Foro Primigenio de Hislibris

[farsalia]

De Laurence Rees, publica Crítica (en librerías el 2 de marzo.

[Historiamilita]

Cuando apareció este libro iba a hacer la broma de que si era de los del estilo en los que el critica a ambos dictadores pero deja un pelín más de odio al soviético. Aquello de «Stalin fue igual que Hitler, pero peor». No dije nada, por no tocar las narices.

El otro día vi esto por ahí:



No he podido leer la entrevista porque es para suscritos. Si alguien la ha leído que la pase por aquí, estaría bien leerla entera y sacar mejores conclusiones.

Saludos!
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Soldadito del mes de agosto, con tu pantalón rojo vivo intentas pasar inadvertido, pero detrás de las amapolas no hay mucho sitio

[farsalia]

Hitler era bastante sociable... a su manera, claro: básicamente soltaba sus rollos y los demás asentían mientras pensaban en la compra del fin del semana en el Carrefour. El Führer, lo recogen múltiples fuentes, tenía encanto personal, muchas personas solían caer rendidas ante su presencia y ante esos ojos azules (las fotos en blanco y negro no lo captan); le gustaban los niños, jugaba con ellos, y adoraba los perros; y en general sus findes en el Berghof y otros lugares, donde los jerarcas nazis y sus mujeres acudían, eran placenteros, hay muchas grabaciones en vídeo (Eva Braun realizó muchas) que retratan esa vida social. Era brusco con otros gobernantes, no obstante. Hay mucha bibliografía, remito a ella.

Stalin... no tanto. Era complicado estar a su lado, pues no se sabía bien cómo tratarlo y, sobre todo, cómo reaccionaría Stalin; incluidos sus colaboradores más cercanos: Mólotov debía de poseer una gran fortaleza emocional, pues tener a su mujer en un Gulag por orden del Vozhd mientras trabajaba con él día a día no fue fácil. Y como él, muchos otros de sus colaboradores, y los que no lo eran (pregúntese a Shostakovich, por ejemplo). Incomodaba sobre todo su imprevisibilidad, su mutismo y la aparente afabilidad de las reuniones sociales; pero muchos sabían de que el líder soviético podía quedar en un segundo plano en esas reuniones (sobre todo ante personajes como Voroshilov, el alma de las fiestas), pero estaba atento a todo y que al día siguiente (o esa misma noche) se podían sufrir las consecuencias ante cualquier cosa que Stalin se tomara a mal. Hasta qué punto era complicado era estar cerca de él no hay más que ver en cómo murió: un aneurisma cerebral le atacó de noche y murió, solo, agonizando durante horas, pues nadie se atrevió a entrar en su habitación. Literalmente, le dejaron morir. Era encantador con otros gobernantes: a Roosevelt lo cameló desde el principio (y el presidente estadounidense se dejó camelar, creyendo que el podría manejar al "tío Joe"; sus asesores no estaban tan de acuerdo); incluso con Churchill ejerció parte de su "encanto", más de lo que el primer ministro británico llegó a admitir (sabía bien como adularlo). Pero de puertas para adentro, su encanto brillaba por su ausencia. Hay mucha bibliografía al respecto, remito a ella.

Todo esto no cambia lo que ambos dictadores perpetraron. Franco también solía ser sociable, más bien un soso en las reuniones, pero eso no cambia que repasara concienzudamente las listas de ejecuciones y las aprobara con un bolígrafo rojo, dejando también anotaciones. Luego, ya avanzada la dictadura, solía decir aquello de "haga como yo, no se meta en política", y que ha quedado como anecdotario. Los dictadores pueden ser sociables y hasta encantadores, pero no dejan de ser dictadores.

Este libro no va de cuál de los dos era peor, sino de cómo gestionaron el poder, cómo gobernaron y cómo lidiaron con cuestiones como delegar. Las entrevistas... ya se sabe: se saca el titular que más interesa para llamar la atención del lector.
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¡¡El Mesías!! ¡¡El Mesías!! ¡¡Muéstranos al Mesías!!

[Historiamilita]

Todo lo que me cuentas es bastante sabido, ningún secreto, algunas afirmaciones provienen de la Guerra Fría (lo habitual). Por ello no estoy de acuerdo con ellas. Me refiero, como siempre del dictador soviético, y también me remito a la bibliografía existente.

No obstante, no era este el tema que me preocupa, sino la propia entrevista que me ha quedado equisdé. Si alguien la ha leído, como he dicho, que la pase. Quizá pronto deje de estar para suscriptores.

Saludos!
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Soldadito del mes de agosto, con tu pantalón rojo vivo intentas pasar inadvertido, pero detrás de las amapolas no hay mucho sitio

[farsalia]

No voy a repetir lo que ya escribí en otro hilo hace un tiempo. Hay mucha (mucha) bibliografía al respecto, y sobre fuentes primarias. No queda más que leerla, no quedarse con lo que uno quiere. Como este libro, si a uno le interesa, claro. Sobre la entrevista, lo dicho.

PS: reduje la imagen, la pusiste demasiado grande, desbordaba los márgenes del foro. La próxima vez, redúcelas ante de postearlas, por favor.
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[Historiamilita]

Yo tampoco voy a repetir lo mismo que dije en su día, ahí esta para quien quiera leerlo. La bibliografía es extensísima (cada vez más).

La imagen fue reducida antes por mí. Pero al ser un titular quizá es más ancha de lo permitido. Lo tendré en cuenta.
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[ANDERITU]

merece la pena el libro?

[farsalia]

Pues la verdad es que, aun no contando nada "nuevo", es muy interesante la comparativa que hace entre cómo gestionaron ambos dictadores la guerra. Sí, vale la pena.

Habrá reseña en la Papri.
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[Raskolnikov]

[sciurus]

No disimules con el libro parece interesante, compi...cuando el verdadero jugo está en tu comentario inicial...aún me río
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Thomas Mann

[Raskolnikov]

En verdad que me parece interesante. De hecho hoy lo ví en la librería y estuve tentado... Lo que pasa que ya tenía la compra prevista y no quise caer en la tentación...