EL CONTADOR DE ARENA – Gilliam Bradshaw

EL CONTADOR DE ARENA, Gilliam BradshawNunca viajo sin un libro. Y buscando una novela ligera (en todos los sentidos) para entretenerme en el aeropuerto y sustituir al libraco que me tenía ocupada, demasiado pesado para llevármelo, me encontré con esta obrita en mi biblioteca. Recuerdo que la compré hace ya mucho tiempo casi regalada, pues era el primer número de una colección de quiosco, y que la enterré en el olvido, entre otras cosas porque desconfiaba de la calidad de la novela en cuestión. Al fin y al cabo, la había comprado por ese vicio que nos caracteriza a muchos de los que participamos en esta página, esa compulsión incontenible que nos lleva a comprar a ciegas cualquier cosa que se etiquete como novela histórica, tenga un precio razonable y, además, una contraportada atractiva.

Me equivoqué al desconfiar, de cabo a rabo. Me la leí en un sólo día, entre salas de embarque y un rato desocupado en casa, porque me enganchó totalmente. No ocupará nunca un lugar en el «top ten» de ningún listado, pero me lo he pasado pipa leyéndomela. Así que, advirtiendo de antemano que no es una obra maestra, si alguna vez buscáis algo entretenido, creíble, con ritmo, magníficos personajes, argumento con gancho y, en definitiva, una historia bien contada, aquí tenéis una magnífica opción.

El contador de arena desarrolla su acción en la Siracusa del año 264 AC. Sus personajes más importantes son Arquímedes, hijo de Fidias, y su esclavo latino Marco, además de otros secundarios (¡qué peyorativo parece en este caso el adjetivo!) como el tirano de Siracusa, Hierón II. Efectivamente, se trata de ese mismo Arquímedes que todos conocemos por el célebre principio que lleva su nombre, y que algunos aficionados a la Historia recordarán por ser el inventor de máquinas de asedio, catapultas y otros ingenios bélicos que contribuyeron a defender Siracusa durante la Primera Guerra Púnica.

La historia narra el regreso del joven Arquímedes a Siracusa tras una larga estancia por estudios en Alejandría. Vuelve a casa porque debe ocuparse de su padre enfermo, y porque la ciudad-estado está en guerra con la República de Roma. Nunca se había sentido el joven Arquímedes más feliz que en Egipto, consagrado a las matemáticas, la geometría y los cálculos. En Siracusa era un lunático y en Alejandría un genio. Con su padre incapacitado deberá convertirse en algo que le garantice un sustento a los suyos, para lo que sólo encuentra una opción razonable: ofrecerse como ingeniero, como constructor de ingenios.

Se sabe muy poco sobre la vida de Arquímedes. La única biografía que existe sobre él desapareció en la antigüedad, y sólo quedan, además de sus obras y de sus descubrimientos como matemático, ingeniero, físico o astrónomo, unas breves referencias que nos dejaron autores como Polibio o Cicerón. A pesar de ello la autora, con los pocos mimbres históricos de los que dispone, trenza un personaje encantador y verosímil, el prototipo del genio despistado, bocazas y con un punto de filósofo, de extraordinaria inteligencia e imaginación, que tiene su perfecto complemento en el práctico, atormentado y honesto Marco, su esclavo. Un personaje magnífico, este Marco.

Es memorable la escena en la que Arquímedes demuestra cómo con un punto de apoyo puede mover el mundo.

El contador de arena, el título de la novela, hacer referencia a una obra del propio Arquímedes llamada así, un tratado sobre astronomía en la que, entre otras cuestiones, el sabio griego teoriza sobre los granos de arena que entrarían en el universo.

La autora del libro, estadounidense, ha escrito varias novelas históricas centradas casi todas en la antigüedad, aunque también se ha dedicado a otros géneros. La portada del libro reproduce un mosaico griego encontrado en Herculano, que representa la muerte del matemático a manos de un soldado romano, al que se negó a acompañar hasta no terminar los cálculos en los que se encontraba enfrascado. «¡Deja mis círculos tranquilos!», dice la leyenda que le contestó al soldado, recriminándole que le desordenase sus esquemas y dibujos.

En resumen, una obrita sin pretensiones que satisface plenamente el objetivo de hacernos pasar un magnífico rato, que lúcida, sutil y divertidamente pone de manifiesto –y creo que es una de las virtudes de la obra- el choque que se produce entre la mentalidad helena y la mentalidad romana, y que podría recomendarse incluso para aquellos jóvenes a los que pretendemos introducir en esta secta que formamos los amantes de la novela histórica.

Sólo tiene un peligro: ¡qué ganas de viajar a Sicilia!

Editorial Planeta DeAgostini.
Colección: “Lo mejor de la nueva NOVELA HISTÓRICA”.
ISBN 978-84-674-5333-1

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38 comentarios en “EL CONTADOR DE ARENA – Gilliam Bradshaw

  1. Clio dice:

    Que bien, Valeria, estos libros son buenos para vacaciones y de entremeses (entre dos más densos), además he visto que la autora tiene varios publicados a cada cual más interesantes, si todos son como éste…
    merecerá la pena comprarlos si los veo. Gracias guapetona!

  2. pepe dice:

    Gracias por la reseña, Valeria. Yo también tengo el libro por casa y no me había interesado mucho por él, a pesar de que mi mujer lo leyó y le gustó.
    No entiendo por qué tenemos que pedir disculpas cuando un libro nos ha entretenido diciendo eso de que «es una obrita sin pretensiones» aunque, bien mirado, suena mejor que la frase contraria: «este es un libro con pretensiones» y, decididamente, mucho mejor que «este es un libro pretencioso». Ingenuamente uno asocia lo de no tener pretensiones con la narrativa mientras que lo de tenerlas parece más propio del ensayo… En cualquier caso, sin saber muy bien lo que pueda significar, manifiesto mi preferencia por los libros sin pretensiones. Por cierto, de tus dos primeros párrafos deduzco que no has podido sustraerte a la moda de las reseñas «vivenciales», que son tan enriquecedoras y tanto nos aportan a los lectores. Gracias por dejarte la piel en lo que escribes y por abrirnos tu corazón.

  3. cavilius dice:

    Yo llevo descartando este libro desde hace ya unos años, convencido de que era un libro sin pretensiones. Tras el comentario peperiano, creo que ahora toca dejar de descartarlo y pasar a leerlo, ya que parece que efectivamente se trata de un libro sin pretensiones.

    (Vaya, realmente no sé qué es lo que he querido decir…).

  4. Valeria dice:

    Verás, Pepe, el inicio es una manera poética de decir: la novela se puede llevar en un bolso de tamaño normal, y no necesitará usted de un fisioterapeuta en caso de recorrer con él en el bolso la T4 de Madrid. Lo encontrará fácilmente en librerías de viejo y/o quioscos, y su precio es regalado.

  5. Valeria dice:

    Y ahora que lo pienso: sí hay libros con pretensiones. De hecho, me leí éste interrumpiendo la lectura de un libro con pretensiones. Me temo que el subconsciente me delata.

  6. pepe dice:

    Si no necesitas justificarte, princesa, las últimas frases de mi comentario eran sinceras. Ya que lo mencionas, ¿Cual es el libro con pretensiones que estás leyendo?

  7. Javi_LR dice:

    A mí eso de las pretensiones… Mientras que sean buenas, bienvenidas sean. Pretencioso no, por supuesto.

    Es un libro que me llama mucho la atención, Valeria. Gran reseña, de verdad.

  8. Valeria dice:

    El ambicioso libro…. es mi siguiente reseña. Paciencia, mi joven padawan. Y de verdad creo que resultaba prosaico y vulgar decir que mis elecciones eran fruto del peso y el tamaño de mi bolso. Porque ya lo decían los de La Mandrágora: «Aunque en rigor no es mejor, por ser mayor o menor».

  9. Akawi dice:

    Yo también me hice con varios libros de esa colección del kiosco y es una grata sorpresa que te haya gustado pues me has dado un empujón para comenzar a leerlo.
    Bonita reseña Valeria, todo un arte.

  10. Ascanio dice:

    Pues yo ahora me arrepiento de no haberlo comprado, ea. Dejé pasar un montón de libros de esta colección porque no me sonaban de nada y, visto lo visto, es evidente que metí la pata.
    Aunque ahora que miro la estantería… creo que los dejé pasar todos menos uno, que es el único que me animé a comprar.
    Gracias, Valeria-na. Uno para apuntar cuando llegue la feria de segunda mano.

  11. Aretes dice:

    Valeria, tienes el arte de descubrir joyas entre baratijas o de sacar brillo a esos que tu llamas libros sin pretensiones.

    Por aquello de buscarlos en librerías de segunda mano o ferias de antiguo ¿podrías decir cuál es la colección?

  12. Koenig dice:

    Buenas noches.

    Yo no he leído este que dice Valeria, pero leí «El Faro de Alejandría» y me pareció una novela estupenda, y muy recomendable.

    Saludos.

  13. Valeria dice:

    Vaya, ese dato lo había enviado con la reseña, pero compruebo que no se ha publicado.

    Editorial Planeta DeAgostini.
    Colección: «Lo mejor de la nueva NOVELA HISTÓRICA».
    ISBN 978-84-674-5333-1

  14. Endakil dice:

    He leído un par de obras de esta autora (esta y Teodora, Emperatriz de Bizancio) y ambos me han encantado.

    Además del buen ritmo subrayo lo dicho por Valeria: los personajes están magníficamente trazados. Resultan creíbles, atractivos y hasta entrañables.

    Por cierto, echad un ojo: http://en.wikipedia.org/wiki/Gillian_Bradshaw
    Gillian Bradshaw tiene un montón de libros sobre temas fascinantes (desde el ciclo artúrico en su vertiente «sub-roman british» hasta el reino greco-bactriano) que espero alguien se anime a traducir al castellano algún día.
    Y, puestos a pedir, que no sea Edhasa, que me tiene frito con esos precios :P

  15. Richar dice:

    Anda, «¿El faro de Alejandría» es de esta autora? En ese caso, sí he leído algo de ella (de la autora) y coincido con Koenig en que es una buena novela.

    Valeria, ¿podrías contarnos algún chascarrillo, anecdotilla o invento que te haya gustado -por ejemplo el del punto para mover el mundo-? Siempre me han llamado la atención este tipo de pequeños detalles de los grandes genios de la Historia. Igual que lo de los círculos, muy bueno…

    Saludos,
    Richar.

  16. JJSala dice:

    Bonita reseña, Valeria (¿Ya te he dicho que me encanta este nombre?).

    En mi muy desordenada biblio, creo que tengo el de Teodora, pero como es casi imposible moverse entre las cada vez mayores pilas de nuevas adquisiciones, no estoy seguro.

    En cuanto a los libros de colecciones, te puedo decir que son una parte bastante importante de mis adquisiciones (200 ó más) y resultan muy económicos y bien encuadernados, lástima que últimamente parece que se ha parado la producción.

    Salud

  17. Valeria dice:

    Richar: no se me ocurre nada impactante que pueda contar sin fastidiar la lectura de la novela a quien desee empezarla. Creo que es mejor abordarla así, sin saber nada. Pero por no dejarte con las ganas …. en la novela Arquímedes discute acaloradamente con el ingeniero del rey sobre palancas y poleas, sobre la mecánica teórica y sus límites. Se enzarzan en una discusión sobre lo que es posible y lo que no es posible, y Arquímedes, harto de que la gente sólo ponga objeciones a sus teorías, asegura que, disponiendo de un punto de apoyo, podría mover la tierra. O una casa, o un barco, sólo con sus dos manos ….
    Y hasta aquí puedo leer

    (Y gracias JJ. A mí también me gusta mi nick)

  18. Nacho dice:

    A mí me pareció una novela bastante interesante, sin llegar a deslumbrar en ningún aspecto eso sí, pero la presencia de Arquímedes, de todo lo que le rodeaba y todo lo que hacía creo que es lo que atrae la atención del lector y hacen que sea de rápida lectura. interesantes las descripciones de los ingenios y máquinas de guerra que creaba el sabio, y que mantuvo a raya a las tropas romanas durante un tiempo. Un saludo.

  19. Vorimir dice:

    Gran reseña Valeria y me parece una «novelita» interesante cuanto menos.

    Arquimedes es un personaje fascinante.

  20. richar dice:

    Gracias Valeria, me quedo con esa píldora y tomo nota por si encuentro el libro, es de los que apetecen.

    Saludos,
    Richar.

  21. ipi dice:

    Siempre despiertas mi curiosidad por lo que lees o estarás leyendo, querida Valeria. saludos.

  22. Laurence dice:

    Pues yo también me sumo a quienes te agradecen el empujón para adelantar el libro unos cuantos puestos, que también lo compré con la colección que comentáis…. de forma compulsiva…aunque al menos esta vez me dejé llevar porque sabía que era la autora de «El faro de Alejandría». De que la historia iba sobre Arquímedes sólo lo supe cuando llegué a casa y quité el cartón….

    Eso sí, empieza a darme miedo cuando veo que la reseña es tuya porque me veo anotando el libro entre las compras próximas. Al menos esta vez lo tengo en casa!!

    Gracias por la reseña.

    Un saludo.

  23. Valeria dice:

    Gracias a todos:

    Quisiera hacer una aclaración, motivada por un comentario que me ha hecho un camarada hislibreño. Como dice la reseña, la acción de esta novela transcurre durante la Primera Guerra Púnica, siendo Arquímedes un jovenzuelo y uno de los cónsules de Roma Apio Claudio Pulcro

    No obstante, desde el punto de vista histórico, cuando está documentada por varios autores la activa participación de Arquímedes en la defensa de Siracusa es durante la Segunda Guerra Púnica, siendo ya el protagonista un hombre mayor (se calcula que tendría unos 75 años cuando murió, sobre el año 212 aC).

    Saludos

  24. Koenig dice:

    Jejeje.

    Vamos, que algún listillo ha tratado de pilarte.

  25. Koenig dice:

    Jejeje.

    Vamos, que algún listillo ha tratado de pillarte.

  26. pepe dice:

    Jejeje.

    Vamos, que algún listillo ha tratado de depilarte.

  27. Koenig dice:

    Jejeje.

    Vemos, que algún listillo está tratando de imitarme.

  28. Valeria dice:

    Vaya con los dos barbudos….

  29. Koenig dice:

    Bello, es lo de los dos barbados…

  30. pepe dice:

    Querido Koenig: según anuncia una empresa dedicada a la depilación masculina, cada vez está más de moda que el hombre se presente sin pelo. Algunas de las zonas más comunes son el tórax, la espalda y los glúteos, pero hay muchas otras zonas -como los genitales- que cada vez están más solicitadas. Qué magnífico regalo para nuestro amado y nunca bien alabado jefe…

  31. Germánico dice:

    Ojo, que entre los gayers me han dicho que lo que está de moda es el oso…

  32. Koenig dice:

    ¡¡¿¿¿Que dices que quieres hacerle al jefe??!!!

  33. Ascanio dice:

    Buenas noticias (para mí, claro): he descubierto que este libro está en la biblioteca de al lado de mi casa. Y no deja de ser sorprendente la cantidad de libros reseñados aquí que tienen; apostaría a que alguien de allí entra en Hislibris.

  34. Urogallo dice:

    No dejes de investigar.

    Este resulta llamativo por lo exótico de la ambientacion.

    http://img1.fantasticfiction.co.uk/images/n2/n13190.jpg

    Y me ha llamado mucho la atención la reseña desde su publicación, a ver si consigo pronto el libro…

  35. Urogallo dice:

    Despachado el libro.

    Que grandeza la de Roma. Ni todo el intelecto del mayor sabio de la antiguedad, el creador de las más terribles maquinas, pudo con sus invencibles legiones.

    El libro, aparte de esto, es bastante previsible. Vamos, es MUY previsible. Está bien escrito, es muy entretenido, y pasas agradablemente más de la mitad…Pero a partir de ahí, es totalmente previsible lo que va a pasar. No es que no lo fuese antes, es que a partir de ahí puedes cerrarlo, y sabes exactamente como se va a desarrollar hasta el final.

    Lástima, porque el planteamiento era muy original, situar a Arquímedes en una guerra de la que salió vivo.

  36. Lopekan dice:

    ¡Ay Valeria: esta novela de ligerita nada, que el almíbar pesa lo suyo…! Y anda que no voy a tardar yo nada en digerir tanto dulzor como rezuma este libro! Entre tanto buenismo no sabía adónde mirar. Admitamos que Hierón II fue un buen tirano, Marco un buen esclavo, Arquímedes un buen marido, pero tantooo… O_0
    Sólo aparece por ahí un cónsul que promete algo de crudo realismo, y resulta que sólo lo hace como contraste ante TODO un ejército consular, que es buenísimo de la muerte, en pleno! ¡Los romanos, BUENOS!!
    El clímax de la alienación, para mí, se alcanza cuando leo:

    «Una oleada de ternura invadió a Delia. Se echó a llorar y apartó las manos en un vano intento de reprimir las lágrimas. Él no trató de volver a cogerla: la conocía, sabía que estaba furiosa consigo misma por llorar y que no deseaba más muestras de simpatía.»

    Toma ya clarividencia. Descubrir que puede darse tamaña perspicacia… no tiene precio.
    He hecho bien en leer el libro. Cuando pueda me atreveré con los otros de Gillian. Porque en el fondo me ha gustado descansar de la maldad que anida en el fondo de nuestros corazones. Pero será dentro de un tiempo ;)

  37. Lopekan dice:

    Ah, bueno, y a lo que había venido yo: los mapas. A las primeras de cambio de callejear Arquímedes por Siracusa, me he dicho: «No me pilláis esnortao de nuevo» y me he agenciado un mapa ( o dos) que ahora comparto:

    Mapa de Siracusa

    Mapa de la Ortygia de Siracusa

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