LA SEÑORA SIMPSON – Charles Higham
Wallis Simpson no era una buena persona.
Este puede ser un buen resumen del libro.
Su marido, el rey que no fue, no mejoraba mucho la media de la pareja.
Este es un resumen aún mejor.
Encima, los dos, aparte de clasistas, ignorantes y egoístas, eran fascistas.
Este es un resumen perfecto.
Es curioso cómo una persona puede dedicar un tiempo considerable (es asombroso el número de entrevistas realizadas y de fuentes consultadas) y un esfuerzo notable a relatar la biografía de un personaje que no le resulta agradable.
Pero aquí está el resultado.
Al autor no le falta práctica, ya que se especializó en biografías de personajes famosos, así que es de suponer que en un círculo tan reducido lograse una notable “economía de escala” reaprovechando entrevistas y fuentes.
En todo caso, este es un volumen contundente, donde se describe tanto a la protagonista como a su época. Un cierto modo de ver el mundo, el de una clase aristocrática, ociosa y arrogante, que vivía entre el privilegio y el aburrimiento.
Wallis, cazafortunas sin escrúpulos, arribista, hedonista, materialista, calculadora… Fascista.
Eduardo VIII, ingenuo, maleducado, ignorante, petulante, engreído, caprichoso… Fascista.
Y alrededor, la alta sociedad de su tiempo.
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Interesante personaje que estuvo a punto de destruir a una monarquía. ¿Habla de la famosa «presa de Cleopatra»? Lo lei hace tiempo en un libro de Eslava Galán y me resultó muy llamativo.
Pero.. pero… abdicó por amor, que gran corazón, renunció al poder y todo eso…
Si es libro es tan desmitificador como parece, mejor que mejor. :D
Curiosa reseña, en paralelo con la actualidad, cuando otro Windsor se ha comprometido con otra norteamericana divorciada. ¿Coincidencia?….sólo Uro lo sabe ;-)
La familia real británica y sus matrimonios siempre fueron algo especial, desde Enrique VIII e incluso antes.
De todas maneras hasta que punto esos aspectos negativos de ese matrimonio no eran una situación vigente en la clase dominante de ese momento.
Pués no, llamada por otros «presa de Casanova», no es mencionada en el libro. Sólo permanentes referencias a su sofisticación erótica, aprendida en los burdeles chinos. (Rumor insistente que el autor comenta en varias ocasiones)
Querido Vori, en varias partes del libro se testimonia como el rey emérito afirmó que de haber sabido cómo se reduciría su nivel de vida… Se lo habría pensado mejor
Antígono, emérito tú, pero entre los caldeos.
La reseña partió hace meses, pero la magia de his libris obra la sincronía
Certero juicio APV. La sanción moral es la del autor, no la de la sociedad. Eduardo fue un calco de su hermano, el duque de Kent. Sólo que uno matrimonió dentro de su clase y conforme a su estado. A Eduardo sólo se le reprochó en vida su matrimonio, no sus ideas políticas.
Por cierto que me resisto a aceptar las menciones continuas a que durante el breve milenio alemán, el Führer disfrutase abiertamente admirando la figura elegante y distinguida de Wallis.
Interesante parece…