NORMANDÍA 1944. EL DÍA D Y LA BATALLA POR FRANCIA – James Holland
“Transportar por mar a ejércitos enteros a través de más de ciento treinta kilómetros de aguas sembradas de minas enemigas y desembarcarlos luego en playas defendidas por unas fuerzas armadas que habían doblegado a media Europa solo unos pocos años antes —y, para remate, conseguir hacer todo eso con el más absoluto secreto— parecía uno de los trabajos de Hércules. Y lo era. Muchas cosas podían salir mal”.
Hablemos de cifras: no hace mucho decíamos que Poder y tronos. Una nueva historia de la Edad Media, de Dan Jones, es un libro extenso, cerca de 800 páginas, las cuales son en cierto modo justificables por abordar un periodo de cerca de mil años (si es que la relación entre el número de páginas y la duración del período abarcado tiene algún sentido). En esta ocasión nos encontramos con otro libro extensísimo, más de 900 páginas, que sin embargo está basado en los hechos que ocurrieron en un solo día (algo así como el Ulises de Joyce, cuyos cientos de páginas cuentan lo sucedido durante ese mismo periodo). Ciertamente, se habla también de lo que pasó antes y después del día en cuestión, pero la razón de ser del volumen son las 24 horas del 6 de junio de 1944. El día del desembarco de Normandía. El día D.
Normandía 1944. El día D y la batalla por Francia es la obra con que el historiador británico James Holland continúa su andadura por el, conviene decirlo, trillado y mil veces recorrido camino de los libros sobre la Segunda Guerra Mundial. El auge de Alemania. 1939-1941, El contraataque aliado. 1941-1943 y Sicilia 1943. El primer asalto a la fortaleza Europa son las tres obras dedicadas al conflicto que Ático de los Libros ha traducido del autor, a las que ahora se suma esta, de factura tan voluminosa como los anteriores. El británico, de 52 años, afirma en el prólogo que pretende poner enmienda a los errores y asunciones que con frecuencia se cometen en torno a lo acontecido en el día D. Uno de ellos tal vez sea el de asumir que el día D fue un suceso, valga la redundancia, de un día; Holland pretende mostrar la complejidad de la operación, que requirió de preparativos que mantuvieron ocupados a los gobiernos aliados durante meses antes de la fecha, así como el avance de la invasión (la liberación, para decirlo con más propiedad) de Francia durante los meses siguientes. La operación Overlord, como se denominó secretamente al conjunto de acciones que tuvieron como fecha clave el día D, movilizó a miles de soldados y altos mandos, pero tuvo una enorme repercusión sobre el personal administrativo que gestionó las operaciones, la industria armamentística, la logística del abastecimiento de las tropas… Ese es el propósito de Holland: hacer presente la complejidad de una operación de tal magnitud.
Para llevar a cabo su cometido, el libro se mueve a varios niveles: como don Juan Tenorio, Holland baja a las cabañas y sube a los palacios. Es decir: por sus páginas desfilan tanto los altos mandos que dirigieron las operaciones, comenzando por el general estadounidense Eisenhower y el general británico Montgomery, y continuando por los mandos intermedios y los soldados cuyas vidas en aquellos días transcurrieron inmersas en el conflicto. Holland es a menudo exhaustivo en cuanto al análisis de las decisiones que tuvieron que tomarse y las órdenes que se impartieron durante la operación. También expresa opiniones sobre los hechos o sobre los personajes (así por ejemplo, de Eisenhower dice que era una persona abierta y simpática, en cambio Montgomery era un inepto a nivel social).
El libro se estructura en 35 capítulos agrupados en cuatro partes: en la primera se abordan los días, semanas y meses antes del desembarco, un desembarco que no era en absoluto desconocido por los alemanes, pero ignoraban tanto el momento como el lugar de Normandía o de Bretaña en que tendría lugar. La costa atlántica francesa era (es) muy extensa, y los 6’5 millones de minas que se hallaban repartidas por toda ella (entre otros recursos para impedir el asalto por mar y aire) eran del todo insuficientes, como indicó el mariscal Rommel (a su juicio era necesario triplicar ese número). En la segunda parte del libro se trata propiamente del día del desembarco llevado a cabo por las tropas estadounidenses, británicas y canadienses. Holland recalca que los soldados, siendo de vital importancia para la operación, no eran sino la punta de lanza de la operación Overlord, la cual tenía tras de sí todo un complejo entramado que implicaba el trabajo logístico de miles de personas durante varios meses. En las dos partes restantes, que ocupan casi la mitad del libro, se relatan las operaciones, a gran y pequeña escala, que se llevaron a cabo durante la ocupación y liberación del territorio francés por parte de las fuerzas terrestres aliadas, que contaron desde luego con el apoyo de la aviación. En aquel periodo los cazas norteamericanos ejercieron un dominio absoluto sobre el aire, mientras que la aviación alemana hubo de combatir con problemas internos (tales como la preparación deficiente de los pilotos o el escaso presupuesto con que contaba la fuerza aérea alemana, la Luftwaffe).
Uno de los puntos fuertes del libro es el abundante material gráfico con que cuenta, así como varios apéndices: a la bibliografía, glosario e índice onomástico se suma más de una veintena de mapas, muchos de ellos a doble página; fotografías de personajes y escenarios bélicos; cuadros esquemáticos que desglosan la composición de los regimientos del ejército; una cronología de los hechos desde el 12 de enero al 25 de agosto de 1944; y una más específica de cómo transcurrió el día D a la hora y minuto. Todo este material supone más de 200 páginas del total.
A su faceta de historiador James Holland suma la de divulgador no solo a través de publicaciones escritas sino también en televisión y en internet. Hay que decir que es un hombre bastante prolífico: ha escrito novelas y realizado programas de radio y televisión así como documentales dedicados a la Segunda Guerra Mundial. En esta obra, Holland se precia de contar con archivos documentales y testimonios inéditos, material el cual le permite confeccionar una obra exhaustiva y que reinterpreta el conflicto bélico desde un punto de vista global. Las obras anteriores de Holland han recibido tanto elogios como críticas; estas últimas apuntan precisamente a lo contrario que parece destacar en Normandía 1944: a la falta de profundidad y de rigor en ciertos aspectos. Ciertamente, la oferta de libros sobre el tema es tan amplia y, por qué no decirlo, tan buena, que la competencia de Holland es feroz. En cualquier caso, para lectores que busquen una introducción (de más de 900 páginas) al tema, creo que se trata de un magnífico libro.
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James Holland, Normandía 1944. El día D y la batalla por Francia (traducción de Joan Eloi Roca). Barcelona, Ático de los Libros, 2022, 928 páginas.
Hace ya meses que terminé este volumen que además pude reseñar para Desperta Ferro. Debo decir que me gustó bastante. A pesar de que el tema de Normandía esta muy «trillado» el estilo de Holland es ameno y si no has leído nada sobre estos hechos uno se lo pasará en grande. En este punto coincido con Cavilius. Por último, me gustaría destacar la magnífica edición, es una maravilla.
¡Saludos!
Buena reseña Cavi… aunque últimamente te veo muy de SGM. Se me hace raro ver a un heleno en este campo histórico, jejejeje. Eso debe de ser porque has identificado algún griego en el desembarco y por eso te ha interesado el tema ;-)
Pues teniendo en cuenta que todavía tengo por casa sin leer el de Beevor dedicado a Normandía, este tendrá que esperar. Buenísima reseña.
Gracias, gentes. Sí, Balbo, lo griego ya no vende, la vida es dura… Por eso me he pasado a lo segundaguerramundialero, que es un género que está que se sale, y con libros como este de Holland más todavía.
Pero cualquier día de estos reseño Hacia el mar Egeo. Memorias de un helenista durante la Segunda Guerra Mundial, de G. S. Kirk, y así conjugo los dos géneros en un pack.
Compro!