carnicería.
Prometo olvidarme en mi próxima reseña de temas tan atroces, pero ya te advierto que el tema tampoco es de los que dejan indiferentes.
Un saludo y gracias nuevamente por tu opinión.
Muchas felicidades Davide,
yo sabía de aquellos hechos por un documental de televisión que daba escalofríos, no porque hubiese escenas morbosas sino por la sensación de impotencia y rabia ante la crueldad de los unos y la inoperancia y cobardía de los que podían haber hecho algo más.
Leo el enlace que propone Pepe asintiendo, pues Pérez Reverte merece mi respeto porque él también ha visto la guerra. Después de transmitir aquel horror en sus crónicas y artículos no me extraña en absoluto que desee apartar de su memoria todo aquello.
Sin embargo no podemos ni debemos olvidar, por eso este libro sigue siendo necesario.
Saludos
Gracias Erwin por tus felicitaciones. Lo único que me viene ahora a la cabeza, al respecto, es la gran cantidad de guerras tremendamente crueles e inhumanas que se han producido en las dos últimas décadas, llegando algunas de ellas hasta la actualidad, y que han quedado olvidadas por los gobiernos, las organizaciones internacionales y las opiniones públicas. El genocidio de Ruanda, la guerra de Chechenia, la guerra civil de Sudán y un largo etc.
Un saludo y gracias.
«Savior» de Dennis Quaid, una película curiosamente olvidada (Aunque ya trataba el tema del terrorismo islámico) a pesar de su calidad, y el modo serio en que trata el tema de la venganza.
Respecto a los odios ancestrales, yo tengo que negarle la razón a Jerufa. «El reino unido de los Serbios, Croatas y Eslovenos» no fué una caldera de odios. Sí lo fué la SGM, y en cambio luego vinieron cuatro décadas de paz y tranquilidad. Odios semejantes se podrían alegar en muchos otros lugares de los Balcanes…Y no se dedicaron a matarse entre ellos con esa alegría.
Lo extraño de los balcanes no es la ferocidad con la que se comportaron las etnias unas contra otras, si no lo pacífica que había sido la convivencia durante cuatro décadas…Y como se rompió esta.
Hay una película sobre el tema protagonizada por Andie MacDowell. Muy dura, pero esclarecedora de los problemas étnicos de los balcanes.
Aunque se pueden adoptar perspectivas cortoplacistas igualmente, el frágil equilibrio existente en esas zonas viene de lejos, de muy lejos:
– Los croatas son eslavos, católicos, de cultura germánica y escriben su idioma con el alfabeto occidental.
– Los serbios son eslavos, ortodoxos, de cultura eslava y escriben su idioma con caracteres cirílicos.
– Los Bosnios son un poco de todo, musulmanes y de cultura turca.
Luego hay regiones más dispersas, porque en Montenegro hay cátaros, en Kosovo hay albaneses, etc, etc. Gente muy distinta que han vivido juntos, pero no revueltos bajo el yugo de distintos imperios (Romano, Bizantino, Veneciano, Sacro Germánico, Turco, Austrohúngaro…..) Ahora que no tienen a nadie que los subyugue cada cual buca hacerse fuerte en las regiones de influencia. Pero, la población está relativamente repartida en los antiguos territorios (en este caso austrohungaros). La espiral de violencia está servida. Los Ustaci y los chetniks son dos caras de la misma moneda.
Opino
saludos
Verdoy: la película a la que haces referencia y que ya mencionó antes Davide se llama Las flores de Harrison. Tiene como trasfondo la guerra de los Balcanes pero también es una hermosa historia de amor.
Ah! Gracias pepe, no me acordaba del nombre de la película.
saludos
Lamento disentir profundamente de ese juicio. ¿Por qué entonces la guerra se limitó casi por completo a Bosnia, y los serbios no le declararon la guerra a Macedonia o la mantuvieron con Croacia?. Era una cuestión de dominio territorial, donde los musulmanes se quedaron en medio.
Las guerras se produjeron en aquellas repúblicas donde había mezcla de etnias: Croacia, Bosnia, Kosovo. Cada una de esas etnias buscaba tener su propio espacio, bien creando un Estado propio, bien uniéndose a alguno de los ya existentes (Serbia, Croacia). Es evidente que a pesar de esas décadas de convivencia pacífica, los resquemores, desconfianzas y odios pasados estaban más presentes de lo que se podía imaginar. Bastó una chispa para que todo el castillo de naipes se viniera abajo.
Hablando de la SGM en los balcanes os recomiendo La batalla del río Neretva, ahí ya aparecen las distintas fuerzas enfrentadas.
Una anécdota que me contá hace poco un militar español destinado en Bosnia. Finalizada la guerra, un croata de Mostar intenta acceder a una discoteca en el barrio musulmán de la ciudad. Le niegan la entra por estar borracho. El hombre se marcha y vuelve con un ¡lanzagranadas!, dispara y falla. Los musulmanes salen de la discoteca y lo linchan allí mismo.
Ambas comunidades viven completamente al margen una de otra, ello nos lleva a pensar que, una vez se retiren las fuerzas internacionales, en aquellas zonas donde todavía hay etnias «cohabitando» el conflicto puede volver a estallar en cualquier momento.
Por otro lado, tenemos la situación de Kosovo que debe resolverse en pocos días y que, lo más probable, lleve a la independencia de ese territorio y, a su vez, a la secesión de la parte serbia, y a su más que probable unión con Serbia. Lo que a su vez, puede animar a los serbios de Bosnia a hacer lo mismo con la llamada República de Srpska.
Está claro que nadie está interesado en mantener Estados multiétnicos.
Buena peli el Neretva, pero hay que recordar que en la SGM hubo miembros de cada etnia en ambos bandos: Tito y Franjo Tudjman, eran croatas. Y aunque muchos de sus partisanos eran serbios, los Chetnik también eran serbios…
Estimado Urogallo, pero no podría decirse también que esa convivencia pacífica de cuatro décadas se debió a la mano férrea de Tito que mantuvo unida a la República de Yugoslavia, es decir, que esa unidad solo se explica por la fuerza. Ya sabemos que los problemas étnicos empezaron a surgir una vez muerto Tito, será solo coincidencia?.
Mucho me temo que sí, ya que Tito muere en 1980…Y estos conflictos explotan mucho más tarde.
Si fué Tito el que mantuvo el tinglado unido con mano de hierro, ¿Que mano de hierro le sustituyó una década entera?.
Yo sigo diciendo que el problema principal fueron y siguen siendo los políticos que han utilizado el nacionalismo, cultura, idioma, etc, en provecho propio. Como bien dice Urogallo, los ex- yugoslavos vivieron cuatro décadas de paz con Tito, el problema es que cuando falta la mano ferrea, a cuatro indocumentados se les enciende la bombilla de la ambición y se arma lo que hemos visto.
Ellos potencian a base de lavado de cerebros el sentir nacionalista, la xenofobia, el radicalismo, y en definitiva la guerra y el asesinato. Algo que en Bosnia estaba sino olvidado si en cierta manera aparcado. Podeís preguntar a cualquier persona sea serbia, croata o musulmana. Os dirán que antes de empezar la guerra vivian de maravilla, dentro de lo que un régimen comunista permitía, pero estaban contentos pues Yugoslavia era de los paises del este que mejores condiciones de vida tenía. E incluso todos vivían, si se me permite, revueltos, casábanse con personas de distinta étnia y tenían amigos a los que no se les pedía el ADN.
No es lo mismo ser un don nadie en un estado grande y fuerte que un presidentillo de una coamunidad pequeña pero en la que, al fin y al cabo, manejas todo a tu antojo. Es el poder, el ansia de poder de cuatro desalmados los que al final nos han llevado a todas las guerras. Ya podrán decir que es por la defensa de la Patria, por el bien mundial, de la especie humana o del Patito Feo, siempre habrá un motivo oculto en todo ello que se llama afán de poder.
Es lo que creo.
Saludos.
Uro, respecto a la última cuestión que planteas, parece que estamos obviando que en 1980 estabamos en plena guerra fría y que la URSS no iba, de ninguna de las maneras, a permitir que se le cayera el flanco izquierdo y el acceso directo al Mediterráneo.
Por eso, no es casualidad que el problema surgiera con el derrumbe de la URSS y el telón de acero. Durante la década de los ochenta, las distintas etnias fueron tomando posiciones, pero por lo «bajini».
En cuanto a la cuestión de los focos de conflicto, los hubo en todos lados, hasta en Slovenia, donde la guerra duró 5 días.
saludos
Yo estoy más de acuerdo con la teoría de Verdoy. En cuanto pudieron cada uno buscó tener su Estado propio. A ello les benefició el hecho de que Milosevic se negara a entregar la presidencia de la República, que era rotatoria, y su deseo de crear la Gran Serbia. Todo actuó como justificación para que Eslovenia y Croacia iniciaran el camino de la independencia, a la que luego se unirían las demás repúblicas. El hecho de que en Eslovenia la guerra sólo durara una semana, se debe a que allí la mezcla étnica era sólo testimonial. En cuanto a lo aportado por Capitan trueno, si bien estoy de acuerdo en que los mensajes de los políticos pueden llevar a los pueblos a cometer auténticas atrocidades, no menos cierto es, que con una tierra adecuada el abono es más efectivo. Y en este caso, una corriente subterránea de odios y rencores esperaba el momento para salir a la superficie.
Si, si, pero todo eso empezó a pasar cuando «laspichó» Tito.
Sinceramente, es lo mismo que decir que la URSS se hundió cuando «laspichó» Stalin…
Saludos y enhorabuena Davide por tu estreno.
Muy buena, y dura, reseña, pero es lo que hay, efectivamente.
Estaba intentado encontrar por Hislibris la reseña de Goradze (comic al que haces referencia), pero no ha habido suerte y es que no debe existir, aunque yo creyera que sí. Un gran comic con una historia estremecedora.
Un saludo,
Richar.
Un dato más: Yugoslavia no era parte del Pacto de Varsovia. Lo que la URSS pudiese o no permitir, le iba a importar bastante poco a los Yugoslavos.
Uro, yo ahí disiento. Una cosa es la carcasa política que se le diera a Yugoslavia y otra muy distinta en qué lado del telón de acero estaba ésta durante la guerra fría.
saludos
Desde luego, sus M-47 nos demuestran que no era miembro del pacto de Varsovia. Solo hay que leer los planes soviéticos para el ataque a Occidente: Yugoslavia es un flanco abierto, neutral, igual que Rumania.
Albania-Yugoslavia-Rumania eran países de organización comunista, pero no miembros del Pacto de Varsovia.
De hecho, el enemigo contra el cuál se militarizó tan intensamente Yugoslavia era la URSS, no Occidente.
Hola, Davide. Quería felicitarte por tu reseña antes de que pasara más tiempo (y si no lo he hecho antes es porque transito por un fantasmal período plagado de pañuelos , termómetro y antigripales). Felicitaciones por ser la primera, y por rescatar unos hechos no tan lejanos que parece que Europa intenta ignorar mirando para otro lado. Es verdad que, como dice Pepe, sobre la guerra está todo dicho. Pero más aterradora es , para mí, la indiferencia.
Un saludo.
Dos cosas que quiero comentar, y todo a partir de los comentarios anteriores. Lo primero es que sigo pensando que la tal convivencia de las distintas nacionalidades que conformaban Yugoslavia se debió a la mano ( dura, férrea, etc) de Tito. El conflicto estalló una década despues de su muerte, lo cual no es mucho tiempo y si el necesario para que los distintos bandos se organicen y se hagan de los recursos necesarios para la guerra. Lo segundo, y lo mas preocupante aún, Yugoslavia como ha quedado dicho en comentarios anteriores, exhibía uno de los mejores niveles de vida, no solo en lo social sino que tambien en lo que dice relación con la educación, lo que pudiera hacernos pensar que tratándose de una sociedad educada, culta, esta menos dispuesta a caer en barbaridades propias de sociedades subdesarrolladas, como a veces suele pensarse.
Que es aquello tan fuerte que hace al hombre dejar de ver, de la noce a la mañana, a su vecino tambien como hombre y a pensar que su deber es matarlo?
Cuanto tiempo lleva el que un comentario este en moderación. Un comentario que me llevó horas meditarlo, ha quedado en esta condición hace ya varias horas.
Es aleatorio, uno mio estuvo días…
Yo, personalmente, prefiero dejar el tema aquí a riesgo de comernos el libro. Pero en esos 10 años, no se acumularon armas ( que sobraban) ni se planteó lo que iba a ocurrir, ya que solo Serbia-Montenegro tenían claro lo que pretendían conseguir.
Gracias a todos por vuestros comentarios enriquecedores. Imagino que entre todos podamos haber obtenido una explicación de aquellos sucesos más o menos cercana a la realidad.
Por otro lado, Valeria te agradezco tus felicitaciones. Lamento que no te encuentres plena de salud, pero ya sabes que es época de resfriados. No sé si te habrás enterado pero te ha tocado un «maravilloso» libro obsequio del amigo Germánico. Así que si me envías tu dirección te lo enviaré en breve plazo.
Aquí te dejo mi e-mail:
davidef72@hotmail.com
Un saludo.
Ja, ja. Vaya, yo ya me había olvidado.
Buena reseña, Davide.
Pues hoy mismo se lo he enviado. Espero que sea buena y después te lo preste a tí.
Gracias por la felicitación.
A ver, a ver…
No había podido leer tu reseña hasta hoy y me ha parecido muy interesante. Un guerra escalofriante como son todas en las que todo está tan irremisiblemente mezclado.
Mi más sincera felicitación por tu primera reseña compañero.
un abrazo.
Buena no. Una santa.
Gracias por la felicitación Epaminondas. Efectivamente un libro muy duro. La próxima reseña, ya en otra línea, también lo será. Ya ves, me van las emociones fuertes.
En cuanto a tí Valeria, ya sabes que los gallegos somos muy generosos, así que no nos dejes en mal lugar. Aunque con Germánico, tal vez debas hacer una excepción. Je, je.
No, hombre, no, que soy medio gallego, y todo…
Ahora comprendo esa brillantez deductiva.
¿Y qué es eso que andas diciendo por el foro que «Angeles asesinos» es un plomazo de novela?. Chaval, chaval, no me defraudes. Atrévete a leerla y te arrepentirás de tus palabras, bárbaro. Y «Dioses y generales», por lo poco que he llevo leído, no se queda atrás. Palabra de castrexo.
«Un fresco general proveniente del noroeste impera en toda la península».
Al foro lo que es del foro… Protesta allí…
Ya te he contestado de manera moderada.
Bueno… pues ahora no entro. ¿Qué te parece? Ju, ju.
No tengo mucho tiempo, pero a ver si esta tarde me paso.
No me seas bárbaro y lee la respuesta que ya verás como te gusta.
Esta tarde me paso.
Siento llegar tarde a esta discusión porque el tema me interesa y mucho. En fin, me la perdí. Davide, enhorabuena por la selección del libro y por la reseña. Creo que Urogallo tiene mucha razón en las dudas que plantea, y que la explicación habitual (básicamente: Yugoslavia era un mosaico étnico que sólo pudo mantenerse con mano de hierro y cuando esta faltó, lógicamente estalló, porque gente diferente no puede convivir mucho tiempo sin matarse) es demasiado simplista y parte de alguna premisa que no es tan irrefutable como se presenta.
Capitantrueno, más que aburrirme con tus batallitas, me has dejado con ganas de escuchar unas cuantas más. Tengo un hermano que también estuvo por allí con el ejército y lo que contaba se parece mucho a la impresión que te llevaste tú. No seas tan modesto y cuéntanos algo más, hombre, que fuiste testigo privilegiado.
Como curiosidad, puedo deciros que al menos hasta 1994 (inclusive), los libros de texto de Políticas en la UNED ponían a Yugoslavia como modelo de estabilidad y de economía mixta, socialista pero relativamente abierta y desde luego próspera para la media del Este. Ya lo hemos hablado alguna vez, pero para indagar un poco más en la historia de la zona son muy recomendables los libros de Ivo Andric, especialmente Un Puente sobre el Drina. Allí se ve, entre otras cosas, cómo la gente de la zona no ha vivido durante siglos esperando agazapada la ocasión de masacrarse. También han convivido, en el sentido más profundo de la expresión. La cosa tiene más miga.
Saludos
Y viendo que Javier reanima un poco este hilo y que ya ha pasado un tiempo prudente, me permito recordar un par de anécdotas «made in Spain», que me contaba un amiguete del pueblo que estuvo unos añitos por la zona, con uno de esos comandos especiales del ejército (vaya usted a saber el nombre, que yo de organismos militares ni papa).
Primera: cerca de Sarajevo, y una vez desheladas las montañas, las patrullas españolas subían a los montes a quitar minas de los caminos. Mientras que las patrullas de otras nacionalidades seguían todos los procedimientos y demás, los españoles (o al menos el grupo donde estaba mi amiguete), iban un poco al tuntún. Que veían una mina, pues para que iban a molestarse mucho; marcha atrás con el camión para coger distancia de seguridad, y ¡venga, concurso de tiro a ver quién le da a la mina y la vuela!
Segunda: partido amistoso entre soldados españoles e italianos. Campo improvisado en una zona relativamente cercana a un campo supuestamente minado. El partido en su línea, los españoles atacando, los italianos amarrategui total. De pronto, goooooooooool español.. ¡¡sí!! ¡1-0 y Zamora de portero! Total, que sacan los italianos de centro, la roba uno del equipo español y ¡zaca! le mete un zurriagazo que lo manda, evidentemente, a la mitad del campo supuestamente minado. Miradas de perplejidad, balón perdido y a los vestuarios. ¡¡Por una vez ganamos a Italia al fútbol!!
En fin, que son esas historietas que te cuenta alguien que ha vivido todo tipo de sitauciones de lo más estremecedoras y que te hacen reir un buen rato y ver que al fin y al cabo, algunos no llegan a perder la perspectiva de las cosas.
Un saludote,
Richar.
Lamento contestaros tan tarde, pero es que he estado «fuera de conexión» durante las fiestas. Muy interesantes las cuestiones que planteáis, así como esas anécdotas. Desde luego está claro, con la posible independencia de Kosovo planteada estos días, que el capítulo de la desmenbración Yugoslava todavía no se ha cerrado. Habrá que esperar futuros acontecimientos para ver cómo se van cerrando las heridas tan profundas que han desangrado esa tierra a lo largo de todos estos siglos.
Saludos.
En pocos días tendremos en nuestras librerías el ensayo ‘No matarían ni una mosca. Criminales de guerra en el banquillo’ (Global Rhythm), donde la escritora y periodista croata Slavenka Drakulic relata el devenir de los juicios llevados a cabo en el Tribunal Internacional de La Haya contra los criminales de la Guerra de los Balcanes.
Por lo que he leído del libro, creo será una versión moderna de «La banalización del mal» de H. Arendt. Muy en consonancia con lo que venimos discutiendo en el post de la Segunada Guerra Mundial en torno al valor de las democracias a la hora de denmascarar a los criminales de guerra. Dice la autora:
«Los europeos no han comprendido, o no han querido comprender, muchas cosas. Comprender impone responsabilidades. Durante muchos años actuaron como si la guerra no tuviera lugar en Europa, como si los Balcanes estuvieran en Marte. El Tribunal Internacional de La Haya se creó en 1993 precisamente porque los estados independizados de la antigua Yugoslavia no podían afrontar la verdad: los crímenes de guerra cometidos por unos soldados a quienes no querían juzgar ellos mismos. Se puede pensar lo que se quiera sobre ese tribunal, por ejemplo que está demasiado politizado y que es lento, pero los juicios han ido descubriendo, poco a poco, la verdad sobre la guerra. Sin el juicio al general Krstic, jamás se habría sabido que en Srebrenica fueron ejecutados 7.000 bosniacos (ciudadanos de nacionalidad musulmana). El papel histórico que desempeña el Tribunal de La Haya no se ciñe a juzgar criminales, porque muy pocos de ellos, quizás tan sólo un 10 por ciento serán condenados (y se calcula que hay alrededor de 2.000 criminales), sino determinar la verdad. Sin ese tribunal, los serbios seguirían afirmando que la matanza de Srebrenica jamás existió y los croatas que no asesinaban civiles en Krajina.»
El resto de la entrevista en
http://www.elmundo.es/yodona/2008/02/20/actualidad/1203509298.html
Saludos
Daba la casualidad de que estaba yo buscando información para un caso de derecho internacional sobre el genocidio serbio en Srebrenica y he dado con esta página, a la cual, por razones familiares (Aretes) la tengo un especial respeto.
Me ha sorprendido que ninguno de los comentarios hay tocado el aspecto de que el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) haya fallado a favor de Serbia en la demanda interpuesta por Bosnia acusando al país vecino de ser responsable del genocidio perpetuado por el ejército de la República de Srpska en Srebrenica. Esta sentencia tiene una especial importancia ya que es la primera vez que un estado acusa a otro de genocidio en la historia de este Tribunal y, debido a esto, asienta un precedente sin duda preocupante.
La verdad es que a cualquiera que sea lea dicha sentencia (aunque no lo recomiendo a nadie, 175 páginas en inglés y llena de tecnicismos) le parecerá verdaderamente vergonzoso que la justicia se haya vendido tan fácilmente ante las presiones políticas de los países occidentales. Es verdad que la sentencia confirma que Serbia incumplió el Convenio sobre el Genocidio al no impedir que se asesinasen a más de 8300 bosnios musulmanes, entre en los que se encontraban niños y ancianos (sin contar las numerosas violaciones a niñas de 14 años para arriba o la destrucción de mezquitas o templos católicos). También se afirma que Serbia es culpable de no haber perseguido a los culpables materiales una vez producida la masacre, incluso hoy les siguen protegiendo. Lo que nadie puede comprender es que el tribunal dictamine que Serbia no es culpable del genocidio, sabiendo que ese país estaba detrás del gobierno y del ejército de la República de Srpska.
Además, querría apuntar que numerosos funcionarios del Tribunal afirman que los documentos que relacionan al Gobierno de Belgrado con las autoridades serbio-bosnias fueron censurados parcial, e incluso algunas secciones totalmente. Esta censura fue realizada por el gobierno actual serbio y bajo la impasividad del fiscal del caso, otro argumento más para defender que ha sido de nuevo la política y no la justicia lo que a primado en el fallo de un Tribunal
A mí sí que me dejas con la boca abierta, Tácito.
(A veces también con el bolsillo vacío y con unas ojeras que ni con con pintura plástica, pero eso es otro cantar)
Seguro que alguien puede ilustrarte y ampliar esas informaciones.
Un beso.
Que no has cambiado el nombre, Aretes…
Ainsss.
Eso pasa porque también me deja sin ordenador de vez en cuando.
De tal palo, tal astilla….
Bueno, Tácito, yo no te puedo ayudar con temas de derecho internacional. Y además no me he repasado los comentarios de este hilo. Pero si me permites, te dejo por aquí un par de comentarios.
No se me ocurriría jamás comentar una sentencia sin leerla primero. Si encima está en inglés y ni siquiera tú lo recomiendas…. pero en este caso no dudo que sería vergonzosa y vergonzante su lectura. Desgraciadamente, aunque es lo único que tenemos, los organismos internacionales no están a la altura de las expectativas que generaron. Pero nunca pierdas esa capacidad para indignarte ante estas situaciones. Porque cuando a uno esto le deja indiferente, es que está un poquito muerto por dentro. Mucho ánimo.
Hola, Tácito (el verdadero, no la suplantadora). Sólo quería darte la bienvenida y animarte a que sigas por aquí, que ya te meteremos el dedo en el ojo cuando menos te lo esperes.
(Uy, se me olvidaba. Ya que está por ahí, dale un coscorrón a Aretes de mi parte).
Por cierto, se me olvidaba lo fundamental: no tengo ni pajolera idea sobre esa sentencia que comentas, así que poco puedo charlar contigo (por lo menos hoy).
Igggggnorante que es una. Ay, qué asquito me doy.
No, Ascanio, que no te dé asco; has de aceptarte como eres…
Ah, sí, se me ocurre algo al hilo de lo que comenta Valeria:
Si alguien quiere reirse (a carcajada limpia), que intente hacerse con el periódico El Mundo de este miércoles. En la página 5 tiene una columna de David Torres acerca de la ONU y la cúpula de Barceló. La columna se titula «Paellas Barceló».
No os la perdáis porque no tiene desperdicio.
Ah, también la tenéis aquí:
Paellas Barceló
(Tácito, ¿has visto el comentario de Cavi? A eso me refería con lo de meter el dedo en el ojo…)
¿David Torres? ¿El de El mar en ruinas?
Cachis, pues no tengo ni idea. La foto es chiquita, y en blanco y negro. Pero vamos, ni aunque fuera en colores, porque yo al autor de «El mar en ruinas», palabrita del Niño Jesús que no lo he visto en mi vida.
Y el jefe me ha moderado un comentario. ¿Estará así hasta el lunes? ¿O está enchufado el desmoderador automático?
Uno de los elementos que se utilizan para verificar si una entidad del tercer sector (para Ascanio: el sector de las entidades no lucrativas, como las oenegés) se está ajustando a su auténtica finalidad -la misión, que se dice en este sector- es el tanto por ciento de sus ingresos que destina al cumplimento de esos fines que son su razón de ser y el tanto por ciento que se utiliza para su propio sostenimiento. El tecter sector necesita credibilidad, legitimidad y confianza social. Flaco favor le ha hecho el precio de la cúpula a la ONU, a nuestros propios políticos e incluso al artista (con la de artistas que donan sus obras). Ahora bien, que cada palo aguante su vela.
Tácito, tu sigue intentando que ese precedente no se consolide, y no nos hagas mucho caso si acabamos, como decimos en Galicia, «desbardallando» un poco. Saluditos.
Muchas gracias a todos por vuestro tiempo y consejos. Y que sepais que aunque no me meta mucho por esta página me voy enterando de todo gracias a la corresponsal de la casa, que me pasa informes casi a diario… =P
tiene que ser un buen libro,ya que me identifico al cien por cien conel porque yo lo vivi en primera persona entre junio y noviembre de 1993 con la agt canarias y la agt madrid espero poderlo comprar para las navidades .un saludo.