Escritores en su Tinta. Molina de Segura.
Comenzaba la cuarta cita del ciclo de Escritores en su Tinta de Molina de Segura de la mano del gran escritor de género histórico, Juan Eslava Galán. El escritor, acompañado de la coordinadora del acto, periodista, escritora y presentadora, Lola Gracia, agradecía a los presentes su asistencia al evento a pesar de la lluvia que empapaba las empinadas calles del municipio. De tal forma, daba comienzo a las 20.00h en la Biblioteca Salvador de Aguilar de Molina de Segura el ecuador del ciclo Escritores en su Tinta.
Tal y como cuenta la leyenda, las radiaciones del meteorito de dimensiones extraordinarias caído en Molina el invierno de 1858 provocaron casi 150 años después, una generación de escritores como nunca antes se había visto en la comarca. Siguiendo el hilo de esta bonita historia, los componentes de la Orden quisieron investir a Eslava como Asteroide de la Muy Leal Orden del Gran Meteorito de Molina de Segura. Nuestro invitado dio las gracias por su nombramiento confesando que se sentía muy honrado de su reciente investidura.
Tras esto, la coordinadora del acto daba paso a una pequeña presentación del escritor, donde descubrimos curiosos detalles de Eslava Galán. Comenzó Lola Gracia recomendando a todos los presentes la imprescindible lectura del Planeta En busca del unicornio y planteándonos la dicotomía inseparable de Eslava con la novela y la historia. Gracia lo definió como un desvelador de misterios, ya que si algo le gustaba a nuestro escritor era “desvelar misterios del pasado para comprender el presente”.
A lo largo de la presentación Eslava nos habló de sus dos últimas obras. En primer lugar prestó atención al brillante libro de recetas tradicionales, titulado Cocina sin tonterías de editorial Planeta, el cual escribió en colaboración con su hija mayor. “Ella escribía las recetas y yo las historias”, confesó al exponer cómo surgió la idea de aquella obra. Por último, habló del estreno cinematográfico de su primera película como guionista, La mula, basada en una de sus novelas.
Finalizó la presentación de Lola Gracia con los elogios de Eslava, que manifestó sin tapujos el excelente trabajo de la coordinadora del acto. De esta manera, comenzó Juan Eslava Galán su charla planteando la pregunta “¿Cómo se hace un escritor?”. Para responderla narró su infancia rodeado de olivos, soledad y fantasía. Eslava, había sido hijo de olivareros y en su casa nunca hubo más de dos libros; el libro de familia y un manual de cocina, lo que no le impidió, sin embargo, el convertirse en un fiel amante de la lectura y en un posterior escritor. Nos contó el autor que un escritor se hace con lectura y con vida, y que a pesar de que en ocasiones resulte complicado llevar a cabo ambas cosas, “los libros te abren la mente y a la vida”, y por ello ambos factores son imprescindibles para todo aquel que quiera dedicar su vida a la escritura. Enseñó también a los oyentes la importancia de que un novelista encuentre su propia voz, la suya era sin duda el humor y la reivindicación. “Un escritor debe ser comprometido” afirmaba de manera muy concisa Eslava.
Finalizaba el acto con una agradable sesión de preguntas y comentarios en la que el público tuvo la oportunidad de interactuar con el brillante Eslava de manera muy cercana y familiar. Dentro de aquella sala la tarde pasó de ser triste y lluviosa a convertirse en una confortable tarde primaveral guida por las palabras del escritor de novelas muy historiadas e historias noveladas.
Muy buena crónica la que hace Blanca Pérez de Tudela, estudiante de periodismo y amiga entrañable del grupo La Molineta, donde también soy partícipe.
Sólo añadir que Juan Eslava Galán estuvo «sembrado», tan cordial y cercano que la ironía en sus palabras nos hizo reir durante toda la presentación.
Como es natural después vinieron las cervezas con embutido del país; las anécdotas contadas por el autor, donde nos esteramos de que Juan Eslava es un estupendo cocinero; comentarios y chascarrillos de todos los presentes hicieron del final del evento una noche inolvidable.
Quedamos emplazados para vernos en Carmona.