NUMANCIA – Fernando Pimentel Pardo

«Si alguien quiere imaginarse una guerra de fuego tiene el mejor ejemplo en esta«.
Polibio.

Hace ya bastantes años, una nueva editorial, Falcata, se lanzaba al mercado con un libro que desde el momento de su lanzamiento fue reconocido como un clásico de la literatura militar actual: «Tercios de Flandes». Su segundo título no se hizo esperar demasiado, «Almogávares», que aunque menos extenso y novedoso que el primero, mantenía bien el tipo. Pasó largo tiempo hasta la llegada de «La división Infernal», un libro documentadísimo, pero quizás mal estructurado y demasiado obsesionado con rebatir las tesis de otros historiadores. Ahora, largo tiempo después, y más de un año tras su publicación (de la cual no he tenido jamás noticia hasta encontrarme con el libro escondido en una estantería de una pequeña librería), la colección Historias de España continúa su andadura con un nuevo tomo.

Sin embargo, no deja de resultar un tanto decepcionante que esta excelente colección sólo cuente con 4 títulos en 7 años, y que tanto la calidad como la extensión de los mismos sea decreciente…Aunque es de agradecer que cada vez estén mas profusamente ilustrados…¿Quizás para compensar la menor entidad de sus textos? Una verdadera lástima, ya que se está perdiendo la ocasión de completar la interesante aventura de Almena «Ejércitos y Batallas» con otra colección basada en el texto y de extensión más amplia… Por desgracia para Falcata, Almena también parece estar destinada a ocupar ese puesto, sobre todo a la luz de la calidad de dos obras insuperables: «La conquista de la Nueva España» y «Las campañas del Duque de Terrano y de Santangelo».

Concentrándonos en este libro en particular, después de este innecesario prólogo, lo primero que sorprende es que el autor afirme que el libro está destinado a los que se acercan a la historia con ánimo «curioso», y que la redacción es «ágil y amena», lo que unido a su declaración de intenciones de dar a conocer a la iletrada juventud las glorias del pasado patrio ya hace sospechar de lo que quedará demostrado a lo largo de la obra: su carácter excesivamente superficial y a ratos demasiado apasionado. Es una verdadera lástima que la «divulgación» tenga que venir casi siempre acompañada de la falta de profundidad, y desde
luego un paso en falso de la editorial, donde los libros anteriores podían ser más o menos gratos, pero agotaban historiográficamente las cuestiones tratadas sin divagaciones innecesarias: este, quede claro de antemano, no es el caso.

En el primer capítulo se exponen de modo resumido los avatares de las guerras púnicas: a decir verdad se resume tanto (no cabe otra posibilidad) el enfrentamiento entre tirios y troyanos que hace innecesaria su inclusión, y el breve relato de la intervención romana en hispania en el transcurso de la guerra anibalística debería haber sido ampliado a costa de los tópicos con que se despacha el conflicto en Italia y Africa.

En los dos siguientes capítulos se van exponiendo las generalidades de rigor sobre Celtíberos y Romanos, y nuevamente parece tratarse de unos capítulos de «relleno» o debidos al ánimo «divulgativo», es decir,destinados a un lector que no ha tenido otras lecturas sobre el tema, y si bien en el caso de los celtíberos no aporta nada de interés en el caso de los legionarios sí que profundiza más en el tema, posiblemente asumiendo con lógica que el conocimiento del ejército romano es usual en todo aficionado a la historia militar y que hay que trabajar más la
exposición para no resultar redundante.

Se pasa después a describir las visicitudes de la conquista romana de Hispania anterior al conflicto de Numancia en una serie de capítulos, que son demasiado extensos para llamarlos resumen y demasiado breves para denominarlos exposición, pero que son interesantes y están bien estructurados. Sin embargo nos encontramos con la paradoja de que en un libro de
escasas 179 páginas, no se empiece a tratar de Numancia hasta la página 91.

Es esta la parte sin duda más interesante del libro, y la que responde realmente al título del mismo. El por qué el autor renuncia a exponer los descubrimientos arqueológicos cuando está claro que no hay razones de espacio que lo impidan escapa a mi comprensión, pero no se puede dudar que narra detalladamente el desarrollo de la campaña paso por paso, si bien de
modo «apasionado», no menos veraz. Comparativamente, su trabajo, tanto describiendo a Escipión y sus tácticas como en la narración del sitio es netamente superior a los cuatro tópicos con que Adrian Goldsworthy lo despacha en «Grandes Generales del Ejército Romano», Capítulo 4 «Guerras de corto alcance: Escipión Emiliano y la caída de Numancia».Sin
la pretenciosidad del inglés, Pimentel aporta una narración mucho más clara y lógica de los
acontecimientos.

En resumen: le falta claramente el aporte de la arqueología y un apartado destinado a las fuentes existentes, así como le sobran muchas generalidades innecesarias. De todas formas, y teniendo en cuenta lo limitado de los textos supervivientes, no puede dudarse que resulta un libro de lo más correcto sobre el tema, aunque Numancia sigue exigiendo una publicación de mayor calado.

La obra está profusamente ilustrada con 16 láminas,(aparte de gran número de fotos en blanco y negro y color y algunos mapas), por Julián Ernesto Aron, que si bien tiene un estilo quizás excesivamente forzado y teatral, resulta un ilustrador correcto y muy capaz.

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32 comentarios en “NUMANCIA – Fernando Pimentel Pardo

  1. Germánico dice:

    Muy buen comentario, Urogallo. En definitiva, ¿te gustó o no el libro? Es que no tengo muy claro si vale la pena comprarlo, sobre todo por la «tonga» de libritos que tengo pendientes de leer.

    Saludos.

  2. Urogallo dice:

    Me gustó, pero me gustó como me gustó «las aguilas de César», te entretienes leyendolo, pero no va a ser tu libro de referencia sobre el tema, ni una obra de consulta. Si ya te has pillado el de Goldsworthy no te gastes los duros.

  3. Germánico dice:

    Gracias, Urogallo. Imaginaba algo por el estilo.

    Saludos.

  4. richar dice:

    La verdad es que sí que choca que comienze a hablar de Numancia superada la mitad del libro. Pinta a que no tenía suficientes contenidos y «había que rellenar»…

    Lo que no he entendido bien, es lo que comentas sobre el primer capítulo, «guerras púnicas, ¿enfrentamientos entre tirios y troyanos?». No lo he pillado :-(

    Y en cuanto a Numancia, os recomiendo encarecidamente la visita a lo poco que queda de la antigua población. Además de algún resto (pocos), han reconstruido alguna casa de la época y un trozo de la muralla, desde la cuál se pueden observar unos mojones que marcan los lugares donde establecieron los romanos sus campamentos para el asedio. Se te ponen de corbata de ver lo cerca que estaban…

    Un saludo,
    Richar.

  5. Urogallo dice:

    Tirios y troyanos es como se llama miticamente a púnicos y romanos, por sus antepasados, los ciudadanos de tiro y los troyanos de Eneas.

  6. richar dice:

    Arg… qué gañán soy, tienes toda la razón. Prometo no hacer preguntas de perogrullo la próxima vez…

    Saludos,
    Richar.

  7. Urogallo dice:

    El que no pregunta no sabe :D, como dice mi madre, «Nadie nace aprendido».

  8. richar dice:

    Ya, pero es que esta me ha dolido… :-)

    Saludos,
    Richar.

  9. calimero dice:

    El libro en cuestión (y conste que el autor es amigo mio) es de bastante baja calidad. Amparados en una equivocada visión de lo que es «la divulgación», la editorial Falcata ha bajado el listón de lo que hasta el momento estaban llevando a cabo. Una pena.
    Hacer el apunte que, además de los títulos de los que se hacen referencia en el «post» (maldito palabro anglosajón), editaron una reedición de Cuando los dioses nacían en Extremadura, de García Serrano -autor excelente y un tanto, por no decir bastente, intencionadamente ignorado-.

  10. richar dice:

    ¿Por qué comentas lo de «intencionadamente» ignorado? Vamos, que desconozco al autor que citas, pero veo que lo as dejado caer y ya me ha entrado la curiosidad.

    Y parece que tanto tú como Urogallo coincidís en la decadencia de calidad que se nota en las publicaciones de esta editorial… una pena.

    Saludos,
    Richar.

  11. Urogallo dice:

    Pués supongo que se le olvida por haber sido soldado, y convencido, en el bando nacional. De todas formas tampoco le fué bien en los años de la victoría, el mismo dijo de su novela «La fiel infantería» ( con una adaptación cinematográfica que no llega muy allá aunque tiene buenos momentos): «Subvencionada por el Ministerio.Premiada por el ministerio.Censurada por el ministerio». Sus recuerdos sobre el frente de Aragon y Navarra a comienzos de la guerra civil no tienen precio.

  12. nando dice:

    Rafael Garcia Serrano: prosista que acabó como tantos otros ninguneado y olvidado de los «currículos» de literatura del bachillerato por el mero hecho de ser de la Falange. Yo me comencé a leer Plaza del Castillo y lo dejé porque, aún narrando muy bien, las situaciones y los personajes eran un tanto noños.
    Convendría recordar a la magnífica generación de prosistas y líricos de la Falange, que claro no se estudian porque eran de derechas, por sus excepcionales cualidades literarias. Olvidarse de Ridruejo, Foxá, Garcia Serrano, Pemán o de González Ruano ( que no era de Falange) es a lo que nos vemos obligados gracias a toda la estulticia pogre que solo dá crédito a los escritores con pedigrí de izquierdas. Y que conste que muchos de ellos eran grandísimos literatos al margen de cualquier orientación ideológica.
    Porque al final en la literatura lo que cuenta es valor literario de lo que se deja escrito y no si uno cantó El Cara al Sol o La Internacional.

    Saludos.

  13. Urogallo dice:

    El año del quijote nos dejó una imagen muy adecuda: El cura y el bárbero ayudando a la dueña a expurgar las estanterías de don Alonso Quijano…¿No es lo que se intenta en todas las épocas?.

  14. javier dice:

    Si a alguien le interesa profundizar en lo que comenta nando, le recomiendo «Las armas y las Letras. Literatura y guerra civil » de Andrés Trapiello, que es ya un clásico sobre el tema. En dos palabras, los que ganaron la guerra perdieron las letras y viceversa. Con el éxito de Soldados de Salamina ­ en la que aparece el propio Trapiello como personaje a cuenta de este tema precisamente- se han reeditado cosas de Sanchez Mazas y Ridruejo, y en los últimos años ha habido casi un revival de algunos de estos autores.

    Es obvio que el valor literario es independiente de las opiniones del autor en cuestión, y es vergonzoso que libros de Foxá o Wenceslao Fdez Flórez sean imposibles de encontrar, por supuesto, pero cuentan que al morir Franco parecía que iban a salir obras maestras de todos los cajones, y se iban a conocer todos esos genios que la dictadura había ocultado. ¿Y que salió? Poca cosa. Me da la impresión que con esto pasa lo mismo: claro que hay autores y obras rescatables, pero me temo que el que espere encontrar los verdaderos genios de la literatura española en esos autores proscritos se llevará una desilusión.

    Dragó dedicó un programa a ese tema, con invitados decentes a mi entender, y la conclusión fue que si bien algunos autores como los citados y alguno más no merecían ser olvidados, al final la fotografía de la literatura española del siglo XX no cambia sustancialmente después de rescatar a, por ejemplo, Pemán.

    Saludos

  15. nando dice:

    Pemán posiblemente no sea el mejor ejemplo, desde luego, pero los dos que citas si deberían tener un lugar dentro de la literatura española del XX.
    Curiosamente un escritor tan poco sospechoso por compartir afinidades políticas con los que estamos citando, Francisco Umbral, en su libro «Las palabras de la tribu» reseña, muy a su manera tan «umbraliana», a esta generación de escritores de la Falange y no habla precisamente mal de ellos, reconociéndoles además un mérito y lugar importante en la prosa lírica de la posguerra.
    No es que un Umbral deba de ser un referente absoluto pero lleva escritos unos cuantos libros y leerle a él, y sobre todo su estilo de escritura, es encontrarse con una prosa que debe mucho a Foxá o a González Ruano.
    Influyeron mucho y Umbral es un ejemplo muy claro y de Cela tampoco podemos olvidarnos.
    A Ridruejo no le he leido pero le tengo muchas ganas: ¿ Sus libros y memorias? … practicamente inencontrables.

  16. escipion dice:

    hola,se puede encontrar el libro «tercios de flandes» o alguno que te cuente a modo de novela historica la grandeza de nuestros tercios?

  17. Urogallo dice:

    Encargandolo en una librería, o pidiéndolo por catalogo.

  18. escipion dice:

    gracias urogallo,espero que aqui en cnarias tambien lo pueda encontrar,sino supongo que en la casa del libro por internet lo puedo conseguir,es una novela o un libro de historia?
    un saludo

  19. Urogallo dice:

    Historía pura y dura, descripción detallada de los sucesos militares protagonizados por el ejército de Flandes desde la llegada del duque de Alba hasta la primera tregua con las provincias unidas.

  20. Germánico dice:

    Escipión, no sé desde qué isla escribes. Si es desde Tenerife, casualmente acabo de ver el libro que mencionas en «La Isla», de Santa Cruz. Un ejemplar les quedaba.

    Saludos.

  21. Ascanio dice:

    Escipión, si escribes desde Tenerife, seguramente te sonará mi nick

  22. Germánico dice:

    ¿Ascanio de La Gomera?

  23. Ascanio dice:

    No, Ascanio de La Laguna

  24. Germánico dice:

    Ah, vale. Yo conozco a varios de Santa Cruz, pero proceden de La Gomera.

    Saludos.

  25. Ascanio dice:

    quizá Monteverde te suene másf. y aquí ya paro.

  26. Germánico dice:

    Je, je. Pues sí, sí me suena.

    Saludos.

  27. richar dice:

    Vaya, voy a tener que abrir en el foro una sección de «contactos con historia» :-)

  28. Urogallo dice:

    Joven y atractivo historiador, de frente prolongada busca…

  29. escipion dice:

    gracias,germanico,pero estoy en las palmas de g.c,y la verdad he recorrido unas cuantas librerias y nada,por cierto hoy he tenido un libro en las manos que se llama de pavia a rocroi tenia buena pinta pero he preferido esperar y consultar con los expertos ya que valia 40 euros y estoy un poco pillado este mes ,claro entre libros y comics,creo que no me da para dos vicios…jejeje

  30. escipion dice:

    y se me olvidaba la pregunta,merece la pena el libro?

  31. Urogallo dice:

    ¿De Pavía a Rocroi?. Si.

    Creo que anda reseñado por estas páginas.

  32. Jorge dice:

    Buscando en internet datos sobre Viriato y también sobre Numancia me he encontrado el blog de un tal Fernando Pimentel Pardo cuyo título no deja de sorprender, «Historia completa de España» y digo sorprender porque lo de «completa» deja mucho que desear, no sólo porque no aporta nada nuevo sino porque algunas afirmaciones son inexactas, pero lo más sorprendente es que escribe que Publio Cornelio Escipión Emiliano había sido elegido TRES veces cónsul, cuando sólo lo fue en dos ocasiones (147 y 134 a. C.).
    No sé que estudios profesionales tiene el autor pero lo que es seguro es que no pienso comprar su libro (¿otro José Luis Corral, más perdido que un burro en un garaje?). Tengo la sensación de que en este país escribir sobre Historia se ha convertido en los últimos tiempos en un «todo vale» sin ningún criterio crítico.

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