SICILIA 1943. LOS ALIADOS ATACAN LA FORTALEZA EUROPA – Félix Gil Feito

PortadaSicilia_zps276f26ae«Solo hay una cosa peor que combatir con aliados. Y es combatir sin ellos», Winston Churchill.

El Norte de Africa se había perdido.

Los desembarcos norteamericanos en las costas del África del Norte francesa se realizaron casi sin resistencia, permitiendo un rápido despliegue en un territorio prácticamente amigo y un veloz avance contra Túnez, donde las fuerzas en retirada del Eje aun dieron una sangrienta lección a los americanos. Con las líneas de aprovisionamiento bien establecidas, con fuerzas muy superiores sobre el terreno, ese revés hizo poco por cambiar el curso de la campaña, aunque mucho por aumentar el sentimiento de superioridad de los británicos respecto a sus aliados americanos. También sus dudas sobre cómo podrían haberse comportado si no hubiesen tenido a su retaguardia un continente entero. Terminaba, en cualquier caso, la primera campaña conjunta angloamericana. Y lo hacía con un éxito rotundo.

Pero ahora llegaba el momento de atacar Europa. 

La Fortaleza Europa. Der Festung Europa.

Se había combatido hasta entonces en territorios coloniales, prescindibles, donde solo se habían enviado fuerzas secundarias por parte de Alemania e Italia. Ahora se iba a combatir en el territorio nacional de las potencias del eje. Se iba a dar un salto tanto geográfico como en magnitud de las fuerzas implicadas. Ahora los aliados angloamericanos deberían combatir realmente integrados bajo un mando común, pero solo tras trasladar un ejército completo de un continente a otro. Y ahora serían ellos los que combatirían con el mar a las espaldas, separándoles de sus líneas de aprovisionamiento. Y de esta campaña trata el libro. De dos ejércitos arrojados en costas extrañas.

Sicilia, aunque por proximidad puede parecer el siguiente paso lógico a una victoria en Túnez, nunca fue un objetivo claro para los aliados. El segundo frente prometido parecía exigir una operación en las cercanías de Alemania que ofreciese resultados decisivos. Sicilia solo constituía un escalón hacía Italia continental, y la propia Italia, aún en el caso de ser derrotada, solo ofrecía largas distancias hacía una barrera infranqueable en los Alpes. Es decir, en el mejor de los casos era un camino mucho más largo, y al final estéril, que el desembarco que deseaban americanos y soviéticos en el Mar del Norte, que permitiría avanzar contra el corazón político e industrial del III Reich. Pero los ingleses desconfiaban de sus aliados americanos. Y desconfiaban aún más de sus aliados soviéticos y de sus planes para la postguerra. Italia era el aliado remiso, incompetente y frustrado, y la tradición británica era atacar siempre donde el enemigo era débil, apartarle de sus aliados menos fiables y combatirle en los lugares más externos de su dispositivo defensivo. Italia era el lugar, y los británicos consiguieron convencer de ello a los americanos, teóricos líderes del esfuerzo común. Churchill ya pensaba, al contrario que Rooselvelt, en las posiciones que ocuparía Inglaterra el día V+1.

El libro no elude ningún aspecto de la campaña Siciliana, ni las grandes decisiones ni las pequeñas acciones que condicionaron los avances aliados. Se analizan los errores trágicos de los aliados, el empleo suicida de los paracaidistas, el afán de Montgomery de obstaculizar a los norteamericanos para resaltar su propio papel, la alta movilidad de los grupos de combate alemanes…La defensa de un puente vital, el empleo de la carretera principal, la conquista de los aeródromos…

La campaña de Sicilia representa el primer verdadero ejemplo de la forzada estrategia de los aliados para recuperar Europa continental: Atacar costas donde el enemigo se ha fortificado y desplegado en espera de su llegada. Es el primer desembarco a una escala tan gigantesca, el traslado de un ejército entero que debe ser desplegado en la costa enemiga para conquistar el territorio interior. Y frente a él, combatirán por última vez italianos y alemanes como aliados, mostrando por un lado la enorme profesionalidad, capacidad de improvisación y excelente preparación de los germanos, y por otra parte la enorme pobreza material y falta de entrenamiento y control operativo de los italianos. Frente a las divisiones costeras italianas, pegadas al terreno por falta de transporte, los kampfgruppe alemanes mostrarán las ventajas de la movilidad y la defensa flexible para retrasar y desangrar al enemigo, en un guión que se eternizará en la futura campaña de la península y que convertirá en prácticamente inútil el esfuerzo bélico aliado contra “el blando vientre de la bestia”.

Así tendremos a un confiado VIIº ejército británico atascado en su avance hacia el Norte, mientras que los americanos de Patton se entregan a una gozosa cabalgada por la isla, importante para la propaganda, pero estratégicamente estéril y que no impedirá que las fuerzas germanas consigan pasar de nuevo a la península, sin conseguir un embolsamiento que parecía sencillo a priori gracias a la superioridad naval y aérea aliada en un teatro de operaciones tan claramente delimitado.

Comienza en Sicilia para los británicos la dura tarea de ser los comparsas de los americanos. Un papel que Montgomery jamás podrá abandonar ni aceptar a partir de entonces y que traerá en el futuro aún más problemas de los que ya ha causado.

En suma, un libro que nos transmite una imagen excelente de la primera campaña en territorio europeo.

[tags]Félix Gil Feito, II Guerra Mundial, Sicilia[/tags]
El primer paso hacia Berlín.

     

20 comentarios en “SICILIA 1943. LOS ALIADOS ATACAN LA FORTALEZA EUROPA – Félix Gil Feito

  1. Fidel dice:

    Ya, y los acuerdos con la Mafia, para desembarcar en la parte oriental de Sicilia, totalmente al abrigo de las tropas italianas.
    Norman LEWIS. Napoles 44:

  2. Balbo dice:

    ¡Qué gran campaña la de Sicilia y que gran reseña! Dos divas corriendo para conquistar Mesina: Patton y Montgomery. Me mola más Patton, más directo y valiente (además de haber luchado en todas las guerras de la Historia):

    «Denme 100.000 soldados y me paseo por Europa.»

  3. Historiador87 dice:

    Adquirí el libro hace un par de semanas y fue un auténtico acierto. Enhorabuena al autor y a la editorial HRM Ediciones que se va consolidando poco a poco como una referencia en el ámbito de la Historia Militar.

  4. iñigo dice:

    Uro, bravo, una campaña importante y una estupenda reseña. Y cuantas batallas y sangre ha costado Sicilia en la historia.

  5. urogallo dice:

    Pues le dieron unos cuantos y ni llego a Berlin.

    Que lugar tan cargado de historia, y que escenarios llenos de ruinas de guerras pasadas que esperan guerras futuras con el mejor espíritu gatopardesco.

  6. Urogallo dice:

    El asunto de la mafia da para muchas novelas, pero lo que es objetivo es que las fuerzas italianas en Sicilia no eran precisamente férreas panzerdivisionen.

  7. José Sebastián dice:

    Excelente reseña Urogallo. ¡Qué gozada leerte! Paton y Montgomery rivalizando por la gloria. Coincido con Balbo: ¡Menudas divas!. Sólo hubiera faltado Douglas MacArthur (la indiscutible «prima dona» de la II Guerra Mundial y de la Guerra de Corea) para completar el «circo». Lástima que sus veleidades costaran las vidas de tantos de sus hombres.

    Y, cierto, Sicilia es una isla con una Historia mayúscula a sus espaldas. «Las Vísperas Sicilianas» de Sir Steven Runciman es un ejemplo magnífico de ello.

    Saludos

  8. Urogallo dice:

    ¡Muchas gracias!

    Tenían a Al e ander por encima, otro genio militar. Lo cierto es que la campaña parece una superproducción de los aliados: En Sicilia si que hubo más estrellas que en el cielo.

  9. caliban66 dice:

    Killo, el relato me ha parecido un poco crónica pero el ritmo es excelente y los personajes, muy creíbles. Pasa a mi lista de favoritos.

  10. APV dice:

    También por Italia se pasearía otra estrella: Mark W. Clark.

  11. Urogallo dice:

    Buff, el Clark, que luego consiguió enterrar a Mac Arthur. Tenía planta, como todos los incompetentes. Todos los genios de la campaña italiana hablaban alemán.

  12. Urogallo dice:

    Fiero Caliban, el mediterráneo te embriaga.

  13. caliban66 dice:

    Jaja. Lo que quiero decir que la reseña es excelente y me ha picado el gusanito.
    Mediterráneo… Ah… ¿Dónde estás cuando te necesito?

  14. Urogallo dice:

    Por cierto que fue la última ocasión en que el ejército italiano combatió…al lado de Alemania.

    Italia ya había tenido suficiente.

  15. APV dice:

    No del todo, aún siguieron combatiendo en las unidades de kla república de Saló.

  16. APV dice:

    No del todo, aún siguieron combatiendo en las unidades de la república de Saló.

  17. Urogallo dice:

    ¿Combatieron? Yo solo tengo datos de operaciones contra-insurgencia.

    Si combatieron las unidades de la Italia liberada, pero del bando aliado.

  18. schwejk dice:

    Hubo alguna unidad «de elite», aparte de la marina (media x-mas) y la aviacion. Apenas lo suficiente para que figurasen como presentes en el frente.

  19. APV dice:

    No olvidemos la versión italiana de la batalla de las Ardenas donde elementos de la división Monterosa (con algún elemento de la San Marcos) y la 148º alemana atacaron a la 92º división americana haciéndola retroceder.

    Alguna de las divisiones del Esercito Nazionale Repubblicano tendría posteriores combates.

  20. Urogallo dice:

    Tengo que buscar más información sobre el tema.

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