El CAMINO DE LOS MITOS. III CONCURSO INTERNACIONAL LA REVELACIÓN DE RELATO Y POEMA MITOLÓGICO – VV. AA.
«Deciros quiero
cómo al hombre ignorante he conducido
a prudencia y razón. Ojos tenÃan,
pero sin ver; oyendo, no escuchaban»
(Prometeo encadenado. Esquilo)
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Hace mucho, mucho tiempo, me regalaron un libro titulado Cuentos de Hadas Griegos. Escrito en 1855 por Charles Kingsley, el libro era una adaptación de algunas historias de héroes de la mitologÃa griega que el autor escribió para sus hijos. Cuentos de hadas. En el prefacio, el autor señala a sus retoños: «Pues las naciones empiezan siendo niños como vosotros, aun cuando se compongan de hombres adultos. Al principio son niños como vosotros: hombres y mujeres con corazón de niño, francos y afectuosos y llenos de confianza, y educables y deseosos de ver y conocer todas las maravillas que les rodean; y codiciosos también, muy a menudo, asà como apasionados e insensatos, como son los niños… Pues bien, mientras fueron jóvenes y sencillos gustaron de los cuentos, como os ocurre a vosotros ahora. A todas las naciones les ocurre cuando son jóvenes».
Cuentos de hadas. Mitos. Muy atrás quedan los tiempos en que los hombres, fuesen mayas o celtas, griegos o romanos, comanches o inuits, escandinavos o árabes, justificaron lo que no tenÃa justificación y se explicaron el mundo mediante el mythos, la palabra, el relato. Historias para contar alrededor de una hoguera bajo las estrellas, cuentos para entender lo incomprensible, para darse valor en la oscuridad; poesÃa declamada en un tiempo sin escritura, instrumentos para encontrar el sentido de la existencia, respuestas a los por qué, como una «escuela del alma», dicho en palabras del autor de la reseña del primer volumen de El camino de los mitos. Cuentos para los pueblos cuando los pueblos eran niños, aunque los pueblos los formasen hombres adultos.
Pero los pueblos, como los niños, crecen, maduran. Perdida la conciencia de lo sobrenatural en el mundo, a los pueblos les sobran los mitos, dejan de formar parte de su vida real. Una vez se esfuma la inocencia, se pierde la capacidad para asombrarse, porque lo heroico, lo divino, lo portentoso se desvanece. Primero los mitos se transforman en vulgares relatos, y dejan de ser realidades vitales, y luego la palabra mito se corrompe. Porque las palabras están vivas, y se transforman. Hay palabras que con el paso del tiempo se vuelven raquÃticas. La palabra mito disfruta o padece, vaya usted a saber, de una variopinta polisemia pero últimamente la hemos dejado en los huesos. Mito es el término que usamos para referirnos a una patraña y no una  narración maravillosa, y si acaso, cuando se emplea positivamente, descubrimos que su significado se ha encogido, se ha marchitado. Convertimos en mÃtico a cualquier personajillo.
Cuando nos hacemos adultos, seres pensantes cuya razón ha dominado miedos y pasiones, despreciamos los cuentos –salvo unos pocos, como Borges, que consideraba el cuento un género esencial y superior a la novela-  pero ese desprecio aparente esconde la búsqueda permanente de su sustancia, las emociones que nos deparaban en nuestra desvalida y a la vez apasionada infancia: seguimos escudriñando interpretaciones al mundo en la literatura, narraciones maravillosas en el cine, ejemplos de comportamiento en el deporte, reconocimiento  en las redes sociales y emoción en los juegos de la play station.  El poso sigue ahÃ, y a nada que rasquemos un poco siguen apareciendo los vestigios del Mito (sirva de ejemplo el libro Hablar como los dioses de Fernando Castelló). Y supongo que por eso, porque siguen ahÃ, a veces se les convoca, y los cuentos vuelven para ser contados.
La obra que os presento es el III volumen de relatos mitológicos nacidos al calor de un concurso literario promovido por La Revelación, que es la hoguera alrededor de la cual se han contado los relatos. A mà es el libro que más me ha gustado con diferencia de entre los tres publicados. Se decÃa en la reseña de El camino de los mitos II que la ventaja de estos recopilatorios es que entre tanta variedad es imposible no encontrar relatos de nuestro agrado. En este caso, a mi me han gustado todos. Unos muchÃsimo, otros menos, pero ha sido una de las mejores lecturas del verano. La liga helena sigue manteniendo su supremacÃa en esta disciplina, naturalmente, aunque poco a poco asoman mitologÃas no griegas entre las historias reseñadas. Me sigue sorprendiendo la calidad, la frescura y los insólitos derroteros por los que discurren las narraciones, al igual que me sigue sorprendiendo esta especie de Prometeo editorial que es Evohé, empecinado en robarle a los dioses una chispa del fuego sagrado para beneficio de los mortales lectores, y poner a nuestra disposición historias divinas de dioses y diosas, historias heroicas de heroÃnas y héroes, incluso de algún animalito, historias sobre seres con anhelos, con problemas, con dudas, con deseos: con sed intensa de estrellas, con esperanzas y desengaños, aire y luz, fuerza, oscuridades.
Mis felicitaciones a los autores y a la editorial: No dejéis pasar la oportunidad de leer estos cuentos, estas historias.
Datos técnicos:
El camino de los mitos
III Concurso Internacional La Revelación de  relato y poema mitológico
Ediciones Evohé, 231 páginas.
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¡Qué deliciosa reseña, Valeria! Si el libro está a la altura de tu reseña, la verdad es que habrÃa que salir corriendo a por él. Y lo haré, en cuanto pueda. Me ha emocionado esa introducción que has hecho tan divina sobre el concepto de mito. Es cierto que es una palabra devaluada; pero ahi está la editorial Evohé, como un guerrero mitológico, armado de la palabra y de imágenes (por cierto, Sandra, darling, ¡¡apúntate varios puntos por la cabecera!!) para transportarnos a la quintaesencia virtual donde reencontramos ese espacio donde la leyenda, el cuento, el mito, en suma, despliegan su manto y nos ayudan a soñar. Asà que cual bacantes enloquecidas, gritemos ¡Evohé!¡Evohéeee!
Bonita reseña Valeria. Estuve en la presentacion del libro y fue de lo más interesante, al igual que lo escrito por ti. Los mitos nos han hecho lo que somos hoy pues en nosotros se funde el sueño que nos gustaria lograr y el sueño de lo que fue. Enhorabuena por la lectura del libro. Enhorabuna Valeria. :-)
Con el nivelón que hay en La Revelación sobre estos temas, sólo podÃa salir ub libro como el que reseñas tan increiblemente bien.
Será una futura compra a Evohé.
Gracias, chicos. Estuve pensando en recomendar algunos relatos, pero me ponÃa a pensar y me salÃan demasiados. Leedlo y que cada uno busque su o sus favoritos. Y por cierto, mis felicitaciones al osado autor que se animó a escribir sobre un mito no heleno. Que hay mitos más allá de Grecia, sà señor.
No tengo el libro pero he tenido la oportunidad de leer casi todos los relatos que figuran en él, y yo sà me voy a mojar: El favor de Zeus es una delicia de relato, de una sencillez exquisita, es la plasmación del «todo está lleno de dioses» de Tales de Mileto, y sin duda mi relato favorito; H es una maravilla (repito: una maravilla) que conjuga la mitologÃa griega con la que ha creado la Marvel Comics Group; Alejandra de Troya es un relato cuyo lirismo recuerda a la prosa de Mary Renault; Griego sin excepción plantea una situación con una doble lectura, la griega y la actual; La tivina velada o de cómo el humor también cuenta en los relatos. Y los demás textos que incluye el libro, descubridlos vosotros mismos porque no desmerecen en nada con los que yo he citado.
Gran libro, sÃ, y grandes relatos.
Cavi: ¡ahà le has dado! Me has dado la puntilla, (con perdón)
Como apunta Valeria tan magistralmente en su reseña, los mitos dejaron de llegarnos al alma con el tiempo, se enterraron en el mundo de la infancia y de la imaginación porque ya éramos más listos y mucho más desde que tenemos un botón para solucionar todos los problemas. Y el caso es que demasiadas veces nos encontramos con sensaciones que no se ciñen a la lógica y que participan del absurdo y del sincontrol que nos rodea.
Mucho más frecuente son esas ocasiones si encima uno deja que se filtren en el orden diario las ilusiones, los sueños o los deseos. Resulta paradójico que todo ese mundo divino y mitológico nos recuerde que somos más humanos.
Tampoco sabrÃa recomendar éste o aquél relato porque cada uno, dada la variedad de temática y de autores, tiene un tiempo o un destinatario. Pero como Cavi se ha tirado a la piscina, para que no se diga, al menos me mojaré las rodillas. En su dÃa me encantó Griego sin excepción, me pareció lleno de sentimiento y que daba una doble vuelta inesperada al dios de dioses; Volver a Etna, un tropel de reflexión y pensamientos para leerlos despacio; El corazón del héroe, la bendita Troya con un toque distinto y original; El Evangelio de Frigio, que me hizo pensar qué pasarÃa si los dioses aparecieran ahora.
La misma esencia de la que emanan, el hecho de que son páginas en las que los autores ponen parte de ellos y la frescura de lo novel, hace que cada relato sea una pieza única, mimada y cuidada con esa novedad que consigue sorprender y transmitir. Unos gustarán, otros necesitarán otro momento, pero no decepcionan. Que no es poco.
Y no querrÃa acabar sin una última reflexión:
La valentÃa de editar algo asÃ, que parece que por ser conocido los responsables da pudor decirlo. Creo que el cumplido no se aparta de la realidad y seguro que a más de uno le da un poco de envidia. Imagino que es más fácil editar una carta segura y rentable que el anonimato, pero… ¡no me digáis que nunca habéis querido hacer algo que no tiene ni pies ni cabeza por el simple hecho de que creÃais en ello! Pocos son capaces de tener el coraje y dar el paso.
¿Cómo que ni pies ni cabeza?, ¿eh?
Yo también me tiro a la piscina: sin contar Alejandra de Troya, que es un torrente de sensaciones y una mirada profunda y sobresaliente al mito, para mà fue H el que más me impactó. Sebastián tiene un futuro brillantÃsimo y domina el oficio con maestrÃa. También, sÃ, Griego sin excepción, cuyo autor es también un grandÃsimo escritor al que ya conocéis algunos. Y qué decir de Ayante, de Alejandro, ese tipazo que nos dejó a todos con la boca abierta en un Cervezas y Libros, Fernando Castelló incluido, y que en la cuarta entrega ha vuelto a repetir no con uno, sino con dos relatos premiados. Un abrazo para México lindo.
Valeria destaca que en esta ocasión hay un relato que se sale de lo que viene siendo una temática más bien clásica de estos tomos. Pantaleón, en tempestario, menudo personaje. Me lo pasé pipa. Con él y con el nublau.
Y una mención especial al Corazón del Héroe, el cual mejora con sucesivas lecturas y mente abierta. Es un relato como la copa de un pino.
Y si Zeus es humano en sus defectos, tiene que serlo también en sus favores. ¿Que no?
Ah, una cosa querÃa añadir yo. Valeria comenta que para ella es este el mejor de los tres Caminos publicados. A mà me gusta mucho, es cierto, pero sigo considerando el primero por encima de los demás, sobre todo por la calidad de dos o tres de sus relatos. No obstante, creo que el más redondo de todos va a ser el que se publique tras las Navidades.
Salud
Comooooorrr? Habemus liber? (Perdón si me he confundido al declinar, pero ya no me acuerdo de cómo va el tema).
Javi, léeme, plis.
Te leo, te leo, te leo y, si no me hubieras enviado el mail, no te entiendo.
¿Que es lo que no entiendes? Si, sÃ, tu me lees pero luego no dices ni pÃo. ¡Mira que eres un caso!
Oye, dime de una vez cuándo es el próximo Cervezas y Libros para que vaya sacando los billetes, porque con antelación los encuentro más baratos. (Disculpa, Valeria, guapa, que use tu espacio, pero este ceporro no me contesta y ahora lo tengo a mano)
Ya va, ya va…
Lo que hay que hacer, ¡oh, dioses olÃmpicos! para que algunos contesten…
He aquà una versión moderna de Apolo y Dafne: Javier convertido en doncella que huye de la firmeza perseguidora de Ariodante, que anhela pìllar al objeto de su búsqueda no se sabe si para achucharlo, o para arrancarle algunas ramitas una vez convertido en inanimado objeto.