TODO EN VANO – Walter Kempowski
Katharina von Globing vive en la hacienda familiar de su marido junto a su hijo, una tía, además de dos ucranianas y un polaco, al servicio de la casa. Es enero de 1945. El frente oriental se encuentra por ahora estable, a la espera de la gran ofensiva que los soviéticos preparan para invadir el territorio alemán del III Reich. El marido de Katharina, oficial especialista del ejército nazi, se encuentra destinado en Italia, mientras su familia subsiste en su casa a base de racionamiento, la convivencia con algunos vecinos y amigos, y rellenando el tiempo recibiendo algunas curiosas visitas durante un crudo y determinante invierno en la historia de la Alemania de Hitler.
Walter Kempowski realiza un cercana y cruda descripción desde el punto de vista de esta curiosa familia, de los días en que se dio la gran ofensiva soviética de la Prusia Oriental. En su casa se recibe la visita de curiosos viajeros que se mueven por un territorio en plena tensión previa a la invasión y de algunos amigos de la familia. Con todo, su miembros y especialmente la señora de la casa, sufren la vigilancia del inspector del partido en el pueblo cercano, ante la sospecha de la presencia de fugitivos y desertores del ejército. Incluso por la zona se mueven algunos judíos que subsisten escondidos en aquel territorio, ahora casi fronterizo. Todos y cada uno de los personajes que pasan por aquella hacienda resaltan a su manera, la realidad de unos días en los que se presagia la caída del frente oriental, a las puertas de una población a la que solo le queda esperar el momento de recoger algunos enseres y huir al oeste. En sus páginas se relata la situación de esas relaciones, la subsistencia tensa y el devenir de los días previos al ataque ruso y, la gran huida anunciada ante la detonación brutal de las baterías soviéticas anunciando la gran ofensiva final.
En esta caleidoscópica novela se entrevé la precaria situación de una Alemania destinada a caer bajo las tropas rusas. Los tiempos de espera generan tensión, pero también ganas de socializar y ver pasar el tiempo, mientras los rumores y el horizonte presagian días peores, en los que el crudo invierno no hace más que plantear situaciones encaminadas a sufrir la espantosa realidad de tener que abandonar, tarde o temprano, la casa de la familia. Mientras, los transeúntes que visitan a los protagonistas muestran diferentes visiones de aquella realidad encaminada a un solo objetivo: huir al oeste en la búsqueda de un nuevo lugar donde refugiarse, con tal de no caer bajo la larga sombra de los soviéticos. Recuerdos de tiempos mejores se repiten en las conversaciones de la familia, mientras crece la desconfianza en los miembros del servicio provenientes de territorios del este y arrancados de las manos de sus tierras de origen por parte de la Alemania invasora.
La espera se hace terriblemente tensa y el batir de los cañones en la frontera da el pistoletazo de salida a la ruptura de la familia en su frenética huida al oeste. Las largas caravanas de carros y caballerías abarrotan un carretera nevada y llena de obstáculos, mientras los protagonistas buscan sobrevivir al infortunio de un país destinado a ser derrotado, invadido y humillado. El destino lleva a sus miembros a vivir un éxodo terrible, cada uno con sus posibilidades y desgracias, que define no solo la disolución familiar, sino también, la derrota y la gran calamidad por la que tiene que pasar el país. Walter Kemposki plasma en sus páginas, con gran acierto, la terrible realidad de aquel mes de 1945, en base a unos notables y potentes personajes, mediante quienes nos muestra las fortalezas y debilidades de la sociedad alemana ante el precipicio de la invasión. Brutal estampa de una realidad magníficamente retratada por un autor al que espero seguir leyendo.
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Walter Kempowski, Todo en vano. Libros del Asteroride, 2020, 354 pp.
Me gustó, como todo lo que publica Libros del Asteroide.
Es una novela que se lee muy bien, fluido, que atrapa en ese vivir de la familia hipotecada por un futuro incierto y terrible. Su tramo final, es durísimo y algunas de las escenas me marcaron, por su crueldad, por esa sensación de pérdida y desconcierto.
Muy cierto pero es que la invasión de Prusia por parte de los soviéticos fue a sangre y fuego. Refleja la realidad de lo que pasó.
Sin duda, es más, al novelarlo de esta manera tan soberbia, tan directa, el choque, el dolor, provocado es más duro, más frontal…
Me lo leí hará cosa de un mes, más o menos, y coincido en que también me gustó. Al principio, lo de la historia de la mansión vacía por la guerra solo habitada, creo recordar que por la esposa que espera al marido destinado en el frente, y rodeada por otros vecinos y personas que pasaban por allí se me hizo un poco naif… pero más lejos de la realidad pues poco a poco lo que parecía una historia de personas varadas en la nada se empieza a complicar y a sufrir los horrores de la guerra. Tiene el poder de que te engancha. En verdad también la recomiendo, se lee rapidamente y es de esas novelas que te deja un poso de recuerdo en futuras lecturas.
Y qué último tramo de la novela… Durísimo.