La balada de Silas Barnes - Tom Doniphon (corto)

[Mermaid]

Hola Tom.
Me ha gustado mucho tu relato.
Es una historia triste y hermosa a la vez.
Éste mismo comentario hice sobre otro texto de Lancaster, titulado Eran las diez menos cinco.
Y es que los dos, ambientados en épocas y circunstancias muy diferentes, narran la despedida del mundo de los vivos de personajes que sienten que su vida no tiene ya sentido alguno y lo abandonan con más o menos decisión.
El tuyo es todo un homenaje al western clásico y a ese Oeste desaparecido. Un magnífico homenaje.
No voy a ser capaz de explicarlo mejor de lo que ya lo ha hecho Tigrero.
Enhorabuena, Tom, por tu emotivo relato.

[ave]

A mí también me ha gustado el relato y el halo que lo envuelve. No me ha parecido que su final fuera predecible porque yo esperaba uno diferente. Aunque el personaje era cow-boy, no un pistolero, me había hecho a la idea de que buscara la muerte en un duelo. Lo pensé cuando aparece en el saloon el muchacho que quería continuar con esa vida caduca. Un final parecido al del relato de Borges, El Sur.

Pero así también está muy bien. Perdón por el spoiler y suerte.

[Edecán]

Muy buen relato, Tom. Atrevido al presentar un tema como el del Oeste a un concurso de relatos históricos, pero chapeau: la ambientación, la descripción, el tono general, muy bien logrado. Y, qué carajo, ¿puede haber mayor conflicto que el choque de culturas?
Se agradece leer relatos de esta calidad; sin duda, es un firme aspirante.
Salud y ¡suerte con el concurso!

[Macdonald]

Entiendo la intención del autor y lo que quería contar, ese Oeste crepuscular devorado por el progreso, un mundo que termina sin que nadie pueda hacer nada y los sentimientos que eso genera. Pero no me ha terminado de convencer el enfoque o la orientación que ha elegido para su historia. Creo que una última cabalgada de Silas contra todo lo que significa ese progreso habría sido más satisfactoria (por lo menos para mí) que la acción final que termina el relato. En todo caso, es un buen relato con un estilo bastante pulcro y un ritmo muy acertado. Resumiendo: me ha gustado pero podría haberme gustado más.

[Kelin]

Hola, Tom. Relato bastante bien escrito en el que reflejas muy bien ese mundo que desaparece ante los ojos nostálgicos de Silas. Quizás echo en falta un poco más desarrollo de la historia, creo que podría haber dado más de sí.
Luego hay detalles que no me cuadran del todo. Empiezas contando que el protagonista llega a casa reventado después de un día de trabajo y con un caballo viejo que apenas puede ya con sus huesos, pero cuando lee la carta dice que es necesario ir al pueblo. No sé, me esperaba un enfrentamiento con los del ferrocarril o algo de más enjundia, pero no, se va directo al salón a pegarse un pelotazo. Por otro lado, no termino de ver la lógica a la acción de quemar la casa para que no se la quiten; nadie le quiere quitar la casa, solo van a hacer pasar el ferrocarril por sus tierras, en ningún sitio dices que pase justo por encima. Ah, y como buen valenciano te puedo decir que si rocías las vigas con pólvora el fuego no se expande lento ni al principio ni al final, es más, no creo que hubiera necesitado pegarse un tiro para irse para el otro barrio.
Por la parte de la escritura en sí, nada que objetar, como dije antes, me parece un relato muy bien escrito.
En resumen, un relato muy bueno que podría haber sido todavía mejor. Aun así, lo tendré en cuenta.
Gracias, autor/a, por exponer tu criatura. Mucha suerte.

[AguilaKen]

Ley de Tierras, si es una ley como tal, debería ir con mayúscula.

Y ya. No hay más pegas. Hasta me ha emocionado la despedida. Un cuento lleno de nostalgia y pena por el tiempo perdido.

Enhorabuena. No digo más porque no puedo cuando algo está tan bien.

[maqroll]

Bravo, Tom. Trasladas la impresión de un mundo en cambio hacia un futuro incierto, un mundo que desaparece para transformarse en otro y sepultar al anterior; sin posibilidad de convivencia, Silas entiende que el que viene no le interesa y toma una decisión capital.
Me ha gustado. Sólo una pega: busca los “como”, caerás en la cuenta de la necesidad que tienes de apoyarte en el adverbio para elaborar metáforas que describan los sentimientos del personaje. Tengo la impresión de que haces un uso abusivo de ellas.
Gracias por compartir y suerte en el concurso.

[Beatriz]

Pues a mi me ha parecido uno de los mejores relatos de los que he leído (más de 50). Podrá tener algunos errores, pero me resulta creíble, aunque su mensaje no sea optimista, muy fiel el ambiente creado. Me gustó mucho, me lo quedo. También crecí viendo películas del oeste, tengo cierta predisposición por el tema, pero igual HAY CALIDAD o estaré equivocada?

[Pero Lopez]

Silas Barnes contempla como su mundo se marcha, y él con él.

Época:
Estados Unidos, algún lugar en el Oeste, algún año de finales del s. XIX.

Forma:
“Era una cosa muda y rota, desgastada por el tiempo, más antigua y pura que el recuerdo de cualquier amor o amistad.”: qué bonita frase, igual que las dos que siguen.
“—Estimado señor Barnes —sonrió con ironía al leer la fórmula de cortesía…”: no sé si una carta se transcribe así en un relato. Por poner algo, en un relato tan magistralmente escrito.
“El fuego se expandió lento al principio, tímido, como si aún dudara de lo que iba a consumir”: qué gran imagen.
“Y él con él.”: qué gran frase final.
Qué bien escrito. Qué envidia (sana).

Estructura:
Narra en tercera persona. Tres partes: la casa y la carta; el salón y el muchacho; el desenlace.

Personajes:
Silas “Lobo” Barnes;
El muchacho;
Relámpago;
La impersonal compañía de ferrocarril AT&SF;

Tema / Trama:
Un vaquero ya mayor recibe la notificación de que le van a expropiar el rancho.

Comentario final:
Chapeau, Tom Doniphon. No pongo signos de admiración porque no encajan bien con el tono crepuscular, melancólico y triste de esta pequeña obra maestra. No defrauda este autor, Ton Doniphon, que en largos, con El hijo, nos pegó un golpe en la frente. Ahora nos traes también un disparo, el que acaba con Silas Barnes, y con él con una forma de vida, de estar en el mundo. Hay una pequeña cosa que me chirría, un leve roce en este precioso reloj: la toma de partido del narrador contra el progreso inexorable, pues al final es inevitable. ¿Algún tipo de adaptación es posible, es mejor que pegar fuego a la casa y pegarse un tiro? Pero el final tiene la belleza de la dignidad inútil, de Silas Barnes que no se rinde y prefiere marcharse cuando ya no tiene lugar en el mundo. Imágenes poderosas, construidas con palabras que levantan un mundo que me recuerda a los grandes westerns del cine: con la melancolía de Sin perdón, con la belleza de El poder del perro, de La balada de Buster Scruggs, pues Silas Barnes me recuerda al buscador de oro que representa Tom Waits.
Enhorabuena, Tom Dophinon, por este western crepuscular, fin de época, fin de vida pero que hace florecer la belleza. Me ha encantado. Cualquier otra palabra sobra ante este relato.

[Pero Lopez]

PD: Ahora que estoy viendo el comentario de Tigrero, concuerdo con él: la posición de Silas Barnes es absurda, bella, digna, pero absurda (si te he entendido bien, Tigrero).
Ahora tomo partido yo: Silas "Lobo" Barnes, hay que llegar al equilibrio en el escaso tiempo que pasamos en este absurdo mundo. Regresa del más allá y cuéntale tu historia al muchacho, quizá él la escriba, quizá él se la cuente a sus hijos, y tú y tu mundo viviréis en el recuerdo.