LOS AMOS DEL AIRE. LA HISTORIA DE LOS AVIADORES QUE GOLPEARON EL CORAZÓN DE LA ALEMANIA NAZI – Donald L. Miller

Un comandante de las fuerzas aéreas estadounidenses es enviado a un campo base de bombarderos en Inglaterra para suplir al correspondiente jefe de grupo, debido a la falta de disciplina derivada del gran número de bajas sufridas sobre Alemania y del desmoronamiento de la moral de los pilotos y tripulantes de los B-17 allí destinados. Corre el año 1949 y el director de cine Henry King, acaba de estrenar la película Almas en la hoguera, interpretada por Gregory Peck. En ella se muestra la dura realidad de quienes, como aquellos jóvenes aviadores, técnicos de vuelo y artilleros, volaron desde el año 1942 desde las bases localizadas en el este de Inglaterra, con la misión de atacar y bombardear objetivos alemanes localizados, primero en los territorios ocupados más cercanos a las Islas Británicas, y después en la propia Alemania.

Las indecisiones y equivocaciones tomadas por mandos de la 8ª Fuerza Aérea estadounidense, la imperiosa necesidad de llevar el frente de guerra a territorio enemigo, la dura defensa presentada por la Luftwaffe y la artillería antiaérea nazi, el inicial y limitado radio de acción de los cazas escolta de los bombarderos aliados y la extrema complejidad de sus misiones y objetivos, son algunas de las circunstancias que provocaron que  entre sus miembros se sumara más de 26.000 bajas por fallecimiento en combate, un número mayor de muertos en combate sufridos por el Cuerpo de Marines destacado en el frente del Pacífico. Por todo esto y por los logros obtenidos en su presencia aérea sobre Europa, Donald L. Miller, catedrático emérito de Historia del Lafayette College, ha desarrollado a lo largo de más de setecientas páginas, incluido un amplio apartado dedicado a  bibliografía e índice analítico, este ensayo publicado en la editorial Desperta Ferro Ediciones, sustentado en un profundo y promenorizado estudio realizado a lo largo de muchos años, en los que el autor ha recopilado una ingente cantidad de documentos y archivos oficiales, bibliografía, testimonios y memorias, además de haber realizado más de doscientas cincuenta entrevistas de historia oral y presencial en aquel titánico esfuerzo por derrotar a la Alemania Nazi.

Miller estructura su libro en base al orden temporal de intervención en la guerra de la 8ª Fuerza Aérea, desde la caótica llegada de los primeros bombarderos a las Islas Británicas, hasta el traslado en 1945 de pilotos y aviones al frente del Pacífico, con la intención de bombardear Japón. En estos años de gran esfuerzo bélico y humano, las estrategias y tácticas, el volumen de los medios utilizados, la tecnología utilizada y, especialmente, la moral, el empuje, la disciplina y la apuesta humana realizada, sufren una evolución paralela al desarrollo de la guerra en Europa Occidental.  Además, y dirigido a enriquecer y complementar todos los hechos bélicos y militares aquí descritos, el autor se interesa por otros factores más mundanos y humanos que caracterizaron y acompañaron la implantación de la Fuerza Aérea Estadounidense en Inglaterra y sus consecuencias en la guerra. Estos dos aparatos narrativos corren en paralelos a lo largo y ancho del libro.

Las primeras misiones de los bombarderos en Europa estuvieron marcadas por dos factores muy importantes. Por un lado, el enfrentamiento generado entre los mandos estadounidenses por aplicar a este instrumento bélico una visión estratégica o táctica. Esto conllevó el tipo y desarrollo de las misiones realizadas a través de los años, en la búsqueda de objetivos más o menos localizados, en su misión de provocar al enemigo no solo bajas, sino también herirlo de muerte en su esfuerzo bélico, industrial y tecnológico. Por otro lado, hasta entrado el año 1944, el sacrificio ofrecido por los bombarderos en sus acciones fue inimaginable, llegando a niveles de bajas hasta entonces insospechadas. Los objetivos militares delimitados en las misiones estuvieron íntimamente relacionados con el factor diurno de sus ataques, la capacidad de sus cazas escolta en protegerles durante el vuelo, el número de aviones utilizados y la complejidad de los objetivos elegidos. Estos factores desequilibraron, hasta bien entrado el año 1944, en contra de los estadounidenses, la eficiencia de sus ataques y los resultados obtenidos. Y de esto tuvieron mucha culpa sus propios mandos. Mandos que, por ejemplo, siguieron enviando cientos de bombarderos sobre Alemania desde finales de 1943 y a sabiendas de su franca inferioridad, con el afán de infringir daños en la industria y estructura ferroviaria alemana, pero también con la idea de agotar y destruir la fuerza de cazas nazi al enfrentarla con los nuevos cazas estadounidenses, todo ello con el fin de limpiar los cielos de Europa de enemigos para cuando se produjera el deseado desembarco de Normandía de junio de 1944.

Tal y como explica Miller, las órdenes enviadas a los grupos de bombarderos no estaban delimitadas por las potenciales bajas ni por la influencia en el ánimo de sus tripulantes, sino más bien, en las necesidades estratégicas y, más adelante, tácticas, implementadas en la guerra, y siempre dependientes de las decisiones tomadas, en ocasiones al simple capricho de los altos mandos. Los iniciales ataques a las bases de submarinos alemanes, los raids dirigidos en profundidad contra territorio enemigo, muchas veces objetivos localizados demasiado lejos de sus bases, la decisión de atacar lugares considerados equivocadamente básicos para la economía alemana, o el uso de grandes cantidades de bombarderos en ataques diurnos sobre Alemania, a pesar de las dificultades provocadas por las defensas aéreas y antiaéreas, tenían más que ver con la apuesta de los mandos por corroborar sus propias decisiones que por la oportunidad o los beneficios reales de tales ataques.

La presión de la URSS para que los aliados abrieran un nuevo frente, la necesidad de destruir y agotar los recursos de la Luftwaffe, la falta de visión en la necesidad de construir un caza de larga distancia de vuelo, cierta competencia con el mando aéreo británico y la errónea selección de objetivos, casi siempre demasiado lejanos, llevaron al sacrificio de unos jóvenes estadounidenses que en equipos de diez tripulantes por bombardero, se encontraban solos en la inmensidad de los cielos, con poca o nula capacidad de defensa ante los ataques frontales y veloces de los caza alemanes y bajo la tempestad del fuego antiaéreo. Otros factores son analizados en el libro, tan interesantes y a veces desconocidos, como el inmisericorde bombardeo de ciudades alemanas la final de la contienda, la decisiones tomadas al respecto de no atacar los campos de concentración nazis, la problemática relación con Suiza y los pilotos aliados allí refugiados, la aparición de las bombas V1 y V2 y de los cazas a reacción alemanes, los casi suicidas ataques a baja altura sobre las zonas petrolíferas rumanas, o la compleja relación entre algunos de los mandos estadounidenses y sus decisiones militares. Todos ellos son una muestra de los candentes temas que, de manera analítica y profunda, se integran en esta obra y su intención por no dejar de afrontar ni un detalle de la intervención de la 8ª Fuerza Aérea en la Segunda Guerra Mundial.

Pero como comentaba más atrás, además de mostrar un incesante esfuerzo por analizar los factores bélicos implicados, Miller se vuelca en revivir y profundizar en la vida más cercana y personal de aquellos combatientes. Desde la llegada de los grupos de ingenieros que transformaron la campiña inglesa en un basto portaaviones lleno de bombarderos B-17 y B-24 y sus cazas de escolta, pasando por la construcción de los campamentos donde destinar a la ingente cantidad de jóvenes estadounidenses, la implicación y relación de los tripulantes con la población inglesa, en los pueblos cercanos a las bases como en sus salidas a Londres, o incluso la convivencia y supervivencia en los campos de concentración alemanes donde se acinaron los miembros abatidos de la Octava y sus circunstancias hasta el final de la guerra, forman parte de este heterogéneo y profundo estudio. La presión soportada en aquellos inmensos cielos, pero pequeños en espacio vital dentro de los bombarderos, provocó diferentes reacciones entre los aviadores. Miller desgrana los graves problemas de salud mental y físico relacionados con las misiones realizadas. El frío, la congelación, la falta de oxígeno, se sumaban a las graves heridas sufridas en combate, generando una inicialmente poco dimensionada necesidad de esfuerzos sanitarios y psicológicos para apoyar a las tripulaciones, escasamente preparadas para ese tipo de guerra aérea. Los traumas generados y posteriormente, la baja moral derivada del gran número de pérdidas recibidas, pesaron en demasía durante toda la guerra. La sola delimitación de un número de misiones para finalizar su destino en los bombarderos implicó un esfuerzo denodado por alcanzar la iniciales veinticinco salidas de los bombarderos y regresar a casa. Al hilo de esto, recordemos de paso, la película Memphis Bell, dirigida por Michael Caton-Jones, dedicada a la tripulación de un bombardero B-17, en su última misión antes de regresar a casa.

Todos estos temas y muchos más forman parte de este completísimo y entretenido compendio de valentía, heroicidad, errores tácticos y estratégicos, terror y muerte, que acontecieron entre otras mil y una de las circunstancias que rodearon la presencia de la 8ª Fuerza aérea Estadounidense en el cielo europeo, entre 1942 y 1945. En definitiva un notable esfuerzo por homenajear a aquellos jóvenes que lucharon y fallecieron sobre los cielos de Europa, acompañado de un análisis, en algunos momentos, profundamente crítico, sobre los planes de guerra decididos por unos mandos que, en pocas ocasiones pensaron ni en los tripulantes de los bombarderos, ni tampoco en la población civil alemana. En definitiva, un trabajo muy recomendable, en su fondo y forma. Tanto, que Steven Spielberg y Tom Hanks, después de su experiencia en las series Hermanos de sangre y The Pacific, repiten como productores ejecutivos, con la participación en esta ocasión de los creadores y guionistas John Shiban y John Orloff, en la producción de una miniserie basada en este libro,  estrenada recientemente en la plataforma de Apple TV.

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Donal L. Miller, Los amos del aire. La historia de los aviadores que golpearon el corazón de la Alemania nazi, traducción de Javier Romero Muñoz. Desperta Ferro Ediciones , 2024, 776 páginas.

     

13 comentarios en “LOS AMOS DEL AIRE. LA HISTORIA DE LOS AVIADORES QUE GOLPEARON EL CORAZÓN DE LA ALEMANIA NAZI – Donald L. Miller

  1. Farsalia dice:

    Librazo… de principio a fin.

  2. Iñigo dice:

    Sin ninguna duda. Setecientas páginas que leen casi de tirón.

  3. cavilius dice:

    Lo tengo a buen recaudo a la espera de que lo lea. O él me tiene a mí a la espera de que lo lea, tanto monta.

  4. Balbo dice:

    A ver si también lo traen a la biblio, que también le tengo ganas. Todavía no he visto la serie porque estoy a la espera primero de leerlo.

    1. Iñigo dice:

      Vista la serie, te la puedes ahorrar. No le llega a la suela del zapato a este pedazo de libro. Por supuesto es imposible meter en diez capítulos todo lo que se cuenta en este ensayo, pero aún así, ni siquiera es capaz de hacer partícipe al espectador de lo que transmiten estas páginas al lector: tensión, emoción, compromiso, intereses bélicos, horror y mucho miedo, entre muchas más características y sensaciones.

  5. Esteban dice:

    Podria haber sido una obra de referencia pero se queda en notable bajo. El material gráfico incluido resulta escaso y con calidad mediana, la lectura ganaría recortando más de 100 páginas con algunas historias repetitivas y textos desviados de la tónica de la obra. Me quedo con la portada de la edición americana porque es una foto de la época, por desgracia en España la cambiaron por una foto promocional de la prescindible serie de Apple TV.

    Más que una obra de ensayo sobre la 8º Fuerza Aérea americana en su campaña europea abarca otras formaciones aéreas y las medidas defensivas germanas pero entre otras cosas faltan: las misiones de bombardeo en Noruega contra el plan atómico alemán, el uso de las bombas guiadas Azon, las misiones bélicas sobre el paso alpino Brenner, los avances germanos en sus sistemas de radares, los cazas reactores germanos Me 163 Komet, ninguna referencia a los «ases artilleros» americanos (a pesar de las exageraciones en derribos siempre hubo ases defensivos como el sargento Michael Arooth) …

    Algunos comentarios personales del autor son desafortunados, como llamar a Werner Braun como «petulante oportunista» y sin embargo para el despreciable revisionista nazi David Irving sólo le nombra como «historiador».

    En el tomo se analizan los fallos y errores de la doctrina americana, algunas veces se compara con la doctrina del Bomber Command de la RAF pero el autor olvida o no pone el énfasis necesario en que los americanos usaron una carga explosiva inadecuada y débil en sus bombardeos, los ingleses también fueron más efectivos porque descubrieron que la mejor forma de inutilizar la industria germana por largos periodos era crear averias con inundaciones y la destrucción del suministro energético y eléctrico de las factorías.

    1. Iñigo dice:

      Estoy convencido que con tus conocimientos nos podrías proponer un ensayo más completo sobre el tema en cuestión, traducido a nuestro idioma, que el que aquí se reseña. Solo te puedo decir que, páginas no le sobra ni una, y que entiendo que si el autor ha escrito lo que ha escrito es porque así lo piensa y da la importancia que entiende debe dar a lo que desarrolla en sus páginas, que para eso es el autor. Si tuviera que incluir las misiones que comentas, seguro nos iríamos a un libro de muchísima más extensión. Pero no es el caso. Creo que el libro está bien analizado en lo que pretende el autor, incluyendo no solo temas militares, sino, como digo en la reseña, otros ámbitos de la presencia de los americanos de la 8ª Fuerza Aérea en Inglaterra y los efectos secundarios que sufren o las historias paralelas que se sucedieron alrededor de la flota, las decisiones tomadas y sus miembros. Solo estoy de acuerdo en una cosa. La falla de su cubierta, pero eso ya es cosa del marketing propuesto por la editorial en el momento de su publicación, coincidente con el estreno de la serie en Appel Tv.

  6. Esteban dice:

    Setecientas páginas con letra pequeña y no hay nada sobre la formación y adiestramiento de los tripulantes de los bombarderos, eso es un fallo bastante gordo. Es un capítulo de la historia que al aficionado militar le interesa mucho más que la «vida social» de los americanos en el Reino Unido. Entre las omisiones del libro al autor se le olvida decir que el gran error en la campaña contra los refugios franceses de Uboat fue no bombardearlos mientras se construían!!

    Hubiera sido interesante que hubiera dedicado algo de tiempo a desgranar los diferentes calibres usados en la Flugabwehrkanone (Flak germana), para los lectores del libro podria parecer que los germanos sólo usaban cañones de 88mm en la defensa aérea de Alemania. Resulta raro que en el libro no haya ninguna referencia a las grandes Flaktürme (Torres Flak) ubicadas en grandes urbes del Reich.

    Para aquellos entusiastas de la temática les recomiendo el canal temático «WWII US Bombers» en Youtube, aviso de que algún vídeo puede resultar demasiado técnico.

    1. Iñigo dice:

      ¿Algún ensayo sobre el tema en conjunto recomendable en nuestro idioma?

  7. Esteban dice:

    Podria haber algún tomo en castellano de alguna editorial menor o autobiografias antiguas, pero no recuerdo ninguno. En inglés hay muchísimos tomos de distintas épocas y curiosamente muchos incluyen en el título la frase de «masters of the air», incluyendo una obra de 320 pags publicada en 2022 por Osprey sobre la Octava Fuerza Aérea.

    En cambio sí que me vienen a la cabeza más temas sin tratar en este libro de Donald L. Miller: las variantes de fortalezas volantes «artilleras» YB-40 sin bombas pero con 14-16 ametralladoras y usadas como «escolta de largo alcance», las variantes de reconocimiento fotográfico F-9/RB-17, los «Assembly Ships» (B-24 y B-17s sin armamento, con dotación mínima y pintados con rayas y puntos de colores para servir de guía visual para que los diferentes grupos se pusieran más rápido en formación), anécdotas como la acribillada fortaleza volante «Ye Olde Pub» escoltada por un Bf 109, el artillero Alan Eugene Magee sobrevivió a una caida libre de 6700m con paracaidas destrozado y atravesó la cristalera de la estación de tren de Saint Nazaire, el 1 enero 1945 dos fortalezas volantes del 100th Bomb Group quedaron enganchadas en pleno vuelo tras una colisión pero el piloto Rojohn consiguió aterrizar cerca de Wilhemshaven (los alemanes interrogaron a los supervivientes porque pensaban que aquel «piggyback» era un arma experimental americana) https://www.historynet.com/bizarre-b-17-collision-over-the-north-sea-during-world-war-ii/?f

    Otros tripulantes también salvaron la vida milagrosamente porque quedaron atrapados en la cola y al girar sobre sí misma ralentizaba la caída de miles de metros de altura. Hay muchas anécdotas interesantes sin embargo Donald L. Miller pierde el tiempo con asuntos «off topic» como el músico Glenn Miller y su desaparición.

    Como historia apócrifa y sin verificar se rumorea que los alemanes de la unidad Kampfgeschwader 200 usaron fortalezas volantes B-17 capturadas para intentar colarse sin éxito en formaciones americanas y radiar su posición, altitudes y objetivos.

    1. Iñigo dice:

      Gracias por tu aportación.

  8. Esteban dice:

    Sí que podria haber un ensayo reciente sobre la misma temática y en español, aunque sólo he ojeado unas cuantas páginas en una libreria de la obra «La Gran Semana, la mayor batalla aérea de la Segunda Guerra Mundial» de James Holland, publicado por la editorial Ático de los Libros ( 544 pags)

    Por lo que vi por encima la obra habla también de los años anteriores a la gran campaña de bombardeos americanos de la tercera semana de febrero de 1944 (big week). Incluye datos técnicos, anécdotas , cronologias etc

    Aprovecho para indicar más canales temáticos de obligado visionado en Youtube: ZenosWarbirds y PeriscopeFilm (documentales de la época y filmes de entrenamiento), Yarnhub (recreaciones infográficas que incluyen combates de la SGM como la milagrosa salvacion del artillero Alan Eugene Magee)

    1. Iñigo dice:

      Gracias. Había oído hablar de ese libro de Holland. Tomo nota. Pero solo habla de un corto periodo de tiempo, no como en «Amos del aire», donde se explica prácticamente toda la intervención de estadounidense de bombarderos en Europa. Aunque con limitaciones, me parece que sigue siendo una opción en castellano más amplia en espacio y tiempo que la de Holland.

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