YO FUI GUARDAESPALDAS DE HITLER, 1940-1945 – Rochus Misch
Um… ¿Cómo decirlo? A ver… Este tipo, Rochus Misch, es un hombre ya anciano, que ahora ha contado cómo fue su época en la SS, cuando fue escolta de Hitler y estuvo con él durante la Segunda Guerra Mundial y los últimos dÃas en el bunker. Afortunadamente el libro es corto. Y digo afortunadamente porque su narración se parece a lo que cuentan esas personas de los programas del corazón, que son primos de un amigo de un tipo que pasaba por allà el dÃa que un famoso estornudó. Pues es lo mismo.
Es decir, el libro pasa hojas sin contar nada interesante. Todo se resume en cuestiones como «y viajamos aquÅ» y «las cosas iban mal pero nadie hablaba». No hay «chicha». Frente a cualquier cuestión interesante, el escolta se limitaba a estar en la recepción de la cancillerÃa, o a decir, que nadie hablaba de ello y él no se enteró.
Vamos, que salvo un par de cosillas, el libro no cuenta nada interesante o digno de mención. Lo único que se libra, es que sirve como forma de acercamiento a la forma de trabajar y al dÃa a dÃa de la cancillerÃa del Tercer Reich.
El inteligente se percata de todo; el tonto hace observaciones sobre todo. Heinrich Heine
[tags]Yo fui guardaespaldas de Hitler, Rochus Misch[/tags]


Ayuda a mantener Hislibris comprando «Yo fui guardaespaldas de Hitler» en La Casa del Libro.
Interesante, por que alguna vez estuve a punto de pillarmelo y ahora me has quitado las ganas del todo…Pero claro, obviamente ahora que lo dices es fácil caer en la cuenta de que el tÃo era guardaespaldas, no ministro.
Cierto, era un guardaespaldas, pero como dice la frase que cierra la reseña:
El inteligente se percata de todo; el tonto hace observaciones sobre todo.
Mucho viajecito, mucha tonterÃa, pero el tipo estuvo en el bunker hasta el último momento. Eso sÃ, estaba atado a la centralita, pero podrÃa haber sido un poco más espabilado. Igual es que ya no se acuerda, o no se quiere acordar.
Uro, me alegro haberte ahorrado unos duros :)
Pués la verdad que sà que me los has ahorrado, por que este era uno de esos libros, que sin saber por qué, tenÃa en la lista de pendientes.
Joe, y encima el tÃo era el encargado de la centralita…El puesto más emocionante de cualquier organización ( lo digo con ironÃa y experiencia).
Vamos, que en este paÃs el chófer de RocÃo Jurado se da cuenta de más cosas que este pobre sujeto. Ya le podÃan haber cogido a él como guardaespaldas…
Pues salvo el tÃtulo, parece que no hay más.
Pero es un buen tÃtulo…
Muy a tiempo, Curistoria.
Un gran tachón en mi listado…
Ciertamente el tÃtulo es muy atrayente. Aún recuerdo cuando me lo compré. Estaba con mi mujer y tenÃa en la mano «DÃas de Gloria», ya reseñado aquà y este. Y ella me dijo, pÃllate los dos y ya está. Ya vamos, podrÃa haber pasado sin ellos sin ningún problema.
Saludos.
Con tanta aleluya y tanta alabanza parece que últimamente hemos perdido la capacidad crÃtica. Es cierto que cada cual es muy libre de leer lo que quiera pero ¿qué necesidad hay de escribir una reseña sobre un libro como éste?
Para advertir a los demás.
Se me ha adelanto Uro por la mano…
Yo, quizás peque de exceso de criticismo, creo que tan útil es la reseña en positivo como en negativo, más aún en negativo, por que desde luego si te pierdes un libro bueno, nunca podrás saberlo…pero si podrás lamentar haberte gastado tiempo y dinero en un libro malo.
Son dos cara de un mismo hislibris, como Pepe y Koenig.
Completamente de acuerdo. Las crÃticas de los malos libros son más útiles que las de los buenos
Bueno, claro, para advertir a los demás, entonces quizá no debo comprar las últimas novedades Yo fui manicuro de Atila o Yo fui asesor de imagen de Gengis Kan que vi el otro dÃa en la librerÃa … Pero vamos a ver, Urogallo y Curistoria, ¿cómo va a ser bueno un libro con ése tÃtulo?
No se, podÃa ser otro punto de vista sobre la biografÃa de un personaje del que parecÃa que ya se habÃa dicho todo…y que después de ver este libro te das cuenta que sÃ, que era verdad, que ya se habÃa dicho todo.
Creo que las memorias de alguien que estuvo protegiendo a Hitler durante la SGM podrÃan haber sido muy interesantes. Sobre todo para saber como era realmente en la intimidad, fuera de las reuniones con los generales o de sus discursos a la nación: sus motivaciones, sus miedos… Si convives con alguien durante años no hace falta ser Freud para conocer la personalidad de esa persona. Ahora bien, si el libro no es más que una lista de hechos sin más sustancia es bueno saberlo, que estamos en crisis y hay que ahorrar.
Pero Javichu, ¿a quién puede interesarle cómo era Hitler en la intimidad? Si roncaba mucho o poco, si disimulaba el ruido de sus ventosidades con un ligero carraspeo, si le gustaban los callos a la madrileña, si cantaba en la ducha, ¿qué interés puede tener eso?
-Hombre, si estaba estreñido el dÃa que invadió Polonia o si, por el contrario, se iba por la pata abajo, tiene su importancia histórica…
-Pues eso es lo que yo te digo, q una mierda de libro.
Hombre Pepe, te vas por lo anecdótico. Lo interesante serÃa saber sus opiniones fuera del marco oficial, si tenÃa tan mala leche como parecÃa o era una persona amable, si realmente estaba convencido de que podÃa ganar la guerra incluso cuando los rusos estaban a las puertas de Berlin o era consciente que lo de las «armas secretas» eran una patraña… No creo que su guadaespaldas fuera su confesor, pero seguro que escucho conversaciones de Hitler con sus Ãntimos (aunque fueran con su perro).
Y quien sabe, a lo mejor toda la mala baba que tenÃa ese hombre era debido a un estreñimiento crónico.
Joe, pués a mi me interesaban.
En «el centro de la telaraña», un conjunto de curiosidades sobre los dirigentes del III Reich cuenta como usaba solo una parte minúscula de su inmenso despacho de la cancillerÃa, ya que tenÃa una autentica obsesión por los lugares cerrados y limitados.
Estas cuestiones, en sà mismas, pueden resultar o no interesantes…A mà me encantan estas curiosidades inútiles.
Si os interesa cómo era Adolf en la intimidad, leed las memorias de su secretaria Traudl Junge, que están editadas en Quinteto. El tÃo, con ella, majÃsimo, oye.
Creo que sirvieron de base para la pelÃcula «El hundimiento».
No tendrÃa nada de raro, de Luis XIV decÃan que jamás pasó junto a una mujer sin saludarla y cederle el paso…Lo que no le impedirÃa ser un experto en el genocidio religioso.
SÃ, lo cortès ni quita lo valiente…
Al parecer, el tÃo se inflaba a raviolis y puré de patatas con huevos estrellados. Su perra pastor alemán -cómo no- «Blondi» estaba marginada por la pareja de scotties terriers de Eva: Adolf les llamaba felpudos y Eva le contestaba que su perra era una ternera.
Entrañables escenas domésticas en el Berghof.
un libro menos en la lista, gracias Curistoria por el sacrificio
supongo que sera tipo el de Lehmann , comienzo prometedor y despues se desinfla completamente
saludos, Hec
No tengo palabras para describir la impresión que me produce el conocimiento de estas intimidades de Adolf. Me voy a casa, que me está dando un mareo.
Estoy «deacuerdÃsimo» con todos los que no opinan como pepe.
Lo malo, si malo, dos veces malo.
Adiodió.
Pues a mà sà me gustarÃa conocer ese otro punto de vista… y me gusta el tÃtulo.
pero si te están diciendo que es un bodrio…¿que más quieres, hija?
Igual tenÃa otro guardaespaldas más espabilao…, hijo (¡porrás! ¿cómo se ponen las cursivas?)
Pues a mà me gustó.
Lo compré cuando salió en catalán, en Pagès Editors, una pequeña editorial de Lérida que también sacó las memorias de Christa Schroeder, secretaria de Hitler.
SabÃa que el guardaespaldas éste no aportarÃa grandes cosas, pero explica algunas anécdotas bastante curiosas, que no he leÃdo en otros libros sobre Hitler, y por los 11.40 eurillos que me costó en el FNAC no me pareció mala inversión.
¡Saludos!
Cuéntanos alguna.
Eso, que ya que nos cobran el canon famoso, tenemos la multa ética pagada.
Yo también he estado a punto de comprar la edicción en catalán de este libro, por 11 euretes también me parecÃa buena compra. Siempre he acabado por no llevarmelo, pero estaba dentro de los futuribles. Yo creo que el tÃtulo es atrayente, en principio se supone que si era guardaespaldas de Hitler debió de ver y oir un montón de cosas, aparte de tener siempre cerca la figura de su jefe. No sé, creo que podrÃa haber dado más de sà este libro.
Un saludo.
Lo único malo de estos libros es la distancia temporal entre el momento en que se escribieron y los hechos ocurridos. Asà como numerosos generales y oficiales llevaban un diario que actualizaban frecuentemente (que serÃa todo lo subjetivo y parcial que se quiera, pero que les permite muchos años después estar seguros de que su memoria no les traiciona), este tipo de libros que fia todo a la memoria del escritor pueden no ser precisos. Y sin ninguna mala idea por parte del autor, que de buena fé piensa que las cosas ocurrieron como el las cuenta. Esto es un hecho biológico, que nos ocurre a todos los humanos.
Sin embargo creo que la persona que relata detalles no tiene porque ser tachada de tonta, coincido con Urogallo en que los detalles pueden ser interesantes. Cada testigo de la historia nos cuenta lo que pudo ver y para hacerse una idea completa de algo no está de más tener varias perspectivas.
Curistoria, no coincido con tu desprecio y con el uso de la frase de Heine, el autor según nos cuentas no presume de ir a revelarnos algo increible, se limita a contarnos lo que vió. ¿Por qué reprochárselo?
Saludos.
Hombre, tanto como desprecio…ha dado su opinión, nada más.
Y me parece muy bien. Independientemente de la impresión que nos produzca a cada uno, tener en cuenta opiniones diferentes gracias a un blog que permite la difusión de literatura, no es algo que pueda despreciarse. Al menos, eso pienso yo.
Adiodió.
Thermidor…. nada más lejos de mi intención despreciar a nadie. Es sencillamente una crÃtica al libro, no un desprecio.
Sobre la nota de Jesús Hernández, yo recuerdo como dignos de mención pocos puntos. De hecho, ahà una cosa que me sorprendió y es cuando discuten los jefazos del Reich sobre si retirarse o no de Rusia. Aquà el guardaespaldas sà que «juzga» las posiciones por las caras, las expresiones, cuando entran y salen de la reunión y los comentarios que le llegan. Finalmente cuenta como Göring hizo cambiar de parecer a Hitler y todo fue a peor.
Pero salvo esto, el resto son curiosidades (que están muy bien para mi blog :) ) pero que aportan poco. Lo que cuenta sobre los horarios de trabajo del Fürher, el pan que comÃa, cómo mandó a un tipo al frente ruso por reÃrse cuando una mosca incordiaba a Hitler… y poco más.
Insisto en que no ha sido mi intención despreciar a nadie, y menos a alguien que «escribe» o «dicta» un libro.
Saludos.
Curistoria, quizás he sido demasiado rotundo en la forma de expresar mi opinión. Sin embargo creo que el uso de la frase de Heine es algo cruel con el autor. En un libro con ese tÃtulo no parece que se pueda esperar mucho más que una colección de anécdotas.
Saludos.
Leà este libro hace alrededor de un año, y apenas recuerdo nada de él… En fin, que mucho no debió de gustarme (le echaré un vistazo al volumen por si señalé en él algo que me llamara la atención). En cuanto al de Junge, está muy bien. No sólo por las costumbres y usos de Hitler que describe (que opino que, aunque de interés secundario, son también necesarios paera el completo conocimiento de su figura) sino también por el ambiente del que habla. Pero sobre todo, porque es un documento más de primera mano que nos ilustra sobre la asunción o no, y cómo, de un pasado tan terrible como el que arrastran los alemanes, y otros europeos, de esa generación; todo un género en sà mismo.
Cierto, Germánico: el de Junge está muy bien. Llama la atención el pulso narrativo que imprime a sus recuerdos, desde los comienzos un tanto anodinos hasta el hundimiento final
Yo tengo el libro y creo realmente que no es mala inversión su compra, si alguien está interesado en ese tema es curioso y sabe ver las limitaciones que el libro tiene, vuelvo a repetir, no es mala compra.
Yo estoy devorando las más de 900 páginas de las Memorias de Albert Speer, el «nazi bueno»: no puedo parar de leer, está siendo algo obsesivo…
Bueno, Mycroft, ya sé que popularmente se le llamó asÃ, pero no hay que olvidar que sus memorias las escribió él, y que en el juicio de Nüremberg no pudieran demostrar su pertenencia a las SS o que hubiera tenido constancia del genocidio (sà se tenÃa de que asistió al discurso de Posen) no significa exactamente que fuera bueno.
En «Las benevolas» Jonathan Littel hace un buen retrato de el y da la impresión de que el libro está bien documentado, asà que te recomiendo que le eches un «vistazo» Mycroft
Por eso he escrito lo de «nazi bueno» entre comillas: la verdad es que el propio Speer reconoce en sus memorias que sabÃa lo que se traÃa entre manos.
De todas formas, no hace falta ser Sherlock Holmes para llegar a la conclusión de que una persona inteligente y capaz, y que fue colaborador y amigo de Hitler durante tantos años, y posteriormente Ministro de Armamento, tenÃa que estar al tanto de todo.
La cuestión es: ¿cuántos serÃamos capaces, en una situación similar, de mirar para otro lado a cambio de mantener una buena posición y un prestigio profesional, dentro de un entorno en el que no se te cuestiona, sino todo lo contrario? Creo que esta pregunta tiene una respuesta facil y otra más complicada.
Gracias por la recomendación, Juanrio, tengo ganas de echarle un vistazo.
Y tanto que lo estaba… Necesitaba trabajadores esclavos para sacar adelante sus proyectos industriales. Ya podéis suponer de dónde salÃan.
Speer es sin duda una figura digna de estudio. No sólo salvó el pescuezo en Nüremberg, sino que encima murió en Londres tras hacerse millonario dando conferencias sobre su pasado en la SGM y el nazismo. O sea, que lo que llevó a otros a la horca, a él lo hizo millonetis. Pues eso: digno de estudio. En cuanto a sus Memorias, sólo he podido leer fragmentos. Sus intrigas ridÃculas contra Hitler (como aquella en la que dice haberlo esperado en la salida del búnker [creo recordar] metralleta en mano para matarlo) me parecen bastante fantasiosas. Sà tiene mayor credibilidad para mÃ, lo que dice acerca de haber torpedeado los planes de Hitler de arrasar Alemania, una vez que esta, según el Fui, habÃa demostrado no ser digna de sobrevivir. Pero claro, llevarle la contraria a Hitler ya entradito el 45… pues como que tiene poco mérito (aún reconociendo que el mal que podrÃa haberse hecho siguiendo esas órdenes habrÃa sido terrible).
Pues eso…
Ah, en cuanto a «Las Benévolas»: madre mÃa, sólo pude acabarla haciendo un esfuerzo sobrehumano.
Germánico: a «Las Benévolas» le sobran páginas, no menos de 300, personajes y fama, que ahà se les ha notado el «pelo de la dehesa» a algunos crÃticos literarios que parecian ser incapaces de llevar la contraria a los franceses, ingleses, etc…
De todas maneras si alguien te lo recomendo siempre tienes la ventaja de que como arma arrojadiza es cojonuda, con perdón
Je, je. Sin duda.
La buena crÃtica que hizo de ella Vargas Llosa me tiene en un sinvivir. ¿Habló de ella sin leerla? ¿Fue un compromiso editorial? ¿Uno no se entera de nada? Esta última opción, no hace falta que lo digáis vosotros, me temo que es la acertada.
Estoy convencido de que más de una crÃtica fué directamente «fusilada» de prensa extranjera, porque si no yo no puedo entender tanto halago para este libro. A mi me hicieron salir corriendo a por el en cuanto se publicó.
En realidad si hubiera pasado por un editor en condiciones, que le hubiera hecho un buen recorte, el libro podÃa estar muy bien para gente a la que le atraiga el tema de la II GM.
Para acabar de arreglar el asunto se publicó prácticamente a la vez el «Vida y destino» de Grossman y claro no hay color.
Vaya, pues gracias por la información porque con la buena crÃtica estaba pensando en comprarlo!
Concuerdo, compañeros, concuerdo.
Al comienzo promete mucho; luego se vuelve muy pero muuuuuy pesada. Un ladrillazo.
Aparte, el protagonista: todo un problema. No acabo de entender la relevancia de un personaje como el tal Max Aue.
En fin. Decepcionante.
¿Y la historia absurda de sus crÃmenes particulares, junto con la totalmente increÃble pareja policial que lo persigue? ¡A ver! ¡Una reseña, por favor!
A las 200 páginas, ya afilaba el lápiz para la reseña. A las 700, el lápiz volvÃa a su lugar en el cajón.
En efecto, Germánico, esa pareja de policÃas le resta toda seriedad al libro.
Decepcionante, aunque con un par de momentos realmente estremecedores. Por ejemplo, el hijo de Hoss (comandante de Auschwitz) vestido con ropas de un niño judÃo asesinado, y alguna cosa más por el estilo. Pero nada, desde mi punto de vista, que justifique una ardua lectura de más de 900 páginas, con capÃtulos de hasta 300 páginas y más, con muy pocos puntos y aparte, con el diálogo integrado en los párrafos descriptivos,… De verdad que no sé cómo logré terminarla.
Germánico tu no quieres una reseña, tu lo que quieres es castigar a alguien. De momento hemos leido la novela Rodrigo, tu y yo y no nos ha gustado a ninguno de los tres, asà que a ver quien se la releé y le hace una reseñita…..jejeje
¡SÃiiiiiiiiiiiiiii! ¡Sangre!
Leo con lastima una vez mas, que ya muchos se hicieron adictos a la sangre vertida en paginas y paginas sobre el III Reich. Sin embargo, cuando un hombre honesto cuenta su historia y solo lo que realmente sucedió, esto ya no impacta a nadie. Los invito a mirar la historia sin prejuicios
ni segundas derivadas impuestas por los vencedores de turno; verán un mundo en donde hay mucha gente que hasta el dia de hoy no se explica, por ejemplo, como se puede inventar una leyenda de 6 millones de judios muertos sin en toda europa no habia mas de 4 millones contando incluso los paises no ocupados por Alemania.
Saludos.
¿Los contaste tú?.
Atrevida suposición, solo en tiempos del Imperio Romano, en una extensión inferior a la del III Reich habÃa más de 12 millones…Y resulta que en 1939 solo habÃa 4.
Veamos las cifras de la época para 1933:
Polonia: 3.000.000 de judios.
Distritos occidentales de la URSS: 2.500.000 judÃos.
Rumania: 1.00.000 de judÃos.
Estados Bálticos: 250.000 judÃos.
Alemania: 500.000 judÃos.
HungrÃa: 500.000 judÃos.
Austria: 250.000 judÃos.
Resto de paÃses ocupados por Alemania:1.000.000 de judÃos.
Salen bastante más de 4, la verdad.
Y esos seguro los contaste tu !!!!
Hola, nose si esto se puede leer…
Fuera de bromas, cito la fuente de esta y otras estadÃsticas imparciales de la época al respecto.
«La Mentira de Ulises» por Paul Rassinier
Versión española de
Bernardo Gil Mugarza
Ediciones ACERVO
Barcelona
1961
de HistoricalRevisionism Website
Hola Desdeelsur:
no voy a entrar en datos y demás. Me ceñiré a lo que comentaba en la reseña. Este hombre no cuenta nada, y no digo que se lo calle, igual es que no se enteró de nada, y eso es lo que yo reseñé. Para no leer nada interesante, mejor coger otro libro.
Saludos.
Desdeelsur dice «cito la fuente de esta y otras estadisticas imparciales de la época al respecto» y al final de su mensaje aparece
«de HistoricalRevisionism Website»
Despues de esto me quedo sin palabras….
¿Y de dónde pensabas que salÃan, Juan? Esta gente toma una única estadÃstica de oscurÃsimo origen, y la enarbola como base de sus mentiras. Y ya puedes confrontársela con tooooooooodas las pruebas del mundo, que van a decir que lo único cierto es su patética mentira.
Lo mejor serÃa ignorarlos, claro, pero bueno…
Señores,
El origen de la información está en «La Metira de Ulises», de verdad les recomiendo esta lectura. No espero que cambien de opinión respecto del tema. Al leer sus reaccioes me recuerdo del dicho «una metira repetida mil veces se puede parecer a la verdad». cuando hablan pellorativamente de «esta gente» cuando alguien no piensa igual que ustedes me deja super claro que no se trata de un foro de discusión sino de tratar de imponer una posición que si fuera la verdad resistirÃa la divergencia.
Adios.
¿Acaso no la resiste?
Se me ocurre que de no haberla resistido, hoy serÃa minoritaria.
Acabo de leer «Yo quemé a Hitler» de Erich Kempka, que fue el chofer de Hitler desde 1932 hasta su muerte. El libro está en internet y afortunadamente no hay que comprarlo, ya que para lo que cuenta bastarÃa con ver la pelÃcula de «El hundimiento». Habla de lo bien que le trataba Hitler, lo amable que era, etc… Tambien hace algún retrato de el médico de Hitler, Morell, y de Martin Borman, y esto es lo más interesante del libro. Confirma la muerte de Borman ya que iban juntos huyendo del bunker cuando este murio. Lo bueno la gratuidad y que es cortito, por si alguien está interesado.
Gracias por el apunte :)
O sea, Juan, que… ná de ná, ¿no? Pepe, bórratelo de la lista.
Hombreeeeee, en mi caso que lo he descargado, gratis, es cortito y encima lo he leido en el «trabajo» pues bueno…ahora, si me lo hubiera comprado, fuera largo y lo hubiera tenido que leer en mi tiempo libre….desentierro al tal kempka y tenemos una conversación
Ah, vale. Je, je.
¿Cita la famosa frase «Corre, no te lo pierdas: ¡el Jefe está ardiendo!»? No recuerdo quién se la atribuye a Kempka. Es una tonterÃa, pero me hace gracia, la verdad.
No en ningún caso dice esa frase, en estas memorias. Lo que cuenta es que Günsche le llama y le pide que le lleve 200 litros de gasolina y el le contesta que no tiene, ya que los depositos están bajo el fuego de la artillerÃa soviética. Al final consigue algunos litros menos sacandolos de los depósitos de los coches destrozados que quedan en la cancillerÃa. Luego cuenta que al llegar, Günsche, le dice que Hitler y Eva Braun han muerto y proceden ha sacarlos del bunker. Cuenta que cuando sacan los cadaveres tambien hay un fuerte bombardeo y tienen que refugiarse en la entrada del bunker. Consiguen prenderles fuego a los cadaveres y al final quedan con él Günsche, Goebbels, Borman, Linge y el Dr. Stumpfegger.
Pues lo que tú has dicho: la correspondiente escena de «El Hundimiento»…
tengo el libro y no es tan malo pwero contra gustos no hay nada escrito
gracias , me es útil el análisis.
un abrazo desde Colombia
Claro que sabia muchas cosas pero no las iba a decir, prefirió morir y llevarse todo a la tumba. Era un nazi ss.