UN PLAN SANGRIENTO – Graeme Macrae Burnet

Uno de los puntos fuertes de la novela es la estructura que se aplica en ella. En una primera parte, encontramos la narración del protagonista, autor directo del asesinato cometido. Él mismo desarrolla sus memorias durante su estancia en el calabozo, mediante las que explica su situación en el pueblo en el que vive, la relación con sus vecinos, su propia y miserable vida familiar, y los acontecimientos que le llevaron a cometer aquellos crueles asesinatos. Creo que es la parte del libro más acertada por cuanto somos testigos directos de los pensamientos y sentimientos del joven protagonista. Con ello, el autor consigue presentarnos fríamente, de manera directa y sin tapujos, el entorno vital y familiar de a quien la vida le ha deparado un destino prácticamente insalvable. En una segunda parte, es un reputado médico llamado Bruce Thompson, quien hace un muy subjetivo análisis mental y social de la situación vital del acusado. Desde su visión profesional, el doctor mantiene una postura preconcebida de la posición social, mental y casi racial de quienes subsisten en las Tierras Altas, hasta el punto de calificar a sus ciudadanos de vivir en un nivel casi de salvajismo y asocialidad. Desde esta premisa, su visión, análisis y dictamen sobre el joven Macrae, cae en la postura oficial de quien califica a las personas, no por su actuar o por su realidad vital, sino más bien por su origen genético, social o racial. Y esta opinión no es sorprendente para la época, conociendo los estudios realizados en Gran Bretaña en cuanto a significar y catalogar a los habitantes de determinadas zonas con un cierto sesgo racista, desde un punto de vista social y rural. Es más, los orígenes del racismo basado en la esencia genética de los pueblos no hay que buscarlo solamente en Alemania, sino también entre algunos científicos y eruditos británicos. En una tercera parte de la novela, nos encontramos imbuidos en el juicio que se encargó de estudiar y dictaminar el caso de aquel terrible asesinato. En su recorrido podemos observar el punto de vista de los diferentes testigos y vecinos del acusado, quienes de una u otra manera coinciden con la valoración y la realidad de los precedentes que marcaron el camino hacia aquella tremenda desgracia. Es en este caso, cuando podemos vislumbrar cómo las testificales, dependiendo de los interrogatorios demandados por abogado defensor y el representante de la Corona, van encauzando el caso hacia una sentencia casi previamente anunciada. Interesante resulta su desarrollo para analizar el proceso judicial desde la distancia, algo determinante en el desarrollo el caso, pero que quizás se queda corto a la hora de ahondar en las razones y causas del resultado tan sangriento.
En definitiva, Graeme Macrae realiza una tremenda y dura disección de una sociedad rural enmarcada en un ámbito altamente delimitado por la pobreza, las tensiones entre familias, el duro crecimiento en una sociedad sin futuro, el entorno agrícola y de rentas dependientes de las decisiones que quienes deciden sobre la vida de los demás, sin pensar en el futuro o la posibilidad de supervivencia de terceros. El futuro de sus jóvenes estaba dirigido a cultivar las tierras que les eran cedidas, en el caso de los hombres, o a buscar un matrimonio adecuado para las mujeres. Toda su vida dependían de estos factores. Si un hombre no labraba bien su tierra y no producía lo suficiente, se encaminaba a la pobreza y el endeudamiento. Si una mujer no lograba alcanzar un matrimonio, se veía avocada a los abusos y a la soltería. Sin contar el peligro mortal de la consecuencia de sufrir plagas y enfermedades en un entorno poco saludable, en donde las epidemias, el alcohol y la violencia endémica, provocaban situaciones altamente difíciles.
De manera indirecta pero preclara, el autor incide en las teorías en las que la realidad social y el entorno que rodea a un hombre pueden marcar su futuro en cuanto en tanto, se ve teledirigido sin posibilidad de evitarlo, hacia una vida de miseria, dolor, sufrimiento y, como no, de violencia. Sin educación, sin formación y sin un entorno de seguridad, nuestro personaje, Roderick Macrae, por mucho que manifieste una inteligencia o una capacidad potencialmente adelantada, estará abocado a un futuro violento y terriblemente injusto. Un plan sangriento es un interesante ejercicio de análisis de la realidad social del mundo rural de las Altas Tierras de Escocia, enmascarado en una vibrante historia de un asesinato vil y cruel. Cada cual debe mirar y buscar las razones y los condicionantes que llevaron a cometerlo, contextualizando la realidad social de su entorno y de quienes, desde la distancia social y de sentimiento de clase, pretendían enjuiciarlo, en base a testimonios y realidades incapaces de ver más allá de los hechos investigados.
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Graeme Mcrae Burnet – Un plan sangriento. (Traducción: Alicia Frieyro) Ediciones Impedimenta, 2019, 384 pp.
Impedimenta no suele fallar con este tipo de novelas. Buena lectura para agosto. Gracias por la reseña. Me
Impedimenta, creo recordar, tiene publicadas dos más del autor. Gracias.