|
Foro Primigenio de Hislibris Archivo precioso de aventuras hislibreñas de 2006 a 2024
|
 |
Ver tema anterior :: Ver siguiente tema |
Autor |
Mensaje |
Balbo

Registrado: 02 Mar 2007 Mensajes: 12322 Ubicación: Gades in pectore
|
Publicado: Vie Nov 19, 2010 8:24 pm Título del mensaje: |
|
|
Cuando se ha dado cuenta la familia al completo han hecho esto:
 _________________ Viento del Este y niebla gris anuncian que viene lo que ha de venir (Mary Poppins) |
|
Volver arriba |
|
 |
Davout

Registrado: 26 May 2010 Mensajes: 8987 Ubicación: AUERSTADT - 14.10.1806
|
Publicado: Vie Nov 19, 2010 8:42 pm Título del mensaje: |
|
|
Balbo escribió: |
Cuando se ha dado cuenta la familia al completo han hecho esto: |
Este cambio me suena a peloteo al Sr Reverte, acaso quieres una copia dedicada
del nuevo Alatriste malandrín ? _________________ LA PATRIE EN DANGER |
|
Volver arriba |
|
 |
Balbo

Registrado: 02 Mar 2007 Mensajes: 12322 Ubicación: Gades in pectore
|
Publicado: Vie Nov 19, 2010 9:32 pm Título del mensaje: |
|
|
Hombre, si el se presta y me pasa uno no le haria ascos jejeje. Creo segun me indico hace unos meses que se llamaria El Puente de los Ahorcados y que saldria más o menos en Febrero. Luego a lo mejor le cambia el titulo. Mientras que salga Alatriste como si se llama Espadas Chulas en el Imperio.  _________________ Viento del Este y niebla gris anuncian que viene lo que ha de venir (Mary Poppins) |
|
Volver arriba |
|
 |
Balbo

Registrado: 02 Mar 2007 Mensajes: 12322 Ubicación: Gades in pectore
|
Publicado: Dom Dic 05, 2010 12:47 pm Título del mensaje: |
|
|
Para que luego diga la Ministra de Exteriores española que España no tiene nada que ver o hacer en el conflicto saharaui (desde luego se le tenia que caer la cara de vergüenza) . Miren el excelente articulo de hoy de Don Arturo Pérez-Reverte.
El soldadito de El Aaiún
Lo que voy a contarles ocurrió hace treinta y cinco años exactos, casi día por día, en diciembre de 1975; pero me acuerdo bastante bien. Es una historia que en su momento -yo era un jovencísimo reportero, enviado especial del diario Pueblo en el Sáhara desde hacía ocho meses- no me dejaron publicar. No eran buenos tiempos ni para la libertad de prensa ni para otras libertades, pero uno se las apañaba allí lo mejor que podía. Aunque en esta ocasión no pude. Recuerdo el episodio con mucho sentimiento, por varias razones. De una parte, los últimos sucesos en el Sáhara le dan, para mí, especial significado. De otra, algunos testigos fueron muy queridos amigos míos. Casi todos de los que tengo memoria están muertos, excepto el entonces capitán Yoyo Sandino, de la Policía Territorial, que creo estaba presente. Yo mismo viví la última parte del episodio; pero ya no recuerdo quién más estaba allí, aparte del teniente coronel López Huerta y el comandante Labajos, ya fallecidos. Acababa de morir Franco, y España entregaba el Sáhara a Hassán II. El Aaiún era una ciudad en estado de sitio, con toque de queda, cuarteles y barrios en poder de los marroquíes, y otros aún bajo autoridad española. Uno de éstos era Casas de Piedra, feudo del Polisario; la custodia de cuyo perímetro, rodeado de alambradas y caballos de Frisia, correspondía a la Policía Territorial. En sus sectores, la gendarmería real y las tropas marroquíes se comportaban con extremo rigor. Había innumerables detenidos. Y cada día, muchos jóvenes saharauis, así como veteranos de Tropas Nómadas y de la Territorial, huían al desierto para unirse a la guerrilla que ya combatía en las zonas abandonadas del este.
Aquella noche, una patrulla marroquí que pasaba cerca de Casas de Piedra fue tiroteada desde el otro lado de la alambrada. Los dos soldaditos españoles de guardia a la entrada del barrio -reclutas de mili obligatoria, destinados forzosos al Sáhara como policías territoriales- se apartaron de la luz, inquietos, y se quedaron allí hasta que hubo ruido de motores con resplandor de faros, y varios vehículos se detuvieron en el puesto de control. De ellos bajó nada menos que el coronel Dlimi, comandante general de las fuerzas marroquíes en el Sáhara, acompañado por todo su estado mayor y una sección de soldados de las fuerzas reales. Todos, incluido Dlimi, venían armados con fusiles de asalto, y estaban dispuestos a entrar en Casas de Piedra y arrasar el barrio como represalia por los tiros de media hora antes. Imaginen la escena: la noche, los faros iluminando la alambrada, el coronel en contraluz con todas sus estrellas y galones, y los dos soldaditos con todo aquello encima. Acojonados.
Lamento no recordar sus nombres, o tal vez no los supe nunca. Pero esto fue lo que hicieron: mientras uno de ellos echaba a correr hacia donde tenían la radio para avisar a sus jefes, el otro tragó saliva, se cuadró y les dijo a los marroquíes que no pasaban -yo conocí a su oficial superior, el eficaz y duro teniente Albaladejo, y estoy seguro de que el chico prefirió vérselas con ellos antes que con el teniente-. Como pueden ustedes suponer, Dlimi se puso hecho una pantera. A gritos, descompuesto, mandó al territorial que se quitara de allí o le iban a pasar por encima. Tengo órdenes de no dejar entrar a nadie, dijo éste. No sabes con quién estás hablando, etcétera, aulló el otro. Luego blandió su arma e hizo ademán de cruzar la alambrada, seguido por todos los suyos. Fue entonces cuando el soldadito dejó de ser lo que era, un humilde recluta forzoso que hacía la mili en el culo del mundo, para convertirse en otra cosa. En lo que juzguen ustedes que fue. Porque en ese momento, casi con lágrimas en los ojos y temblándole la voz, montó su fusil -clac, clac, chasqueó el cerrojo al meter una bala en la recámara- y le dijo en su cara al poderoso coronel Dlimi, jefe de las fuerzas marroquíes en el Sáhara, estas palabras extraordinarias: «Mi coronel, por mi pobre madre que, como alguien pase de ahí, le pego un tiro».
El aviso me pilló en el bar del cuartel de los territoriales, y a Casas de Piedra me fui, quemando neumáticos en el Seat 600 con el cartel Prensa que teníamos alquilado a medias Pedro Mario Herrero, del diario Ya, y el arriba firmante. Tuve así oportunidad de asistir al último acto del episodio, cuando llegaron los jefes españoles y tras una tensa negociación lograron que Dlimi se retirase con su gente. En cuanto al soldadito que le paró los pies salvando el barrio de una represalia, no eran, como digo, tiempos para la lírica. Me temo que la única recompensa que obtuvo aquella noche fue el cigarrillo Coronas que el comandante Labajos le ofreció de su paquete, la palmada en la espalda del teniente coronel López Huertas y esta página en la que hoy lo recuerdo. _________________ Viento del Este y niebla gris anuncian que viene lo que ha de venir (Mary Poppins) |
|
Volver arriba |
|
 |
Trecce

Registrado: 21 Feb 2007 Mensajes: 6252 Ubicación: Lejos.
|
Publicado: Lun Dic 06, 2010 7:58 pm Título del mensaje: |
|
|
Hay muchas cosas de aquellos días que no se saben y quizá nunca se sepan.
Me da pena recordar a aquellos pobres soldados casi abandonados en medio de gente hostil, total para nada.
Pero eso ha ocurrido tantas veces a lo largo de nuestra historia. En fin. _________________ Las pequeñas historias también hacen Historia
http://eldardodelapalabra.blogspot.com/ |
|
Volver arriba |
|
 |
Xeo

Registrado: 21 Mar 2009 Mensajes: 402 Ubicación: 67P
|
Publicado: Lun Dic 20, 2010 3:43 pm Título del mensaje: |
|
|
¿Alguien sabe qué narices ha pasado en Sudáfrica durante el FJME? _________________ La del avatar es Mnemósine dibujada por mí. |
|
Volver arriba |
|
 |
|
|
No puede crear mensajes No puede responder temas No puede editar sus mensajes No puede borrar sus mensajes No puede votar en encuestas
|
Powered by phpBB © 2001, 2005 phpBB Group
|