POR QUÉ EL 18 DE JULIO… Y DESPUÉS – Julio Aróstegui

POR QUÉ EL 18 DE JULIO... Y DESPUÉS, Julio Aróstegui«Este libro se concibió y se ha escrito con una previsión presente desde su origen: la de que sus páginas comenzasen con una encarecida, enfática y puede que algo extraña petición al lector […]: que se adentre en la lectura de estas páginas con la disposición de ánimo que tendría quien nunca hubiese sabido nada, oído o leído cosa alguna sobre una cierta y lejana guerra civil que comenzó en España hace setenta años. Como si tuviese ahora noticia por primera vez de un suceso del que nada sabía, del que nada oyó, como si fuese una efemérides de las que nunca participó, ni la hubiese recordada.

Y si ese lector inocente no existiese, entonces esta singular petición significaría, para el lector real, un ejercicio de abstracción, de olvido, de puesta entre paréntesis, provisionalmente al menos, si no puede pedirse más, de aquello que, sobre la guerra civil que asoló nuestro país en el siglo pasado, entre 1936 y 1939, le contaron en su familia, leyó, aprendió en la escuela y en los medios de difusión, o que supo por la propaganda de uno u otro bando y sus herederos, o por los libros de historia… Se le pide, pues, que se haga inocente o ingenuo, ignorante al estilo socrático. Y luego, lector, cuando llegues al final, y así te lo deseo, habrá llegado el momento de dudar, preguntar y discutir…»

Así empieza en el prólogo de este libro, Por qué el 18 de julio… y después (Flor del Viento, 2006), su autor, Julio Aróstegui. De este modo quiero empezar la reseña de este libro: un libro que de la amplísima producción historiográfica del 2006, 75º aniversario de la II República y 70º aniversario del inicio de la Guerra Civil, quisiera destacar. Un libro que creo que quedará como un referente en la historiografía del tema, una vez los fastos conmemorativos de este 2009 – 75ª aniversario del final de la guerra – den paso a más títulos sobre el tema.

El tema de la Guerra Civil, de sus causas y consecuencias, ha marcado el debate histórico en las últimas décadas, especialmente en los últimos diez años. Las obras de Hugh Thomas y Gabriel Jackson, aunque superadas por los avances de la investigación histórica, marcaron la senda a continuar. Recientemente hemos asistido a la publicación o la reedición de abundantes obras sobre el tema, destacando en concreto La Guerra Civil española, de Antony Beevor (Crítica, 2005), que abrió el año de las conmemoraciones; El infierno fuimos nosotros. La Guerra Civil española (1936-1942…), de Bartolomé Bennassar (Taurus, 2006); los tres volúmenes publicados por Jorge Martínez Reverte sobre las batallas del Ebro, Madrid y Cataluña (en Crítica, 2003-2006), o la trilogía de Ángel Viñas en Crítica – La soledad de la República. El abandono de las democracias y el viraje hacia la Unión Soviética (2006), El escudo de la República. El oro de España, la apuesta soviética y los hechos de mayo de 1937 (2007) y El honor de la República. Entre el acoso fascista, la hostilidad británica y la política de Stalin (2008) -, que ha dado nuevas interpretaciones al papel de la República en la guerra y al abandono de las potencias democráticas. E incluso a la publicación de libros de (re) interpretación historiográfica, caso de Cómo se ha escrito la Guerra Civil española, del joven investigador Carlos José Márquez (Lengua de Trapo, 2006). Un repaso al catálogo de editoriales como Crítica o Alianza da fe de lo que se ha publicado recientemente y de lo que nos queda por ver. Un artículo publicado en El País en julio de 1936 puede ser una buena guía de lectura… y que ya se ha quedado algo desfasado actualmente.

A este amplio panorama historiográfico se une el libro de Julio Aróstegui, publicado en una colección conmemorativa de 10 volúmenes publicada por Flor del Viento, entre los que se hallan autores como Gabriel Cardona, Mateo Madridejos, Eduardo Pons Prades o Josep Sánchez Cervelló, entre otros. Aróstegui, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid, ha tratado el tema de la Guerra Civil a lo largo de su carrera (una muestra de su producción historiográfica en Dialnet). Y en este caso quiere analizar el por qué del estallido de la Guerra Civil.

De este modo, el libro se estructura en dos partes: una primera parte en la que se explica el por qué del 18 de julio de 1936, y una segunda en la que se analiza el después:

– En la primera parte se relata el cómo, la narración del golpe militar en el fin de semana del viernes 17 al lunes 20 de julio de 1936, desde que Marruecos se subleva, la extensión de la sublevación a la Península y la (ineficaz) respuesta gubernamental. A continuación, Aróstegui analiza la conspiración, haciendo un repaso de lo sucedido desde diciembre de 1935 y hasta el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936; repasando los primeros pasos de la conjura, liderada por Mola (el Director), y en cómo las piezas del puzzle cívico-militar fueron encajando. En un tercer capítulo, el autor se pregunta por el por qué de la sublevación militar, en la compleja situación de España en los años treinta (reformismo, revolución y contrarrevolución), en el insurreccionalismo latente en diversos sectores de la sociedad española (no sólo el ejército), y en la incapacidad de la República, como régimen político, para intentar calmar los ánimos de diversos sectores cada vez más enfrentados.

– En la segunda parte, Aróstegui hace un ejercicio de «historia de la Guerra Civil», no al uso, que, temática y cronológicamente, sigue el relato de los acontecimientos. En el capítulo cuarto, Aróstegui analiza cómo la contrarrevolución (el golpe militar) provocó la revolución (anarquista, comunista o socialista) que hirió de muerte la supervivencia del régimen republicano. La historiografía franquista o parafranquista ha sostenido durante décadas que la sublevación militar del 18 de julio fue un acontecimiento necesario y obligado ante la situación revolucionaria en el que España estaba sumida en julio de 1936. Aróstegui fustiga esta visión, como han hecho otros historiadores, y sitúa el problema en su óptica correcta: cómo la guerra española se convirtió en un problema internacional (la compleja década de los años treinta europea);cómo el golpe militar, ante el vacío de poder y la ineficacia del Gobierno legítimo, provocó las furias iconoclastas y sanguinarias de los primeros meses de guerra en la retaguardia republicana; y cómo el gabinete de Largo Caballero (septiembre de 1936-mayo de 1937) intentó poner un poco de orden tras unas semanas de asesinatos, «paseos» y colectivizaciones.

A continuación, en el capítulo quinto se relatan los hechos que permitieron a Franco, desde septiembre de 1936 al otoño de 1937, convertirse en el Caudillo de la España nacional: desde una indefinición política inicial de la insurrección, que poco a poco camina hacia la unificación de los diversos sectores implicados (monárquicos alfonsinos, carlistas, cedistas, falangistas, lligaires, militares republicanos, etc.). En el capítulo sexto se narran los diversos frentes militares, desde la primavera de 1937 y hasta el desenlace de la batalla del Ebro en noviembre de 1938; al mismo tiempo se relatan las luchas intestinas en el bando republicano, la caída del Gobierno de Largo Caballero a causa de los hechos de mayo de 1937; las disensiones internas del PSOE, el papel cada vez más preponderante de los comunistas en el Gobierno, la política de resistencia a ultranza (Negrín) frente a posibles acuerdos con el enemigo (Azaña), etc. Por último, en el capítulo séptimo se habla de la destrucción de la República, de las últimas campañas militares, el golpe de Casado y el desplome del régimen republicano.

En conclusión, creo que estamos ante un libro que, como ya se ha comentado, será de referencia casi obligada durante los próximos años. Aróstegui, en un ritmo ágil y ameno – aunque en alguna ocasión es más denso de lo conveniente, como cuando se habla de las colectivizaciones anarquistas -, nos hace una historia de la Guerra Civil, incidiendo en las cuestiones de fondo más que en las batallas o los sucesos políticos. El libro navega entre el por qué, el cómo y el qué a lo largo de sus casi 600 páginas. Constantemente el autor realiza una disección y una interpretación de los hechos que, en su mayor parte, son conocidos por el lector ya avezado en la materia. Para el lector que no quiere una simple narración de los hechos, el libro será de gran valor; para aquellos que huyan de descripciones farragosas de batallas y luchas políticas, el libro será muy interesante; para los que quieren una explicación que incida en las causas de la guerra y en sus consecuencias, el libro es de obligada referencia. Quizá haya que reprocharle a la editorial bastantes erratas tipográficas, muchas de ellas en el primer capítulo, que, sin embargo, no entorpecen la lectura.

Un libro muy recomendable, sin la menor duda.

[tags]POR QUÉ EL 18 DE JULIO… Y DESPUÉS, Julio Aróstegui[/tags]

ampliar

Compra el libro
Ayuda a mantener Hislibris comprando «Por qué el 18 de julio… Y después» en La Casa del Libro.

     

14 comentarios en “POR QUÉ EL 18 DE JULIO… Y DESPUÉS – Julio Aróstegui

  1. juanrio dice:

    Parece que pinta bien este libro. Por lo que dices podría considerarse un libro de referencia en cuanto a un estudio general de la Guerra Civil. Como bien dices, tanto Thomas como Jackson, siéndo interesantes ambos, han quedado un tanto superados. Tras tantos años pasados y tantos libros escritos sobre el tema da la impresión de que nos sigue faltando el libro que aune razones y permita no forjar una impresión sesgada sobre nuestra historia.

  2. Jurado nº 1 dice:

    Sí, de hecho, debería ser de referencia, sobre todo para el análisis de las causas del conflicto. En la segunda parte hay más un estilo narrativo de los hechos, mientras que en la primera, por el contrario y a la inversa, se analizan las causas, el «por qué», del 18 de julio de 1936… y después.

  3. Hindenburg dice:

    Pues si la hipótesis del prólogo pudiera darse, lo gracioso es que casi nadie leeria este libro. Me parece que el autor es un pélín hipócrita en sus intenciones, sabe que va a rebufo de la pólemica pero adopta una pose de supuesta imparcialidad.

  4. Hindenburg dice:

    Perdón con el «pë lïn»

  5. David L dice:

    Buena reseña farsalia. El libro en cuestión lo he tenido en la mano muchas veces, pero todavía no me he decidido a comprarlo. Tengo algún que otro dentro de esta misma colección que conmemora el 70 aniversario de la GCE. Para mí, habitual lector y consumidor de lectura “guerracivilera”,me resultaría difícil poder abstraerme de todo lo que he leído sobre el tema, ahora bien, creo que Aróstegui merece con esta obra una oportunidad de poder dar respuestas a las numerosas cuestiones que sobre los orígenes de la GCE siguen existiendo hoy en día. Me gusta lo que comenta el autor en su prólogo, eso de que al final de la lectura del libro llegará el momento de preguntar, dudar y discutir. No sé ni los libros que me he leído sobre la II República y la GCE, pero desde luego lo que sí puedo garantizar es que todavía estoy intentando encontrar la respuesta a tantas y tantas dudas que me siguen surgiendo cada vez que afronto una nueva lectura sobre la Guerra Civil española.

    Un saludo.

  6. farsalia dice:

    La cita del prólogo tiene un evidente componente retórico, pero también hace que te preguntes: «¿será verdad lo que dice o es una manera de vender el libro?» La respuesta sólo puede llegar con la lectura del libro, y entonces es cuando el lector asume sus propias conclusiones.

    No es un libro con voluntad de polémica, es un libro académico que trata de apartarse de debates controvertidos generalmente estériles (y que sí sirven para vender). Trata de responder la pregunta del por qué, del cómo y, en cierto modo, del qué (los hechos). En este sentido, yo diría que el autor lo consigue en un porcentaje muy elevado.

  7. David L dice:

    Aunque a veces el nombre del autor no sea garantía siempre de que el libro vaya a ser bueno, en este caso, siendo del profesor Aróstegui, creo que la inversión merecerá la pena.

    Un saludo.

  8. Laurence dice:

    Este libro lo apunto, pero para regalarlo. Y a mí el prólogo me gusta. Es más, creo que no me costaría en exceso colocarme en el papel de ese lector.

    Y David L., aunque no comparto contigo el gusto, no sólo lo respeto (que faltaría más), es que te admiro. Cada vez que leo tus intervenciones sobre el tema me quedo con la mandíbula desencajada. Y no sólo por el conocimiento que revela, sino por la pasión que transmites conjugado todo ello con mucha humildad y templanza (y encima con un tema que aún enciende tantas polémicas).

    «Me gusta lo que comenta el autor en su prólogo, eso de que al final de la lectura del libro llegará el momento de preguntar, dudar y discutir. No sé ni los libros que me he leído sobre la II República y la GCE, pero desde luego lo que sí puedo garantizar es que todavía estoy intentando encontrar la respuesta a tantas y tantas dudas que me siguen surgiendo cada vez que afronto una nueva lectura sobre la Guerra Civil española.»

    Vamos, que me quito el sombrero.

    Saludos.

  9. David L dice:

    Gracias Laurence por tus palabras. Una cosa que he aprendido, después de haberme leído un buen número de libros sobre la GCE, es que si quieres conocer lo que pasó en aquella tremenda tragedia nacional debes hacerlo sin rencor ni odios. Yo le pongo pasión, pero no apasionamiento, conceptos que en mi opinión son diferentes. Pasión porque me gusta el tema desde que era bien pequeño y compraba todo lo que se publicaba sobre la GCE, pero sin apasionamiento, porque el tema sigue siendo tan delicado de tratar, aún hoy en día, que sino cuidas y mides las palabras enseguida se malinterpreta y se acaba entrando en discusiones que no llevan a ningún lado.

    Un saludo.

  10. farsalia dice:

    David dice:

    «si quieres conocer lo que pasó en aquella tremenda tragedia nacional debes hacerlo sin rencor ni odios.»

    Cierto, y es como debería ser, aunque la realidad es otra…

    Aróstegui no es de los historiadores patrios que más me gusten, pero en este libro hace un excelente trabajo. Supongo que una posterior edición mejoraría y actualizaría algunos aspectosl, pero ya se sabe…

  11. juanrio dice:

    Uno no puede evitar estar posicionado en relación a la Guerra civil, o posicionarse, lo que no debe es cerrar los sentidos, entre ellos el menos común, y escuchar los argumentos del que se situa y piensa de otra manera. Otra cosa será compartirlos. Lo que no acepto es la verdad absoluta sobre algo tan complejo y tan sujeto a interpretación.

  12. David L dice:

    A mí me gusta participar en foros especializados sobre la GCE, y ahí las pasiones se desatan. Hay gente de todo tipo, pero tienes que hilar muy fino para no entrar en broncas que no te llevan a nada. Te encuentras gente de todo tipo, desde los que creen que la guerra fue entre España y la anti-España hasta los que piensan que la revolución posterior al golpe se quedó corta. Por supuesto, también encuentras gente muy sensata y preparada de los que aprendes un montón. Personalmente he tenido la oportunidad de poder, vía email, hablar y preguntar a algún que otro historiador especialista en el tema. Guardo con mucho cariño un cruce de mensajes con el hispanista británico Michael Alpert en torno a una duda que me surgió sobre la rebelión en Barcelona y el coronel Escobar. Él, muy amable, me contestó ipso facto.

    Cambiando de tema, y ya refiriéndome a la persona del autor de este libro, el profesor Aróstegui, me gustaría preguntarte farsalia por qué no te gusta, o mejor dicho, que es lo que no te gusta de este historiador.

    Un saludo.

  13. farsalia dice:

    En general, sus libros me aburren, aparte de que me suele cansar su estilo pontificante, a medio camino del profesor de secundaria que desde el púlpito da su sermón y del mosén dominical, con algunas rémoras tuñonianas. El hecho es que, justamente, en este libro no me encuentro al Aróstegui de siempre.

    Por cierto, supongo que ya habrás hojeado el último libro de Jorge Martínez Reverte, [url=http://sullanus.blogspot.com/2009/04/en-los-frentes-de-batalla-de-jorge.html]’El arte de matar. Cómo se hizo la Guerra Civil española'[/url] (RBA).

  14. sonia carcamo carcamo dice:

    me resulta muy interesante como material de estudio

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Hislibris te informa de que los datos de carácter personal que nos proporciones rellenando el presente formulario serán tratados por Ediciones Evohé, S.L. como responsable de esta web. La finalidad de la recogida y tratamiento de los datos personales que te solicitamos (nombre y correo electrónico) es únicamente gestionar los comentarios que realices en este blog y jamás serán compartidos con terceros (salvo requerimiento legal). Legitimación: Al marcar la casilla de aceptación estás dando tu legítimo consentimiento para que tus datos sean tratados conforme a las finalidades de este formulario descritas en la política de privacidad. Como usuario e interesado te informamos de que los datos que nos facilitas estarán ubicados en los servidores de Factoría Digital (proveedor de hosting de Hislibris) dentro de la UE. Ver política de privacidad de Factoría Digital. Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos en hislibris@hislibris.com e info@edicionesevohe.com, así como el derecho a presentar una reclamación ante una autoridad de control.