LA TRAICIÓN DEL REY – J.L. Gil Soto
¿Qué tendrá el poder que a todos seduce, a todos corrompe y a todos intimida? Unos resisten más la tentación, y otros, menos, insaciables en sus ansias de dominio. Esta que comentamos hoy es una historia de luchas por el poder, y en ella destacan personajes que fueron poderosos, muy poderosos, aunque, como podremos apreciar, cuanto más alto se sube, mas dura es la caÃda.
Nos encontramos ante una obra muy ambiciosa, cuyo eje lo compone, de forma novelada, la vida de Manuel Godoy (Badajoz,1767-ParÃs,1851), de quien su paisano Gil Soto ha decidido presentar una visión más realista y menos ideologizada. Muy ambiciosa porque, aunque el centro de la misma es la figura de Godoy, el PrÃncipe de la Paz, en realidad lo que el autor hace es mostrar momentos importantÃsimos de la historia polÃtica española desde la subida al trono de Carlos IV hasta el comienzo del reinado de Isabel II en España. Godoy fue, efectivamente, el último de los validos del Antiguo Régimen, un hidalgo ascendido a aristócrata, que a los veintipocos años accedió al poder de modo meteórico, y sin embargo, a pesar de su juventud supo qué hacer con el poder acumulado, puesto que era un hombre con ideas nuevas, ilustrado, con decisión y valentÃa, lo que se dice un hombre de Estado; si bien quedó atrapado entre dos mundos, uno en pleno derrumbe y otro naciente. Lo que se nos presenta, pues, es una historia del tránsito de un régimen polÃtico a otro, tras la eclosión de la Revolución Francesa. Una época llena de interés, de luces y sombras, como todas las épocas de cambio de paradigma.Â
AsÃ, en esta obra la frontera entre la novela y el ensayo histórico es difÃcil de discernir, ya que, si bien tiene forma novelada, en realidad gran parte de sus capÃtulos relatan los hechos históricos presentados desde un punto de vista principal (el de Godoy) y otros secundarios: los reyes, el prÃncipe Fernando, Napoleón… contado de modo ameno, correcto y muy bien documentado. Pero no encontraremos apenas ficción en el sentido novelesco, y prácticamente todos los personajes —si exceptuamos a los sirvientes, aldeanos y demás personajes ocasionales— son reales, por lo que la ficción apenas tiene cabida como tal si lo que se pretende es la fidelidad a los hechos, y el autor insiste en su preocupación por esta fidelidad en su nota final. Algunos hechos, sin embargo, de los que destacarÃa el MotÃn de Aranjuez, sà están narrados de modo novelesco, y con gran fuerza, por cierto. La primera guerra contra Portugal, el desastre de Trafalgar, la conjuración del prÃncipe Fernando contra su padre, los encuentros con Napoleón y la salida de la familia real hacia el exilio… son tramos novelescos bien engarzados con el resto de la narración.
El pacense Gil Soto se ha basado tanto en las Memorias de su paisano como, y sobre todo, en la correspondencia mantenida por Godoy, a la que ha podido tener acceso gracias a la familia descendiente de los Condes de Peñafiel (descendientes de la unión de Godoy con Pepita Tudó) y, por supuesto, en los documentos oficiales. Es decir, la fiabilidad histórica parece estar garantizada, si bien a expensas de la ficción. De un modo u otro, es una obra muy destacable, que mantiene el interés y trata de presentar distintos puntos de vista para que la figura de Godoy, tan controvertida históricamente, reciba un tratamiento justo y honorable. No excusa a Godoy de sus errores, ni de su altanerÃa y ambición, pero asimismo destaca su labor como gobernante y como consejero real, asà como persona ilustrada y con un gran interés por la cultura y el progreso. Todo el tratamiento que le da a su figura una vez llega al exilio (Francia, Italia, otra vez Francia…) se centra el cuestiones relativas a la relación fiel hacia los reyes desterrados y en su vida personal, a su honor, siempre intentando que le reconocieran sus aciertos polÃticos en vez de achacarle todos los males del paÃs a su sola persona.
Durante muchos años se ha seguido presentando la figura del valido de Carlos IV como un advenedizo, un delincuente con ansias de grandeza y cuyo papel era hundir a España. Esta versión, fue creada y alimentada en su dÃa por los cortesanos que rodeaban al futuro Fernando VII y por éste mismo, que creyó desde el primer momento que la relación casi filial que los reyes mantenÃan con el valido concluirÃa por usurparle el puesto. Asà pues, conforme aumentaba el poder de Godoy, aumentaban sus detractores y corrÃan los bulos y las calumnias. Quedan muy visibles en esta narración los entresijos del poder polÃtico, la corte y sus envidias, rencores, ambiciones, la ignorancia generalizada de la población analfabeta, a expensas de las manipulaciones con que las camarillas polÃticas les dirigÃan. Cómo se gesta el MotÃn de Aranjuez, cómo se gesta la invasión de España por las tropas napoleónicas, las constantes disensiones entre ilustrados, más cercanos a Francia o a Inglaterra, formando facciones enfrentadas y con las que tenÃa que bregar el Secretario de Estado: Godoy. Todo ello está expuesto al lector de modo a veces relatado y a veces dramatizado, pero bien hilvanado.
El tÃtulo hace referencia a Fernando VII, obviamente, y la narración toma ese punto como el más álgido, tras el cual se hace una inflexión y la historia discurre después en una suave pendiente que muestra la decadencia del poderoso y el trato infligido conforme sus apoyos y valedores le van abandonando.
Manuel Godoy es presentado en su faceta de animal polÃtico desde su juventud, y descrito como un hombre hiperactivo, controlador, mujeriego, amante de la buena vida, de las riquezas, del arte, deseoso de favorecer a sus familiares y amigos, con los que se muestra siempre generoso. Con una lúcida visión polÃtica, se hace cargo de todo ante la indolencia e indecisión de un rey que no ve más allá de sus narices. Sin embargo, no supo o no pudo valorar a sus enemigos lo necesario para protegerse. Principalmente, al prÃncipe Fernando, cuyo inveterado odio, alimentado por su camarilla, provocó el conflicto con Francia y la caÃda repentina de la monarquÃa y por ende, de Godoy.
Resumiendo, un libro muy interesante, bien escrito, bien documentado y que se lee con gusto.
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Carlos IV, Godoy, Fernando VII,… hay la sensación de que fueron de los peores dirigentes que tuvo España en un momento delicado por incompetencia, corrupción, ambición e incluso maldad.
Desde las espectativas de una España que pudo ser, partiendo de Fernando VI y Carlos III, a lo que fue y culminó en Isabel II.
Me temo, APV, que España ha tenido -y sigue teniendo- muy poca suerte con sus dirigentes polÃticos.
Muy buena reseña, Ario, de un tiempo y unos personajes históricos muy interesantes. Apunto el libro para la carpeta de pendientes, como ya hice con las otras dos novelas del autor que ya reseñaste aunque por ahora solo tengo accesible La dama de Saigón y ya me queda poco para ir empezando con su lectura.
Interesante reseña Ariodante, y además sobre un personaje injustamente vilipendiado tradicionalmente en nuestro paÃs. Con sus aciertos y sus errores, Godoy fue un «gobernante» (ya que en teorÃa el gobernante era Carlos IV) que tuvo que manejarse en un entorno europeo muy volátil, en el que la estrella emergente de Napoleón abocarÃa a todo el continente hacia una guerra generalizada. En esas circunstancias era muy difÃcil manejarse y, sobre todo, prever lo que iba a suceder. No fue mal gobierno el de Carlos IV y Godoy (la Expedición de la Vacuna de la Viruela, apertura de escuelas de veterinarÃa, etc…), sobre todo comparado con lo que vino después. Como el propio Larra narró, «reinaba una libertad de imprenta con la que nos hubiéramos conformado en tiempos posteriores». Visto en perspectiva, el gobierno de Godoy no fue tan nefasto como cabrÃa esperar, sobre todo viendo los dos reyes que sucedieron en el trono a Carlos IV; un pelele cleptómano (José Bonaparte) y un mezquino rencoroso (Fernando VII).
Gracias, Antigono, gracias, Publio, me alegra que os haya parecido interesante el tema. A mà me gusta que se presenten visiones distintas y documentadas de personajes históricos con leyenda negra.
hola,
Muy interesante la sinopsis de este libro. Realmente el género de novela histórica es algo fascinante, me sorprende cómo hay escritores que siempre encuentran maneras nuevas de contar la historia, esos detalles que pasan desapercibidos.
Muchas gracias por tu reseña, Ariodante. Estoy a vuestra disposición para aclarar cualquier asunto de la novela, asà como para que cualquier lector que lo desee pueda conactar conmigo a través de mi correo electrónico autor@joseluisgilsoto.es
Saludos muy cordiales y mis deseos de una buena Navidad.
J.L. Gil Soto.