Foro Primigenio de Hislibris

[Elena-]

Y no solamente por eso que dice Rosalía, sino porque me lo he leído completo, me ha gustado mucho y todo autor, más si es nuestro compañero de Foro, espera nuestras críticas. Además, ha sido la lectura en curso propuesta.
Hice mis reseñas cuando lo leí y ahora voy completando más en segunda lectura antes de poner mis comentarios.

[Elena-]

Cap.10
Es destacable en este capítulo que el momento histórico de la batalla de Tegea, sin entrar en sus pormenores bélicos, quede supeditado a los sentimientos y reacciones humanas que la misma ha causado en los personajes y que, mediante esto, se relate el hecho y sus consecuencias históricas. Muy buena ambientación con amenos y precisos detalles de ambas cenas.
De Hipodemia, siempre en su papel intrigante al extremo, me gusta la manera de plasmar su importante intervención en la trama.
Al autor no se le escapa ni la situación sicológica que ha causado en Crisipos y en Layos el encuentro sexual. Ese distanciamiento aparente que quieren demostrar para que nadie sospeche lo ocurrido. Buen punto racional.
Me encanta la versión del autor de lo ocurrido con la espada de Layos y la forma de plantear el asesinato de Crisipos como solamente un intento por Hipodemia, porque el mismo ahí no muere. Muy bien logrados preámbulo y hecho, pues ya sabemos que Layos había acudido a escondidas a visitar a Crisipos, momento que coincide con la aparición de Hipodamia ya que Layos aparentemente está vestido. Ni siquiera se encuentra en el lecho (más que evidente de esa unión entre ambos) y esto da lugar a ese buen comentario: “En otras circunstancias…”.

[Elena-]

Cap. 11
Todas las conversaciones ocurren de manera tan espontánea y real que quedo convencida que así ocurrieron los hechos. La humanización de los personajes, en lo simple cotidiano o en sus sentimientos a nivel sicológico, es uno de los logros más significativos de esta novela.
El informe de Periandros, la disyuntiva de Layos ante el amor y la traición, la convicción de Crisipos de que morirá sin su amado y la preocupación de Yocasta por el tiempo transcurrido son puntos en la trama, oportunos y muy bien tratados, que van encaminados al regreso y, por ende, al desenlace inmediato o posterior. También la conversación de Menoikes con el sacerdote luvio refuerza amenamente la parte histórica del momento y conduce a la escena de la muerte de Amfión y de la de Menoikes. Conjunto de escenas muy visuales, desde el ángulo fílmico, tan precisas que no he necesitado más para imaginarlas en su totalidad escenográfica.
Las dos secuencias, a continuación, pienso (a mi gusto de lectora) que pudieron desarrollarse más. Lo merecían porque son dos momentos culminantes e importantes que desatan los siguientes sucesos.
Me ha gustado que haya sido Crisipos el que decidió irse con Layos como un hecho que el otro debe aceptar. Reitero, me agrada que el autor nos muestre a Layos como una persona madura y responsable, mientras que a Crisipos como un adolescente que solamente piensa en su amor sin más consideraciones.
El dramatismo del cierre de este capítulo (paso al Interludio), contrario a las dos secuencias que antes mencioné, justamente estriba en lo escueto a mi juicio.
Acertada la forma de poner en un Interludio la maldición a Layos junto con los sentimientos de Pélops ante el “rapto” (a los ojos paternos) del hijo predilecto.