Foro Primigenio de Hislibris

[ave]

Muchas gracias, Akane, y a todos los demás.
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Pero, por favor, opinen lo que quieran sobre nuestros relatos.

[sciurus]

Felicidades Ave. Un relato muy británico.
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Pensad como hombres de acción, actuad como hombres pensantes.

Thomas Mann

[inigo montoya]

Ja,ja. Es lo que tiene este concurso. No te dejamos en paz. Enhorabuena.
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"Como desees"

[KEMENTERIO]

Ave, felicidades... Al final el tuyo me había gustado. Buen aterrizaje en HLBR. A seguir.
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Sin maestros la vida desaparecería en la tierra en tres años... ¿O. Era sin abejas?

http://cordojo.blogspot.com.es/

[Hassah]

¡Bien, bien, bien! Estupendo relato que supe apreciar en su medida, y se llevo un porrón de mis puntos. Me pareció de una composición inteligente y capaz. Enhorabuena.

[ave]

Gracias Hassah. No es que sea una obra de arte, pero todo lo bueno que pueda tener este relato, todo lo que yo pretendía con él, lo supiste captar.
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Pero, por favor, opinen lo que quieran sobre nuestros relatos.

[Wilfred de Ivanhoe]

Muchas felicidades,ave; me gustó mucho tu relato.

[maria lozano]

Ave,
FELICITACIONES!!!
La habilidad para conseguir con una mezcla de sencillez, simbolismo y manejo de contrastes,
un relato que ventilaba el entramado social y los perfiles casi neuróticos de algunos exponentes
de esas clases, fue un gran acierto. Y como lo dije en su momento, sin grandes alardes.
Creo que está en el camino de descubrir su propio estilo, en este relato no dudo que están las claves.
Un abrazo solidario y mucha suerte en sus nuevos retos.

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Confía en el cuento, no en quien lo cuenta. (D.H. Lawrence)

[ave]

La gola. Making of (aprovechando que he tenido que volver a leerlo para revisarlo).

Andaba yo un día navegando por Internet buscando documentación histórica para un relato que me rondaba por la cabeza (probablemente otro más de esos que nunca terminaré), cuando descubrí por pura casualidad la convocatoria de Hislibris. Me gustó mucho la mecánica del concurso, especialmente el foro. Me inscribí, leí algún relato y sus comentarios, y FLIPÉ.
Estaba acabando octubre, y pensé,
¡oh iluso de mí!,
que quizás podía sacar tiempo en tres meses para escribir un relato que se ajustara a las bases. Pero,
¡oh mísero de mí!,
soy muy lento para escribir ya que, como supongo que a la mayoría de vosotros, me gano el pan con otras ocupaciones. Así que decidí que enviaría el relato que estaba escribiendo en la próxima convocatoria (edición X de Hislibris).

Entonces, días después, se me ocurrió mirar en un cajón (o carpeta). La Gola, olvidada, se estaba oxidando en su fondo. La saqué, la limpié, la pulí, la recorté muchísimo, y la envié. Sin pensarlo más. Lo que quería era saber lo que opinaban esos foreros con los que tanto me identificaba.

Haciendo memoria, la estructura la perfilé en una sola tarde, aunque después tardé más de un año en corregirla, a ratos. No recuerdo por qué motivo, se cruzó la palabra “gola” por el medio, y la adopté como unidad temática (en el sentido rolandbarthiano). Como suele ocurrir, el producto final fue cambiando con respecto al primer borrador aunque quedó mucho de mi primera intención que había sido escribir, sin dar demasiadas pistas (intentando ser sutil), un relato pacifista en el que se hablara de los productos de consumo como orígenes de las guerras y de los tristes beneficios que pueden suponer para la gente humilde, para el pueblo. Ya sabemos todos que los conflictos se originan por causas muy complejas y diversas, pero nadie puede negar que el comercio suele tener mucho que ver como factor desencadenante. Ese iba a ser su primer título, “Los Productos de la Guerra”, para indicar que la guerra es, en buena medida, una prolongación del mercado (quizás tanto como de la diplomacia, como dijera Clausewitz). ¿Y qué mejor contexto histórico para desarrollar la idea que el colonialismo? ¿Y qué momento más conocido de un potencial lector que la revolución norteamericana? Había leído también que en la América colonial la gente corriente vivía mejor que en la misma Inglaterra pues en Europa dominaba la pobreza. También vi en su momento la serie Poldark, en la que Likine recordará que se veía mucha miseria (calles embarradas, mendigos, muchos personajes de aspecto desaliñados, etc.). Había leído por otra parte que Lord North, a la sazón primer ministro inglés, había presumido en el parlamento de que esa rebelión iba a ser sofocada sin demasiado esfuerzo. Y esa soberbia me hizo pensar que el clasismo debía ser elemento fundamental en el relato, y había que exagerarlo, así que pensé en el ejército que es donde más implantadas están las jerarquías.

Y mezclé bien todos esos elementos, los agité como si me estuviera preparando un cola-cao, y aparecieron Rose Mery, Robert, el coronel, su mujer, y los demás.
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[Ricardo Corazón de León]

Muy interesante. ¿Y qué pasó con tu otro relato?
Aunque este ha sido muy bueno y seguro que nada tiene que ver con lo inicialmente escrito. Gracias, ave y ¡disfrútalo!
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¡Estoy horrorizado! No sé si el mundo está lleno de hombres inteligentes que lo disimulan... o de imbéciles que no se recatan de serlo. M. Brickman.

[ave]

Gracias. En cuanto al otro relato, como muy bien tú me apuntaste, León, error de principiante. Después de enviar La Gola, hinchado mi orgullo por algunos de los comentarios que recibió, no podía perder la oportunidad de enviar otro relato. Así que volví a rebuscar en mis cajones.
Pero ya que lo preguntas, ahora que hay poco movimiento en el foro y por si a alguien más le interesa, voy a mandar un comentario sobre Proclama de la Victoria para justificarlo y como réplica a las críticas que se le hicieron.
La verdad, sin dar nombres, me encantaría que otros autores de relatos malditos hicieran lo mismo.
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