Novedades libros de Historia – 11 abril 2006
Sigo con las novedades. Turno ahora para Taurus y uno de sus últimos lanzamientos (bueno, en concreto se lanza el 19 de abril).
La escritora Jung Chang y su marido, el historiador Jon Halliday, firman una biografía que va a dar bastante que hablar: Mao, la historia desconocida, a través de la cual -y tras 10 años de investigación y entrevistas- pretenden ofrecer la verdad sobre el líder chino. Os dejo un trozo de la sinopsis para que veáis por dónde van los tiros:
Está repleta de revelaciones sorprendentes, hace añicos el mito de la Larga Marcha y nos presenta a un Mao totalmente desconocido: no le impulsaban la ideología ni el idealismo; su íntima e intrincada relación con Stalin se remonta a los años veinte y fue decisiva para alzarle al poder; saludó con buenos ojos la ocupación japonesa de buena parte de China; y labró su camino por medio de conjuras, chantajes y envenenamientos. Después de conquistar China, a partir de 1949 tuvo el secreto objetivo de dominar el mundo. En la persecución de esta fantasía causó la muerte de 38 millones de personas en la mayor hambruna de la historia. En conjunto, bajo el gobierno de Mao perecieron, en tiempos de paz, más de 70 millones de seres humanos.
Para los que estéis interesados, aquí podéis leer unos fragmentos (formato pdf).
[tags]Mao, Jung Chang, Jon Halliday[/tags]
Dos anécdotas referentes a estas dos «joyas» que fueron Mao y Stalin, en muchísimos aspectos unos monstruos peores que el mismísimo Hitler:
Stalin asesinó sistemáticamente a todos los integrantes mínimamente relevantes del Partido junto a los cuales llegó al poder, además de cientos de miles (nunca se ha llegado a calcular del todo bien, hay quien también habla de millones) de personas por motivos políticos, raciales, sexuales o simplemente porque le daba la gana a algun comisario político. Existen documentos, sentencias de fusilamiento con listas de hasta 12000 nombres seguidos en que, de puño y letra del mismo Stalin, una anotación al margen reza: «añadir 6000 más». Y claro, para contentar a dios Stalin se buscaban a 6000 personas más para asesinarlos con o sin «razón». En la época en que kruschev empezaba en el partido comunista ni uno sólo de los jefes de partido iniciales seguía con vida salvo Stalin.
Con respecto a Mao, la cosa sería hasta graciosa, si no fuera por lo grotesco y estúpido de la situación que llevaría a la muerte a millones: por decreto ley se dejó de cultivar cualquier otra cosa que no fuera maíz (creo que era maíz, pero puede que fuera otra cosa, el caso es que decidió que China sólo cultivaría una cosa), que resulta que en muchas partes de China no crece bien. Resultado: Partes enteras de China se morían de hambre. Entonces, y ahí está lo grotesco, decidió que la culpa era de los pajarillos que se comían el grano antes de que creciera. Declaró a los gorrioncillos «enemigos del pueblo chino» y pidió que allí donde estuvieran fueran atrapados y muertos; hay imágenes de chinos cazando los pajaritos de marras con redes cazamariposa. Un heroe del pueblo vamos.