MADRID. HISTORIA DE UNA CAPITAL – Santos Juliá, David Ringrose y Cristina Segura
De manos de tres especialistas reconocidos, el libro nos hace recorrer la historia de Madrid, analizando las distintas etapas, desde su fundación, pasando por sus etapas de aldea, villa y corte, hasta su configuración como capital. Están narrados con mucha eficacia los acontecimientos acaecidos en sus calles y casas, y también hace un buen seguimiento de los aspectos geográficos, sobre todo de la configuración del tejido urbano. También se pueden seguir los cambios en la forma de vida del pueblo madrileño, asà como la intervención de este en los diferentes acontecimientos.
El libro es un verdadero clásico reeditado en diferentes ocasiones, ahora recuperado en formato de bolsillo por Alianza Editorial (Madrid, 2006), de tal manera que siendo de gran calidad, el precio resulta muy asequible, lo cual se agradece en estos tiempos. Cuenta con buenas láminas y se agradece la cronologÃa y bibliografÃa del final. Sobre todo resulta entretenida su lectura y una vez leÃdo se puede tener como obra de referencia y para consultarlo de vez en cuando. Es un libro que suelo recomendar a mis alumnos no solo cuando me preguntan por Historia de Madrid, sino incluso simplemente cuando me piden que les recomiende algún libro entretenido y del cual se aprenda.
Cristina Segura (U. Complutense) nos explica las diferentes teorÃas sobre el origen de Madrid y sobre todo se centra en explicar las razones de su emplazamiento y la importancia dentro de la lÃnea defensiva-Marca Media- para al-Andalus. Resulta interesante como, a través de diferentes textos y excavaciones, se puede recrear como serÃa la vida en aquel Madrid en el cual convivÃan musulmanes, judÃos y cristianos. Cuando la ciudad es conquistada al asalto por Alfonso VI y tras resistir las contraofensivas de los almorávides para recuperarla, Madrid se consolida en manos castellanas, repoblándose y dotándose de una organización similar a la de las otras ciudades castellanas, con su fuero propio.
David Ringrose nos adentra ya en la Edad Moderna, sobre todo centrándose en el paso de Madrid a ser corte, quedando el futuro de Madrid ligado a esta condición y a su vinculación con la MonarquÃa. Madrid pasa a ser una de las principales capitales de Europa, además de gobernarse medio mundo desde ella; es la capital de un Imperio. La ciudad va creciendo y embelleciéndose. Nos explica el autor bien las distintas problemáticas y repercusiones que tiene todo esto en Madrid.
Santos Juliá (UNED) nos adentra en el Madrid contemporáneo, en los nuevos problemas que surgen y en la relación con el resto de España, en el papel rector de capital no del todo aprovechado. Muy interesante es que desde el levantamiento de 1808 contra los franceses, muchos golpes de estado y revoluciones se gestan en Madrid. Interesante es el seguimiento que se hace del ensanche de la ciudad en el siglo XIX y el crecimiento urbano que culmina, una vez superada la guerra civil, con la anexión para la capital de pueblos como los Carabancheles, engrosando lo que serÃa el «Gran Madrid».
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Saludos Juan Pedro y enhorabuena por el estreno como reseñador.
Interesante libro para aquellos que vivimos en Madrid sin apenas conocer dos cosas de su historia. Lo apunto como próxima adquisición.
Eso sÃ, una duda que me surge al leerte. ¿Tiene mapas de cómo fue Madrid en las diferentes épocas? Creo que serÃa un gran complemento el ver cómo evolucionó en las diferentes etapas.
Y para los que fueran a preguntar esto otro, el libro tiene 488 páginas y cuesta 48.50€.
Un saludo,
Richar.
Saludos, Juan Pedro, y bienvenido a Hislibris. Un placer leerte.
Richar, ¿48,50 €? Entonces ha de estar ilustrado.
Ese es el precio que pone en la web de La Casa del Libro…
Justo buscaba un libro para echar el resto de las vacaciones distraido. Este blog me viene que ni pintado al dedo. Saludos
Felicitaciones a Juanpedro por su estreno triunfal en esta página y por esta interesante recomendación, la apuntare en mi lista y espero conocer algo de la ciudad aunque sea a través de la lectura por que me queda como a un mar Atlantico de distancia.
Saludos y felices fiestas.
Enhorabuena Juan Pedro. Esperaba una reseña sobre nuestra ciudad desde hacÃa tiempo. Gran ciudad Madrid, aunque ya irreconocible.
Madrid está asentada sobre una cuenca sedimentaria de 5000 metros de espesor que forma parte de un sistema tectónico de bloques hundidos y levantados. El origen y sustento de la propia ciudad serÃa ese granito precámbrico que, erosionado, solo aflora en las sierras del Guadarrama y que en Madrid se encuentra sumido en esos miles de metros de espesor sedimentario que se han ido depositando durante millones de años.
Tal origen geológico es casi una metáfora real de lo que es, ha sido y será la propia ciudad: una urbe de aluvión, que durante siglos se ha ido creando con la llegada constante de inmigrantes de otros sitios que, como los sedimentos, se han ido depositando hasta cubrir por completo ese sustrato granÃtico y que remitirÃa, de alguna manera, a su origen musulmán ya perdido, olvidado y escondido por tierras y arenas cristianas.
Del Madrid islámico ya poco queda: el lienzo de la antigua muralla árabe de la Cuesta de la Vega, hogar de inmigrantes ilegales que beben vino y se juegan el poco dinero que tienen, o esos brevÃsimos retales de la vieja fortaleza que uno puede manosear en algunos locales de copas por la noche mientras se bebe un Gin Tonic o las habitaciones de antiguas casas de huéspedes que descargaban su peso y compartÃan en su estructura con los antiguos paramento musulmanes. Esto y poco más.
El Madrid más reciente, el que más me gusta a mi, nació de esa necesidad de cobijar a una población que aumentaba sin parar y que lo hizo diseñando ensanches extramuros y comiéndose y desamortizando, vÃa Madoz y Mendizábal, las propiedades del clero. Los viejos ensanches de la zona de la plaza de Olavide, el de la montaña de PrÃncipe PÃo y, el mejor de todos, el de Recoletos-Salamanca que, previo plagio del plan Cerdá en Barcelona y su inconmensurable «Eixample», auguraba la morada de las clases privilegiadas y señoriales y de esa adinerada burguesÃa incipiente que se codeaba con los palacetes nobles del Paseo de la Castellana.
¡Ay! esa burguesÃa feliz de comerciantes, con sus casas de paso de carruajes, sus chaflanes con miradores de hierro forjado, sus primeros pisos inmensos y sus destartaladas buhardillas con tejados de teja, las fachadas de ladrillo rojo, las cubiertas del bajo y la entreplanta de granito, los porteros serviles y las misas de domingo en San Manuel y San Benito.
Después les tocó la guerra en un Madrid hostil a su clase y a su periódico. Celebraron misas clandestinas en los bajos de las viejas carbonerÃas, con las imágenes de Cristos y VÃrgenes rescatadas de la furia iconoclasta miliciana, con más de un cura amenazado de paseillo celebrando eucaristÃas y rezando porque Franco les liberase rápido.
Y Franco llegó, sin apenas soltar, según dijeron los republicanos maliciosamente, un solo obús a tan renombrado y elegante barrio. Y de ahà surgió, el distrito de la Victoria, el eterno barrio de la Zona Nacional. Con sus banqueros, notarios, ministros del régimen y con sus niñas bien de la calle Serrano. El barrio de las señoronas, que como bien dejó dicho Francisco Umbral, olÃan a colonias caras y a adulterio. El de las tardes de domingo en el Retiro, en donde los niños correteaban acompañados de las «chachas» (perdón por la expresión) que eran seducidas por militares de reemplazo de mili interminable procedentes de pueblos perdidos de Castilla.
Hoy en dÃa, Salamanca se ha convertido en un barrio casi sin vida. En donde los viejos ultramarinos se han convertido en caros restaurantes de lujo o en tiendas de antigüedades inaccesibles. En dónde esa terciarización galopante lo ha transformado en un inmenso bufete de notarios, abogados, entidades financieras, empresas de publicidad y hogar de muchos inmigrantes multimillonarios. En definitiva, en algo que ya es dificilmente reconocible.
Y a Madrid, a grandes rasgos, le ha pasado lo mismo. Se ha convertido en un monstruo enorme, irreconocible e incómodo. Con un extrarradio y una corona metropolitana de un urbanismo incalificable. Con barrios inmensos de un feismo atroz. Con unos suburbios de lujo que han acabado copiando lo peor del «modelo» anglosajón: las casitas unifamiliares, el omnipresente centro comercial y el coche en la puerta hasta para comprar el periódico. Es triste decirlo, pero hoy en dÃa, tan de Madrid es la plaza del 2 de Mayo, el Paseo del Prado o la Puerta de Alcalá como lo es la M-30, la M-40 o la M-50.
Saludos a todos.
Vaya tela, Nando. Entrañable y certero texto el tuyo, enhorabuena. Das más lustre a los debates que esos lipiadores de zapatos, ya desaparecidos, que tranquilamente veÃan la vida pasar apostados en cualquier fachada de la Puerta del Sol. Los de Gran VÃa ya eran distintos, ellos no contemplaban el acontecer sino que lo abordaban, al asalto, sin el cliente fijo sino el de paso.
La edición de bolsillo cuesta como 10 euros solo.
Juanpe
Que prologo Nando, yo creo que ya no compro el libro
Enhorabuena, Juan Pedro, por tu reseña. Como madrileño me apunto el libro para próxima adquisición.
Nando, has escrito un poema en prosa en tu intervención. ¿Has leÃdo Romanticismo de Manuel Longares? Si no lo has hecho, creo que estás tardando, creo que te gustará.
No estoy del todo de acuerdo, Nando.
A mà sà me gusta Madrid tal y cómo es ahora. Cada parte tiene su encanto, alguna lo sacrifica a la comodidad, pero ésta también se agradece.
Conservamos zonas que disfrutamos y la M30, 40, 45 y 50 hacen que sea más fácil hacerlo. ¿Quién iba a soportar todos los camiones que entrarÃan de paso en la ciudad? ¿Cómo plantarte en un tiempo razonable en el otro extremo si no?. Si hay que protestar de algo, yo lo harÃa de la dichosa costumbre de paralizar la ciudad cada vez que a alguien se le ocurre protestar por algo, pasear ovejas o ir al futbol.
Por cierto, os dejo este enlace. Es escueto, pero sirve de guÃa:
http://www.madridhistorico.com/index.php
A los que no les gusta Madrid tal y como está ahora, yo les hacÃa soportar durante veinticuatro horas las carreteras tercermundistas de Sevilla, sus insoportables atascos y las diarreas mentales de su Alcalde, empeñado en peatonalizar las principales calles comerciales para mandar a la ruina a los comerciantes, y cambiar de nombre calles de toda la vida para poner sus propias ocurrencias, y colocar en cargos públicos a primos, cuñados y la madre que los parió.
Y no, no me vengais con monsergas como «es que Madrid también tiene atascos». SÃ, sin duda, los mismos de Sevilla (o menos) con una población muchÃsimo mayor.
Y tiene un metro con el que puedes llegar a todas partes. En Sevilla hay un tranvÃa que ha costado un millón de euros (Arauxo, corrÃgeme si me equivoco) cada metro de vÃa (ay, esas comisiones…), que no te lleva a ninguna parte y que, para colmo, descarriló al tercer dÃa de su inauguración.
Por no hablar de una basura de metro, que lleva construyéndose desde hace décadas, que ve retrasada año a año la fecha de su inauguración y que hace un par de meses se tragó un quiosco de prensa en plena Puerta de Jerez.
Yo, cuando quiera ponerme de buen humor, y ver una ciudad del siglo XXI, saldré de Sevilla y me pasearé por Madrid. Y luego me deprimiré y me hundiré en la miseria cuando vuelva a este cortijo subdesarrollado y nepotista llamado AndalucÃa.
Ah, se me olvidaba. Perdón Juan Pedro, por desahogarme en tu reseña, y enhorabuena por el estreno, hombre.
Es curioso como una gran parte de la gente se queja de la ciudad en la que vive. Si le preguntas a un madrileño por una ciudad que le guste te resultará casi imposible que te conteste que la suya. Esta ciudad, tan bonita y con tantas cosas para venir a visitarla, es dura para vivir en ella. Supongo que ocurrirá igual con Sevilla, Barcelona, Valencia u otras, pero a cada uno nos toca quejarnos de lo que sufrimos. El viernes nevó en Madrid y hoy martes continuan las aceras de mi barrio llenas de nieve. Un problema menor, pero que se suma a los tantos que padecemos.
Y un problema más, hoy he estado p en tres librerÃas y en ninguna de las tres tenÃan esta Historia de Madrid en bolsillo, y sólo en una estaba en tapa dura y a un precio excesivo. Esta misma tarde la encargaré donde siempre.
(Ejem, ejem…. que yo soy madrileña)
Yo lo encontré en FNAC y en la Casa del Libro en versión bolsillo, hace como 3 meses
Gracias, Juanpe, ayer no la tenÃan en ninguna de las dos y si en el «tajo jamaicano» (me ha encantado este bautizo de Koenig) pero en tapa dura.
Me uno a los que opinan que vivir en Madrid tiene más ventajas que inconvenientes. Se da el caso de que, de vez en cuando, tengo algún visitante al que sacar a pasear por la ciudad. Suelo escoger un domingo, y empiezo por el templo de Debod, en el parque que antes ocupó el cuartel de la montaña. Sigo por la plaza de España hasta la de Oriente, parando un rato en los jardines de Sabatini. Subo después por Arenal para, si el tiempo invita, tomar un chocolate caliente en la chocolaterÃa de San Ginés. En la iglesia del mismo nombre, que tiene una acústica estupenda, a veces hacen misas cantadas. Después, la plaza Mayor, con los sellos, las monedas, los pintores, y la música de cámara que se puede escuchar en la salida hacia la calle Toledo.
Luego el Rastro, donde se puede tomar una cerveza y comprar algún libro. Ronda de Toledo, hacia Embajadores, y plaza de Atocha, con los museos y la cuesta Moyano. Si para entonces el visitante ha admitido un número suficiente de veces que Madrid es muy bonito, le invito a comer en uno de los restaurantes que hay por allÃ; de lo contrario, le hago subir a buen paso por el paseo del Prado y luego Castellana arriba, hasta que confiese que no hay ciudad en el mundo que se pueda comparar a ésta.
Por cierto, Juanrio, he comprado Romanticismo siguiendo tu recomendación. Como no me guste, pienso ir a buscarte al extraradio ése de incierta etimologÃa donde vives para someterte a una marcha dominical.
Snif, pepe, snif.
Me lo pones muy difÃcil, pepe. Por un lado, aunque a quién se la recomende fue a Nando, espero que te guste la novela. Es un retrato del Madrid del barrio de Salamanca, de sus gentes que para mÃ, que soy barriobajero, son tan extrañas. Pero por otro lado la caminata me motiva muchisimo, asà que cuando quieras nos hacemos ese bonito paseo por Madrid.
Ascanio, deja de gimotear y vente para acá un fin de semana…
Ahora que está entrenada con el senderismo igual aguanta…
Sender escribió mucha novela histórica, en efecto, pero ya casi nadie se acuerda de él…¿Y dices que Ascanio le está cogiendo afición?
Ya sabes, a esta chica le gustan cosas muy extrañas…
CuidadÃn, cuidadÃn, Aretes, que se me ofenden mis botas.
Y al paseo de Pepe me apunto. Libros, chocolate, paseos … suena genial.
Es que Aretes, desde que le han hecho la M-800, va en coche a todos lados.
Tiene razón pepe, Ascanio. Veniros un fin de semana por Madrid y pepe nos organiza una visita dominical que nos quita el hipo. Eso si, esperad a que mejore el tiempo, que con estos frÃos no hay quién pueda…
Lo de quitar el hipo, ¿va con segundas? A ver si resulta que has pinchado en el enlace de «La quimera…» que era para Arauxo…
Interesante paseo el tuyo Pepe. Yo me permitirÃa sugerir ParÃs, pero no viene al caso.
Juanrio, ayer empecé la novela con una impresión muy favorable, que pronto dio paso a cierto cansancio por la acumulación innúmera de nombres pijos de gentes y lugares. No se me escapa la intención satÃrica, pero resulta un recurso un poco reiterativo. He buscado alguna noticia en la red sobre el libro y he encontrado que Juan Cruz -un periodista crÃtico e implacable con el gobierno- se deshace en mieles en su blog al enterarse de que Zapatero ha leÃdo Romanticismo en el verano de 2007. Después de esto, no sé si seguir con la lectura o volver a Pynchon y pedirle perdón por esta pequeña infidelidad …
Cielos, me has dejado sin palabras, Zapatero la ha leÃdo. Pués la verdad es que no se que tal anda de criterio literario ZP. Felipe González si tenÃa, y supongo que tendrá, buen gusto para las lecturas.
Tienes razón en que el principio es un poco reiterativo en su «pijéz», pero en mi recuerdo es una buena novela y un buen retrato del Madrid del barrio de Salamanca. De todas maneras el castigo sigue en pié.
Lo que es imperdonable es que seas un infiel…..
Sólo en la literatura.
Terminé la novela la semana pasada, JuanrÃo. Salvo un momento de cierta intensidad y algunos detalles notables en cuanto a la descripción de tipos y situaciones -hechos con humor, inteligencia y buena prosa- el conjunto no pasa de ser una novela costumbrista cuyo argumento me parece intrascendente y desaprovechado. Además, aunque se deja leer con facilidad, su intención didáctica a veces llega a cansar un poco.
Tenemos que ponernos de acuerdo en cuanto a lo de la excursión dominical. El próximo no puedo porque juega el Estudiantes en casa contra el Pamesa a las 12:30. Si quieres venir a animar serás muy bienvenido.
Pepe, el domingo que quieras quedamos para la excursión. Yo pago las cañas en el Rastro. Seguro que después de dicho esto alguien más se apunta. En cuanto a lo de animar al Estudiantes, tendrá que ser desde la distancia, yo juego este domingo a las 14:00 y antes todavÃa tendré faena que hacer. Suerte, espero acertar en la próxima recomendación.
Recomendar un libro es siempre un ejercicio arriesgado que requiere una cierta generosidad por parte del recomendador: no tiene nada que ganar y, sin embargo, apuesta su crédito en el consejo. Por eso el que lo recibe ha de estar agradecido y devolver, a cambio, una opinión sincera, lo que no suele ser fácil. Siempre he pensado que todo ello, consejo literario y posterior opinión, más que una cuestión socio/cultural viene a ser una manifestación de amistad.
Como siempre has dado en el clavo, Pepe. Uno recomienda con su mejor voluntad, en este caso motivado por el comentario de Nando sobre el barrio de Salamanca. Me alegra que me hayas dado tu opinión, que como bien dices es lo que cabe esperar. Eso creo que es una parte importante del espÃritu de Hislibris, el intercambio sincero de recomendaciones y opiniones con la intención de comprender mejor lo que sucedió en el pasado, lo que vivimos en el presente y con suerte lo que nos pueda traer el futuro. Y si no adquirimos más conocimiento que, al menos, nos sirva la lectura para tener unas horas de disfrute.
Pero mira que tengo ganas de ir yo a Madrid…
A propósito de recomendaciones: Pepe me ha hecho dos (y además, con sendos regalos). Uno me pareció maravilloso («La sombra del escriba», que además cuenta aquà con su reseña), y el otro todavÃa está mirándome con ojos ansiosos en la estanterÃa. Pero ya mismo le hinco el diente. FaltarÃa más. Le tengo muchas ganas.
Mujer, no estaba pensando en ti al decir lo de las recomendaciones sino más bien en JuanrÃo que se habÃa quedado un poco mustio cuando he criticado Romanticismo de forma tan despiadada.
Ya ni me acordaba que tienes en lista de espera a BenÃtez Reyes…
He pensado por un momento no escribir el nombre del autor -al fin y al cabo, qué le importa a nadie lo que yo te haya regalado o dejado de regalar- pero luego me he dicho vamos a darle oportunidad de revancha al Johnny…
Y no es La sombra, sino El turno…
Anda, concho, pues es verdad, vaya despiste. ¿Existe un libro que se llama «La sombra del escriba» y por eso me he liado? ¿O me lo he inventado con todo el morro?
Y ya sé que no te referÃas a mÃ, hombre.
Ahà me has pillado, Pepe, no recuerdo haber leÃdo nada de BenÃtez Reyes. ¿Es poeta, también? por ahà si me suena, pero vagamente.
Si en vez de ir por ahà leyendo a canadienses barbudos pusieramos un poco más de atención en los escritores hispanos saldrÃamos más rápidamente de la crisis. Parece mentira…
Es que el canadiense barbudo me impactó, pero ahora mismo estoy con un clásico hispano, Núñez Alonso. Lo que pasa es que ahora mismo me parece que tengo la pila muy orientada al exterior, pero eso se corregirá en los próximos meses…
Y qué tal don Alejandro, ¿te convence?
Voy a terminarlo antes de opinar, pero….lo haré en la reseña del padre Arauxo. Me quedán unas 150 páginas.
¿150 páginas del 1º o del último?, no sé, no sé, me da que no te ha convencido!