PRESENTACIÓN DE «VENGANZA EN SEVILLA», DE MATILDE ASENSI

PRESENTACIÓN DE VENGANZA EN SEVILLA, DE MATILDE ASENSILa Editorial Planeta ha publicado recientemente Venganza en Sevilla, segundo libro de una trilogía de la escritora Matilde Asensi cuyo personaje central se mueve entre el Nuevo Mundo y la ciudad de Sevilla en los albores del siglo XVII. Es esta la razón por la que el grupo editor decidió presentar la novela en la capital andaluza, al igual que decidió también invitar a Hislibris a que estuviera allí. Y estuvo. Fue el pasado día 9 del presente mes.

Como exordio de los actos programados figuraba una visita guiada al casco histórico hispalense para que nos forjásemos una idea de cómo debió de ser durante nuestro Siglo de Oro y pudiéramos ubicar así la acción novelesca que transcurre en ese ámbito.

Partimos de la espaciosa Plaza Nueva para seguir por la Avda. de la Constitución y hacer la primera escala ante la portada occidental de la Catedral: la Portada de la Asunción. Aunque nuestro cicerone nos la presentó como genuina muestra del arte bajomedieval, no lo es. Esto me costó una pequeña y coloquial discusión con él, pues lo cierto es que dicha portada quedó inconclusa y sin ornato en el momento de su construcción y fue tallada en estilo neogótico a finales del siglo XIX a iniciativa del cardenal Cienfuegos Jovellanos. Proseguimos contorneando la seo para hacer nueva parada frente a la portada meridional del transepto, la de San Cristóbal, también neogótica de las postrimerías del siglo XIX, ante la que se ha colocado recientemente una réplica del Giraldillo. Avanzando un poco más nos encontramos a los pies de la Giralda, la torre alminar-campanario a la que el muecín en su día y el campanero en el suyo ascendían por la rampa que, a falta de escaleras, proporciona acceso a su cima. El musulmán la escalaba a lomos de una acémila y el cristiano, que todavía en el siglo pasado tenía por oficio hacer repicar las campanas, se encaramaba a ella en una Vespa. Por fin, para rematar la perimetral visita catedralicia, una puerta más: la del Perdón, en la fachada norte. Ésta no da acceso al templo sino al patio de los Naranjos y conserva todo el sabor islámico original aunque perturbado por el conocido relieve esculpido sobre ella en el siglo XVI que escenifica el lanzamiento de los mercaderes del sagrado recinto salomónico y por cuatro imágenes que la flanquean en sus jambas.

Por la calle Hernando de Colón desembocamos en la plaza de San Francisco a la que da una de sus fachadas el ecléctico edificio consistorial. La fachada principal, la que se abre a la Plaza Nueva es neoclásica, pero la posterior, la que nosotros estábamos admirando comienza en su extremo meridional haciendo alarde de un exuberante engalanamiento plateresco que, al parecer por escasez presupuestaria, se va desvaneciendo hasta el desnudo ornamental del otro extremo. Caminando poco más alcanzamos la calle Sierpes y en ella la antigua Cárcel Real, o mejor dicho, el lugar donde se asentaba, pues nada perdura del primitivo edificio. Debe en gran parte su fama a que en ella estuvo preso Miguel de Cervantes. Desde hace algún tiempo viene siendo sede de diversas entidades bancarias (prometo abstenerme de realizar cualquier comparación irónica entre aquellos adictos al latrocinio que la ocuparon en el siglo XVII y quienes la ocupan en la actualidad). En nuestro discurrir por los espacios urbanos intramuros nos fuimos topando con la plaza de Molviedro, sobre el Compás de la Laguna, lugar de concentración antaño de la mancebía sevillana; con las Reales Atarazanas, el arsenal que en 1252, cuatro años después de la conquista de Sevilla, ordenó construir Alfonso X; con la Torre de la Plata, otra de las torres albarranas que no sucumbieron al fervor destructivo decimonónico; y por fin, como final de trayecto, con la emblemática Torre del Oro, la de los reflejos áureos emitidos por su pajizo mortero de revestimiento.

Del otro lado del río, justo enfrente de esta Torre y en su contemplación a través de las diáfanas cristaleras de un confortable restaurante nos sirvieron una deleitosa comida a cuya conclusión se dio a conocer el libro que nos había concitado allí. Lo presentaron los editores y la propia autora. Ésta respondió a cuantas preguntas le formularon los numerosos enviados de la prensa especializada tanto sobre el género histórico-novelesco en general como sobre el libro en particular y aun sobre sí misma.

Por la tarde realizamos una visita privada al Archivo de Indias, en concreto a la exposición que en él se exhibe bajo el título «Mare Clausum, Mare Liberum» que recoge abundantes documentos originales sobre las acciones de la piratería -corsarios, bucaneros, filibusteros, …- durante el siglo XVI y XVII en contra de los intereses de España. Tras esto, regreso a Madrid.

     

8 comentarios en “PRESENTACIÓN DE «VENGANZA EN SEVILLA», DE MATILDE ASENSI

  1. clío dice:

    ¡Ay que envidia por Dios! ¡pero que envidia! y ¡qué buena crónica!

  2. Ascanio dice:

    Ji, ji, ji, me imagino a Anthos discutiendo (amablemente, eso sí) sobre la portada en cuestión. Una estupenda crónica, caballero.
    Por cierto, o yo estoy muy desmemoriada o Anthos se ha sometido a cirugía estética, pero no tengo ni idea de quién es el de la cabecera.
    (Seguro que es alguien conocidísimo y estoy metiendo la pata hasta el corvejón).

  3. Ascanio dice:

    Porque espero que no sea Matilde Asensi…

  4. Ascanio dice:

    ¡Andalaosa!
    Ya decía yo que eso no parecía Sevilla sino más bien Graná… O sea, que la cabecera es del libro de Rodrigo y no tiene nada que ver con Anthos ni con Matilde Asensi.
    En fin, perdón por esta ristra de comentarios inútiles.

  5. Josep dice:

    Y a todo esto… ¡no habéis hablado de la presentación del libro ni de Matilde Asensi!

  6. Anthos dice:

    He comentado brevemente que al término de la comida se dio a conocer el libro a todos los presentes y que participó Matilde Asensi respondiendo largamente a cuantas cuestiones se le formularon. Entiendo, no obstante, que la crítica del libro se hará más adelante por parte de quien lo lea y tenga a bien reseñar, momento en que se podrá hablar también de su autora en relación con la obra.

  7. Akawi dice:

    ¡Ay! Qué bonitos recuerdos de la ciudad de Sevilla me acabas de traer a la memoria, querido Anthos. Te agradezco enormemente tú desinteresada colaboración por dejarte transportar a esa ciudad y a aquellos tiempos.
    El estandarte de Hislibris ha quedado una vez más en todo lo alto. Y no me extraña nada que supieras tú más que el guía, ja, ja, ja,…
    Gracias de nuevo.

  8. farreras marta dice:

    novela muy floja , es muy difil recomendarla

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