Gatea'o - Dr. Solanet (Corto)

[AguilaKen]

Pues tenemos un problema aquí...

El relato está muy bien escrito. Sin fallos de relevancia y tan solo alguna frase que yo habría redactado de otra manera, pero que en absoluto está mal. Este apartado del estilo es breve porque cuando no hay nada que corregir, nada puedo decir.

Por otro lado, la historia es una mera anécdota, dedicando el grueso a explicar cómo es la raza del gatea'o, de lo que yo no conocía nada hasta esta tarde de lectura. ¡Pero es que esa simple anécdota está muy bien contada!

Lo he leído con interés y me he creído todo aunque ni siquiera sé si es algo real o no.

Enhorabuena, porque posiblemente te lleves algunos puntos por mi parte.

[mgag]

El relato está muy bien escrito (con una pequeña revisión adicional que corrigiese algún acento o coma hubiese quedado perfecto).

El inconveniente es que es una crónica o artículo más que un relato, y el autor/a tiene capacidad para mucho más.

Gracias por la amena lectura sobre esa raza de caballos, pues la he disfrutado.

[Tigrero]

Hola Doc (me copio el título de confianza que le da Ave)

Lo importante de su cuento es que su lectura es espontánea, de forma tal que el que lea el primer párrafo, no le quedará otra alternativa que terminarlo de una sola sentada.

Ahora Doc, me voy a dirigir a usted haciendo un llamado técnico, pero, sobre todo, a los foristas que, con sus comentarios, analizan en detalle su texto.


OBSERVACIÓN TÉCNICA

Hasta que encontraba algo mejor que hacer y entonces, salía disparado como un resorte y en plena carrera podía apartar de un paletazo a un toro ─bestia que lo triplicaba en peso─ y desequilibrarlo de forma tal quel jinete lo lograra derribar,

Entiendo perfectamente que existen toros que pueden triplicar el peso promedio de un caballo, o más. Prueba de ello son las razas bovinas gigantes, como la Limousin, el Angus alemán o la Chianina. Y, sin ir muy lejos, los padrotes probados de cualquier raza suelen ser tan pesados que no pueden ser utilizados en una monta normal, porque aplastarían a la vaca. Esa es la razón de que a estos ejemplares se les extraiga el eyaculado con una vagina artificial instalada bajo parapetos metálicos exprofeso y son mantenidos en condición de estabulación, es decir, en un sitio reducido, resguardado, con una mínima dehesa y no en potreros a descampado.

Traigo esto a colación, debido a que el contexto viene referido a los animales que se mantienen de forma semisalvaje y que, por eso mismo, no llegan a desarrollar tanto peso, son ágiles y, eventualmente, deben ser perseguidos al galope. Por eso, creo que sería más realista hablar del doble del peso del caballo y no del triple.


TRAMA

Se ha indicado que el texto no tiene trama. Pero la realidad es que de él se pueden sacar hasta tres cuentos: el primero, la historia de como el Doc logró salvar una raza que estaba a punto de desaparecer, el otro es la odisea de Aimé Félix hasta Nueva York y el tercero, la propia historia de esta raza de caballos que, por cierto, viaja en paralelo a la propia historia de Argentina y al final es la trama fundamental y abarcadora de todas a manera de un círculo grande donde están los otros dos, eso explica que el título sea el nombre de la raza y no otro.

LA HISTORIA DEL VIAJE

Se ha indicado también, que la historia importante es la relativa al viaje épico y que, en el texto, si bien se esbozó, no fue suficiente, porque, al no desarrollarse, dejó muchas preguntas por fuera.

A esto debo señalar que el espacio de un cuento breve no sería suficiente para abordar semejante odisea. Por otra parte, ya esa crónica de viaje la hizo el mismo Aimé Félix (ni me preocupo por escribir o pronunciar tan difícil apellido) en un libro que, como dice uno de los epílogos, el que esté interesado puede revisar.


MUY DIDÁCTICO PARA SER UN RELATO

Una de las críticas que más ha recibido el texto es que no parece un relato sino una clase magistral acerca de una raza equina. Ese argumento se basa en que la descripción de la raza, a pesar de las pocas líneas que abarca, deja bien asentada la peculiaridad del criollo argentino, algo que, por cierto, creo que no es del dominio ni de los propios argentinos que escriben en este foro, mucho menos al resto que, apenas sabemos que los caballos mongoles son ponys y no más. En otras palabras, lo que debemos agradecer es que se nos ilumine el intelecto en un área que no todos conocemos, y si a esa información va ligada a lo ameno de un cuento, entonces, mucho mejor.

Por otro lado, debemos recordar que el Doc es un profesor universitario, y lo menos que se puede esperar de un narrador así, es que despliegue su arsenal pedagógico de vez en cuando… cosas del oficio.


REALIDAD VERSUS FICCIÓN

Otro de los argumentos que más se han esgrimido, es su falta de ficción. La que mejor refleja eso es la pregunta de Mermaid:

¿Estoy equivocada al pensar que deben mezclarse los hechos documentados con otros elementos de ficción, fruto de la imaginación del autor?
Lo digo, porque esta historia de los caballos criollos está muy bien, pero no parece que tenga nada de ficción.
No es el único texto presentado al concurso de estas características.

Ave asomó una respuesta, pero creo que no ha sido suficiente, así que hablemos de eso.

En definición: un cuento es un tipo de narración generalmente breve, basada en hechos reales o ficticios.


Según eso, el hecho de abarcar ficción y crónica le da una versatilidad que puede terminar mezclando todo. El caso es que, si una crónica es presentada con el formato de un cuento, se le puede catalogar de cuento, o mejor dicho “relato de no ficción”.

Hay que insistir en el lugar común de que la realidad supera con creces a la ficción, algo que, por más que se sepa, todavía la gente no termina de creer, por eso es que no aceptan que una historia real pueda ser un cuento

Y para finalizar eso, voy a citar a Gabo: La crónica es un cuento que es verdad.


EL CASO DE LOS EPÍLOGOS

Se dice que estas notas enciclopédicas le quitan elegancia al texto. Creo que esa es una opinión personal, mas no técnica.

El caso es que, como lector, a mí me ahorró mucho trabajo, porque no tuve que ir a buscar lo que pasó con el viaje, o cómo terminaron los caballos, en otros medios, cosa que, alguno me dirá que es fácil, pero mi experiencia es que no es así, para nada. En fin, que me parece una decisión acertada, pues está pensada en el lector que nunca imaginó que ese viaje fue posible y que ni siquiera sabía que existía esa raza de caballos.


REFLEXIÓN Y CONCLUSIÓN

Lo común en un concurso de relatos históricos, es que los temas se centren en conspiraciones palaciegas, golpes de estado, asonadas, rebeliones armadas, magnicidios y batallas a más no poder. El asunto es que, esta visión belicista o antibelicista de la historia, deja por fuera a al grueso de los protagonistas, que, de manera esforzada y sin mucho alarde, han instalado, infraestructuras civiles, sistemas sanitarios, emprendimientos empresariales, establecimientos agrícolas, rescate a especies en peligo, reforestación, avances tecnológicos en medicina, industrialización o soluciones sustentables a problemas urbanos y, sobre todo, la garantía de que el pan pueda estar tres veces al día en la mesa de los ciudadanos. Ah... y lo más importante, todo esto sin haber disparado un solo tiro.

Por eso creo que la mejor conclusión de esto, ya la hizo Garnata cuando dijo que leer este cuento: Ha sido como un soplo de aire fresco,