Pues hoy, tras casi 20 años de lucha, puedo concluir una etapa que debió ser un proyecto laboral y acabó siendo uno de vital. Hoy, tras 4 intentos, 10 años de interino y 20 de mi vida he firmado la plaza adjudicada como funcionario. Atrás quiero dejar los sinsabores, los km echados en coche, la inestabildad que sentía como interino, la inestabilidad emocional y familiar, las horas de estudio y de entreno. Y aunque ya no es la ilusión del principio, siempre es un lujazo sentir esa estabilidad. Y además entro pensando ya en los años que me quedan para jubilarme.
