UN EXTRAÑO PARA MI MISMO – Willy Peter Reese

Willy Peter Reese. Un Extraño Para Mi Mismo. Debate 2005.

La obra se presenta como los diarios de un soldado de la Wehrmacht, de la 95 Infanteriedivision, fechados en su experiencia rusa de 1941 a 1944. Dichos diarios fueron escritos, a decir del autor, en el mismo frente de combate, en sus ratos libres.

En realidad se trata de la reescritura de esos mismos diarios por quien los escribió en el momento de la acción. Dicha reescritura se llevó a cabo a mediados del año 1944, durante un permiso que se concedió al autor. Cuando volvió al frente, Willy Peter Reese desapareció en combate.
El que escribe es, desde luego, un personaje culto, y así se trasluce en su prosa, tal vez un poco sobrecargada de adjetivos en buena parte, pero gracias a ello terriblemente descriptiva.
El texto permaneció en un baul hasta que fue rescatado por un periodista en el año 2003. Tiene pues la doble vertiente de la frescura de estar escrito casi casi durante la acción, y a la vez ser una reescritura madura y pensada hecha en un momento de calma.

Con respecto al contenido, no se trata de un relato de guerra, aunque la guerra envuelve el relato y es un elemento principal del mismo. En realidad se trata de las percepciones y las experiencias del autor y es en este punto donde se revela sumamente interesante. Tanto la literatura como el cine nos han narrado ya muchas veces las heroicidades, los miedos y los sufrimientos de los soldados, pero raramente es el propio soldado quien nos narra su percepción de dichos miedos, sufrimientos y heroicidades. Como sentir al enemigo soplándole a uno en la nuca, sin saber donde está. O esa escena cruda en la que roban su comida a los campesinos, porque entre su vida y la de estos, la vida propia debe ser preservada, y la moral está en otro universo. Nos narra sus momentos de euforia, sus momentos de depresión. Sus sentimientos de invulnerabilidad a veces y la seguridad de la muerte en otros momentos. Son los sentimientos de un hombre sensible, que en la vorágine de la guerra, como el mismo confiesa, pierde su humanidad. A veces puede uno pensar en los relatos de Beevor, pero la diferencia es que a Beevor nos lo imaginamos escribiendo en un confortable sillón, a Willy Peter Reese no.

Desde mi punto de vista un libro casi imprescindible para entender la realidad del soldado de la Wehrmacht, y la guerra en el frente del este mas allá de la gloria y la publicidad.

Esa es mi opinion.

     

21 comentarios en “UN EXTRAÑO PARA MI MISMO – Willy Peter Reese

  1. richar dice:

    Gracias Koenig,

    otro que sefuro irá a parar a la estantería en cuanto lo vea aparecer. Y es que cada vez me gustan más los libros de caracter personal (diarios, testimonios,…) que los que narran los hechos en sí. Es verdad que los libros de Beevor están geniales, pero lo de leer algo de primera mano, como que le da mucha más fuerza a la historia.

    Sin ir más lejos, antes de ayer, hablando con una compañera de trabajo que es alemana, sobre si en Alemania era aún tabú el tema de la IIGM, el nazismo, los judíos, etc… me contó, ante mi total asombro, que su padre había estado en el Ostfront y en el Gulag.

    A los 17 años y viviendo en un pueblito de nada en el norte, lo habían mandado al frente ruso donde fue hecho prisionero en muy poco tiempo. 5 años en un campo de trabajo ruso. Impresionante.

    Sólo un par de anécdotas: dice mi compañera que su padre sobrevivió al campo de trabajo básicamente por ser «el peque» (muchos soldados veteranos le daban parte de su comida al chaval) y por ser muy espabilado. Es decir, que preguntaban si alguien hablaba ruso, pues él lo hablaba (aunque supiera sólo un par de palabras); que buscaban un constructor de chimeneas, pues él era experto (aunque no lo fuera); y así, fue ganándose las habas y sobresaliendo un poco de la masa.

    La otra anécdota es que cuenta que el no fumar le salvó la vida. Como no fumaba, solía llevar varios de los paquetes que les entregaban para intercambiar por otra serie de cosas. Un día que andaba despistado, lo encontró un soldado ruso (también bastante joven) que inmediatamente lo encañonó. A él sólo se le ocurrió sacar lentamente un paquete de tabaco y el soldado ruso, tras unos momentos de duda, cogió el tabaco y le dejó marchar.

    En fin, que este tipo de relatos, de primera mano, impactan tres veces más.

    Un saludo,
    Richar.

  2. Germánico dice:

    Totalmente de acuerdo contigo, Richar.

    Koenig, el martes (creo) tuve ese librito en mis manos: lo llevo, no lo llevo, lo llevo, no lo llevo… me llevé al final uno sobre Roma y (¡Dios, qué bajo caí!) una novelita de Sven Hassel.

    No me lo llevé porque, al leer la solapa, me dio la impresión de que se trataban de las eruditas elucubraciones de un muchachote alemán, o sea, más que las memorias de un soldado, las pedanterías de un jovenzuelo ebrio de cultura. Me equivoqué, y me alegro mucho: la semana que viene me lo compro fijo (¡ay, estos prejuicios!).

    Por cierto, dicen en la solapa que este pobre muchacho murió durante las ofensivas soviéticas del 44. ¿El Diario acaba abruptamente, o está «arregladito» por el descubridor?

    Gracias y saludos.

  3. Koenig dice:

    Buenos días.

    Por la información que tengo el diario etá «arregladito» por el prpopio soldado, durante un permiso poco antes de volver al frente.

    Ahora bien, salgamos del terreno de la información que dan y vayamos al de la elucubración.
    ¿Cómo es que el diario no aparece hasta 2002? ¿Dónde estuvo antes? ¿porqué no se publicó hace tiempo? ¿Porqué es un periodista el que presenta el diario para su publicación? En el prólogo del libro tratan de dar respuesta a algunas de estas preguntas.
    ¿Puede tratarse de un fraude? No sería el primero. De todos modos los que leáis el libro podreis sacar vuestras propias conclusiones. Desde mi punto de vista lo que cuenta es bastante veraz, y los sentiientos que esgrime creíbles. Sobre todo ese balanceo entre la euforia y la tristeza que trasluce a veces. Cuando habla de la vida en el frente lo que cuenta coincide con lo que cuentan otras memorias (excepto las de Hassel) Así que, doy un voto de confianza, pero no apuesto. Nunca. Por si acaso…

    Un saludo.

    Koenig.

  4. Koenig dice:

    P.D. Se me olvidaba, si acaba abruptamente, es decir, de repente, no hay mas.

    Otro saludo.

    K.

  5. richar dice:

    Efectivamente no sería el primer fraude. Como el tipo ese que salió hace poco en la tele que se había hecho pasar por superviviente de Auschwitz (creo) durante un porrón de años hasta que le han pillado y resulta que ni estuvo allí ni en ningún sitio parecido… en fin, gente para todo.

    Y hombre, lo de que estuviera por ahí guardado hasta el 2002 tampoco me sorprendería demasiado. Seguro que hay un montón de documentos de gente que los ha escrito y ha decidido guaradarlos para ellos mismos, o no se han atrevido a darlos a nadie, o no han sabido a quien…

    Saludos,
    Richar.

  6. Germánico dice:

    Hola a todos.

    Richar, el caso al que te refieres es al del ex-presidente de la Asociación Amical de Mauthausen, que agrupa a ex-presos españoles de ese campo (y de otros, creo). El señor en cuestión había sido trabajador voluntario (también los hubo esclavos) en el Tercer Reich. Alegó, como para aliviar un poquito la situación de máxima verg&uacuote;enza en que se vio, haber sido maltratado por la Gestapo. Es posible, pero toda la película que se había montado era absolutamente falsa.

    A mí lo que más me j*de de estas situaciones, no es tanto la burla a los que sufrieron como los argumentos que dan a los negacionistas.

    Perdón por el inciso.

    Saludos.

  7. Koenig dice:

    Bueno, a veces por la forma de negar la presencia de alguien en un sitio, se puede caer en el error de aceptar implícitamente que el sitio existió.

    Un saludo.

    Koenig.

  8. richar dice:

    Gracias por el inciso Germánico. Koenig, he de reconocer que mi lamentable cerebelo no ha sido capaz de desencriptar tu comentario :-)

    Saludos,
    Richar.

  9. Germánico dice:

    Ya te acostumbrarás, Richar. Yo soy capaz de entenderlo en la misma semana. La confianza, ya sabes. Je, je.

    Saludos.

  10. Koenig dice:

    Es la historia de aquel negacionista acérimo que dejó clavado a un supuesto superviviente de Mathausen al explicarle que el no podía haber estado en dicho campo porque los barracones estaban en hileras de cinco, y no de seis como él decía. De paso acababa de reconocer la existencia del campo de Mathausen y de sus barracones.

    Digo.

    Koenig.

  11. Germánico dice:

    ¿Ves? Claro como el agua.

    Saludos.

  12. richar dice:

    Ahora entiendo. Gracias por la aclaración Koenig :-)

    Saludos,
    Richar.

  13. nando dice:

    Me pasó lo mismo que a Germánico: lo tuve en mis manos y me compré otro. Debido en gran parte a su «misterioso» origen: manuscrito que sale de la nada… y descubierto por un periodista… sospechos, sospechoso. Pensé » basura de periodista que encuentra el manuscrito perdido y pretende hacerse de oro», además el precio me pareció más cabrón si cabe… » uh, uh!!! … paso, paso».
    Total, que veo que merece la pena… pues a comprárselo.

  14. richar dice:

    Este verano me he leído este libro y he decir que me dejó un sabor agridulce y todo básicamente por el estilo con el que está escrito, con una prosa muy cercana a la poesía, muy recargada y llena de florituras.

    El comienzo me sorprendió, ya que no esperaba que un soldado recién entrado en la veintena pudiera escribir con tal dominio del lenguaje. Pero una vez superada la sorpresa inicial, el lenguaje se hace algo farragoso y sobre todo, excesivamente pomposo.

    Aunque el libro está bien, creo que no llega a la categoría de otros testimoniales como los de Jünger. Este está bien sin más.

    Y hay un par de cosas que me han dejado un «run-run» en la cabeza: la primera, el hecho de que no mencione ni un sólo nombre de persona. Es decir, el tipo relata gran cantidad de escenas pero no dice ni un sólo nombre, todos son anónimos compañeros sin nombre ni apellidos. Extraño.

    Lo segundo, la cantidad de veces que fue herido y regresó a Alemania, para poco después regresar voluntariamente al frente. No sé, tiene un cierto tufillo a que exagera su «heroismo» o su valentía.

    Por último, sólo destacar la capacidad literaria del tipo en cuestión, dadas las circunstancias. No recuerdo la cifra exacta, pero el par de años que estuvo en el frente, Reese leyó más de 50 libros, escribió más de 200 cartas, más de 400 poesías y no sé cuántos ensayos, ¡¡cada año!! ¿de dónde berzas sacó el tiempo, el papel, el boli y sobre todo, tantos libros?

    Eso es lo que me dejó completamente perplejo.

    En fin, un saludo,
    Richar.

  15. Nelson Salinas dice:

    Hola amigos.
    Willy Peter Reese, es mi pariente lejano, hijo de mi bisabuelo Johannes Reese, fué de muchas sorpresas y nostalgias leer su relato. Solamente puedo decir, fué un gran soldado.

  16. richar dice:

    Vaya Nelson, me he quedado impresionado. Pero claro, al final cualquier persona tiene descendientes y demás.

    ¿Era hermano de tu abuelo? ¿tienes alguna anécdota de la familia relacionada con él? ¿sabías de la existencia de sus manuscritos antes de que fueran publicados en 2003?

    En fin, no te agobio con más preguntas, pero entiende que no siempre tenemos por aquí a descendientes de tipos tan peculiares como Reese.

    Un saludo y bienvenido al blog.

    Richar.

  17. Pingback: a8f15egadimawisicn
  18. luis g. artime dice:

    Hola amigos,
    perdonadme que irrumpa así en vuestra charla, pero el libro de Reese, ocupa, desde hace un tiempo, parte de mi quehacer.
    Lo leí hace un par de años, cuando apareció. Lo hice en el tren entre Madrid y Oviedo, y os menciono este detalle, porque en el viaje en que lo concluí, coincidí en el tren con Günther Grass, que regresaba de Oviedo por algo relacionado con su reciente Premio Príncipe de Asturias. Yo me encontraba muy conmovido por la historia de la paulatina destrucción moral de este chico, que es lo que yo extraje de su triste historia, y pensé que tal vez el maestro alemán, podría hacerme algún comentario, ya que acababa de reconcer su alistamiento en las Waffen-SS, cuando tenia la edad de Reese. Debo confesar que el estilo inquisidor de los libros de Grass, nunca me habia terminado de convencer. Pero, hecha esta salvedad,lo que no me esperaba era la actitud arrogante con la que me contestó que no conocía la obra (?)-editada en España, se supone que después de un cierto éxito editorial en Alemania- y adoptando una actitud incomprensiblemente maleducada.
    Hasta aquí la anecdota. Pero lo que querría, si es posible, es obtener más información sobre la peripecia de la unidad a la que perteneció Reese – 90 InfanterieDivision/279Infanterie Regiment/14 Compañía- en Junio/Julio del ‘44, dentro de la operación “ Bragation”, en el area de Vitebsk, y que terminó con la dispersión de la unidad.
    Mi interés por estos hechos, está motivado por la búsqueda de documentación para la redacción de un guión(para un cómic), en el que uno de los dos personajes centrales de la historia está inspirado en Resse. Si alguno de vosotros pudiera orientar mi búsqueda, se lo agradecería mucho

  19. Richar dice:

    Saludos Luis,

    yo personalmente no te puedo ayudar, pero sí quería comentar lo sorprendente de la respuesta de Grass. Buena anécdota.

    Un saludo,
    Richar.

  20. Koenig dice:

    Buenos días Luis.

    Dame un poquito de tiempo, que revise bibliografía, a ver si puedo concretar algo.

    Saludos.

  21. Ignacio el argentino dice:

    Muy buena reseña Koenig. Pregunto ¿Está a la altura de El soldado olvidado de Guy Sajer?

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