El tigre de los llanos - Pampa (largo)
Re: El tigre de los llanos - Pampa (largo)
Aparte de un error (una "u" faltante), está impecablemente escrito. No solo eso, sino que da gusto leerlo. El léxico americano que usas tiene una viveza y una belleza incomparable, y las frases son evocadoras.
La única pega que tiene es que esto que leo es casi una hagiografía, pero no le quita méritos.
¡Enhorabuena!
La única pega que tiene es que esto que leo es casi una hagiografía, pero no le quita méritos.
¡Enhorabuena!
Escritor.
Autor de La Ley del Sur
Autor de La Ley del Sur
Re: El tigre de los llanos - Pampa (largo)
La palabra que se me escapa al terminar de leer este relato es sólido. Sólida es la trama, sólido es el entramado histórico, y sólida y homogénea es la forma de escribir, sin baches de ningún tipo.
Sin embargo, lo encuentro mejorable. En las primeras páginas hay un exceso descriptivo hacia la figura de Facundo que termina cayendo en la reiteración. Luego hay un esfuerzo por parte del autor en incluir todas las batallas/escaramuzas que libró El Tigre en sus últimos tiempos, y esto se hace de manera rápida y general, con escaso desarrollo.
Como contrapartida, está relatada de forma excelente la emboscada final en Barranca Yaco.
En síntesis, un gran relato, en particular por la forma en la que está escrito, pero que sería aún mejor recortando la descripción del principio y desarrollando más la acción en la parte media.
Algunos puntos le voy a dar. Ahora sacaré cuentas y veré cuantos.
Hay muchos párrafos para destacar pero este es mi preferido:
El aire en Barranca Yaco se cortaba con cuchillo. El cielo, límpido durante días, ahora parecía cargado de una amenaza muda, y los hombres, que hasta entonces bromeaban y reían, andaban callados, cada cual en lo suyo. Facundo, sin embargo, estaba sereno. Su mirada, siempre intensa, parecía clavarse en un horizonte que solo él podía ver. Yo estaba cerca, ajustando el cuero de mi recado, cuando lo escuché murmurar:
—Hay cosas que no se pueden esquivar, aunque uno las vea venir. El destino, ¿sabés? Ese no perdona a nadie.
Me volví para mirarlo, pero su rostro no tenía la sombra de la duda. ¿Acaso sabía lo que le esperaba? Quizá. Facundo siempre tuvo una relación extraña con la muerte, como si le susurrara al oído mientras todos los demás oíamos solo silencio.
Sin embargo, lo encuentro mejorable. En las primeras páginas hay un exceso descriptivo hacia la figura de Facundo que termina cayendo en la reiteración. Luego hay un esfuerzo por parte del autor en incluir todas las batallas/escaramuzas que libró El Tigre en sus últimos tiempos, y esto se hace de manera rápida y general, con escaso desarrollo.
Como contrapartida, está relatada de forma excelente la emboscada final en Barranca Yaco.
En síntesis, un gran relato, en particular por la forma en la que está escrito, pero que sería aún mejor recortando la descripción del principio y desarrollando más la acción en la parte media.
Algunos puntos le voy a dar. Ahora sacaré cuentas y veré cuantos.
Hay muchos párrafos para destacar pero este es mi preferido:
El aire en Barranca Yaco se cortaba con cuchillo. El cielo, límpido durante días, ahora parecía cargado de una amenaza muda, y los hombres, que hasta entonces bromeaban y reían, andaban callados, cada cual en lo suyo. Facundo, sin embargo, estaba sereno. Su mirada, siempre intensa, parecía clavarse en un horizonte que solo él podía ver. Yo estaba cerca, ajustando el cuero de mi recado, cuando lo escuché murmurar:
—Hay cosas que no se pueden esquivar, aunque uno las vea venir. El destino, ¿sabés? Ese no perdona a nadie.
Me volví para mirarlo, pero su rostro no tenía la sombra de la duda. ¿Acaso sabía lo que le esperaba? Quizá. Facundo siempre tuvo una relación extraña con la muerte, como si le susurrara al oído mientras todos los demás oíamos solo silencio.
Excelente retrato del fenómeno caudillista
Hola Pampa
Este cuento tiene lo que todos los escritores deseamos, y es que te atrapa y no te suelta hasta que llegas al punto final ¿qué más se puede pedir?
Bueno… a la verdad, se pueden pedir mucho más. Por ejemplo, un poco de veracidad en lo narrado, como te señala Cálamus
“Facundo estaba en el suelo, rodeado de enemigos. (…) Me arrodillé junto a él”. No se puede arrodillar a su lado si está rodeado de enemigos.
CAUDILLISMO
1 ─ Se ha criticado mucho que este relato es un panegírico. Y en efecto lo es, pero hay una razón.
2 ─ Lo otro es, lo de que no hay una motivación clara, ni en el personaje ni en los que lo rodean.
La que mejor describe este punto es Mermaid, oigámosla:
Tu relato está muy bien escrito, sin duda.
Sin embargo, he echado en falta que explicaras cuales son las motivaciones del héroe, sobre las que no se dice apenas nada. Lucha sin descanso, apoyado por unos seguidores que le respaldan ciegamente, casi como si de un Mesías se tratara, pero olvidas explicarnos porqué lo hace.
Estos dos puntos no son del dominio literario, tal como pretendemos en este concurso, sino que se trata de una característica sociológica latinoamericana. Me refiero al caudillismo.
Debo aclarar que no voy a hablar de este fenómeno social para defenderlo o elogiarlo, para nada, de hecho, algunos estudiosos lo ven como una de las taras que azotan a nuestro continente y que ahora llaman "populismo". Pero no puedo dejar de hablar de ello, porque este cuento lo exige.
Los caudillos son unos líderes que surgen desde lo más profundo de los extractos sociales, por lo regular son la representación telúrica del pueblo, pues suelen provenir de la provincia.
Su origen se remonta a las guerras independentistas, no obstante, su mayor entronización fue en los conflictos intestinales que vinieron después. Esta es la razón de que el caudillo sea un hombre de armas (en la actualidad son políticos) que aprendió ese oficio sin haber pasado por una academia, sino que lo aprendió desde su lucha diaria con ganado bravo, fieras como el jaguar o el puma y los más peligrosos, los enemigos en las pendencias pueblerinas, todo esto resuelto, no con armas de fuego, sino con armas blancas, y sus estrategias son un calco de las mismas que el hombre del desierto adopta, no solo para sobrevivir en un ambiente hostil sino para dominarlo. Digamos que la astucia campesina.
Sus seguidores provienen de su misma extracción, las llamadas “montoneras” y lo reconocen como líder, no por obligación, sino por admiración y hasta con reverencia, mesianismo puro. Esto explica que, cada vez que se refieren a él, lo hagan como si fuese un ser inmáculo. Basado en esto, me parece que lo que otros ven como una falla, en realidad es lo más cercano a lo que cualquiera de sus seguidores diría de él.
Lo otro es que, a sus huestes, no les importa mucho la ideología, ni siquiera los principios que defiende el caudillo, porque en realidad no van a la guerra por las proclamas, sino por el líder.
Uno de estos ejemplos es el caso de José Tomás Boves en Venezuela que, a pesar de ser un pulpero que había nacido en Canarias, se convirtió en un llanero tan recio como cualquiera (una suerte de Lorenz de Arabia pero en el llano) y desde esa posición levantó una leva que Bolívar calificó como “los cosacos del trópico” digamos que el llano en armas, aunque hay que aclarar que no nos referimos a fusiles, sino a lanza y machete y eso sí, aunque estaban semidesnudos, no dejaba de tener cada uno su caballo. Este verdadero pueblo se levantó como una horda contra los republicanos de Caracas liderados por militares de alcurnia como Francisco de Miranda “la espada de Gironda” y muchos veteranos de las guerras napoleónicas, y hasta el mismo coronel Simón Bolívar. Pero la resistencia fue inútil, todos fueron aniquilados y la República murió desangrada por una lanza llanera. Los pocos que se salvaron, entre ellos Bolívar, fue porque lograron huir a tiempo del país.
El caso es que, luego de la muerte de Boves, “El Taita”, en batalla, el movimiento estuvo a punto de desaparecer, pero apareció otro caudillo al que también llamaron “Taita” y además, al igual que a Facundo Quiroga, a José Antonio Páez, se lo comenzó a conocer con un nombre felino “El León de Payara”.
Entonces ¿Cuál era la diferencia entre Boves y Páez?
En realidad no la había, solo que el primero estaba bajo la bandera de España y el segundo bajo el estandarte de la República. Lo que ocurre después es que las huestes que antes estaban con Boves al ver que su Taita había muertoa, se pasaron al bando del caudillo que "había tomado la lanza del caído" es decir José antonio Páez, el caso es que el sustituto era un republicano a conciencia y puso a sus hordas a las órdenes de Bolívar.
De hecho, cuando el mariscal Pablo Morillo, veterano militar que fue el jefe del estado mayor de Wellington, trajo a Venezuela el mayor ejército expedicionario español, tuvo que enfrentarse a los llaneros, esta vez liderados por El León de Payara, la experiencia fue tan terrible, que en una carta dirigida al Rey, dijo
-Catorce cargas consecutivas sobre mis cansados batallones me hicieron ver que aquellos hombres no eran una gavilla de cobardes poco numerosa, como me habían informado, sino tropas organizadas que podían competir con las mejores de Su Majestad el Rey.
Bueno… para no hacer el cuento más largo, la conclusión ya la sabemos, gracias al caudillismo se pudo dar la independencia de Venezuela.
Cada país latinoamericano tiene un ejemplo de caudillismo, pero los más conocidos son Emiliano Zapata y Pancho Villa.
PARADOJA DE LA HISTORIA Y DE LA LITERATURA
Bueno, Pampa. Tu cuento, a pesar de haberle dado una “vuelta canela” a lo que en realidad pasó en Barranca Yaco, como ya te señaló Pero López, en realidad es un excelente homenaje a Facundo Quiroga.
Acá se comprueba que la mayor función de nosotros, los escritores, es dejar constancia de las personas y su época. Pero cuidado, porque a veces ignoramos para quien estamos escribiendo, como es el caso de Domingo Faustino Sarmiento que trabajó en un libro, nada más y nada menos que para atacar a sus acérrimos enemigos, los caudillos Facundo Quiroga y Juan Manuel Rosas, y resulta que su nombre quedó ligado a ellos de manera indeleble, como el amanuense que les hizo el favor de inmortalizarlos.
CONCLUSIÓN
Cuánto agradezco haber leído este cuento. Fue una experiencia que celebro, espero que esta pieza pueda entrar en la antología, sería algo muy bueno para el concurso.
Para finalizar, una frase a resaltar:
La guerra siempre se lleva más de lo que da, aunque uno no lo sepa de entrada
Este cuento tiene lo que todos los escritores deseamos, y es que te atrapa y no te suelta hasta que llegas al punto final ¿qué más se puede pedir?
Bueno… a la verdad, se pueden pedir mucho más. Por ejemplo, un poco de veracidad en lo narrado, como te señala Cálamus
“Facundo estaba en el suelo, rodeado de enemigos. (…) Me arrodillé junto a él”. No se puede arrodillar a su lado si está rodeado de enemigos.
CAUDILLISMO
1 ─ Se ha criticado mucho que este relato es un panegírico. Y en efecto lo es, pero hay una razón.
2 ─ Lo otro es, lo de que no hay una motivación clara, ni en el personaje ni en los que lo rodean.
La que mejor describe este punto es Mermaid, oigámosla:
Tu relato está muy bien escrito, sin duda.
Sin embargo, he echado en falta que explicaras cuales son las motivaciones del héroe, sobre las que no se dice apenas nada. Lucha sin descanso, apoyado por unos seguidores que le respaldan ciegamente, casi como si de un Mesías se tratara, pero olvidas explicarnos porqué lo hace.
Estos dos puntos no son del dominio literario, tal como pretendemos en este concurso, sino que se trata de una característica sociológica latinoamericana. Me refiero al caudillismo.
Debo aclarar que no voy a hablar de este fenómeno social para defenderlo o elogiarlo, para nada, de hecho, algunos estudiosos lo ven como una de las taras que azotan a nuestro continente y que ahora llaman "populismo". Pero no puedo dejar de hablar de ello, porque este cuento lo exige.
Los caudillos son unos líderes que surgen desde lo más profundo de los extractos sociales, por lo regular son la representación telúrica del pueblo, pues suelen provenir de la provincia.
Su origen se remonta a las guerras independentistas, no obstante, su mayor entronización fue en los conflictos intestinales que vinieron después. Esta es la razón de que el caudillo sea un hombre de armas (en la actualidad son políticos) que aprendió ese oficio sin haber pasado por una academia, sino que lo aprendió desde su lucha diaria con ganado bravo, fieras como el jaguar o el puma y los más peligrosos, los enemigos en las pendencias pueblerinas, todo esto resuelto, no con armas de fuego, sino con armas blancas, y sus estrategias son un calco de las mismas que el hombre del desierto adopta, no solo para sobrevivir en un ambiente hostil sino para dominarlo. Digamos que la astucia campesina.
Sus seguidores provienen de su misma extracción, las llamadas “montoneras” y lo reconocen como líder, no por obligación, sino por admiración y hasta con reverencia, mesianismo puro. Esto explica que, cada vez que se refieren a él, lo hagan como si fuese un ser inmáculo. Basado en esto, me parece que lo que otros ven como una falla, en realidad es lo más cercano a lo que cualquiera de sus seguidores diría de él.
Lo otro es que, a sus huestes, no les importa mucho la ideología, ni siquiera los principios que defiende el caudillo, porque en realidad no van a la guerra por las proclamas, sino por el líder.
Uno de estos ejemplos es el caso de José Tomás Boves en Venezuela que, a pesar de ser un pulpero que había nacido en Canarias, se convirtió en un llanero tan recio como cualquiera (una suerte de Lorenz de Arabia pero en el llano) y desde esa posición levantó una leva que Bolívar calificó como “los cosacos del trópico” digamos que el llano en armas, aunque hay que aclarar que no nos referimos a fusiles, sino a lanza y machete y eso sí, aunque estaban semidesnudos, no dejaba de tener cada uno su caballo. Este verdadero pueblo se levantó como una horda contra los republicanos de Caracas liderados por militares de alcurnia como Francisco de Miranda “la espada de Gironda” y muchos veteranos de las guerras napoleónicas, y hasta el mismo coronel Simón Bolívar. Pero la resistencia fue inútil, todos fueron aniquilados y la República murió desangrada por una lanza llanera. Los pocos que se salvaron, entre ellos Bolívar, fue porque lograron huir a tiempo del país.
El caso es que, luego de la muerte de Boves, “El Taita”, en batalla, el movimiento estuvo a punto de desaparecer, pero apareció otro caudillo al que también llamaron “Taita” y además, al igual que a Facundo Quiroga, a José Antonio Páez, se lo comenzó a conocer con un nombre felino “El León de Payara”.
Entonces ¿Cuál era la diferencia entre Boves y Páez?
En realidad no la había, solo que el primero estaba bajo la bandera de España y el segundo bajo el estandarte de la República. Lo que ocurre después es que las huestes que antes estaban con Boves al ver que su Taita había muertoa, se pasaron al bando del caudillo que "había tomado la lanza del caído" es decir José antonio Páez, el caso es que el sustituto era un republicano a conciencia y puso a sus hordas a las órdenes de Bolívar.
De hecho, cuando el mariscal Pablo Morillo, veterano militar que fue el jefe del estado mayor de Wellington, trajo a Venezuela el mayor ejército expedicionario español, tuvo que enfrentarse a los llaneros, esta vez liderados por El León de Payara, la experiencia fue tan terrible, que en una carta dirigida al Rey, dijo
-Catorce cargas consecutivas sobre mis cansados batallones me hicieron ver que aquellos hombres no eran una gavilla de cobardes poco numerosa, como me habían informado, sino tropas organizadas que podían competir con las mejores de Su Majestad el Rey.
Bueno… para no hacer el cuento más largo, la conclusión ya la sabemos, gracias al caudillismo se pudo dar la independencia de Venezuela.
Cada país latinoamericano tiene un ejemplo de caudillismo, pero los más conocidos son Emiliano Zapata y Pancho Villa.
PARADOJA DE LA HISTORIA Y DE LA LITERATURA
Bueno, Pampa. Tu cuento, a pesar de haberle dado una “vuelta canela” a lo que en realidad pasó en Barranca Yaco, como ya te señaló Pero López, en realidad es un excelente homenaje a Facundo Quiroga.
Acá se comprueba que la mayor función de nosotros, los escritores, es dejar constancia de las personas y su época. Pero cuidado, porque a veces ignoramos para quien estamos escribiendo, como es el caso de Domingo Faustino Sarmiento que trabajó en un libro, nada más y nada menos que para atacar a sus acérrimos enemigos, los caudillos Facundo Quiroga y Juan Manuel Rosas, y resulta que su nombre quedó ligado a ellos de manera indeleble, como el amanuense que les hizo el favor de inmortalizarlos.
CONCLUSIÓN
Cuánto agradezco haber leído este cuento. Fue una experiencia que celebro, espero que esta pieza pueda entrar en la antología, sería algo muy bueno para el concurso.
Para finalizar, una frase a resaltar:
La guerra siempre se lleva más de lo que da, aunque uno no lo sepa de entrada
Si no lo escribes... no sucedió
Re: El tigre de los llanos - Pampa (largo)
Buen arranque: “Había sido un verano bravo, de esos que hacen chispear el aire y dejan el cuero como tasajo. La llanura hervía, y los algarrobos, flacos de sombra, apenas podían con el peso de las chicharras. En aquellos días, cuando los campos no conocían dueños más que el coraje, el viento y el resuello del caballo, yo andaba tras las huellas de don Juan Facundo Quiroga, el Tigre de los Llanos”.
Seguíme por segíme.
Creo que 71 Facundo son demasiados.
Facundo es una fuerza de la naturaleza y me encanta cómo lo describes, pero el relato no termina de arrancar ya en la página 3… Y me temo que sigue así casi hasta el final, enlazando una acción de guerra con otra, entre grandilocuentes frases de Facundo y esa hombría gaucha que transpira, arengando a sus hombres y aleccionando al muchacho que no se sabe si lo sucede o lo traiciona.
El texto es correcto, bien escrito, sin errores (demasiados Facundos, verás que si quitas la mitad o más el relato no se resiente, pues todo el texto gira en torno a ese personaje). No hay giros, no hay ruptura, es lineal hasta el final y, aunque queda clara la personalidad de Facundo (tal vez demasiado), no así la trama. Tampoco hay mujeres (salvo una adivina, visionaria o agorera), ni amor, ni deseo. ¿La pampa, el fuego, el mate, el facón y su poncho le bastan al gaucho? No sé...
Esta bien escrito, pero no emociona. Y debería.
Suerte en el concurso y gracias por compartir.
Seguíme por segíme.
Creo que 71 Facundo son demasiados.
Facundo es una fuerza de la naturaleza y me encanta cómo lo describes, pero el relato no termina de arrancar ya en la página 3… Y me temo que sigue así casi hasta el final, enlazando una acción de guerra con otra, entre grandilocuentes frases de Facundo y esa hombría gaucha que transpira, arengando a sus hombres y aleccionando al muchacho que no se sabe si lo sucede o lo traiciona.
El texto es correcto, bien escrito, sin errores (demasiados Facundos, verás que si quitas la mitad o más el relato no se resiente, pues todo el texto gira en torno a ese personaje). No hay giros, no hay ruptura, es lineal hasta el final y, aunque queda clara la personalidad de Facundo (tal vez demasiado), no así la trama. Tampoco hay mujeres (salvo una adivina, visionaria o agorera), ni amor, ni deseo. ¿La pampa, el fuego, el mate, el facón y su poncho le bastan al gaucho? No sé...
Esta bien escrito, pero no emociona. Y debería.
Suerte en el concurso y gracias por compartir.
Última edición por maqroll el Sab Ene 18, 2025 2:11 pm, editado 1 vez en total.
Re: El tigre de los llanos - Pampa (largo)
Bien observado.mgag escribió: ↑Lun Ene 06, 2025 7:49 pm Y luego está lo que me ha desconcertado... Me quedó grabado lo siguiente al principio del texto: "Lo que vino después fue sangre, gloria y una TRAICIÓN que ni el tiempo ha podido borrar". No he acabado de ver la traición salvo que lo ocurrido cuando muere el Tigre fuera una emboscada facilitada por uno de entre sus filas. Yo esperaba que la traición la cometiese el narrador, pues el Tigre ve cosas en su mirada, en su porte, en su actitud. Luego, al final, parece que la traición hubiese sido no dejar constancia para la posteridad de las andanzas y hazañas del Tigre, lo cual hace el narrador el narrador por medio del texto.
Re: El tigre de los llanos - Pampa (largo)
También me llamó la atención.Calamus escribió: ↑Lun Ene 06, 2025 8:48 pm “Facundo estaba en el suelo, rodeado de enemigos. (…) Me arrodillé junto a él”. No se puede arrodillar a su lado si está rodeado de enemigos.
Y es una lástima que por culpa de esos detalles el relato pierda veracidad. El estilo está realmente cuidado, pero al final el contenido no me ha terminado de convencer.
Re: Excelente retrato del fenómeno caudillista
El inconveniente es cuando el caudillo se equivoca, o viene ya equivocado. En España soportamos cuarenta y dos años al último y todavía la mitad de este país desea celebrar el cincuentenario de su muerte en 2025. Mal rollo.Tigrero escribió: ↑Sab Ene 18, 2025 9:16 am
Lo otro es que, a sus huestes, no les importa mucho la ideología, ni siquiera los principios que defiende el caudillo, porque en realidad no van a la guerra por las proclamas, sino por el líder.
Cada país latinoamericano tiene un ejemplo de caudillismo, pero los más conocidos son Emiliano Zapata y Pancho Villa.
La guerra siempre se lleva más de lo que da, aunque uno no lo sepa de entrada[/b]
Menos caudillos y más ciudadanos.
Re: El tigre de los llanos - Pampa (largo)
Me ha gustado. No solo porque está muy bien escrito, sino porque pese a no haber muchos escenarios, tan solo momentos de batallas y poco más, el autor va uniendo la opinión de unos personajes con otros, que aparecen y van tejiendo las escenas de una manera muy ágil, para que el relato resulte entretenido. Y es muy entretenido, se lee de un tirón.
El tigre es un líder que cae bien, y sus palabras suenan a verdad. El autor ha elegido extraordinariamente bien las frases que escoge para poner en su boca. Son frases que atrapan y hacen entender muy bien por qué arrastraba a sus hombres junto a él. Hasta que comienzan a desertar. El autor, muy sutilmente, va armando las circunstancias del cambio. Y ha habido un momento, hacia mitad del relato, en que se presiente ya el final y se adivina que el Tigre va a morir.
La última escena muy buena, con ese presagio de muerte que se avecina, genera tensión en el lector que ya sabe que llega el final de la vida de Facundo, pero pese a no haber sorpresa en este sentido, la despedida del "hombre" llega al lector.
El aire épico que imprime el autor en la figura del Tigre, pese a lo exagerado que pueda parecer, debe ser similar al aire que respiraran ejércitos arrastrados por otros muchos líderes, como el de Alejandro Magno. Es de lo que más me ha gustado del relato, la forma de presentarnos a un líder nato, que con su ejemplo, palabra y compostura, arrastra a sus hombres hasta incluso la muerte. Y puede haber algún aspecto del relato mejorable, pero no hace sombra a la belleza del relato.
Y termino diciendo que hay momentos de poesía en la forma de narrar este relato. Hay belleza en descripciones y frases. Buen trabajo, autor. Tu relato me ha gustado.
Te deseo mucha suerte en el concurso.
El tigre es un líder que cae bien, y sus palabras suenan a verdad. El autor ha elegido extraordinariamente bien las frases que escoge para poner en su boca. Son frases que atrapan y hacen entender muy bien por qué arrastraba a sus hombres junto a él. Hasta que comienzan a desertar. El autor, muy sutilmente, va armando las circunstancias del cambio. Y ha habido un momento, hacia mitad del relato, en que se presiente ya el final y se adivina que el Tigre va a morir.
La última escena muy buena, con ese presagio de muerte que se avecina, genera tensión en el lector que ya sabe que llega el final de la vida de Facundo, pero pese a no haber sorpresa en este sentido, la despedida del "hombre" llega al lector.
El aire épico que imprime el autor en la figura del Tigre, pese a lo exagerado que pueda parecer, debe ser similar al aire que respiraran ejércitos arrastrados por otros muchos líderes, como el de Alejandro Magno. Es de lo que más me ha gustado del relato, la forma de presentarnos a un líder nato, que con su ejemplo, palabra y compostura, arrastra a sus hombres hasta incluso la muerte. Y puede haber algún aspecto del relato mejorable, pero no hace sombra a la belleza del relato.
Y termino diciendo que hay momentos de poesía en la forma de narrar este relato. Hay belleza en descripciones y frases. Buen trabajo, autor. Tu relato me ha gustado.
Te deseo mucha suerte en el concurso.
Solo los que luchan alcanzarán la victoria.
- Aldo Stukamaro
- Mensajes: 136
- Registrado: Lun Sep 30, 2024 3:24 pm
Re: El tigre de los llanos - Pampa (largo)
Conociendo la historia de Facundo Quiroga creo que el autor intentó recrear su vida y dramatizarla, y por eso mismo su relato quedó lastrado. Hubiera sido mejor tomar solo ciertos episodios y desarrollarlos más. No más de tres o cuatro. Aun así el relato se luce sobre todo por el lenguaje utilizado y la forma de narrar. Seguramente, si el autor continúa es estas lides de los concursos literarios, afilará los cuchillos y nos dará una trama más emocionante la próxima vez. Mañas, le sobran.
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