CRIPTOZOOLOGÍA. CAZADORES DE MONSTRUOS – Rafael Alemañ Berenguer
A lo largo de la vida un ser humano puede hacerse preguntas de toda clase. Una de las más conocidas, sobre todo cuando pasamos esa etapa llamada niñez, es la de ¿existen los monstruos? Es una cuestión que no solo los más pequeños se hacen cuando sus padres apagan la luz del dormitorio, también los mayores se lo preguntan cuando han visto algo extraño en una oscura noche. Miedos y terror aparte, ¿realmente existen seres así? Y con ello me refiero a animales que no han podido ser catalogados por la ciencia ni sus expertos. Por lo que su supuesta existencia se basa sobre todo en testimonios de personas que dicen haberlos vistos. Justamente este es el tema que trata Criptozoología. Cazadores de monstruos (2010) del doctor Rafael Alemañ Berenguer. Una obra de publicada por la editorial Melusina que llegó a mí hace algunos años y que devoré en apenas unos días.
El libro que reseño hoy aquí es sin duda extravagante, e incluso raro, por los hechos que narra y analiza. Criptozoología. Cazadores de monstruos es un volumen en el cual se intenta ordenar y dar un sentido científico a las historias populares que llevan contándose durante siglos sobre la existencia de monstruos. Específicamente se estudian animales de los que la comunidad científica no ha probado su existencia. Para dejarlo claro, ¿de qué estamos hablando? de la criptozoología, esa disciplina extraoficial que:
puede ser entendida como el estudio de animales hipotéticos que permanecen ocultos, es decir, criaturas de las que solo conoceríamos indicios y cuya existencia aún no habría sido incorporada plenamente al conocimiento científico. Estas criaturas suelen ser llamadas críptidos, y en la mayoría de los casos son caracterizadas como seres que por el momento tan solo forman parte del conocimiento popular.
Teniendo este asunto claro y presente. La obra es sin duda un ensayo serio que no cae en magufadas. El autor divide el texto en once capítulos más un anexo. No está escrito de forma cronológica, sino que Rafael Alemañ lo estructura en una variedad de temáticas que engloba una visión mítica, geográfica e histórica. Los dos primeros capítulos están dedicados a ponernos en situación. Si alguno de vosotros no está familiarizado con este tema, la verdad es que son unas cien paginas que le van a venir muy bien, pues nos sitúa en el amplio contexto que rodea ala criptozoología. Desde los hombres que la han integrado hasta sus métodos y aspectos varios. Sí por el contrario sabéis de qué va la materia, da igual, son dos capítulos que me parecieron muy interesantes y que no tienen desperdicio. No sobran y se leen muy rápido (aunque este rasgo se extiende a lo largo de toda la obra).
Pasadas esas cien páginas, Rafael Alemañ nos embarca en una auténtica aventura de historias y mitos. La primera parada, y la más extensa, son los monstruos marinos. A lo largo de los siglos los hombres que se han echado a la mar han vuelto a tierra con innumerables historias de enormes animales que han sido avistados cerca de los buques o que incluso han llegado atacarles. Que dos terceras partes de nuestro planeta estén recubiertas de agua es motivo suficiente para creer que en sus profundidades hay todavía seres vivos que se esconden a los ojos del ser humano. En concreto, Alemañ analiza desde una óptica histórica la reiterada aparición de lo que se ha venido denominando como «serpientes marinas». Estos seres, alargados y de distintos tamaños, han sido mencionados en abundantes testimonios. El autor se moja e intenta analizar la posibilidad de que seres así hayan existido alguna vez con base en la opinión de expertos. ¿La conclusión? Que de todos los monstruos estos bien podrían haber sido reales ¿cosas más raras se han visto no?
Los capítulos quinto y sexto continúan ahondando en esas criaturas que viven en las profundidades. Como no podía ser de otra forma, el Monstruo del Lago Ness dispone de su propio y extenso apartado. Alemañ se adentra en la intrahistoria de dónde nació el mito, cómo fue evolucionando en las generaciones venideras y cómo se encuentra en la actualidad. La verdad es que es un capítulo magnífico, aunque todos los son. Una vez más, y sin caer en disparates, se examinan las posibilidades de que un animal, en este caso un reptil de forma sauria, pueda estar viviendo en un lago escocés. Alguno ya puede esperárselo: las probabilidades son mínimas. De todas maneras, el hecho de ordenar y explicar todas las iniciativas que se han llevado a cabo para encontrar a Nessie es fascinante, así como dar voz a los cazadores que las han puesto en marcha.
‘Náufragos de la prehistoria’ fue para mí el capítulo más llamativo. Hace muchísimos años, cuando era un muchachino en mi pueblo era conocido por saber mucho de dinosaurios. La verdad es que estaba obsesionado con ellos. La obra profundiza en la idea de que haya animales de este tipo que hayan podido sobrevivir a los océanos del tiempo hasta nuestra época. Todos los avistamientos y declaraciones provienen del continente africano. Las criaturas antediluvianas atisbadas provienen de las familias de saurópodos, ceratópsidos y terópodos. Alemañ desgrana el por qué de que los saurios no pueden vivir en 2025. Pese a que es técnicamente imposible que algo así exista en el tiempo presente, de nuevo la colección de historias es suficiente para tenernos enganchados leyendo párrafo a párrafo sin detenernos.
Los tres capítulos que siguen dejan atrás los reptiles marinos y terrestres. No todo en la criptozoología son escamas y dientes afilados. En otras recónditas áreas del planeta como son los espesos bosques del norte de América o en las altas cumbres del Himalaya se han hallado huellas de seres que no han podido ser catalogados. Las historias de Pie Grande y el Hombre de las nieves son de sobra conocidas, como las de Nessie, pero estas tienen un barniz especial dentro del libro. El autor, como de costumbre, nos deleita con una ristra de testimonios para ponernos en situación. En esta ocasión las conclusiones difieren porque, aunque no hay pruebas fehacientes de la existencia de estos homínidos, las condiciones geográficas y ambientales sí son aptas para que puedan haber cobijado a animales de estas características. Más allá de estos dos famosos ejemplos, hay otros menos conocidos que a mi parecer tienen mayor interés.
El capítulo final trata de responder a la gran pregunta con la que empezaba esta reseña: ¿Existen los monstruos? Rafael Alemañ contesta de forma larga y tendida en donde pone en valor todo lo visto y estudiado. En definitiva la criptozoología no solo busca animales al estilo del Yeti o Nessie, pues sus expertos indagan por igual otros entes quizá menos llamativos. Se expone además uno de los problemas de la criptozoología: cada vez que un animal se cataloga, deja de ser un críptido para ser un ser vivo «corriente». Con estas reflexiones, el autor cierra su obra y nos deja a la vez con la incógnita de si alguna vez la criptozoología podrá ser la protagonista al hallar una de esas bestias mencionadas. El tiempo nos dirá.
La verdad es que Criptozoología. Cazadores de monstruos me ha parecido un volumen revelador sobre un tema que, a pesar de ser muy conocido, es difícil leer algo serio. Con pulso narrativo y sin perder detalle Rafael Alemañ ha escrito una obra meritoria y muy recomendable a cualquiera que sienta el gusanillo de leer algo distinto a lo habitual. Sin duda es un libro que para mí se ha convertido en referencia en este tema. Si tenéis tiempo haceos con él, no defrauda.
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Rafael Alemañ Berenguer, Criptozoología. Cazadores de monstruos. Santa Úrsula, Editorial Melusina, 2010, 448 páginas.
El gorila, el calamar gigante, el okapi del Congo eran críptidos hasta que se capturaron los primeros ejemplares o se consiguieron restos para los museos. Otros animales supuestamente se extinguieron como el tilacino o el tigre de java, pero abundantes avistamientos los han convertidos en «críptidos» porque oficialmente fueron dados por desaparecidos para la ciencia. Tras décadas sin avistamientos del tigre Java, en los años 80 se le creía ya desaparecido, en 2008 se declara oficialmente extinguido.
Un puñado de avistamientos, incluyendo 5 testigos en Sukabumi en 2019 daban aire para soñar de forma romántica en la superviviencia de la especie, que se vio confirmada con un análisis genético del pelo encontrado tras el avistamiento múltiple de 2019 (un 97,8% de similitud con el ADN del tigre).
Por desgracia muchos críptidos quedarán en el cajón de las leyendas, porque se ha destruido su hábitat o desaparecido su alimento y seguramente los avistamientos de pasadas décadas correspondían a los últimos especímenes de su clase. Afortunadamente quedan espacios todavía salvajes e inhóspitos que sirven de refugio para animales todavía ignotos: Congo, Borneo, Papúa Nueva Guinea (podria tener su versión local del tilacino)