LA CONQUISTA DEL AMAZONAS – Edward Rosset
En mi reseña de la novela Malinche, también de Edward Rosset, publicada en Hislibris hace algunos meses, comentaba que iba a descansar del tema de la Conquista de América durante algún tiempo, puesto que me habÃa llevado un par de meses investigando mediante fatigosas lecturas complementarias en castellano antiguo y habÃa terminado un poco cansado del tema. Al final no ha sido asÃ, puesto que me hice hace poco tiempo con: La Conquista del Amazonas, otra novela más de este amante de la historia de España y estupendo escritor, nacido en Oñate y afincado en Irún. Como me atraen mucho, tanto el tema de la Conquista en sà mismo, como el carácter tan ameno y didáctico que el señor Rosset imprime a toda su obra, no he podido resistirme durante demasiado tiempo a la lectura del libro, que me ha supuesto apenas una semana. La subsiguiente reseña era también inevitable, puesto que me lo he pasado en grande leyéndolo, y tiendo a reseñar más estos tÃtulos que me gustan que aquellas obras que no me llaman la atención, o que simplemente no me agradan. En el caso que nos ocupa, tengo que decir que La Conquista del Amazonas, además de satisfacer el aspecto lúdico de toda buena lectura que se precie, me ha enseñado un montón de cosas que desconocÃa acerca del soldado español del siglo XVI en general, y en particular, de los hombres que participaron en las peligrosas expediciones de descubrimiento a través de las selvas vÃrgenes americanas.
La exploración del gran rÃo Amazonas constituye, sin duda, una de las acciones más arriesgadas e impresionantes de toda la historia de la Conquista española del continente americano. El rÃo es descubierto ya por los primeros navegantes que bordearon la costa oriental de América, que al ver su caudal y tamaño, lo bautizaron como RÃo Grande. Sin embargo, nadie se atrevió a adentrarse en él hasta varias décadas después, cuando desde el Perú, recién conquistado y pacificado a sangre y fuego por Don Francisco Pizarro, se organiza una gran expedición hacia el interior. Desde hace ya tiempo, entre los asentamientos españoles, se extiende la leyenda de la existencia de «El Dorado», una paradisÃaca tierra donde el oro abunda hasta tal punto que el caudillo indio se cubre de él en una ceremonia durante el dÃa y se despoja del polvo amarillo al anochecer… Es la búsqueda de «El Dorado» y del llamado paÃs de la Canela lo que impulsa a trescientos cincuenta españoles, al mando de Gonzalo Pizarro, a adentrarse en el terrible infierno verde de la opresiva selva amazónica, buscando la quimera del oro y nuevas tierras que anexionar a los ya extensos dominios de la Corona. Esta expedición parte desde Quito hacia tierras desconocidas en febrero de 1541.
Las tropas de Gonzalo Pizarro, recorren a pie las cordilleras andinas, en medio de grandes penalidades, hasta alcanzar el curso de los rÃos Coca y Napo, ya en la cuenca amazónica. El hambre, las heridas, y las mil privaciones, han convertido a los expedicionarios en auténticos esqueletos vivientes y obligan a Pizarro a ordenar a uno de sus lugartenientes de confianza, el capitán Francisco de Orellana, a adelantarse en una barcaza al mando de una cincuentena de hombres para procurarles alimento a cualquier precio. Los soldados están reducidos a un estado que les hace imposible continuar la expedición. En febrero de 1542, un año después de iniciado el viaje, Orellana y sus hombres se separan del grueso de las tropas de Pizarro e inician la peligrosa búsqueda de alimentos para el contingente principal de soldados españoles. Serán éstos 54 hombres quienes culminen, muchos meses después, la hazaña de recorrer el Amazonas hasta su desembocadura en el océano Atlántico: miles de kilómetros entre una espesa jungla, acosados por el calor y la humedad, los insectos y los belicosos indÃgenas que pueblan los márgenes del gran rio, desconocido hasta entonces. Imposibilitados para regresar con el grueso de la expedición de Gonzalo Pizarro a causa de las fuertes corrientes, los hombres de Orellana se ven obligados a seguir rÃo abajo en una angustiosa y sangrienta odisea que les llevará a tomar contacto con pueblos y culturas cuya existencia se desconocÃa y que defienden con saña sus territorios, mientras los españoles pelean por su supervivencia y por conseguir ser los primeros en alcanzar las áureas maravillas que les promete la leyenda de «El Dorado».
La verdad es que es ya el tercer libro de Edward Rosset que leo y sigue sin defraudarme. El texto destila acción por los cuatro costados, e impide que el lector se aburra en ningún momento, por lo que su lectura se convierte en un continuo pasar de hojas en busca del desenlace que le espera al grupo de aventureros al mando del capitán Orellana. Algo a destacar de «La Conquista del Amazonas» es, sin duda, que aparte de lo amena que resulta su lectura, nos muestra la vida y avatares de los soldados españoles de a pie, por llamarlos de alguna manera, describiendo la vida cotidiana de los ballesteros, arcabuceros y piqueros que engrosaban las filas de la soldadesca de estas expediciones de descubrimiento y conquista, y que es un aspecto que yo habÃa echado en falta en anteriores novelas que he leÃdo del autor; Malinche se centraba casi exclusivamente en la vida de Hernán Cortés y en Los Navegantes eran Magallanes, Elcano, Urdaneta y Legazpi, los principales actores de la función. El soldado español, en la obra que nos ocupa, es retratado como un hombre dinámico, intrépido y multifuncional, que lo mismo tiene que liarse a cuchilladas con el sable y la rodela frente a las temibles guerreras amazonas, que coger martillos y sierras para construir una barcaza o un puente o convertirse en cocinero o en remero si la situación lo requiere. Rosset se sirve de uno de estos valientes hombres y elemento clave de la expedición, Francisco de Isásaga, para acercarnos, con gran realismo y crudeza, a las vivencias, éxitos y sinsabores de los soldados españoles de la época. Es Isásaga un donostiarra cultivado, ballestero y escribano al servicio del capitán Francisco de Orellana. Esta peculiar situación en la jerarquÃa del grupo de españoles, le permite moverse entre los entresijos del mando y la vida de la soldadesca, lo que nos facilita conocer de primera mano las vivencias y la angustia padecida por los infantes, ballesteros, arcabuceros y el resto del contingente humano que toma parte en la expedición. Isásaga, además, es un protagonista afable y de espÃritu entregado que enseguida cae bien al lector y hace que nuestra empatÃa con él nos implique en la acción. Aparte, el estilo sencillo y la prosa amable de Edward Rosset, hacen que la novela sea apta para absolutamente todos los públicos, incluso para aquellos a los que les cuesta leer libros de historia. El autor se aleja un poco de los cánones estrictos de la novela para elaborar lo que Ariodante definió muy bien en su reseña de El Capitán Olano: un reportaje histórico dramatizado, escrito en lenguaje de hoy y con un estilo muy divulgativo para que todo el mundo pueda leerlo. La Conquista del Amazonas nos transporta a esas oscuras, húmedas y peligrosas selvas del actual Perú con gran realismo, y el autor adereza su crónica con elementos de la vieja novela de aventuras y viajes de toda la vida; valientes hombres que se enfrentan a las dificultades con arrojo y gallardÃa, sangrientos combates contra tribus que defienden su modo de vida frente a la civilización, y una naturaleza hostil que parece empeñada en expulsar a los intrusos de sus dominios, o sencillamente en acabar con ellos. Resumiendo: puro entretenimiento, acción a raudales y una gran lección de historia. Una gozada.
Ya para terminar, decir que esta obra fue publicada en el año 1999 por la editorial Mundo Conocido, pero hoy dÃa se encuentra incomprensiblemente descatalogada y no es posible encontrarla en librerÃas, lo cual es una pena, la verdad.
El lector interesado, puede pedir la novela a través de la página web del autor (www.edwardrosset.com) pero ya que estamos, me gustarÃa romper una lanza a favor de un posible reedición, puesto que desde mi humilde opinión de lector aficionado a la historia, es de esas novelas que resultan entretenidas y por tanto muy asequibles para un gran abanico de público, o bien diciéndolo de otro modo: creo que es una novela que puede resultar muy vendible. Además, ni que decir tiene que el tema de la conquista tiene tirón y que aparte de todo eso, este mismo año 2011, es el año de Orellana (es el centenario de su nacimiento, en la ciudad de Trujillo, Cáceres, en el año 1511) por lo que la coyuntura, para una nueva edición impresa, es inmejorable. Un saludo a todos.
Para lo que queráis: darklyes@hotmail.com
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¡Completisima reseña! ¡Y muy grafica! Estoy detras de esta obra y me confirma lo buena que es. Muchisimas gracias.
¡MagnÃfica y muy detallada reseña, Darklyes! Enhorabuena! tengo el libro de Rosset en la estanterÃa, (gracias a su simpatÃa y amabilidad, puesto que me lo regaló él) a la espera de leerlo este verano, que es cuando más tiempo voy a tener, pero me lo has puesto difÃcil: no sé si podré esperar.
Me gustó Olano, y si dices que está en esa lÃnea…Además el tema del Amazonas me encanta: me recuerda aquella peli de Herzog «Aguirre, la cólera de Dios», que te notabas hasta el sudor y la humedad y las picaduras de los mosquitos, te sentÃas inmerso en la jungla y el rÃo tenÃa una vida propia.
En fin, que me han entrado unas ganas enormes de leerla, asà que en cuanto pueda le hinco el diente.
Saludos Balbo y Ariodante. Gracias por vuestras palabras. Leedla que os va a gustar mucho, es entretenidÃsima, a la par que rigurosa.
Ario: Si, recuerdo esa pelÃcula, aunque nos cuenta una expedición posterior. Klaus Kinski en el papel de Aguirre. Y una cara de psicópata que te helaba la sangre en las venas. También recuerdo El Dorado, de Carlos Saura, que relataba la misma expedición y el motÃn de Lope de Aguirre (la expedición la comandaba inicialmente don Pedro de Ursúa). Hubo varias expediciones en busca del Dorado, todas fracasaron. La de Orellana fue la primera.
Bueno, pues eso.. cuando tengáis tiempo metedle mano a «La Conquista del Amazonas» que os va a encantar. :-)
¡SÃ, sÃ! Klaus Kinski y su hija, Nastassia, que ahi sale casi niña. ¡Era una peli terrible! La de Saura no la recuerdo, no sé si la vi y no me llamó la atención o es que me olvidé. Pero las primeras imágenes son inmensas, cuando van bajando de las montañas hacia la selva y el rÃo. Debió de ser tremendo, ir con las armaduras y toda la impedimenta que llevaban entonces, y marchar por un espacio húmedo, cálido y hostil. Esa expedición también la leà hace siglos en un librito de Ramón J. Sender: «La aventura equinoccial de Lope de Aguirre». No me gustó mucho.
Tanto me gustó la reseña que ya hice el pedido en la página de Edward Rosset. Siempre me entusiasmaron las historias sobre la conquista de América, espero que esta esté a la altura.
Por cierto a mi la pelÃcula de Saura me parece bastante pasable y entretenida.
Ario: Yo también me leà hace años el libro de J. Sender, y a mi sà me gustó, aunque me ha gustado mucho más el de Edward Rosset.
Huy Ariodante, no recuerdo ese detalle de la peli. Claro que he podido ver a la hija de Kinski (de muy buen ver, todo hay que decirlo) ya más mayorcita en otros tÃtulos cinematográficos pero en la pelÃcula de Herzog no la recuerdo. La tendré que revisar.
Coincido contigo plenamente, Sawayn, en que la pelÃcula de Saura es, cuando menos, muy entretenida, si bien es cierto que la segunda mitad es un poco… dispersa, no sé cómo decirlo. Lo que si es cierto es que fué un carÃsimo intento de reconstruir la expedición de Ursúa de una forma creÃble. En el año 88, cuando se estrenó, era hasta entonces la pelÃcula más cara de la historia del cine español. La nominaron a muchos Goyas aunque no recuerdo si se llevó alguno. De todas formas merece la pena verla de todas todas. Ariodante… ya sabes… a emulear por ahà :-)
Os dejo las fichas de filmaffinity de ambas pelis, por si alguien está interesado:
EL DORADO – Carlos Saura (1988)
http://www.filmaffinity.com/es/film962854.html
AGUIRRE, LA CÓLERA DE DIOS – Werner Herzog (1972)
http://www.filmaffinity.com/es/film728535.html
Y ojalá alguien produjera una peli de la expedición que nos cuenta Rosset en su novela, la de Gonzalo Pizarro y Orellana. Pasaron verdaderas calamidades. Desde luego estos hombres estaban hechos de otra pasta. Hay episodios en la expedición tremendos, y curiosÃsimos además. El encuentro con las amazonas, o el hallazgo del pueblo de los bobos, entre otros muchos…
Sawayn, me alegro de que te animaras a hacerte con la novela. Si eres aficionado a la conquista te va a gustar fijo.
Saludos hislibreños
Huy, qué ocurre? Me están moderando… :-D
Son los vÃnculos, Darklyes. De manera automática esos comentarios pasan a moderación.
Ilustrativa reseña, a todo esto.
Ahhh vale Javi, perdona. Si, si se incluyen links externos el sistema los modera, okis.
Gracias hombre.
Ahora pongo un enlace con un trailer donde sale la bajada de las montañas. Lo pongo en entrada aparte porque lo van a moderar (por lo del sistema de moderación automatico), aunque esté en alemán, lo que cuenta son las primeras imágenes…
http://www.filmaffinity.com/es/evideos.php?movie_id=728535
Genial Ario, aquà espero impaciente…
Yo, para no ser menos, pongo aquà el enlace a un fragmento de «El Dorado» de Saura
http://www.youtube.com/watch?v=30ndhm8Z_54&feature=related
Que lo disfrutéis!
No sé si ha salido, aqui va otro: http://www.youtube.com/watch?v=2q3D0h4xCro&feature=related
Otro más de la peli de Saura que he encontrado por ahÃ:
http://www.youtube.com/watch?v=AK9iqVGYO6Q&feature=related
Excelente reseña, lástima que no pueda tener el libro a mi alcance, aunque si me puedo hacer una idea, porque también tuve la suerte de disfrutar la esplendida, «Aguirre o la cólera de Dios», que es mas o menos lo mas realista que se ha visto en imágenes (cuesta creer que sea una ficcion) para hacerse una idea de lo terrible y agotador que fue la exploración de las tierras americanas. Una pequeña aclaracion, las fotos son correctas, salvo la primera, porque parece extraÃda de un bosque lluvioso tÃpico de Europa o Norteamérica. En la selva tropical americana, jamas los arboles se ven desnudos ni repletos de musgo de esa manera, lo digo porque soy boliviano y vivo cerca de la cuenca amazónica. Considerando que este es un sitio serio de historia me parece pertinente esta observación de rigurosidad geográfica. Sin ánimos de acritud, siempre estoy pendiente de sus publicaciones, saludos cordiales.
Saludos Tesalius, y gracias por tu intervención y tus amables palabras sobre la reseña.
Comentarte primeramente que Hislibris no es en absoluto responsable de los errores que se puedan cometer en una reseña, ya se den en el texto o en las imágenes que sirven de ilustración al comentario del libro. Los únicos responsables son los autores, y en este caso serÃa yo.
La imagén en cuestión, o sea, la primera… está sacada de una página que incluye imagenes de la selva amazónica brasileña. Como nunca he estado en el amazonas, lo que hice fué hacer una búsqueda genérica de «Amazonas» en Google, con la herramienta «Imágenes». Si pruebas a hacerlo, verás que todas las imágenes de la reseña aparecen en las primeras páginas que te devuelve el Google al hacer la búsqueda. La imagen de los árboles en cuestión aparece en la tércera página de fotos, que te remite a un blog brasileño que habla sobre unas protestas contra el gobierno de Brasil por la deforestación que sufre la selva amazónica hace ya unos cuantos años.
Respecto a la pelÃcula de Aguirre, estoy intentando buscarla para vover a revisarla, porque he visto el trailer que ha puesto Ariodante y me han entrado muchas ganas de volver a verla. Ya os cuento. Ciao a todos!!
Efectivamente, Tesalius tiene razón en cuanto a la imagen del bosque: más bien parece Asturias. Pero creo que eso tiene muy poca importancia. Se hace lo que se puede, cuando uno busca imágenes… En cuanto a la pelÃcula, es muy irregular, y desde luego, aunque la he visto varias veces, hay tramos que desesperan. Aunque quizás sea lo que el director quiera conseguir, que nos sintamos desesperados como los pobres protagonistas. Klaus Kinski lo consigue a la perfección. Pero hay tramos de imágenes bellÃsimas. Herzog también hizo otra peli, Fitzcarraldo, creo, también ambientada en un proyecto utópico de llevar la ópera al Amazonas, y transportar un barco por la selva…algo tremendo. Pero muy plasta.Lo mejor de Herzog sigue siendo Kaspar Hauser, y su versión de Nosferatu, en mi opinión. Y curiosamente, acabo de leer en google que Herzog conoció por casualidad a Kinski, (su actor fetiche), porque se hospedaban en la misma pensión…¡qué cosas! Pero me he ido un poquito del tema, me temo.
Acabo de leer la novela y decir que es magnÃfica. Todo lo que se comenta en la reseña es cierto, una novela de aventuras con mucha historia de fondo.
Increible que esta novela no esté en las librerias… seguro que me pillo más libros de Edward Rosset, hay uno que me llama mucho, Viracocha.
Hola, mis comentarios o participación en Hislibris son esporádicos, aunque no te importe o os importe que lo comente…
Si me permites quisiera agradecerte la reseña. Me explico. Es uno de mis temas históricos preferidos (la conquista, colonización, descubrimiento y gesta de los españoles en el Nuevo Mundo) el que traes con la reseña y, además lleva otro componente que también me atrae hace ya unos añitos, a saber: los étimos… En fin, quisiera añadir brevemente algo más.
Efectivamente, el rÃo es descubierto por los primeros navegantes. A las desembocaduras de los rÃos Marañón o Amazonas, Vicente Yáñez Pinzón, lo llamó: Santa MarÃa de la Mar Dulce. Al Orinoco se le llamó: rÃo Dulce. El rÃo Amazonas propiamente dicho, fue descubierto por el conquistador español Francisco de Orellana en 1541, el cual le pondrÃa al rÃo el nombre de Gran RÃo de la Amazonas, posiblemente y debido a la presencia de mujeres guerrearas entre las tribus que atacaban a los españoles y al mismo tiempo serÃa una alusión a las Amazonas de los antiguos griegos, bien, pero esa es una hipótesis… otra hipótesis que barajan los entendidos en la materia, apunta hacia el nombre en el origen de una deformación de una palabra indÃgena guaranÃ: «Amazún».
Sea como fuere el nombre es: Amazonas, el grandioso y majestuoso rÃo que vieron y descubrieron los españoles, aunque muchos siglos antes ya lo conocÃan, disfrutaban, vivian y morian en el rio los amerindios.
Saludos.
Hombre, claro… ya supongo que el rÃo estaba ahà mucho antes de llegar los españoles y que era el hogar de muchos hombres y mujeres que vivieron y murieron cerce de él durante cientos, miles de generaciones. Muy interesante tu aportación sobre los étimos, gracias.
Y perdón por haber tardado… ¿un año en contestar?
Olvidé suscribirme a los comentarios de la reseña para que mi email me avise cuando alguien deja por aquà alguna nueva impresión y claro, llevaba sin entrar en la página de la reseña pues eso, más de un año.
Gracias nuevamente y un saludo.