LOS SABIOS DEL ANTIGUO EGIPTO – Christian Jacq
«Que tu corazón no sea vanidoso a causa de tu saber, toma consejo del ignorante lo mismo que del sabio pues nadie alcanza los lÃmites del arte y no existe artesano que haya dado un brillo perfecto… Una palabra perfecta está más oculta que la piedra verde, pero podremos encontrarla incluso entre los siervos de la muela». De las Máximas de Ptah Hotep.
Todos tenemos desde hace años una idea preconcebida de los que puede ser Egipto, seguramente de nuestros años de estudiantes o influenciados por lo que nos mostró el cine americano. Quizá un conocimiento más erudito a través de estudios o lecturas, pero aun asÃ, voy a intentar analizar este libro de la mejor manera posible, lo cual puede servir para ampliar nuestra información y aclarar algunas ideas e incluso dar nuevas perspectivas.
«Los dioses del Antiguo Egipto» está construidos en capÃtulos dedicados cada uno de ellos a un personaje importante o destacado dentro del grupo de sabios, faraones, sacerdotes, arquitectos o escribas que por su forma de gobernar el paÃs, por sus pensamientos ideológicos, fanatismo religioso o por su importancia en trabajos de construcción, lograron alcanzar el elevado rango de sabios. Algunos de ellos llegaron a ser alabados como dioses.
Éste es un libro dedicado más a la trascendencia espiritual del individuo, a las influencias que ejercÃan sus dioses sobre ellos y a la importancia que los egipcios daban a sus diversas divinidades. TemÃan y amaban a sus dioses, éstos y muchos otros dioses menores, en ocasiones eran adorados en una sola ciudad, por lo que se puede considerar que existÃan, incluso, dioses locales.
La esencia especial de las creencias religiosas del Antiguo Egipto, está basada en la importancia que ejercÃa el hecho de confiar en una reencarnación o re-creación una vez cruzado al Más Allá. Su vida en la tierra estaba dedicada a la búsqueda de la sabidurÃa, y con ella la vida en armonÃa y paz.
Nos aclara Christian Jacq, que la prodigiosa civilización del tiempo de las pirámides, ha desaparecido, pero la rectitud de las palabras conservadas en sus textos, sus grabados y jeroglÃficos ha desafiado el tiempo. Estos jeroglÃficos tallados en las pirámides y monolitos son el fundamento del pensamiento egipcio. Como cita esta frase: «Maat, es la regla de vida, es la verdad y la armonÃa», o ésta otra de Unas: «En la tierra se existe, en el cielo se vive».
En uno de los textos de Petossiris se narra que «Para alcanzar esta ciudad de la eternidad, hay que hacer el bien en la tierra, tener toda la noche en nuestro corazón el espÃritu de dios y levantarnos por la mañana con el deseo de cumplir lo que él ama………….y se nos tratará de acuerdo a como hemos actuado.
Preciosos textos, maravillosos consejos, que ojalá pudiéramos todos cumplir.
En el Egipto Greco-romano un tanto tiranizado, en épocas posteriores, los sacerdotes se negaban a mezclarse en el juego de polÃtica y poder de los invasores, su mayor preocupación serÃa, el cómo transmitir las tradiciones y pensamientos religiosos de sus antepasados a las futuras generaciones y no perder, de ésta forma, la idiosincrasia de su cultura y su pueblo. La solución se halló cubriendo todos los muros de los templos de textos de rituales y sÃmbolos mÃsticos-religiosos. Gracias a ello han llegado hasta nuestros dÃas.
También el autor nos descubre una AlejandrÃa como nueva capital de Egipto, un enjambre de culturas donde multitud de saberes se mezclan; la sabidurÃa egipcia, la filosofÃa griega, la astrologÃa o la alquimia. Pitágoras, Platón o Moisés por nombrar a algunos, recibieron enseñanzas de los iniciados en las ciencias de Hermes-Tot o de Maat.
No nos encontramos ante unas biografÃas sino ante unos hecho aislados de los personajes, en su afán de encontrar una estabilidad emocional, una paz interior y la sabidurÃa que tanto ansiaban.
Sobre estos temas mÃticos y religiosos es de lo que trata este libro, narrado personaje a personaje, con una prosa clara y de agradable lectura. Es breve en los análisis de cada uno de estos sabios y faraones, no introduciéndose demasiado en el desarrollo de sus vidas, sólo en los hechos que les llevaron a ser grandes sabios e incluso pequeños dioses.
Un libro instructivo e interesante para aquellos amantes incondicionales de la egiptologÃa o para los que se sientan intrigados por esta cultura.
El autor Christian Jacq, es un parisino nacido en 1947; su pasión, siendo un niño, por el descubrimiento del paÃs de las Dos Tierras, le llevó a estudiar EgiptologÃa en la Sorbona de Paris. Esta pasión que dice lo tiene atrapado, ha influido en que resida durante muchos meses en Egipto, trabajando en investigaciones y sintiendo éste paÃs como su propia patria, mucho más que la tierra que le vio nacer. Tiene su residencia en Ginebra, donde suele escribir tras su vuelta de las estancias en Egipto.
Ha destacado con sus estudios sobre este paÃs en numerosos ensayos y novelas históricas. Su obra «El Egipto de los Grandes Faraones» obtuvo el premio de la academia francesa. Gran conocedor y enamorado de Egipto, ha escrito numerosas obras de divulgación histórica que ponen a nuestro alcance, la civilización antigua y la egipcia, como es el caso de «las egipcias» y la «sabidurÃa viva del antiguo Egipto», o «el Misterio de las catedrales».
Sin más que deciros, os agradezco vuestras lecturas y comentarios.
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Gracia, Akawi. Espero que no se parezca a sus novelas, intente leer una y aún la tengo en oferta, por si alguien está interesado «El faraón negro».
De todas formas siempre prefiero un ensayo que una novela cuando se trata de conocer un pueblo, o un viajecito como el que te has marcado…
Parece interesante el tema Akawi, a mi me lo has vendido, esa mezcla biográfico-filosófica-trascendente me gusta.
Por mi parte yo solo he podido leerme la trilogÃa de Jacq que creo se llamaba el Juez de Egipto o algo parecido, otras dos con las que lo intenté se me cayeron de las manos… Eso sà por lo que creo recordar Jacq es un hombre más que preparado en la egiptologÃa, la estudió en la Sorbona y por sus teorÃa más o menos revolucionarias que emitió se alejó de la academia.
Hola, Nefernefernefer-Akawi.
Pues mira yo que a este hombre lo tengo un pelÃn atravesadillo. Me pasa como a juanrio…Es más, tengo unos cuantos libros suyos de una colección de novela sobre Egipto, que van a salir disparados por la ventana en cuanto me haga falta sitio.
Pero por lo que cuentas, este parece un poco diferente. Me recuerda a uno de Terenci Moix, Viaje sentimental a Egipto -el cual tengo dedicado por el autor- en el que hace un repaso a la historia del Antiguo Egipto mezclándola con recuerdos personales de sus numerosas visitas a ese paÃs.
En el prólogo, podemos leer la primera frase (maravillosa) que dice asÃ:
Y un parrafito:
Un libro de viajes y de historia escrito con muchÃsimo cariño y sensibilidad.
El tema que trata el libro me interesa mucho. Sólo le encuentro una pega, aunque sustancial: Christian Jacq.
En una librerÃa de saldos santiaguina suelo toparme con varias novelas de C. Jacq, y siempre me detiene el recuerdo de las opiniones hislibreñas, frecuentemente negativas -se repite la tónica en este hilo: algo hay, algo hay….
De todos modos, nos vuelves interesante este libro, Akawi. A tener en cuenta.
Saludos.
Juanrio, yo me leà la del Faraón Negro y prometà no volver a tocar nada escrito por ese hombre.
Aunque este parece un ensayo… ya no me fio.
Hombre como novelista se ha convertido es una especie de Corin Tellado de Egipto es decir que saca más de cuatro novelas al año… en mi opinión creo que es prácticamente imposible que asà sean buenas.
Pese a todo la reseña de Akawi me ha llamado la atención
Pues yo tengo que decir, que algunas me han gustado: Por amor a Isis, La reina Sol, la piedra de luz , si es verdad que luego se ha repetido mucho, pero he leido cosas peores, a mi me resulta simpático y es gracioso a todos los burros que salen en sus novelas les llama «Viento del norte».
Buena reseña, Akawi y calentita, calentita!
Buenas tardes.
A mi me pasa como a la mayorÃa. Se supone que Jacq como egiptólogo es una eminencia, al menos por formación. Sin embargo como novelista me resultó un tanto insulso tanto en la trilogÃa de «El Juez de Egipto» como en «El Faraón Negro».
Pero no he leÃdo ningún ensayo suyo. A ver si, vista la reseña, me animo con este. Al menos voy a incorporarlo a mi lista Akawi.
Saludos.
Como egiptólogo será una eminencia (y lo dudo), pero como autor de bodrios históricos… pffffffffffff.
Aún no me he respuesto del trauma de dos de los volúmenes de la pentalogÃa ramésida (no le he aguantado más)…
Akawi, querida: la reseña es magnÃfica y completÃsima. Y además viene como anillo al dedo a tu regreso de Egipto: Javi se ha lucido en cuanto a oportunidad de publicación.
Yo ni entro ni salgo del autor porque no lo conozco y además el tema egipcio me deja un tanto frÃa (por aquello del calor…jajaja), o sea, que no es santo de mi devoción. Pero me parece muy interesante lo que cuentas. Y muy oportuno, repito.
Un abrazo, chata!
La incidencia de Akawi en el término «espiritual» me deja claro que es un libro que no voy a leer.
Muchas gracias muchachos por vuestro aliento.
La verdad es que Javi se esperó a que volviera para poder responder y sÃ, ha sido muy oportuno pues ahora lo tengo todo más calentico. Gracias Javi.
Yo es el primero que he leÃdo de este señor y como «ensayo» me parece correcto. No digo que sea un buen escritor, pero si un conocedor del Antiguo Egipto. A mà me sirvió para entrar de lleno en los escritos y enseñanzas de esos sabios y en su forma de entender la vida.
Y cierto es, que de lo que más trata es de espiritualidad religiosa, misticismo y mitologÃa.
Por eso dije que es para los amantes incodicionales de la cultura egipcia.
Un abrazo a todos.
Un libro interesante, Akawi muy bueno para el topic que acabo de abrir, aunque a nuestro Farsalia no le agrade, Jacq puede ser de utilidad para iniciarse en el tema de Egipto, conste que no es el mejor, yo recomiendo a Pirenne… saludos y gracias por la info sobre el libro…
Jacques Pirenne, que no Henri Pirenne.
A mi este autor no me gusta demasiado.Sus series sobre Egipto me han hecho distanciarme de el…
Sobre Egipto una autora que da gusto leerla, cercana y muy amena: Christine Desroches-Noblecourt.
Le da mil vueltas a Jacq, incluso a nivel de iniciación.
Gracias Farsalia es bueno saberlo, asà podré comparar. Tomo nota también de Jacques Pirenne.
Akawi, aquà tienes una reseña de un ensayo de Desroches Noblecourt. Evidentemente, no es su mejor libro. Echale un vistacillo:
La herencia del Antiguo Egipto
Leà esa reseña en su momento y tal cual la leà la olvidé. Primero porque no sabÃa nada o casi nada de Egipto y segundo porque un libro de imágenes con poco texto, no me interesaba.
Ahora, que tampoco es que sepa mucho más, podrÃa añadir que nadie está en posesión de la verdad abosoluta, y si una autora de la transcendencia de D. Noblecourt insinúa que la Bibilia y por tanto la religión cristiana puede contener fragmentos de textos egipcios, yo no lo pondrÃa en duda, puesto que nadie de nosotros es tan eminente como ella para hacerle la contraria. Además si estos textos te llevan a una paz interior, a una relación excepcional entre nuestros semejantes y a las mejores vivencias del ser humano. ¿Qué me importa a mà que los Proverbios de la Biblia provengan de esa cultura? ¿No crees?
Por otro lado no entiendo por qué me recomiendas leer la reseña de Arauxo, si tú misma dices que no es el mejor libro de esta autora.
Ascanio aconséjame otro para poder comparar.
Un abrazo
Akawi, que buena forma de regresar. ¡Egipto!, mi parte favorita de la historia, tan sobado y explotado el pobre que ahora casi no suena respetable ningún tÃtulo que tenga tufillo a tema egipcio. Me gusta mucho la reseña que has escrito y me incita a leer el libro, y además me considero incondicional de la cultura egipcia, pero, como Jacq me ha decepcionado ya en varias ocasiones y los ensayos las más de las veces no me terminan de enganchar, me surge una pregunta: ¿resulta ameno, o al menos entretenido, y fácil de leer? Gracias
Marbenes gracias por los elogios.
Como dije no he leÃdo nada más de este autor, que me pareció entretenido y fácil de leer, aunque su forma de escribir no sea, del todo de mi agrado. Pero mi curiosidad era mayor por saber de estos sabios y reconozco que no le puse muchas pegas al libro.
Aunque habÃa veces que no se sabÃa si lo escrito es del propio autor o se refiere a los textos egipcios, pues no usa cursivas o entrecomillado y me lió un poco. Es un libro corto de 280 páginas. Perfectamente entendible.
Y más para tà que ya tienes conocimientos y eres una incondicional.
Un abrazo.
Por cierto Nuri muy bonita la transparencia y ese faro al fondo. Me gusta.
¡¡Hija es que tienes un saber hacer especial!!
Un abrazo.
Ja, ja, ja, Akawi, es evidente que el libro de Desroches no es el mejor, pero la reseña sà que es buena, ¿no crees? ;-)
De todas maneras, sobre lo que comentas de que si una autora de la transcendencia de D. Noblecourt insinúa que la Bibilia y por tanto la religión cristiana puede contener fragmentos de textos egipcios, yo no lo pondrÃa en duda, puesto que nadie de nosotros es tan eminente como ella para hacerle la contraria… Caray, yo sà que creo que se les puede llevar la contraria, ¿no? porque los historiadores no son infalibles, y a veces se hacen hipótesis arriesgadas.
Ya te comenté arriba el libro de Terenci Moix (si quieres Historia + reflexión personal), pero si sólo quieres Historia, me atreverÃa a recomendarte -con permiso de Arauxo- «Historia del Antiguo Egipto», edición de Ian Shaw y publicado por La Esfera. Eso sÃ, es un tochaco de cuidado. Hay un clásico, «Dioses, tumbas y sabios», de C. W. Ceram, un poco antigüillo, pero con un capÃtulo estupendo sobre Egipto.
Peeeeero, si quieres una novela del Antiguo Egipto, totalmente ABSORBENTE, léete «El papiro de Sacqara», de Pauline Gedge. Te encantará.
Y ya no digo más porque va a parecer que sé de lo que hablo, y la verdad es que yo, de Egipto, no tengo ni idea…
Ascanio, si que son interesantes los libros que dices y me llama la atención el de «El papiro de Saqqara» aunque por ahora, que aún me falta terminar «Sinuhé el egipcio» voy a dejar un tiempo el tema de Egipto aparcado, hasta otra nueva oportunidad porque estoy un poco saturada, ja, ja, ja,…
Gracias por los consejos y gracias a Arauxo también.