333 HISTORIAS DE LA TRANSICIÓN – Carlos Santos
«Libertad, libertad, sin ira libertad» (grupo Jarcha, 1976)
Llámame la atención ciertas actitudes que veo hoy en día en la calle. Por arte de magia, de la noche a la mañana el cutis masculino ha sufrido una transformación. Se han vuelto a poner de moda las barbas (aunque ahora más cuidadas y perfumadas); ha vuelto la pana, tela que hace tiempo estaba desterrada de los armarios; los pantalones van más sueltos e incluso he vuelto a ver algún que otro de pata de elefante; y los chándales y jerséis rememoran épocas pretéritas, de allá de los setenta. Se le llama moda vintage o retro, pero en verdad lo que se aprecia es una tendencia a volver a una época, en que nuestro país era un volcán en ebullición en donde no sabías si tras una reunión en un hotel secreto renacería un nuevo espíritu democrático o todo el tablero estallaría en mil pedazos abocándonos a una nueva guerra civil entre los dos eternos antagonistas.
Parece que todo vuelve, y que, sobre todo los de nuestra generación, queremos gozar de nuevo de aquellos años en donde el sepia se transformó en el tecnicolor de la esperanza. Aquella época tuvo un nombre, Transición, y mal que les pese a las nuevas tendencias políticas actuales que ven en ella todo lo malo que existe ahora queriendo tirar a la basura lo “viejo”, es justo reconocer que el estado democrático de libertad sobre el que vivimos tuvo unos cimientos que es necesario recordarlos no solo con nostalgia sino con justicia merecida.
Así pues todos los libros que traten, de manera verídica, aquellos años son bienvenidos. Uno de estos es el que traigo entre manos, 333 Historias de la Transición, escrito por el periodista Carlos Santos y editado por la Esfera de los Libros en 2014. A pesar de ser una miscelánea con un buen número de historias y curiosidades de una época ya pasada, se trata de un libro que recrea como pocos todo lo que se vivió en aquellos años que vivimos peligrosamente. Como nos indica el autor la Transición no fue un boom que nació de buenas a primeras un 20 de Noviembre de 1975, cuando murió Franco sino que ya se estaba fraguando unos años antes de la muerte del dictador. Cuando los españoles que habían sido emigrantes y volvían de nuevo a esta vieja piel de toro trayendo ideas frescas de Europa; cuando las familias del bunker franquista se lanzaban los trastos a la cabeza; cuando los profesores y alumnos corrían delante de los grises; cuando el Mayo francés del 68 y los aires renovados del Vaticano barrieron viejas conciencias arcanas; y en fin… cuando los españoles se sintieron optimistas, ahí fue precisamente el momento en que empezó a desmoronarse el gigante del Régimen del anciano Caudillo. A partir de ahí el libro de Carlos Santos nos ameniza con los puntos principales y anecdóticos que tuvo como comienzo el sonido trágico, al igual que el descorche de una botella de champan, que hizo el coche de Carrero Blanco y siguió con el continuo baile de cambios en la presidencia del gobierno hasta la Constitución y las primeras elecciones democráticas en España.
Lo interesante de esta sucesión de historias es que en todas ellas estuvo presente el autor. Es por tanto una miscelánea real, honesta y leal a la verdadera historia que se vivió en aquella época no solo en los rincones oscuros del parlamento o en los corrillos de los principales periódicos de entonces sino también en la calle, los bares, y en cualquier casa de cualquier español que estuviera pendiente de la radio y la televisión. A Carlos Santos le gustaba recoger en libretas todas las impresiones y curiosidades que veía y gracias a ellas podemos gozar de un buen número de historias que harán las delicias de todos los que apreciamos años que nos dejaron sin aliento y que en estos momentos tan convulsos deberían ser tomados como ejemplo. Nos encontramos por tanto con un relato, hecho desde el cariño, de forma coral y que reúne chispazos políticos y a la vez de la cotidianidad. En resumidas cuentas les animo a que se hagan con este ejemplar, lo abran por cualquier lado y se relajen leyendo la crónica de un tiempo en que la pana y el consenso se dieron la mano.
Llevo tiempo queriendo leer los de Eslava Galán sobre la Guerra Civil, el Franquismo y la Transición y sé que eres un gran admirador de ellos; este parece otro buen candidato.
Vaya época que nos toca vivir, vuelve la pana pero no el consenso XD
Me ha encantado esta reseña!!!
Es lo único que puedo decir… Y dar las gacias por compartirla
¡Tiempos de nostalgia! ¡Reseñas para ella!
Soy demasiado viejo, ¡Yo ya había nacido por aquel entonces!
Somos vástagos de la Transición, hijos de un tiempo bisagra ;-)
Los 80. Tema inevitable del carnaval de este año. Los 80. Y antes de los 80 los 70. El tiempo que no nos hizo libres pero si sentirnos como tales.