Ya, pero no vayamos a herir los sentimientos de nadie
Mejor actor animal:
Descartes y los animales -> Un león y una gacela
Las vacas no miran al mar -> Parrada la vaca
Gatea'o -> caballos argentinos
El papiro que nunca existió -> un perro romano de combate
La última puerta -> chinches y pulgas muy desagradables
La nueva fuerza policial -> un perro policía
Mejores efectos especiales
ADELHEID
Existian canciones y relatos que hablaban de las noches sobre el Puente Colgante del Castillo, en el que, segun se cuenta, una sirena encallo para desposarse con el Fauno de las colinas. Cuando habia luna llena, se sentia el sonido del mar lejano, un sonido fino como un susurro. Se creia que era la Sirena que llamaba a su amado. El Espiritu del Conde Hudvalsky, el segundo ocupante del Castillo, rondaba por el lugar sin descanso. Temible como sanguinario en su vida, continuaba en el mas alla perturbando a los moradores con sus sombras y accidentes.
LA SABIDURÍA DEL MAR
Lo ultimo que alcanzo a ver sus ojos cuando otro temblor lo desperto, fue la imagen de la Diosa Astarte cayendo encima suyo. Los gritos desenfrenados de jovenes, marinos, esclavos y sacerdotisas se ahogo rapidamente al irse hundiendo el promontorio. En las profundidades marinas, habia culminado la lucha entre el Calamar y la Sirena. Atrapados por meses entre tentaculos y brazos, fatigados y desfallecidos por la titanica lucha, ella al fin pudo librarse. Una vez librada, volvio a sumergirse en la profundidad de los Oceanos.
UCRONÍA 1.1
Aquellos artilugios eran un diseño de los mejores ingenieros venidos de la Ciudad de los Autómatas, la única en África del Norte que había resistido el embate de los combatientes almohades. Aquellos vehículos tenían cuatro ruedas, sobre el cual iban montadas cuatro personas, todas ellas pedaleando para impulsarlo. Las llantas de madera recubiertas de una extraña brea negra solidificada se movían con facilidad por el escarpado terreno. Unn espeso techo hecho de placas de hierro resguardaba a los peleadores. Y un imponente ariete se cernía en contra de los enemigos.Los guerreros enemigos no podían sino observar cómo aquellas extrañas tortugas metálicas con llantas se movían en su dirección a paso lento pero seguro. Algunas de las arqueras negras comenzaron a disparar en su dirección, y revelaron su posición en el proceso. Las flechas apenas rebotaban sobre la dura coraza. De pronto, algunas de las placas laterales se abrieron, y una lluvia de balistas se dirigió con precisión hacia las amazonas enemigas, matando a varias al impactar. Las que aún estaban vivas descendieron de la montaña a toda prisa. Primera victoria para Sayyida.
TIMEO DANAO ET DONA FERENTES
Los crujidos se convierten en chasquidos de huesos que se rompen. Los hombres a su espalda se detienen. La madera alrededor del mástil al que hace unos minutos se aferraba Ariadna, está abombada. Crac. Casi se pueden ver las vetas estirándose cada vez más. Algo empuja desde abajo. Los alientos se contienen, sólo se escucha el crepitar de la madera sobre la boga. Se rompe. Las tablas quedan astilladas en vertical como dientes puntiagudos. Asoma un tímido zarcillo que comienza a enroscarse en espiral en el palo. Le sigue otro. Y después un tercero. Los hombres observan boquiabiertos cómo la hiedra se extiende poco a poco. A un ritmo de crecimiento prodigioso, los tentáculos asfixian los aparejos de todo el barco. Pero el milagro no ha acabado. El mástil comienza a temblar como si una mano invisible penetrara en su interior y lo agitara. Los chasquidos se vuelven una miríada caótica imposible de predecir. Se rasga. La madera se abre en finas tablillas que se van doblando hasta otorgarle el aspecto de una palmera muerta. Entre los restos del mástil emerge una monstruosa vid oscura que alcanza la altura de tres hombres.Los piratas están paralizados. ¿Qué clase de magia es aquella?
EL SUEÑO DE FRANZ MARC
Ya no había claridad ni lucidez. Toda línea, color o forma se había desvanecido. ¡Y justo ahora, que tenía su cara metida en el lienzo! Franz cayó en una profunda decepción. Había estado tan cerca, que pensar en olvidar el cuadro durante un tiempo y esperar a que se le ocurriera algo, ahora le parecía inimaginable. ¡De ninguna manera estaba dispuesto a esperar, habiendo sido testigo de la sombra de la revelación! Se le había entreabierto la puerta de la verdad, ¡y ahora iba a tener que esperar a que se abriera de nuevo! ¡Antes muerto!
El artista deshizo sus pasos, con la idea de ocupar su posición inicial y repetir desde allí el mismo proceso. Sin embargo, se dio que, en lugar de esto, ocurrió algo muy distinto; algo increíble. A medida que caminaba hacia atrás, Franz iba viendo cómo el cielo y la tierra persistían en rodearle; era incapaz de librarse de ellos. Confuso, se dio la vuelta. Entonces comprendió: estaba dentro del cuadro.