LOS ASESINOS – W.C. Bartlett

Dicen que la realidad supera siempre a la ficción. Pues bien, en el caso de la secta de los asesinos, es todo lo contrario. Sin duda la leyenda que se creó a su alrededor ha sido de las más ricas e interesantes de todos los tiempos, y descubrir su verdadera historia no es que haya supuesto un chasco, pero sí una pequeña desilusión al comprobar que ni una tercera parte de lo que se suponía formaba parte de su cultura era real. Aparte de eso, el libro de W.C. Bartlett está bastante bien.

Comienza el autor por darnos una visión rápida y eficaz sobre el surgimiento del Islam y sus primeros años, sentando las bases sobre las que se desarrollará la futura secta en la que se centra el libro. Así, podremos conocer una breve historia de Mahoma, las ciudades claves del Islam y los diferentes movimientos en los que se fue disgregando esta religión, entre los que cabe destacar a los suníes y los chiíes.

Los siguientes capítulos profundizan en el movimiento de los ismailíes y su continua evolución y descomposición en diferentes grupos, uno de los cuales vendrá a conformar la que en occidente siempre se ha conocido como la secta de los asesinos, y que no es otra que la formada por los seguidores de Nizar: los nizaríes.

Su primer y más carismático líder es Hasan-i-Sabbah, quien organiza el movimiento nizarí, estableciendo las bases de su política y guiando sus pasos religiosos, que servirán de cimientos para unas cuantas generaciones de nizaríes que durante siglos tendrán en vilo a la población musulmana de Oriente Medio hasta su desaparición a manos de los mongoles en su llegada a Levante.

El movimiento tenía como base, las zonas más inaccesibles de Persia, en la que llegó a formar un estado independiente que sobrevivió durante largo tiempo. Posteriormente ampliarían su influencia a tierras sirias, donde entrarían en contacto con los cruzados occidentales, quienes trasladarían hasta nuestros días la leyenda de esta increíble secta.

Son varias las peculiaridades de los nizaríes. Para empezar, era un movimiento islámico poco numeroso y completamente enfrentado con la mayoría musulmana de la zona, lo que hizo que sus miembros estuvieran casi constantemente escondidos, hasta que lograron una cierta fuerza para hacerse visibles y formar su pequeño estado independiente. Para pasar desapercibidos en territorio hostil, los nizaríes utilizaban una táctica llamada taqiyya, gracias a la cual, se les permitía ocultar su auténtica filiación con el fin de sobrevivir e incluso renegar de su fe si era necesario.

Esta táctica era especialmente útil para llevar a cabo una de sus estrategias más conocidas: la del asesinato como medio político. Y es que si por algo han sido conocidos los nizaríes es por su capacidad para llevar a cabo los asesinatos políticos más increíbles y en los lugares más insospechados. Gracias a la taqiyya, los fida’i -que así se llamaban los ejecutores de las órdenes del líder nizarí- podían infiltrarse en cualquier entorno, aunque esto les llevara años, con tal de tener acceso y poder ejecutar a aquellas personas que se les hubiera ordenado. Y desde luego, este tipo de asesinatos les sirvió para hacerse respetar, o más bien temer, en un entorno en el que se encontraban en clara inferioridad numérica.

Otra de las curiosidades del movimiento era su elección de los asentamientos. De nuevo, debido a su escaso número, los nizaríes necesitaban posiciones fácilmente defendibles para poder entrar en equilibrio con las fuerzas que les rodeaban. Por esto elegían sólo aquellas fortalezas inaccesibles, de las que se apoderaban por los medios más ingeniosos. Quizás la más conocida fue la sede del movimiento, Alamut, pero hubo muchas más.

Por otro lado, el libro desmiente algunas de las leyendas más arraigadas en torno a los asesinos, como el hecho de que fueran habituales consumidores de drogas y que eso les permitía encarar la muerte (casi segura dado el tipo de asesinato que practicaban) sin ningún temor. Parece lógico que para llevar a cabo el tipo de misiones que se les encomendaba, los fida’i requiriesen de todos los sentidos a pleno rendimiento y no tiene mucho sentido que realizaran sus misiones en estado de embriaguez.

También niega el autor el hecho de que a los fida’i los drogasen y los introdujeran en «el paraíso» por un breve tiempo, para luego devolverlos a la realidad. Quizás esta leyenda venga de la unión de dos elementos típicos de los nizaríes. El primero, es la realidad de que a los fida’i se les enseñaba desde muy jóvenes que si cumplían con sus órdenes entrarían directamente en el Paraíso. El segundo elemento, el de «el paraíso» en la tierra, seguramente se deba al hecho de que los nizaríes, debido a la localización de sus fortalezas, se preocupaban enormemente de acondicionar su entorno para el autoabastecimiento, llegando a dominar las más increíbles técnicas de cultivo.

Por último, el autor hace un breve recorrido por la historia del movimiento tras su «desaparición», a manos de los mongoles, hasta nuestros días, en los que aún existen algunas comunidades nizaríes en zonas de la India.

Como resumen, diría que el libro está bastante bien para hacerse una idea general sobre uno de los movimientos más increíbles de la Edad Media y que, a pesar de su localización y su escasa duración en el tiempo, llegaron a influir en los comienzos del Islam o las Cruzadas, entrando en contacto con personajes de la talla de Ricardo Corazón de León, Gengis Kan, Baibars o Marco Polo.

[tags]Asesinos, W.C. Bartlett, Hassan i Sabbah, Alamut[/tags]

     

22 comentarios en “LOS ASESINOS – W.C. Bartlett

  1. javier dice:

    Hola a todos, después de las vacaciones.

    Sólo quería añadir una cosa acerca de la famosa «taqiyya» que dices que practicaban los nizaríes y que últimamente aparece cuando se habla del Islam.

    Parece ser que no es un principio musulmán, sino sólo parte de la tradición chií. Además, se referiría únicamente a ese ocultamiento en un medio sunní, pero no al ocultamiento de la fe musulmana en un medio dominado por otra religión, lo que iría en contra del precepto fundamental del Islam, como es la profesión de fe.

    Lo que pasa es que esta taqiyya, como modo de ocultar los fines verdaderos, la propugnan ahora los integristas europeos, y otros dicen (Fanjul, cómo no) que la definición que daba arriba es irse por peteneras y que un musulmán se acoge a la taqiyya cuando conviene, siendo un principio bien vigente entre los musulmanes europeos, chiíes o no. Así que el concepto es tan actual como polémico, como pasa con la interpretación de palabras como yihad (lucha interior o guerra santa) o la propia islam (paz o sumisión).

    Pues eso, que la taqiyya tiene miga. El que sepa algo del tema que nos ilustre.

    Saludos.

  2. richar dice:

    Pues el libro no profundiza mucho más en el concepto de la taqiyya, pero sí que explica, como dices, que se trata de una táctica nizarí (parte de los chiíes).

    Saludos,
    Richar.

  3. Germánico dice:

    Muy interesante, Richar.

    Por lo que comentas, parece un libro muy distinto a la novela «Alamut» (que aún tengo pendiente de leer, por cierto). ¿Se complementan de alguna manera? Ya sé que una es ficción y el otro no, pero aún así, creo que podrían complementarse.

    Saludos.

  4. richar dice:

    Efectivamente es muy diferente a Alamut. Esto es un ensayo histórico (ligerito, eso sí) y Alamut es una novela. Como dices, pueden ser un buen complemento ya que Alamut sí tiene elementos extraídos de la leyenda sobre los nizaríes, lo cual, todo sea dico de paso, la hace más entretenida. Y este otro, viene bien para tener una idea general de la secta.

    Saludos,
    Richar.

  5. javier dice:

    Oye Richar, me quedé con una cosa que dices de pasada ¿qué es eso de que quedan comunidades nizaríes en la India? Entiendo que no tienen mucho que ver con sus antepasados ¿no?

    saludos

  6. richar dice:

    Pues sí, tienen todo que ver con sus antepasados. Parece ser que después de la destrucción por parte de los mongoles de la mayor parte del movimiento nizarí, algunos supervivientes fueron dando tumbos hasta recalar en la India. El líder espiritual de los nizarís fue acogido en el país hindú y se les permitió tener su propia colonia. Al parecer, los indios simpatizaban bastante con el movimiento.

    Y de ahí hasta nuestros días. Básicamente son nizaríes al igual que sus antepasados. Se diferencian en que no utilizan el asesinato y demás, pero son seguidores de la misma rama ismailí que sus antecesores de la Edad Media.

    Saludos,
    Richar.

  7. santi dice:

    Creo que me lo compraré…
    Respecto a lo de los orígenes del Islam: ¿habla mucho de ellos o es sólo una pequeña introducción?. No deja de ser curioso que haya gente que pretenda que el Islam es una religión pacífica cuando Mahoma fue un conquistador y un líder militar además de espiritual. Por no hablar de que la expansión del Islam no fue pacífica, sino a base de conqusitas por parte de los árabes.
    Y refiriéndonos a la secta de los asesinos no sorprende mucho que no fueran tanto como decían, aunque es evidente que las tácticas que usaban eran más de terror psicológico… Los templarios en cambio siempre han tenido más fama y fantasía que los hassasin no? o quizás para el mundo musulmán es al revés?
    Una anotación friki: que os parece la asociación hassasin-sith de star wars? jajajaja
    Un saludo.

  8. richar dice:

    Saludos santi,

    realmente, sobre los orígenes del Islam trata -si no recuerdo mal- sólo el primer capítulo, pero de manera correcta.

    En cuanto a lo que mencionas sobre el terror psicológico, es cierto que los nizaríes supieron usarlo para subsistir siendo claramente inferiores numéricamente. Ahí radicó su durabilidad y en qué condiciones.

    ¿Asociación hassasin-sith? No he visto las últimas entregas de Star Wars… ¿quiénes son los sith?

    Saludos,
    Richar.

  9. santi dice:

    Da igual richar… que a ver que imagen vais a tener de mi jajaja.
    Respecto a los orígenes del Islam, conocéis algun libro que esté bien?
    Un saludo

  10. santi dice:

    otra cosa más que se me olvidaba, lo de hassasin viene porque su lider se llamaba Hassan o porque consumían hashis? (esto último igual era leyenda, pero en algún lado lo he leído yo… De todas formas el consumo de hashís estaba bastante extendido y no veo porqué no podían usarlo en el momento de cometer el asesinato.
    Y otra cosa más, lo del Viejo de la Montaña era Hassan únicamente o así se llamó a su lider de forma invariable?
    Un saludo.

  11. richar dice:

    Hassan i Sabbah fue el primer líder de los nizaríes, pero no el único. De hecho, si no recuerdo mal -que todo es posible-, el término de hassasin empieza a utilizarse posteriormente. Además, es un término con el que no se denominan ellos a sí mismos, sino que se lo ponen principalmente sus enemigos. Y sí, el término está relacionado con el hashís, ya que los que veían desde fuera el movimiento, nunca entendieron cómo podían los fida’i afrontar sus tareas con esa determinación, y una de las explicaciones que intentaban darle era la de que se drogaban.

    El ir «fumados» cuando cometían los asesinatos, es algo que el autor descarta, ya que parece lógico que para cometer este tipo de actos había que tener los sentidos bien alerta.

    Y lo del Viejo de la Montaña, creo recordar que también fue un término que se introdujo después de la muerte de Hassan y que se usaba para designar al líder de los nizaríes.

    Un saludo,
    Richar.

  12. Germánico dice:

    Un brevísimo comentario a cuenta de la expansión religiosa.

    Yo no conozco ninguna, aunque seguro que la hay, que en sus orígenes no se extendiera a sangre y fuego. Es una cuestión básica, para aquellas épocas, de dominio o, incluso, supervivencia.

    Y otra cosa: no sé gran cosa del Islam ni simpatizo con él (ni con ninguna otra religión, dicho sea de paso), pero sé que en su seno conviven tendencias altamente agresivas con otras totalmente pacíficas. Como en tantas otras, por cierto.

    Saludos.

  13. santi dice:

    Siento discrepar germánico. Aunque yo respeto las interpretaciones islamicas pacifistas y no tengo ningun tipo de problema con el islam, hay que reconocer que de las grandes monoteístas fue la única que nació de «la sangre y el fuego». El cristianismo era en esencia pacifista (los cristianos se negaban a servir en las legiones) aunque lo que pasó después ya es otro cantar, y el budismo tampoco nació con buda quemando ciudades que yo sepa. Pero repito que no tengo nada en contra del islam. Es simplemente historia. Evidentemente el islam ha sido pacifista y la mayoría lo sigue siendo. Recordemos por ejemplo que si no fuera por el islam los clásicos no hubieran llegado hasta nosotros.
    Un saludo.

  14. Germánico dice:

    Bueno, Santi, no creo que discrepemos mucho. Yo me refiero a la expansión religiosa, no a sus orígenes filosóficos o teológicos. Y en ese sentido, el expansivo, sí creo que musulmanes y cristianos comparten conductas violentas.

    Saludos.

  15. diotima dice:

    Hola a todos!

    Pienso que no son las religiones las violentas, sino las personas que la integran segun la interpretan a sus propios intereses sean estos la ambición, o el poder, el temor o el que sea. Es como la política, se supone que esta busca el bien común y los que la practican le dan el sentido que les da la gana o que les conviene. Así que la de los asesinos como le llamaban era su forma de decir aqui estamos o su manera de interpretar sus preceptos religiosos.

  16. richar dice:

    Bueno, en el caso de los asesinos, más bien era su manera de sobrevivir siendo una clara minoría.

    Saludos,
    Richar.

  17. santi dice:

    Si germánico, en eso estamos de acuerdo. Pero a mi siempre me ha llamado mucho la atención que Mahoma fuera un líder militar, no como Jesucristo ni Buda. Es algo que lo diferencia radicalmente de las otras dos grandes religiones, y quizás muy a su pesar lo iguale a otra religión monoteísta que es el judaísmo, en que sus líderes siempre por tradición han sido tanto espirituales como militares. En fin, era sólo resaltar ese aspecto de Mahoma en concreto. Evidentemente después las religiones evolucionan, se entremezclan con la política y el dinero y los intereses y, en fin, se hacen humanas. Pese a su nacimiento belicoso, el Islam fue en sus tiempos la religión más tolerante con las demás, y no fue sino hasta hace unos 50 años que su postura antijudaica se extremó, porque durante la Edad Media y posteriormente el Islam era la única religión que toleraba a los judíos.
    Un saludo.

  18. javier dice:

    Acabo de leer «Samarcanda» de Amin Maalouf y uno de los capítulos del libro lo dedica a Hassan Sabbah y los ismaelíes, por si a alguien le interesa.

    Es novela, pero la descripción de los asesinos, Alamut y demás pretende ser fiel a los hechos. Cuenta la relación entre Sabbah y Omar Jayyan ( el de los Rubaiyat). Por cierto, atribuye la leyenda del hachis a un malentendido lingüistico y su difusión en Ooccidente a Marco Polo.

    Richar, en este libro se cuenta cómo después del ascetismo radical de Sabbah, su sucesor predicó todo lo contario: proclamó que el paraíso ya había llegado y que hasta rezar era herejía ¿ todo esto es cierto?

    Saludos

  19. richar dice:

    Efectivamente, algo de eso había. Lo que no recuerdo es si era el inmediato sucesor de Sabbah o alguno posterior, pero sí que durante un tiempo se cambió -luego se volvió al estado original- la norma religiosa por completo.

    Un saludo,
    Richar.

  20. daniel dice:

    donde puedo conseguirlo para leerlo?

  21. al-Akbar dice:

    El concepto de taqiya تقية también se ha usado en el ámbito sunní, aunque con menos proliferación. Un ejemplo es la famosa fatua del mufti de Orán que recomendaba a los moriscos hacer uso de ella ante las autoridades de la Monarquía Hispánica a mediados del siglo XVI.

  22. mohamed dice:

    Creo k uno de sus sucesores es hoy día Agha Khan

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