El último aria – Martin Lorenzo (largo)
- viajera_temporal
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Re: El último aria – Martin Lorenzo (largo)
Buenas tardes, Martín Lorenzo
Una historia entrañable, bien contada, con sutileza y sensibilidad, me gustó. Una historia de "empoderamiento" de una mujer que ya no quiere ser la "cosa" de un rey, que se pelea contra la administración... Y un final feliz. Todo esto, desgranando el repertorio de Verdi. La historia no ofrece mucho más, y me parece que en algún momento es un poco reiterativo, pero sólo son 5000 palabras, así que no sé si cabría más.
suerte en el concurso
Una historia entrañable, bien contada, con sutileza y sensibilidad, me gustó. Una historia de "empoderamiento" de una mujer que ya no quiere ser la "cosa" de un rey, que se pelea contra la administración... Y un final feliz. Todo esto, desgranando el repertorio de Verdi. La historia no ofrece mucho más, y me parece que en algún momento es un poco reiterativo, pero sólo son 5000 palabras, así que no sé si cabría más.
suerte en el concurso
- EyloMarquez
- Mensajes: 464
- Registrado: Mié Oct 02, 2024 5:56 pm
Re: El último aria – Martin Lorenzo (largo)
Bonito relato sobre una supuesta amante de Alfonos XIII que busca abrirse camino por sí misma tras el abandono real. Me ha gustado la historia y cómo está retratado el personaje, que no tengo muy claro si es real, porque he encontrado una escuela de música Mercedes Villanueva, pero nada sobre ella...
Se me hace un poco raro el acoso de los burócratas después de abrir la escuela. ¿Pensaban cerrársela para que se enfadase y montase un poyo? Entiendo la coacción inicial, para que no la monte de entrada, pero cuando ya ha pasado un tiempo y ha permanecido callada... Igual cuando caigan las máscaras.
Enhorabuena, autora y gracias por compartir tu relato.
Se me hace un poco raro el acoso de los burócratas después de abrir la escuela. ¿Pensaban cerrársela para que se enfadase y montase un poyo? Entiendo la coacción inicial, para que no la monte de entrada, pero cuando ya ha pasado un tiempo y ha permanecido callada... Igual cuando caigan las máscaras.
Enhorabuena, autora y gracias por compartir tu relato.
Re: El último aria – Martin Lorenzo (largo)
Me ha resultado fácil de leer gracias a la pulcritud del texto; al final, me han venido a la mente los principios de la Revolución francesa: libertad, igualdad, fraternidad.
Pero encuentro algunos puntos que chirrían:
«… hay algo que necesito saber, ¿valió la pena?»
¿A qué se refiere?
Sabemos que es el rey quien ha finalizado la relación con ambas; es decir, ellas no han tomado ninguna decisión respecto a abandonar «la jaula dorada», así que, en este punto, no ha habido una elección que justifique la pregunta.
También sabemos que Elena, al parecer, tenía el proyecto de un hospital benéfico:
«Como fue coincidencia que su hospital benéfico no recibiera los permisos necesarios después de su última visita real.»
«También me habló de proyectos: un hospital moderno, atención para los pobres…»
He dicho «al parecer» porque al principio de la carta le ha preguntado:
«¿Le habló también de construir un teatro?» ¿No debería decir «un hospital»?
Y sabemos que nuestra protagonista está haciendo gestiones para abrir una academia privada de música.
«Señorita Villanueva, ¿es cierto que piensa abrir una escuela de canto?»
Aquí hago un inciso: ¿«Señorita» y tiene una hija? No puede ser del rey, porque estamos en 1927, al que conoció en 1922, y la joven tiene dieciséis años.
Entonces, el «¿valió la pena?» ¿se refiere a intentar abrir un hospital benéfico «convirtiendo un regalo real en dinero», es decir, vendiendo joyas recibidas en su etapa de amante?
Elena, en su carta, dice: «…me quité el collar (de zafiros), se lo entregué…», en consecuencia, no ha podido venderlo. Aunque podría tener otras joyas.
Y luego el diálogo entre el secretario y la protagonista que, para mí, es cuando se rompe el encadenamiento lógico:
«Elena Domínguez —dijo él…— tomó decisiones… precipitadas»
«¿Como convertir un regalo real en un proyecto benéfico?»
«España necesita artistas como usted. Artistas que entiendan su lugar, que respeten las tradiciones....Como la tradición de la discreción. Su majestad puede ser muy generoso con quienes entienden estas... sutilezas. O muy inflexible con quienes las olvidan.»
¿De qué estamos hablando? ¿De ser discretas acabada la relación? ¿O de no intentar hacer realidad un proyecto que el rey ha abandonado al mismo tiempo que a su amante?
Elena parece presentar una tercera opción: «Su carta me encontró en Barcelona, donde ahora dirijo una pequeña librería. ¿Que si valió la pena? Cada día me lo pregunto cuando abro las puertas de mi negocio … La noche que esperaba su visita final, recibí en cambio a Don Francisco. Traía papeles, regulaciones, problemas con los permisos… 'Su Majestad lamenta...' comenzó a decir. Pero no le dejé terminar. Me quité el collar, se lo entregué y esa misma noche tomé el tren a Barcelona»
La opción que ella evalúa es la de quedarse en Madrid con las joyas y perseguir su proyecto de hospital público o devolver el collar, resignar el proyecto (el que compartía con el rey) y empezar uno propio más modesto.
Sin embargo, la lectura que la protagonista hace de esta carta parece reafirmarla en la primera opción —la que Elena ha descartado—, aunque a mí me da la impresión de que ella cree que está siguiendo su ejemplo. No sé.
Hay algunos otros detalles que también me parecen contradictorios:
«¿Tiene usted título oficial del Conservatorio?»
No lo tiene y, sin embargo, se compromete «a cumplir con cada requisito por encima de lo exigido».
Aunque este impedimento tal vez se haya resuelto así:
«Don Francisco, asegúrese de que la Academia Villanueva reciba todos los permisos necesarios. Y … gracias por la lección.»
Esta frase, sin embargo, no me parece coherente con el perfil del personaje. Alguien que «desea hacerle el honor de su visita» es bastante dudoso que, unos días más tarde, diga «gracias por la lección».
Finalmente, el viernes de esa misma semana, «En el salón, ahora transformado en aula principal, Carmen dirigía a un grupo de muchachas que colocaban las sillas en semicírculo. … Las primeras alumnas de su academia.»
¿Cómo es posible que tengan este repertorio si acaban de empezar?: "Vissi d'arte" de Tosca; "Va, pensiero" de Nabucco; "Chi il bel sogno di Doretta" de La Rondine.
Pero encuentro algunos puntos que chirrían:
«… hay algo que necesito saber, ¿valió la pena?»
¿A qué se refiere?
Sabemos que es el rey quien ha finalizado la relación con ambas; es decir, ellas no han tomado ninguna decisión respecto a abandonar «la jaula dorada», así que, en este punto, no ha habido una elección que justifique la pregunta.
También sabemos que Elena, al parecer, tenía el proyecto de un hospital benéfico:
«Como fue coincidencia que su hospital benéfico no recibiera los permisos necesarios después de su última visita real.»
«También me habló de proyectos: un hospital moderno, atención para los pobres…»
He dicho «al parecer» porque al principio de la carta le ha preguntado:
«¿Le habló también de construir un teatro?» ¿No debería decir «un hospital»?
Y sabemos que nuestra protagonista está haciendo gestiones para abrir una academia privada de música.
«Señorita Villanueva, ¿es cierto que piensa abrir una escuela de canto?»
Aquí hago un inciso: ¿«Señorita» y tiene una hija? No puede ser del rey, porque estamos en 1927, al que conoció en 1922, y la joven tiene dieciséis años.
Entonces, el «¿valió la pena?» ¿se refiere a intentar abrir un hospital benéfico «convirtiendo un regalo real en dinero», es decir, vendiendo joyas recibidas en su etapa de amante?
Elena, en su carta, dice: «…me quité el collar (de zafiros), se lo entregué…», en consecuencia, no ha podido venderlo. Aunque podría tener otras joyas.
Y luego el diálogo entre el secretario y la protagonista que, para mí, es cuando se rompe el encadenamiento lógico:
«Elena Domínguez —dijo él…— tomó decisiones… precipitadas»
«¿Como convertir un regalo real en un proyecto benéfico?»
«España necesita artistas como usted. Artistas que entiendan su lugar, que respeten las tradiciones....Como la tradición de la discreción. Su majestad puede ser muy generoso con quienes entienden estas... sutilezas. O muy inflexible con quienes las olvidan.»
¿De qué estamos hablando? ¿De ser discretas acabada la relación? ¿O de no intentar hacer realidad un proyecto que el rey ha abandonado al mismo tiempo que a su amante?
Elena parece presentar una tercera opción: «Su carta me encontró en Barcelona, donde ahora dirijo una pequeña librería. ¿Que si valió la pena? Cada día me lo pregunto cuando abro las puertas de mi negocio … La noche que esperaba su visita final, recibí en cambio a Don Francisco. Traía papeles, regulaciones, problemas con los permisos… 'Su Majestad lamenta...' comenzó a decir. Pero no le dejé terminar. Me quité el collar, se lo entregué y esa misma noche tomé el tren a Barcelona»
La opción que ella evalúa es la de quedarse en Madrid con las joyas y perseguir su proyecto de hospital público o devolver el collar, resignar el proyecto (el que compartía con el rey) y empezar uno propio más modesto.
Sin embargo, la lectura que la protagonista hace de esta carta parece reafirmarla en la primera opción —la que Elena ha descartado—, aunque a mí me da la impresión de que ella cree que está siguiendo su ejemplo. No sé.
Hay algunos otros detalles que también me parecen contradictorios:
«¿Tiene usted título oficial del Conservatorio?»
No lo tiene y, sin embargo, se compromete «a cumplir con cada requisito por encima de lo exigido».
Aunque este impedimento tal vez se haya resuelto así:
«Don Francisco, asegúrese de que la Academia Villanueva reciba todos los permisos necesarios. Y … gracias por la lección.»
Esta frase, sin embargo, no me parece coherente con el perfil del personaje. Alguien que «desea hacerle el honor de su visita» es bastante dudoso que, unos días más tarde, diga «gracias por la lección».
Finalmente, el viernes de esa misma semana, «En el salón, ahora transformado en aula principal, Carmen dirigía a un grupo de muchachas que colocaban las sillas en semicírculo. … Las primeras alumnas de su academia.»
¿Cómo es posible que tengan este repertorio si acaban de empezar?: "Vissi d'arte" de Tosca; "Va, pensiero" de Nabucco; "Chi il bel sogno di Doretta" de La Rondine.
Re: El último aria – Martin Lorenzo (largo)
Parco en palabras hasta agotar las posibilidades para ser aceptado en concurso. El ninguneo de la mujer en la corte siempre ha estado presente y la pasividad de los monarcas respecto a estas una constante a lo largo de la historia. Con todo, me parece una reivindicación del papel de la mujer de la época, esteriotipándola hasta victimizarla sin darse cuenta el autor, es una opinión subjetiva. Despecho, recelo, ansias de superación y muchas más acepciones que no desentonan gracias a una técnica literaria aceptable, sin asumir riesgos. Gracias por participar y suerte en el certamen.
Re: El último aria – Martin Lorenzo (largo)
Los espacios entre párrafos han entorpecido la lectura. Es algo importante a cuidar, exactamente como el propio autor/a hace con la prosa.
Otra cuestión sobre la forma: tras los dos puntos (:) la línea de diálogo a un siguiente párrafo.
Gran sensibilidad, y con pocas palabras define a los personajes. Ella me ha encantado. El rey y el secretario muy bien retratados. Me ha gustado mucho esta historia, muy original, distinta, y está francamente bien contada.
Tan solo una pega aparte de lo indicado sobre la forma: se hacen constantes alusiones a la libertad, los sueños, el cambio del sistema, etc. en la segunda parte del relato. La gran sutileza mostrada en la primera parte, en la que se entiende perfectamente qué siente y qué espera la protagonista desaparece en la segunda. Las reiteraciones explícitas a esas ideas (sin cambiar la forma de expresarlas o mostrarlas) se hacen un poco pesadas. Son cosas que creo que basta con explicitar una vez en un texto tan breve. Es mucho mejor mostrarlo de forma indirecta mediante comportamientos, etc., y no insistir al lector con los deseos de la protagonista para que queden claros.
En cualquier caso y a pesar de los reparos, la historia me ha gustado mucho.
Otra cuestión sobre la forma: tras los dos puntos (:) la línea de diálogo a un siguiente párrafo.
Gran sensibilidad, y con pocas palabras define a los personajes. Ella me ha encantado. El rey y el secretario muy bien retratados. Me ha gustado mucho esta historia, muy original, distinta, y está francamente bien contada.
Tan solo una pega aparte de lo indicado sobre la forma: se hacen constantes alusiones a la libertad, los sueños, el cambio del sistema, etc. en la segunda parte del relato. La gran sutileza mostrada en la primera parte, en la que se entiende perfectamente qué siente y qué espera la protagonista desaparece en la segunda. Las reiteraciones explícitas a esas ideas (sin cambiar la forma de expresarlas o mostrarlas) se hacen un poco pesadas. Son cosas que creo que basta con explicitar una vez en un texto tan breve. Es mucho mejor mostrarlo de forma indirecta mediante comportamientos, etc., y no insistir al lector con los deseos de la protagonista para que queden claros.
En cualquier caso y a pesar de los reparos, la historia me ha gustado mucho.
Re: El último aria – Martin Lorenzo (largo)
Hola Martin.
Me ha gustado bastante tu relato.
Tan sólo me ha sobrado alguna idea excesivamente repetida en la última parte del texto. Creo que no es necesaria tanta insistencia para comprender esta historia de empoderamiento femenino que tiene el mérito de no caer en tópicos.
Muy bien descritos los personajes y las situaciones e, incluso, el comportamiento del propio monarca, del que hay quien asegura que fue el Rey con más amantes de nuestra Historia. No sé si será cierto, pero parece que tú te has atrevido a inventar a tu protagonista, pues creo que no se corresponde con una persona real, aunque resulta muy creíble.
Enhorabuena por tu trabajo y mucha suerte en el concurso.
Me ha gustado bastante tu relato.
Tan sólo me ha sobrado alguna idea excesivamente repetida en la última parte del texto. Creo que no es necesaria tanta insistencia para comprender esta historia de empoderamiento femenino que tiene el mérito de no caer en tópicos.
Muy bien descritos los personajes y las situaciones e, incluso, el comportamiento del propio monarca, del que hay quien asegura que fue el Rey con más amantes de nuestra Historia. No sé si será cierto, pero parece que tú te has atrevido a inventar a tu protagonista, pues creo que no se corresponde con una persona real, aunque resulta muy creíble.
Enhorabuena por tu trabajo y mucha suerte en el concurso.
Re: El último aria – Martin Lorenzo (largo)
Un relato sobre un tema original, bonito y bien escrito. Y bien documentado en el tema musical. Pero como ya he comentado en otros relatos, la ambientación tiene que cuidarse en todos los detalles o se pierde credibilidad. En Madrid en 1927, Mercedes recibe la comunicación de que el rey la visitará “este próximo viernes”. Por lo tanto, la acción del relato transcurre en un máximo de una semana. Ese día escribe una carta a Barcelona. Antes del viernes cuando está con los inspectores, ya tiene la respuesta, lo cual no es lógico. En aquella época la carta como mucho hubiera llegado a su destino. Por otro lado, algunas de las exigencias que mencionan los inspectores: ventilación, iluminación, metros cuadrados por alumno… son propias de finales del siglo XX. En Un relato de esa época son anacrónicas. Igual que la aparición de los guardias civiles en el mercado de San Miguel. Los competentes para vigilar el cumplimiento de las normas eran los guardias municipales madrileños, los famosos “Romanones”, que recibían el apodo porque fue el conde de Romanones el que creó el cuerpo a finales del siglo XIX. Y otro detalle que no es muy creíble es que los aristócratas de la época aceptaran que sus hijos se mezclaran con los de los comerciantes. Sí, en el relato suena muy bien. Pero eran muy clasistas.
Al margen de esos errores, es un relato que se lee muy bien. Si se enfocara de otra manera el tema de la academia de canto (se habla de unas normas legales en abstracto que realmente no existían), el relato ganaría muchísimo. Mi enhorabuena al autor por su esfuerzo.
Al margen de esos errores, es un relato que se lee muy bien. Si se enfocara de otra manera el tema de la academia de canto (se habla de unas normas legales en abstracto que realmente no existían), el relato ganaría muchísimo. Mi enhorabuena al autor por su esfuerzo.
Última edición por Calamus el Sab Ene 04, 2025 2:10 pm, editado 1 vez en total.
- Pero Lopez
- Mensajes: 447
- Registrado: Mié Oct 02, 2024 9:10 pm
Re: El último aria – Martin Lorenzo (largo)
Una amante real rompe la jaula y vuela con la música.
Época: Madrid, 1927.
Forma:
“«Como presidió el de Elena», pensó con amargura, aunque entonces no conocía ese nombre ni esa historia.”: Curiosidad: ¿Cómo va a pensar, si no conocía ni el nombre ni la historia?
Mucho interespaciado entre párrafos. En fin, peccata minuta.
“—Porque esta noche no cenará aquí el rey —contestó Mercedes, ajustando la partitura en el atril—. Cenará el futuro.”: Muy buena frase.
“—No, Majestad —Mercedes negó suavemente—. Solo soy la primera que se atrevió a usar esa libertad.”: ¡Bombazo! Plas, plas, plas (=aplauso del público lector).
“En el piano, los collares brillaban como promesas cumplidas, no las que otros habían hecho, sino las que ella se había hecho a sí misma.”: Siento decirte, autor, que aquí me suena a pequeño resbalón. Ya he entendido que Mercedes se ha hecho las promesas a sí misma. Creo que si lo hubieras dejado como ““En el piano, los collares brillaban como promesas cumplidas” queda más rotundo y no me cuentas algo que ya sé: “no las que otros habían hecho, sino las que ella se había hecho a sí misma”, con lo que de alguna forma me minusvaloras como lector. OJO: esto es una impresión personal, por supuesto haz lo que quieras.
“—Pase lo que pase esta noche —les dijo—, ya han conseguido algo extraordinario. Han elegido ser libres.”: Mismo comentario para “han elegido ser libres”, me suena un poco… raro. “Ya son artistas”, ¿quizá? Me estoy metiendo en tu terreno, autor, lo sé, yo aquí solo soy el lector.
“Mercedes vio a Don Francisco”: don Francisco, el don en minúscula.
“Estamos creando una red”: me suena a anacronía, a muy moderno. Ya nos dirá el autor.
“Junto a la fuente, encontró el programa del recital abandonado. En la portada, bajo el nombre de la academia, alguien había garabateado una frase: La música es el único arte que no puede enjaularse.”: Ahora sí me has dejado sin palabras, autor. Me has emocionado. Chapeau.
“La Bohème”: quizá podría ir en cursiva.
“—¿Qué les parece si creamos algo nuevo? —propuso—. Algo nuestro.”: GENIAL. Quizá si hubieras terminado aquí…
“Las jóvenes se reunieron alrededor del piano, sus voces mezclándose en una armonía que hablaba de futuro, de libertad, de sueños que ya no necesitaban jaulas doradas para volar.”: La frase final, siendo sobresaliente, es algo explícita, y baja medio tono el nivel de la anterior. OJO: por supuesto es mi opinión. Quizá: ““Las jóvenes se reunieron alrededor del piano, sus voces mezclándose en una armonía que hablaba de futuro, de libertad, de sueños.”
MUY BIEN ESCRITO.
Estructura:
Narra en tercera persona, Capítulos numerados con números romanos.
Arranca en 1927 y da un salto temporal a 1922.
Luego hay otro salto a 1919.
Personajes:
Mercedes, cantante.
Alfonso XIII.
Pilar, sirvienta.
Carmen, hija de Pilar.
Dolores, cocinera.
Elena Domínguez, otra cantante anterior.
Tema / Trama:
Historia de una cantante, amante de Alfonso XIII, y de una amante anterior, y de la superación por el escarmiento.
Comentario final:
Mira, no sé qué más decir. Lo has dicho todo tú. Me parece un relato, no sé si perfecto, pero que llama a la emoción. Me ha sonado a Clara Campoamor, a la ilusión del 14 de abril y la República, a las Sin Sombrero, a Gregorio Marañón, a Manuel de Falla, y me van a perdonar los que no sean españoles por el patrioterismo, a lo mejor de España, a pesar de la propia España. Además el relato pasa por una “sororidad” que a veces solo las mujeres pueden armar. Libertad, superación, música. Para mí, me has invocado a la emoción. Lo dejaré reposar y lo leeré más adelante, pero la imagen de las jóvenes cantantes alrededor del piano creando “algo nuestro” espero que no se me borre en mucho tiempo. ¡Enhorabuena!
Época: Madrid, 1927.
Forma:
“«Como presidió el de Elena», pensó con amargura, aunque entonces no conocía ese nombre ni esa historia.”: Curiosidad: ¿Cómo va a pensar, si no conocía ni el nombre ni la historia?
Mucho interespaciado entre párrafos. En fin, peccata minuta.
“—Porque esta noche no cenará aquí el rey —contestó Mercedes, ajustando la partitura en el atril—. Cenará el futuro.”: Muy buena frase.
“—No, Majestad —Mercedes negó suavemente—. Solo soy la primera que se atrevió a usar esa libertad.”: ¡Bombazo! Plas, plas, plas (=aplauso del público lector).
“En el piano, los collares brillaban como promesas cumplidas, no las que otros habían hecho, sino las que ella se había hecho a sí misma.”: Siento decirte, autor, que aquí me suena a pequeño resbalón. Ya he entendido que Mercedes se ha hecho las promesas a sí misma. Creo que si lo hubieras dejado como ““En el piano, los collares brillaban como promesas cumplidas” queda más rotundo y no me cuentas algo que ya sé: “no las que otros habían hecho, sino las que ella se había hecho a sí misma”, con lo que de alguna forma me minusvaloras como lector. OJO: esto es una impresión personal, por supuesto haz lo que quieras.
“—Pase lo que pase esta noche —les dijo—, ya han conseguido algo extraordinario. Han elegido ser libres.”: Mismo comentario para “han elegido ser libres”, me suena un poco… raro. “Ya son artistas”, ¿quizá? Me estoy metiendo en tu terreno, autor, lo sé, yo aquí solo soy el lector.
“Mercedes vio a Don Francisco”: don Francisco, el don en minúscula.
“Estamos creando una red”: me suena a anacronía, a muy moderno. Ya nos dirá el autor.
“Junto a la fuente, encontró el programa del recital abandonado. En la portada, bajo el nombre de la academia, alguien había garabateado una frase: La música es el único arte que no puede enjaularse.”: Ahora sí me has dejado sin palabras, autor. Me has emocionado. Chapeau.
“La Bohème”: quizá podría ir en cursiva.
“—¿Qué les parece si creamos algo nuevo? —propuso—. Algo nuestro.”: GENIAL. Quizá si hubieras terminado aquí…
“Las jóvenes se reunieron alrededor del piano, sus voces mezclándose en una armonía que hablaba de futuro, de libertad, de sueños que ya no necesitaban jaulas doradas para volar.”: La frase final, siendo sobresaliente, es algo explícita, y baja medio tono el nivel de la anterior. OJO: por supuesto es mi opinión. Quizá: ““Las jóvenes se reunieron alrededor del piano, sus voces mezclándose en una armonía que hablaba de futuro, de libertad, de sueños.”
MUY BIEN ESCRITO.
Estructura:
Narra en tercera persona, Capítulos numerados con números romanos.
Arranca en 1927 y da un salto temporal a 1922.
Luego hay otro salto a 1919.
Personajes:
Mercedes, cantante.
Alfonso XIII.
Pilar, sirvienta.
Carmen, hija de Pilar.
Dolores, cocinera.
Elena Domínguez, otra cantante anterior.
Tema / Trama:
Historia de una cantante, amante de Alfonso XIII, y de una amante anterior, y de la superación por el escarmiento.
Comentario final:
Mira, no sé qué más decir. Lo has dicho todo tú. Me parece un relato, no sé si perfecto, pero que llama a la emoción. Me ha sonado a Clara Campoamor, a la ilusión del 14 de abril y la República, a las Sin Sombrero, a Gregorio Marañón, a Manuel de Falla, y me van a perdonar los que no sean españoles por el patrioterismo, a lo mejor de España, a pesar de la propia España. Además el relato pasa por una “sororidad” que a veces solo las mujeres pueden armar. Libertad, superación, música. Para mí, me has invocado a la emoción. Lo dejaré reposar y lo leeré más adelante, pero la imagen de las jóvenes cantantes alrededor del piano creando “algo nuestro” espero que no se me borre en mucho tiempo. ¡Enhorabuena!
“Pues has de saber, querido Sancho, que el lector es un pájaro etéreo, caprichoso e inconstante, y hay que atraerlo con miguitas de pan para que lea, y a veces, ni aun así”.
Autor, valoro tu esfuerzo. Mis opiniones son mías y, por tanto, subjetivas.
Autor, valoro tu esfuerzo. Mis opiniones son mías y, por tanto, subjetivas.
Re: El último aria – Martin Lorenzo (largo)
El relato está muy bien escrito. Está claro que el autor/a ha hecho un esfuerzo importante.
Lo que más me ha gustado es la trama, que es muy original, la fluidez con la que está escrito el relato, y la conexión con la música, los arias que se van entrelazando con la trama. Buen esfuerzo, autor.
Pero he tenido la sensación al leerlo, que va de más a menos. A partir del capítulo IX, la idea de la mujer fuerte, independiente, que debe salir adelante por sí misma, y que lo consigue, es reiterativa. Pienso que aquí la trama pierde un poco.
Pero, en general, buen relato, original, y entretenido.
Gracias y suerte, Martin Lorenzo.
Lo que más me ha gustado es la trama, que es muy original, la fluidez con la que está escrito el relato, y la conexión con la música, los arias que se van entrelazando con la trama. Buen esfuerzo, autor.
Pero he tenido la sensación al leerlo, que va de más a menos. A partir del capítulo IX, la idea de la mujer fuerte, independiente, que debe salir adelante por sí misma, y que lo consigue, es reiterativa. Pienso que aquí la trama pierde un poco.
Pero, en general, buen relato, original, y entretenido.
Gracias y suerte, Martin Lorenzo.
Solo los que luchan alcanzarán la victoria.
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