Foro Primigenio de Hislibris

[Lucie]

Y añadiría con respecto a la frase del León que justamente una de las mejores cosas de este lugar es romper con algunos límites del género. Vamos, que si a lo que se ve habitualmente nos remitimos, no saldríamos del narrador omnisciente o en primera persona y del avance lineal y cronológico. Así, por norma. Evidentemente hay excepciones, pero es lo más común. También es cierto, que en lo que a novela se refiere, hay más finales cerrados que abiertos pero...
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Quidquid latine dictum sit altum videtur

[DJuank83]

Felicitaciones, Argonauta, ya te expuse las impresiones que me causó tu relato, todo perfectito hasta el final, jajaja, pero lo has conseguido y el tuyo sí ha sido un final con muy buen broche.

[Torka]

Yo disfruté como un enano con tu trabajo. Enhorabuena.
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Mientras arropaba a su pequeño hijo invidente, la tierna mamá le susurraba al oído.
-Si no te portas bien, mañana cambio los muebles de sitio.

[Lazy Baby]

Enhorabuena, Argonauta. Gran relato, de los que te atrapan el corazón y no te lo sueltan hasta el final.
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He died, so we may live in liberty

[argonauta]

MAKING OFF

Pues allá, hace unos cinco años se me ocurrió una idea, unos impostores que se hicieran pasar por alguien por una estafa y luego desearan no terminar nunca la impostura, no por beneficio sino, inesperadamente, por amor desinteresado (sí, es una palabra que suena cursi, pero es lo que es, qué leche).
Pronto aparecieron los personajes y empezaron a desarrollar sus particularidades, y empecé a imaginar poco a poco esa historia amarga del pasado, el porqué de esos corazones de piedra que les permiten planificar ese engaño tan cruel. y Luego ya en Madrid, ese país del desarrollismo que parece obviar el presente, con un ojo en el futuro y otro en el pasado, los dos impostores empiezan a evolucionar de una manera antagónica. Uno permaneciendo encerrado en su amargura, otra esperanzada por algo que es imposible...
Lo escribí y no entraba en las bases del concurso, así que lo dejé reposar unos años... (qué lecciones de paciencia que me ha dado esto de escribir...), hasta que ya en esta convocatoria lo desempolvé, reescribí casi todos los diálogos, conversé con los tres protagonistas porque todos querían cambiar sus párrafos, justificar mejor su manera de ser, mostrar sus heridas. Y ahora Antonio también quería contar su historia, su vida en el orfanato, quería explicar que él era también partícipe de la estafa, de la impostura, pero desde su propia historia...
Esa idea, que está implícita, quizás no la dejé totalmente clara, así que aprovechando los días de semana santa le he dado otro retoque para la versión que quede en tinta.

Y qué más decir que... mil gracias comentaristas!

[Pandemonium]

País del desarrollismo, jajaja, qué acertada expresión. Qué buen relato y qué bien nos muestra las emociones de los personajes. Me gusta comprobar que también Antonio era partícipe del engaño. ¡Enhorabuena por la inclusión en la antología!

[Ricardo Corazón de León]

Mil felicidades, Argonauta.

Entono el mea culpa por lo de los finales cerrados. A mí desde luego me parecen mejor en el género histórico. No me gustaría leer una novela de una batalla y no saber cuál de los dos bandos gana, aunque siempre pierdan todos. Ni de un asesinato histórico en el que en el relato no se sabe si muere o no o una isla que desaparece en el Pacífico alegando el Triángulo de las Bermudas, pero sin desaparecer del todo. Una pareja que se enamora pero no se sabe si continúan juntos o no... Bueno, es una apreciación como otra cualquiera y basada solo en gustos y para eso, ya sabéis, cada uno tiene su culo.

Pero aquí lo generalicé excesivamente, porque el problema fue que me gustaba tanto el relato que no quería que se terminara de ninguna manera, abierto o cerrado, no quería que terminara. Así que perdonad mi afirmación absoluta. Pero si a mí me dan una novela histórica con final abierto exijo la devolución de mi dinero, xD!!!!

Fenomenal, Argo!!!
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¡Estoy horrorizado! No sé si el mundo está lleno de hombres inteligentes que lo disimulan... o de imbéciles que no se recatan de serlo. M. Brickman.