LA QUIMERA DE AL-ANDALUS – Serafín Fanjul

Si alguien vio estas Navidades un reportaje sobre Granada en “España Directo” (TVE), pudo oír como la periodista hablaba de los musulmanes del Albaicín, que dan a la ciudad su carácter “auténtico” desde la Edad Media, y llevan haciéndolo desde entonces, “ininterrumpidamente”, hasta nuestros días. Disparates como este y otros menos inofensivos como la búsqueda de argumentos en un pasado mítico con la intención de fundar realidades presentes- llevaron al arabista Fanjul a escribir “Al-Andalus contra España” (libro que me atrevo a recomendar) cuyo relativo éxito dio pie a este otro, concebido más como complemento que como continuación, y con la intención de ofrecer más elementos de juicio y argumentos frente a la marea de tópicos y falsedades políticamente correctas que rodean la historia de al-Andalus y, en general, la famosa convivencia de las tres culturas en la península ibérica.

Hay que decir que el autor es un académico serio y riguroso, aunque el libro esté escrito con vocación divulgativa y sea ameno y fácil de leer, y que los argumentos que ofrece son sólidos y resultan convincentes, entre otras cosas porque están apoyados por textos y documentos de la época en cuestión. El tal Fanjul es catedrático de Literatura Árabe, conoce la época de la que habla, y sobre todo conoce la lengua árabe y el Islam algo no muy habitual- , lo que hace que desmonte con mucha facilidad las teorías y fabulaciones varias de escritores, periodistas, políticos y hasta cantantes de flamenco, que de todo hay, ya que por lo que parece aquí todo el mundo opina. Si en el libro anterior había pasajes antológicos en los que señalaba los errores de bulto no pequeños gazapos- de Antonio Gala, en este dedica un capítulo a la novela histórica y deja bastante mal parados a escritores como Noah Gordon, entre otros. No está de más recordar que los autores de los errores venden millones de libros y del que los corrige apenas se sabe quién es. Da que pensar. Claro que la cosa es peor cuando los dislates están publicados por la Universidad de Granada o la Junta de Andalucía, por ejemplo, no siendo el más grande la continua asociación de al-Andalus y Andalucía como sinónimos. Fanjul repite un poco harto- que la última no existirá, tal y como hoy la conocemos, hasta 1833 y a partir de una reorganización administrativa que unifique la actual Andalucía occidental con el reino de Granada (las actuales provincias de Granada, Málaga y Almería).

En general, las tesis del autor son las siguientes: la singularidad de al-Andalus en realidad no lo fue tanto, como prueban otros territorios, desde Sicilia a la India, que fueron también escenario de avance y retroceso del Islam. Tampoco fue un paraíso, y la llamada “convivencia” de las tres culturas en la península fue en realidad una mera yuxtaposición de comunidades definidas no por su localización geográfica o la pertenencia a tal o cual reino, sino principalmente por la religión, lo que dio lugar a una coexistencia indeseada en la que, a uno y otro lado de la frontera, la religión mayoritaria fue responsable no ya de degollinas periódicas de las otras dos- que también- sino de una situación general de sometimiento de las demás comunidades mucho más próxima al apartheid que a la tolerancia de la que hoy hablamos. Algo que suele escamotearse al recordar los surtidores del Generalife y demás visiones edulcoradas de al-Andalus. Un caso paradigmático es el del judío Maimónides, forzado a convertirse al Islam, exiliado, posteriormente condenado a muerte y, como colofón, exhibido en la Córdoba de nuestros días como ejemplo de la convivencia pacífica entre las tres religiones.

Pero va más allá.: las pervivencias islámicas en la España de hoy son mínimas. En el idioma tan mencionado en estos casos los restos del léxico árabe no pasarían de 0,6%, la mayoría referidos a utensilios y usos agrarios que hacen que su vigencia en el castellano vivo sea aún menor. En costumbres, gastronomía, arquitectura, etc, los restos serían mínimos, y en este sentido señala la atribución popular de todo aquello que resulta antiguo en España “a la época de los moros”, desde el arco de herradura visigodo a la teja romana.

Capítulo aparte es aquello de que en España, o en Andalucía, “todos descendemos de los moros”. El autor muestra como el avance de la reconquista y las consiguientes fugas y expulsiones fue seguido de repoblaciones de norteños santanderinos, asturianos, gallegos, catalanes que formarían la base de los actuales habitantes del sur peninsular, minimizando los matrimonios mixtos como insignificantes, ya sea por la oposición a ellos de ambas religiones como por el rechazo de ambas comunidades cuando estos eran fomentados desde el poder (como ocurrió tras la toma de Granada). Esa base supone, fundamentalmente, el entronque de esos habitantes con la cultura neolatina y cristiana occidental, en línea con el resto del continente europeo, definida en aquel momento y lugar por oposición al Islam, que no por mestizaje con él. Hablando de los granadinos, en otro lugar decía que “si usted se apellida Gutiérrez, Quiñones o Pancorbo, es poco probable que su antepasado se apellidase Abdherraman”.

El libro tiene otros capítulos destinados a desmontar mitos menores como la afinidad de gitanos y moriscos por cierto, en su libro anterior ya demostraba cómo el flamenco no tiene nada que ver con la herencia musulmana o la insignificancia de la emigración morisca a América, por razones obvias. Más interés tiene el capítulo dedicado a responder a esa pregunta de ¿eran españoles los moriscos? Pasados los años en los que se trataba de españolizar a todo aquel nacido en la península, ya fuera Séneca o Viriato, el autor opina que “español” es un adjetivo que no puede utilizarse en propiedad hasta varios siglos después. Lo que sí destaca es que entre los hispanocristianos había un sentimiento – fuera fundado o no de continuidad con el período visigodo anterior y una voluntad de recuperar una integridad territorial perdida, que se constituye como base de lo que luego sería España. Para el autor, no es solo que ese sentimiento no pudiese existir en al-Andalus, vinculado real y simbólicamente con el resto del mundo musulmán, sino que los musulmanes de la península trabajan activamente en contra de esa idea como es lógico y desde luego renegaban de esa España que a pesar de la traducción fácil- ni mucho menos equivale a al-Andalus. Hay incontables ejemplos en el libro que apoyan esta idea.

El libro tiene más cosas, como el análisis de los viajeros románticos europeos que contribuyeron a forjar el mito (Gautier, Amicis o Merimée, que veían ojos moriscos desde Irún y arquitectura islámica en la puerta del Sol o la Casa de Pilatos) o de los menos conocidos viajeros árabes por una España posterior al XV que les es completamente ajena. También son curiosos los ejemplos de libros de texto de Siria o Iraq y su visión delirante de al-Andalus, y en general la multitud de citas disparatadas de los que, de buena fe o por pura ignorancia, confunden la realidad y el mito.

Me gustaría añadir algo, que no habría por qué decir, pero que quizá sea conveniente: el autor no es ningún reaccionario, ni un defensor de la España eterna ni demás sandeces. Si acaso es, como alguien decía, un provocador necesario. Demuestra ganas de saber la verdad, contar lo que sabe y – eso sí mostrar su legítima indignación ante tantas patrañas, que no son simplemente despreciadas sino desmentidas con detalle y argumentación. Como ejemplo, diré que al hablar de esa convivencia que algunos quieren basar en un pasado mítico, expone con mesura cómo no hay por qué renunciar a la utopía, sino simplemente ser conscientes del esfuerzo que supone y de que requiere la voluntad de todas las partes implicadas. Algo muy sensato, pero que pide conocer la realidad del pasado, y no dejarse llevar por los espejismos del mito.

En resumen, un libro interesantísimo (junto con el primero, por el que recomendaría empezar), y que a mi personalmente me ha descubierto muchas cosas que ignoraba y me ha hecho repensar muchas otras que creía conocer. Uno de esos libros que invitan a no asumir como cierto aquello que más se repite, por muy reconfortante o atractivo que sea. Es una pena pero a veces los hechos van por otro lado.

     

76 comentarios en “LA QUIMERA DE AL-ANDALUS – Serafín Fanjul

  1. Anthos dice:

    Permítaseme que manifieste mi respetuosa discrepancia sobre algunos de los puntos de vista que Javier nos expone en el presente artículo. No he leído este libro, por lo que no tengo de él otra noticia que la que Javier nos suministra a través de su amplia síntesis, pero sí conozco algo más sobre el autor para el que la cuestión andalusí constituye un tema recurrente y aun obsesivo en todos sus escritos.

    Me referiré a uno que, por su brevedad (sólo dos páginas), puede tenerse por epítome de su pensamiento. Se publicó en el número 3 de la revista Historia de Iberia Vieja bajo el título «Andalucía no es Al-Andalus». Con independencia de las razones que esgrima en apoyo de su planteamiento que, como gran estudioso de la cuestión, pueden ser muchas y fundadas, lo que irrita al lector es constatar cómo las utiliza de forma partidista (en el sentido político) contra la Junta de Andalucía. En mi opinión, que es sólo esto, una opinión, no se esfuerza en presentar asépticamente un conjunto de hechos históricos o geográficos como correspondería a una publicación de Historia, sino que, en un arrebato de exaltación destructora que no puede ocultar, convierte en denuesto del Gobierno Andaluz toda su argumentación. Su visón de las Autonomías la deja clara ya desde el principio, pues en el mismo encabezamiento se refiere a la perdurabilidad de las delimitaciones provinciales «…incluso tras el paso arrasador de la apisonadora autonómica», frase nada ecuánime si se presume procedente de la pluma de un historiador. Sigue en este tono con expresiones como estas: «El andalucismo disparatado de Blas Infante remata la faena a principios del XX como coartada política y teórica…», «…en nuestros días, auténticos indocumentados, bien subvencionados por la Junta de Andalucía…», «… lo demás es poesía mala y ganas de enredar de políticos y aspirantes a subvenciones…», «Américo Castro … santo adorado con fervor por laicos y ateos militantes …», «… reemplazando realidades históricas … por festolines de moros y cristianos … con los cristianos llevándose todas las tundas y con la Virgen María corrida del pueblo a cantazos por imperialista», «… el destacado papel de la Junta de Andalucía en el deterioro de las relaciones con Marruecos …», en fin, todo en este tono ultrajante con un solo ademán positivo en toda su disertación: el ditirambo que dedica a Aznar como paradigma de la democracia pues se trata de «…un presidente constitucional reelegido por mayoría absoluta y que rechazó presentarse a un tercer mandato…». Demasiada carga política para un ensayo histórico, y todo esto en sólo dos páginas.

    En relación con el libro objeto de este comentario, si se utilizan los ejemplos del arco de herradura visigodo y la teja romana como demostrativos de que todo lo antiguo de atribuye «a la época de los moros», o el autor está muy desinformado en aspectos arquitectónicos o hace gala de mala intención. No se atribuye a los moros el arco de herradura visigodo ni la teja romana; a los moros, por denominarlos de esta forma, se les atribuye el arco de herradura califal o árabe y la teja árabe, que poco tienen que ver con sus respectivos visigodo o romana. El arco de herradura visigodo, que tampoco es visigodo de invención, pues ya lo utilizaban los romanos, sólo se asemeja al árabe en que ambos son de herradura, y difiere en todo lo demás: el visigodo no tiene clave, el peralte es menor, el salmer tiene sus bases paralelas, las dovelas peraltadas no son radiales, el trasdós por debajo del medio punto es vertical, en resumen, totalmente distinto al árabe con el que no hay confusión posible. Algo similar cabe decir de la teja: cuando se habla de la teja árabe no se le está adjudicando improcedentemente este origen a la teja romana, sino que son dos tejas distintas. Cualquier catálogo actual de materiales de construcción ofrece tejas árabes y tejas romanas como piezas diferenciadas, y frente a la teja romana que se componía de dos elementos «tegulis» y «canulis», el propio diccionario de la Real Academia Española define la teja árabe como «la que tiene forma de canal cónico». Nadie, pues, adjudica a los árabes sino lo que les pertenece, como no sea el autor que se proponga confundirnos.

    Sería prolijo y estaría fuera de lugar ahondar en todos mis desacuerdos con el autor en aspectos tales como su reticencia respecto a la armonía de las tres culturas o a la tolerancia religiosa por parte de los invasores musulmanes. Únicamente un apunte: en 863, siglo y medio después de la conquista, Muhammad I convocó en Córdoba un concilio ecuménico que reunió a cristianos, musulmanes y judíos, y durante la ocupación árabe se sucedieron los sínodos cristianos en Toledo, Sevilla y otras ciudades, algunos de ellos convocados por el propio califa.

    No deseo alargarme pero sí concluir que, a mi modo de entender y ver las cosas, el autor utiliza sus conocimientos en la materia de forma sesgada con intencionalidad política y partidista.

  2. javier dice:

    Hola Anthos, encantado de leer tus ilustradas discrepancias. Conozco el artículo al que te refieres, y otros más de tono similar. Es por eso que me referí a Fanjul como un provocador, aunque yo personalmente le añadiría el adjetivo de «necesario». Intentaré explicarme y a la vez responder a tu comentario.

    La mayoría de las críticas que he leído a sus libros han sido ad hominem, lo cual me parece además de injusto significativo. En tu caso, parece que es su «partidismo» y «tendenciosidad» lo que te chirría, aunque yo personalmente, y en general, lo aplauda.

    Siguiendo tus comentarios, parece que el calificativo de «disparatado» aplicado al nacionalismo de Blas Infante te parece ultrajante. Por lo poco que sé de él, me parece que es un adjetivo suave, y la verdad es que ver colegios públicos en Andalucía – ya que mencionas a la Junta- que llevan su nombre me parece bastante lamentable, además de innecesario tal y como está el patio. En cualquier caso, cada uno es muy dueño de pedir la independencia para su terruño, pero me temo que la crítica de Fanjul viene por la coartada historicista del nacionalismo andaluz que parte de Infante y que hace de la visión mítica de al-Andalus, identificado abusivamente con Andalucía, su particular hecho diferencial.

    De los indocumentados subvencionados por la Junta hay ejemplos en el libro que ponen los pelos de punta, y en cuanto a los aspirantes a subvenciones, sinceramente yo tengo la sensación de que cualquier escrito que refuerce la visión edulcorada de al-Andalus como jardín florido y patria de la tolerancia y la amistad entre las tres culturas, tiene grandes opciones a llevarse un buen pellizco, pero evidentemente es una opinión. En cualquier caso el texto que precede a «lo demás es poesía mala…» es:

    «Pero al-Andalus en árabe no significa «Andalucía», sino la Hispania Musulmana, fuese cual fuese su extensión: frontera en el Duero, siglo X; frontera en Algeciras, siglo XIV. Eso era al-Andalus, un país islámico de religión, de tolerancia más que dudosa y cultura árabe dominante.»

    Frase impecable a mi entender, si bien entiendo que es su tono vehemente lo que para ti le descalifica. Para mí en absoluto. No es solo que se trate de un artículo periodístico – que permite ciertas licencias, entre otras cosas por la rapidez con que puede ser contestado- sino que al final lo importante es lo que afirma, más allá de un tono que no es efectismo gratuito sino, creo yo, ganas de levantar la voz por encima de la corrección política del discurso dominante.

    Más cosas: que Américo Castro es citado como una verdad revelada cuando se habla de este tema, por lo que yo he podido ver – y basta con leer los innumerables artículos de Goytisolo en terceras de El País, que no es cualquier periódico- creo que es fácilmente defendible, independientemente de que sus planteamientos puedan ser cuestionados, que lo son de manera argumentada por Fanjul en sus libros. Y su alusión a las fiestas populares y lo de la Virgen imperialista, no deja de ser un exabrupto, pero yo estuve el día de la toma en Granada el pasado año y la fiesta -legítima a mi entender- era atacadísima por el partido andalucista que veía en ella la conmemoración de una agresión, todo ello seguido de carteles varios donde se asociaba la cruz a la esvástica y el año 1492 al del comienzo de un genocidio. Hombre, no hace falta hacer santa a Isabel la Católica, pero esto tampoco es de recibo, y no he podido ver a nadie más que lo critique con rotundidad salvo Fanjul, así que digamos que personalmente no me importa que el tono no sea todo lo correcto que podría ser.

    En cuanto a la comparación de Aznar y el amigo marroquí, te doy la razón en que es partidista, claro que lo es. Que lo que dice es cierto, también. En mi opinión este apoyo al PP es innecesario en este artículo y personalmente me importa un bledo, si bien es legítimo (de todas maneras, Anthos, si este tipo de apoyos te irritan, te recomendaría que evitases las revistas publicadas por el ubicuo César Vidal).

    En resumen, creo que el fondo del artículo que citas es muy interesante, y que no he leído una refutación seria. Yo no llego a saber si es simplemente porque no puede haberla, pero desde luego a mí me parece fundamentado.

    En cuanto a los concilios ecuménicos que comentas al final, creo que Fanjul no niega esos acercamientos, sino que dice que así como la historia de los encuentros entre las tres religiones es larga, su falta de resultados también lo es. Es un argumento pesimista – y el tono te indignará, los llama «juegos florales- , pero una vez más basado en realidades.

    Dejo para el final tu exposición acerca del arco y la teja, y te doy las gracias por ilustrarme. La atribución de la que hablaba era popular – creo que lo decía-. Evidentemente Fanjul no descubre el mediterráneo, sino que recuerda como en eso que llaman imaginario popular los moros son responsables de obras romanas o visigodas. Una vez más con ejemplos. Puede ser exagerada la saña con la que critica la falta de pericia de arquitectos musulmanes y minimiza sus logros, por cuanto cree que en buena medida se basan en creaciones y logros anteriores, fundamentalmente romanos – y ahí desde luego tu podrás juzgar mucho mejor que yo- pero de ahí a decir que «Nadie, pues, adjudica a los árabes sino lo que les pertenece» creo que va demasiado. ¡Pero si hasta el flamenco hemos oído mil veces que viene de ellos! Una vez más – y acertadamente en mi opinión- creo que Fanjul se refiere al discurso dominante, que es el que llega al españolito de a pie. Te sorprendería la antología del disparate que a este respecto puedes encontrar en sus libros, sacadas entre otras fuentes de programas de Canal Sur – supongo que su enemiga a la Junta viene de este tipo de cosas.

    Déjame añadir algo: claro que este hombre tiene sus planteamientos, y sus ideas, pero sus argumentos no son despreciables por ellas.

    En fin, Anthos, gracias por tu comentario y espero haber sido claro y no haberte aburrido con el mío. Otro comentario tuyo y me echan del trabajo. La verdad es que me gustaría que leyeras algún libro suyo – donde sus argumentos son expuestos de manera menos superficial que en sus artículos- y me dieras tu opinión. Seguro que sería interesante.

    Saludos.

  3. nando dice:

    Muy buenas:

    no he leido el libro, pero desde luego coincido con muchos de los planteamientos que tan brillantemente ha expuesto Javier.

    Cuantas veces hemos tenido que tragarnos la tan cacareada convivencia multicultural del Toledo medieval, o el origen musulmán de Andalucía o el del mismo flamenco, o que todos tenemos un antepasado moro por el hecho de haber «compartido» un pasado de «convivencia cívica» con el Islam que nuestos ancestros aceptaron graciosamente y en virtud de un ideal de multiculturalidad, tolerancia y razón.

    La retro- proyección de ideales contemporáneos hacia el pasado es algo muy común en la labor del historiador que en ese momento está al límite de cruzar la barrera de lo que es la «creación» histórica y el más puro propandismo. El historiador deja de serlo y pasa a convertirse en un mero propagandista y agitador cultural.

    Actitudes como esta dan lugar a que, por ejemplo, Jordi Pujol dijese hace años que Cataluña era una «nación con más de mil años de historia», que desde el otro lado del Atlántico se conmemoraran los 500 años de la masacre y se aspire a un indigenismo de caracter mítico o que los vascones sean la tribu perdida de Europa.

    Y de ahí pasamos a inventar nuestra relación con el Islam actual justificándolo en una burda reinterpretación del pasado precisamente en un territorio de la Europa Occidental y Cristiana que fue conquistado por esa religión. Porque no hubo tal conquista, todo fue un fenómeno de asimilación cultural basado en el respeto mutuo y la tolerancia, en un afán multicultural y civilizador en donde cada una de las partes era consciente de las ventajas de la unión, alguno dirá «alianza», de civilizaciones, culturas y religiones. Y en donde, independientemente de esa tan pacífica integración; todos, cristianos, musulmanes y judíos conservaron sus señas de identidad.

    Pero Javier dá en el clavo e introduce una palabra mágica que evitaría todas esas patrañas de pretendida autenticidad histórica:

    YUXTAPOSICIÓN

    …así es: la Historia debería ser explicada desde un comienzo a través de sencillos análisis semánticos. Yuxtaposición no es lo mismo que integración, ni es lo mismo que exclusión y no implica ningún tipo de conexión. Y yo, personalmente, junto con otro palabro ( EXCLUSIÓN) considero que la yuxtaposición define muy bien la pretendida convivencia de culturas a lo largo de la Historia.
    Las civilizaciones no se «asimilan» ni se «sincretizan» placidamente, se imponen, por distintos medios, y posteriormente se asimilan, no queda más remedio, por la que no es dominante.
    Soy consciente de que esta interpretación tan darwinista de la Historia es muy simplona y maniquea y que rehuye de muchas complejidades, pero tiene un fondo de razón. .. ( continúo más tarde..)

  4. nando dice:

    … no quiero enumerar ejemplos, pero un vistazo rápido a la historia de las primeras civilizaciones de Oriente Próximo, con su inacabable lista de pueblos, tribus y lugares( Kish, Ur, Umma, Lagash, asirios, babilonios, persas, medos…) nos ofrecen un ejemplo claro de como las civilizaciones tienen un componente precisamente no muy «civilizador» y que basan su razón de ser y existencia en la pura expansión y la guerra.

    La Guerra ha definido siempre a las civilizaciones, muchas de ellas han sido especialmente belicosas y han ido forjando gran parte de su identidad en ella; por ejemplo los asirios, la Roma Imperial, La Monarquía Católica, la formación del mismo Estado Prusiano, la Francia napoleónica, la Alemania del 2° y tercer Reich, u hoy en día ¿ quien es capaz de negar esa peligrosa adicción a la guerra por parte de los EEUU?
    Y, evidentemente, el Islam no queda libre de esa pretensión… como muy bien demostraron los 700 años de dominación musulmana de la península.

    En España esa «convivencia» tan deseada por la propaganda actual y por los currículos escolares que educan en «valores», distorsionan hasta tal punto la Historia que ofrecen visiones de un pasado idílico y multicultural versión «elToledodelastresculturas». Porque lo que no se atreven es a asumir que los choques fueron contínuos, que la asimilación era forzosa en muchas ocasiones, que la exclusión era a veces la mejor forma de convivencia pacífica, y que en zonas de mayoría religiosa las minorías o eran obligadas a la conversión forzosa para después ser acusadas de criptojudaismo o «criptoloquesea» o eran expulsadas o algo mucho peor.
    Y esto se dio tanto en zonas cristianas como musulmanas.
    Pudo haber excepciones como «elToledodelastresculturas», y no sé si realmente fue así, pero elevarlo a categoría general me parece pura propaganda.

    Esta claro que hoy en día desde una cultura y civilización dominante como es la occidental se plantea la necesidad de la convivencia por razones determinadas entre distintas culturas. De ahí se genera un discurso ideológico que justifique esa postura y cree unos valores y posteriormente se emplean medios como la Historia que ejemplifican ese pretendido ideal.
    Esto puede ser bueno o malo, según se mire, lo que me molesta profundamente es que la Historia sea utilizada.

    Por la misma razón que se defiende el buen rollito multicultural medieval como esencia de la españolidad progre, yo puedo ofrecer una visión muchísimo más real de como una identidad, la hispana, se forjó sobre dos principios por los cuales los propagandistas de la corrección política me llamarían racista o fascista, a saber:

    1- La lucha contra el Islam.
    2- La Catolicidad.

    No digo con esto que, para ser español hoy en día, haya que matar moros en Lavapiés y asistir a todas las procesiones de Semana Santa de rodillas.
    Pero lo que si afirmo, y con total rotundidad, es que la definición de una identidad hispana, y esto a la altura de finales del siglo XV y comienzos del XVI se vé perfectamente cifrado, se basaba en esos dos factores profundamente religiosos y que implicaban la más absoluta exclusión y la defensa de una heterodoxia confesional.

    A saber: el español era católico por naturaleza y no podía ser otra cosa.

    Resulta muy ilustrativo ver como el viaje de Colón se basó enteramente en un proyecto mesiánico que solo podía ser emprendido por los dos monarcas de Occidente que habían expulsado al infiel de sus territorios y que habían culminado todo un proyecto de reunificación religiosa que otorgaba a lo hispano esa particularidad histórica: el restablecimiento de una Fé perdida y por extensión de un territorio que dejó de ser cristiano-romano-visigótico, es decir hispano.

    Existe la percepción en esos siglos de un momento fundacional, o mejor dicho, de una «refundación» , de una restitución de una situación anterior perdida por el avance del Islam que en ningún momento fue visto como algo hispánico; sino como la usurpación de un territorio cristiano y de un mítico referente gótico.
    Porque Hispania era romana, mas tarde cristiana y posteriormente visigótica, nunca jamás musulmana.

    Y esta asociación ente identidad nacional y religión es algo no solo propio de lo hispano. Inglaterra hizo del protestantismo su principal seña de identidad incluso, como no podía ser de otra manera en el caso de los ingleses, a través de documentos legales.

    … sigo más tarde…

  5. richar dice:

    Saludos,

    sineto interrumpir tu discurso Nando, pero me cuelo para lanzar una preguntilla a todos los implicados en este debate (que yo no tengo ni la más remota idea… joer, como casi siempre, ¡demonios!): ¿por qué decís que se intenta transmitir hoy en día una imagen «idílica» de convivencia cultural? No acabo de verle el sentido. Es decir, ¿qué creéis que se pretende con ello?

    Saludos y que siga el debate (muy enriquecedor, sí señor).

    Richar.

  6. javier dice:

    Hola a todos,

    Aunque inconcluso, creo que el discurso de Nando ­ de mucho más fondo histórico que el que yo podría hacer – coincide con el de Fanjul en la comprensible indignación ante la manipulación de la historia, y que como decía hace para mí disculpable el tono fogoso de éste y hasta alguna salida de tono, digamos «pepera», que no empaña la esencia de su discurso.

    Es decir, las propuestas de convivencia multicultural, las políticas de inmigración y hasta los nacionalismos de diverso pelaje, pueden ser defendibles si su defensa se basa en la argumentación sincera de lo deseable de sus objetivos, pero no es aceptable ­ y así debe ser señalado, sin miedo a no sintonizar con las modas del momento- que se basen en realidades míticas asumidas acríticamente, ya sea por bien intencionada ignorancia o interesada mala fe, que se venden como Historia legitimadora. Es por eso que el «partidismo» de Fanjul es para mí necesario, por cuanto arremete contra la base de esas construcciones. ¿Intencionalidad política? Por supuesto, en la medida en que son realidades políticas las que se quieren crear sobre tan frágiles cimientos. Fanjul se moja, y yo lo agradezco, pero la contundencia de sus argumentos no excluye, evidentemente, la posibilidad de que sean refutados.

    Ahora bien, no he leído nada en ese sentido ­ y con mis limitaciones lo he buscado. Pero me pareció significativo que Goytisolo ­ adalid de la España heterodoxa y el paraíso perdido de al-Andalus ­ mencionase su primer libro como «muy interesante» sin refutar ni uno sólo de sus argumentos en una obra de varios autores (bastante ladrillo, por cierto: «Americo Castro y la revisión de la memoria: el Islam en España») dedicado a reivindicar la CENTRALIDAD (creo que merece la pena destacarlo) de las culturas hispanomusulmanas e hispanojudías en la identidad española. Ni una sola refutación, ni siquiera por alusiones ¡después de las paginas y páginas en las que Fanjul rebate y desmonta las tesis de Goytisolo!

    Richar, en breve respondo a tu pregunta…

    Saludos.

  7. javier dice:

    Hola Richar, ahora sí intentaré responder a tus preguntas.

    Que existe una imagen idílica de la convivencia de las tres culturas, unida a una visión igualmente idealizada de al-Andalus, creo que es una realidad que va más allá de ambientaciones literarias tipo Gala. ¿Un ejemplo? Cuando Bill Clinton abrió la conferencia de Madrid entre palestinos e israelíes lo hizo recordando la convivencia modélica que las tres culturas habían mantenido en al-Andalus. Si algo tan serio como ese conflicto ha de seguir un camino, más vale saber si el modelo que se propone es real o mítico. Esto dijo un americano ­ aunque no cualquiera- pero para mí es casi peor ver como en este ­ y otros aspectos- hemos tendido a creer y asumir los mitos y estereotipos que sobre España y los españoles crearon viajeros extranjeros que veían en ese supuesto carácter mestizo o morisco el exotismo, el misterio, el encanto y demás brumas que buscaban. Y ya se sabe que el que busca, encuentra.

    ¿Qué se pretende con ello? Al margen de los que repiten la cantinela por pura inercia ­ quizá inofensivos, pero también los más plastas- están aquellos que utilizan el pasado como coartada con la que justificar políticas y realidades bien reales y bien presentes. Ya sean vaguedades como el multiculturalismo tan de moda o proyectos más concretos.

    Insisto en que ­ al menos desde mi punto de vista- no se tata de renunciar a esa convivencia, sino de plantearla en función de lo deseable de sus objetivos y no como una vuelta a un mítico estado perdido. Especialmente cuando comparamos democracias contemporáneas no confesionales, basadas en derechos de ciudadanía, con reinos medievales donde las prioridades y la definición de las respectivas identidades poco tiene que ver con aquellas. Ni ganas, claro.

    Por poner un par de ejemplos de lo dicho, tan extremos como reales, ahí va lo siguiente:

    «Eso que la historia oficial española ha venido y viene denominando «invasión árabe» no es más que cínica falacia; una patraña para justificar la agresión contra nuestro Pueblo; no es más que un burdo montaje que no se sostiene mínimante (sic) ante cualquier estudio histórico serio. Aquí no hubo conquista «mora» alguna, sino revolución cultural e ideológica» ( lo he sacado de la web de los nacionalistas andaluces: http://usuarios.lycos.es/Andalucia_2/ )

    Toma ya. Al margen de eso de que la conquista fue en realidad producto de la persuasión ­ algo que sostienen muchos musulmanes puesto que al parecer el Islam no conquista, convence- me quedo con lo de «nuestro pueblo». ¿De verdad este hombre creerá que los andaluces descienden mayoritariamente de los nazaríes, por ejemplo, y no de los «agresores»?.

    Pero ya digo que si esto puede tener su gracia, no la tiene tanto las referencias que al tema se hacen en http://www.webislam.com o, no digamos, http://www.islamyal-andalus.org , donde tras leer «volver a ser lo que fuimos» verás como se ofrece el libro «El mito de la invasión árabe de España, el libro que rompe esquemas y pone las cosas en su sitio. El libro de cabecera para todo habitante de Al-Andalus».. Claro que para que apetezca volver a ser lo que fuimos, antes hay que convencer de que lo que fuimos es deseable.

    En fin, que desde los heterodoxos vocacionales, a los que conscientemente buscan un apoyo para sus planteamientos particulares, interesados en propalar el mito no faltan.

    Saludos.

  8. admin dice:

    Saludos y gracias por la aclaración, Javier.

    Evidentemente en la Historia siempre está lo que sucedió y lo que se dice que sucedió. Me parece que eso es incambiable. Pero si quitamos a los que utilizan la convivencia de Al-Andalus como herramienta política, ¿no es preferible pensar que el mito fue así y no que no había convivencia alguna?

    Claro, que entonces estaríamos faltando a la «verdad histórica»… pero ¿existe la verdad histórica?… je, je… lo dejo, que esto empieza a ser un bucle sin fin.

    Saludos,
    Richar.

  9. javier dice:

    Hombre, dar por buena una falsedad, así a conciencia, por buenos que sean los fines, es un poco jevimétal ¿no?

    Nando, el sábado estabas encendido, retoma el asunto que parece que te explotó la camocha de sólo mencionar Ingleterra y el protestantismo.

  10. richar dice:

    Completamente cierto, javier.

    Nando, ¿sufriste un colapso?

    Saludos,
    Richar.

  11. javier dice:

    Sin ánimo de ser plasta, no he podido resistirme a cotillear más la página ésta de los nacionalistas y es un auténtico filón. Agarraos que vienen curvas:

    «Y es a partir de esta nueva coyuntura que la sociedad andaluza de la época, después de un largo y complejísimo proceso de transición (…) optaría por la civililzación islámica que se hallaba en pleno apogeo y expansión (…), y todo ello frente a una civilización cristiana occidental que nada le aportaba. (…)

    Es este un período donde se práctica en toda Al-Andalus, de forma muy acusada, la estrecha convivencia e inter-influencia entre los diversos grupos étnicos que poblaban su territorio, y que podían diferir en aspectos super-estructurales, como la religión, pero que participaban de una estructura cultural común de mediterraneidad. Además, la práctica de la solidaridad con otras etnias y pueblos no mediterráneos es otro dato importante que nos ofrece la historia. En definitiva es en esta época cuando la sociedad andalusí conoce su máximo esplendor.
    Con la conquista armada de Andalucía (en el siglo XIII, la Andalucía del Guadalquivir y a finales del XV, la Andalucía granadina) por parte de las tropas cristianas mesetarias y montañesas, los andaluces de la época son anexionados violentamente y puestos bajo una instituciones políticas, jurídicas y religiosas extranjeras: las de la Corona de Castilla. Los de la Cruz y la Espada impondrían a los habitantes de estas tierras una realidad extraña a sangre y fuego. Serán siglos marcados por la limpieza étnica y el genocidio de un pueblo.»

    Alucinante. Y ahora la versión de Blas Infante de la conquista – que no reconquista, claro- , según la segunda página islámica que citaba:

    «La pretendida invasión árabe no fue sino una conversión cultural de los ‘hispanorromanos´ andaluces de los siglos VII y VIII, civilizados y sabios, que se negaron a la influencia bárbara del Norte europeo y pidieron ayuda a los vecinos musulmanes (…)

    1° Los andaluces «hispanorromanos» llamaron a sus vecinos bereberes. Legiones generosas corren el litoral africano predicando la unidad de Dios… Andalucía les llama. Ellos recelan. Vienen: reconocen la tierra y encuentran un pueblo culto atropellado, ansioso de liberación. Acude entonces Tarik(…)

    2° La etapa de Al-Andalus fue de libertad y brillo cultural. Por entonces, Andalucía era libre: hoy es esclava (…) Andalucía, con nombre islámico es librepensadora.

    3° La conquista cristiana fue intolerante y uno de los orígenes del latifundio (…) La identidad de Andalucía nace aquí: El fundamento de nuestra característica voluntad de ser el fundamento más próximo de Andalucía está en la Andalucía medieval (…) que la conquista vino a interrumpir.

    Con todo esto, árabes, anarquistas, pacifistas, gitanos, jornaleros, emigrantes, clases populares, desposeídos acaban relacionados en una síntesis operativa».

    Como diría Carrascal, es-pez-luz-nan-te.

    Saludos

  12. nando dice:

    …. efectivamente espeluznante:
    y esta es la versión de la Historia que se pretende imponer.

    El tema de la Reconquista a mí me queda lejano y he de reconocer que no lo conozco en profundidad pero lo de los tales nacionalistas andaluces es de puro terrorismo histórico.

    La idea de Reconquista se puede cuestionar, como todo, desde el momento en que como proceso es algo recreado por la historiografía de turno, y que evidentemente ha sido utilizado por la españolidad más rancia hasta la época presente.

    A mi se me ocurre por ejemplo, y no soy nada original, cuestionar d entrada la misma palabra, «Reconquista», que cubre todo un periodo de siete siglos y que evidentemente, sin un análisis somero, puede inducir a creer que este proceso se inició desde el momento mismo en que el Moro Muza pisó suelo peninsular y que de ahí en adelante todo fueron mandobles y tortas. Hombre 700 años dan para muchas cosas, y desconozco casi todo de este periodo, pero lo que es evidente es que si esa pretendida convivencia fue tan real no podríamos explicar el empeño político y militar de los reinos cristianos por echar a los musulmanes.
    Entramos en otra materia que escaparía al puro análisis histórico: posibilidad de convivencia entre religiones profundamente excluyentes, modos de vida, mentalidadades…

    Y aquí volvemos a lo mismo pero pero desde el otro extremo: tan desvirtuador y sonrojante es referirse a la Santa Cruzada Nacional de la Guerra Civil basada en el referente patriótico Don Pelayo-Navas de Tolosa-Reyes Católicos-Glorias Imperiales para proclamarse como receptores de toda una tradición secular de patrotismo hispano como decir, y prometo a todos que desconocía todo lo referente a este nuevo nacionalismo andaluz y que me deja de piedra, como afirmar por esos disminuidos intelectuales que Andalucía es la proyección del Al-andalus milenario y paradisíaco uy que fue somettido por el nacionalismo unificador castellano.

    …. sencillamente acojonante.

  13. javier dice:

    Pues si eso te ha gustado date un garbeo por las webs islamistas y fliparás un poco. Lo mejor, el libro de un tal Ignacio Olagüe que comentaba ayer. Atención a la reseña de webislam.com:

    «Es admirable como nos deja perplejos cuando demuestra con argumentos de autores cristianos que la Mezquita de Córdoba estaba construida doscientos años antes de la pretendida invasión (…)

    Admira el logro de la inteligencia del Vaticano eterno al cambiar una guerra civil por una invasión imposible. Admira y horroriza verles navegar por los milenios a lomos de tan gran mentira. La Gran guerra civil de mil años que asoló España desde tiempos de Leovigildo en el siglo VI hasta la expulsión de los moriscos al comienzos del siglo XVI se cerró con la Inquisición y esta con la Constitución de los liberales de Cádiz».

    Y en cuanto a lo primero que dices, evidentemente no hace falta defender la España Eterna, Santiago y la Espada del Cid para criticar este tipo de sandeces.

    Entre una cosa y la otra, la sensación que me llevo es que por aquí la mesura es cosa de tibios y que cuanto más radical sea uno, parece tener más razón; es algo que no deja de alucinarme, la facilidad con que nacen iluminados y salvapatrias por estos lares.

  14. nando dice:

    … prosigo:

    como bien dice Javier citando el libro de Fanjul, la primera evidencia histórica echa por tierra el mito del nacionalismo andaluz, versión no sé si morisca o mozárabe, habría que preguntarles:

    1- Andalucía surge como territorio provincial después de una reordenación administrativa, no habiendo existido jamás un sentimiento patriótico de tipo nacionalista con anterioridad basado en una peculiaridad «nacional» o regnícola.
    Sencillamente Andalucía formaba parte de Castilla como territorio en donde esta no existía como ámbito jurisdiccional yuxtapuesto ( magnífica palabra Javier) , e independiente del castellano: es decir Andalucía no era como la Corona de Aragón que tenía personalidad jurídica propia materializada en sus leyes forales, Cortes, Justicias, impuestos y título de Rey y que como tal funcionaba al margen de Castilla.

    2- La «Reconquista», si la aceptamos como tal, fue acompañada de un proceso de colonización y repoblación de los antiguos territorios llevado a cabo por los Reinos Cristianos que complementó el avance militar y que fue la base de una nueva reorganización política. Me imagino que Andalucía no fue la excepción y que fue repoblada por castellanos ¿o se repobló con los mismos musulmanes?.

    3- la «convivencia» de los grupos étnicos queda muy bien demostrada por la existencia de «minorias» que quedaban asumidas mediante conversiones, imagino que muchas de ellas forzosas, y que posteriormente eran susceptibles de ser estigmatizadas.
    Si existió esa convivencia ¿por que se habla de esos ingentes grupos de conversos?.

    4- Habría que preguntar a estos descerebrados nacionalistas de nuevo cuño si ellos descienden directamente de los Omeyas porque toda su afirmación se basa, si no he entendido mal, en que ellos, como andaluces de Al-andalus, no son de origen castellano-cristiano sino musulmanes bereberes o árabes… ¿ me equivoco?. Pues nada, sería lo mismo que ahora un blanco, anglosajon, protestante reivindicase la existencia, pertenencia y propiedad de una Nación India que, no ya por herencia cultural, sino por pura realidad etnico-racial le pertenece por razón de ancestros de origen indio…

    5- Queda demostrado de donde procede gran parte del discurso, si no todo, de estos «nacionalistas andaluces»:
    Castilla es el origen de todo mal, que con su perverso sentido de la política y su ambición expansionista subyugó al mundo andalusí musulmán. Acabando con una realidad histórica y una sociedad ideal ,rica, compleja, sabia y pacífica que, se les olvidó decir, existía previamente a la entrada de los mismísimos musulmanes.

    … leyendo esto, a uno le dan ganas de tomarse en serio la fundamentación histórica de nacionalismos como el catalán o el vasco.

    Aberrante, sencillamente aberrante… y todo esto se está fomentando desde arriba.

  15. javier dice:

    ¿Desde arriba dices? Te recuerdo las declaraciones de la ministra de Cultura, Carmen Calvo:

    «También creo que es importante nuestra proyección en el Mediterráneo. Si muchos nos hemos negado a la barbaridad de esta guerra, es porque todavía sigue viva una vieja relación con el mundo árabe. Cervantes, sin ir más lejos, estuvo en Argel, en Orán…Tenemos que estar atentos a nuestra historia para saber quienes somos» ( El País, 19 de mayo de 2004 )

    ¡Tócate el níspero! ¿Qué mejor experiencia multicultural que ser entrullado?

  16. richar dice:

    Sí, es cierto que «estuvo», pero no creo que de visitia… madre mía…

    Saludos,
    Richar.

  17. californiano dice:

    El mito de la «tolerancia religiosa» del reino de Al-Andalus no es nada nuevo, pero el libro de Fanjul puede ser útil cuando uno debe demostrar que todavía persiste una cierta idealización sobre este supuesto «paraíso perdido». De hecho, es más interesante hoy día estudiar como este mito ha sido utilizado a lo largo de los siglos, cómo evolucionó, y cómo fue reciclado cada vez con un propósito político diferente. Se encuentra la referencia al mito de la tolerancia religiosa del reino de Al-Andalus por primera vez en el Siglo de las Luces, cuando varios filósofos europeos empezaron a proponer un nuevo modelo para una futura sociedad laica. Había que buscar en la historia europea una «edad de oro» en que varias religiones vivían en paz. Por supuesto, siempre ha sido útil referirse a un ejemplo muy lejos en el pasado… El reino de Al-Andalus era el candidato ideal. Hay que subrayar que estos filósofos no tenían ninguna relación con España, su único propósito era darle a su audiencia una alternativa a un modelo de sociedad en que permanecía el peso de la tradición católica, en que la idea de separación entre Iglesia y Estado era todavía un concepto desconocido. En el siglo XIX, una nueva onda de antisemitismo se manifestó en Europa y varios intelectuales intentaron buscar en la historia el ejemplo de una sociedad en que no había «pogroms» de judíos. Otra vez el mito de la tolerancia religiosa de Al-Andalus se puso de moda. Después de la guerra civil española, varios escritores republicanos, que se habían exiliado, empezaron a contrastar en sus obras la dictadura de Franco con el período idealizado de Al-Andalus. Esto se explica simplemente porque la segunda república no había tenido tiempo de realizar sus ideales, y otra vez fue necesario buscar en el pasado un ejemplo «mejor». Les sugiero leer el famoso poema de Fernando Arrabal titulado «Carta al general Franco». Como uno puede verlo por el título de su obra, el propósito de este autor no era escribir una alabanza de Al-Andalus sino criticar la dictadura de Franco.
    Las ideas políticas cambian, los mitos permanecen.

  18. javier dice:

    Hola Californiano, me interesa lo que dices y buscaré la carta de Arrabal, personaje sin par.

    Estarás al tanto de las últimas realidades nacionales, así que tiene pinta de que nos vamos a divertir. Veremos cuanto tarda en aparecer Al Andalus en todo esto.

    Saludos

  19. jerufa dice:

    He estado cotilleando la reseña y los comentarios sobre el libro y la verdad, ¡estoy anonadado!. Lo que se aprende aqui! Mis felicitaciones a los participantes. Joé, que nivelazo!

  20. Fran dice:

    No leí este libro pero sí el anterior de Fanjul, «Al-Andalus contra España”, y es muy interesante, ameno, bien escrito, documentado, socarrón.

  21. Fernando Neira dice:

    Solo quería reseñar aquí que además de los argumentos históricos, existen los argumentos antropológicos y genéticos que desmontan absolutamente el mito de que los españoles y en particular los andaluces desciendan de los «moros».

    Las tres argumentaciones, histórica, antropológica y genética se complementan perfectamente y apuntan con claridad en la misma dirección: Los 5 a 8 siglos de ocupación árabe de España no dejaron aportación genética árabe o norteafricana apreciable. El estrecho de gibraltar actuó como una eficiente barrera genética: seguimos siendo actualmente después de la ocupación musulmana los mismos celtiberos de antes: Si, porque los romanos y tribus germánicas, si bien dejaron un aporte genético mayor, tampoco fué muy relevante.

    Esta muy escasa contribución genética de los árabes se debe a que proporcionalmente los invasores musulmanes eran muy pocos en comparación con la población hispanorromana (si mucho no me equivoco creo que 100.000-200.000 norteafricanos, la mayoría beréberes, frente a 4.000.000-5.000.000 de hispanorromanos) pero también se debe sin duda a aspectos culturales que hacían difíciles o escasos los matrimonios mixtos.

    Esta evidencia genética no casaría muy bien con el mito idílico de la convivencia en armonía de las tres culturas. Evidentemente se trataba de una sociedad muy estratificada con la élite árabe en la cúspide y la «chusma» hispanorromana en la base. No sé que podría tener esto de idílico para favorecer la convivencia inter-culturas. Yo más bien creo que habían aprendido a soportarse mutuamente porque se complementaban y necesitaban cada uno en su oficio.

    Si alguien quiere sentirse descendiente de los árabes (véase los al-andalusistas de nuevo cuño y algun otro mester de «pogresia»), además de estar haciendo mucho el ridículo, lo estará haciendo con el mismo rigor científico que un sueco que pueda sentirse descendiente de los hutus por línea paterna.

    Existen innumerables estudios genéticos por toda la red que desmitifican el supuesto origen árabe de los españoles y que de hecho confirman que los españoles (incluidos los nacionalistas, ya sean andaluces, vascos catalanes o gallegos) somos genéticamente muy homogéneos entre nosotros y tan europeos como cualquier otro europeo y muy distintos de los norteafricanos. Recomiendo el siguiente enlace:

    http://www.sitesled.com/members/racialreality/spaniards.html

  22. Aretes dice:

    Fernando, lo primero es lo primero: bienvenido, pues no recuerdo haberte visto antes.
    Me parece un comentario claro y muy interesante.

  23. Fernando dice:

    Gracias. Solo quería dejar mi contribución aquí porque considero que la politización de la historia por intereses «inconfesables» de determinados grupos de poder (nacionalistas o no) es muy peligrosa. La verdad nos hace libres y qué mejor que recurrir a argumentos científicos objetivos y comprobables para despejar la verdad y combatir la falacia.

    Animo a todos estos andaluces nacionalistas que se consideran desdendientes directos de Tarik y que consideran a los castellanos sus invasores (nuevamente falacia, porque el sur se repobló con catalanes, vascones, gallegos y cántabros, no solo los actuales castellanos) a que se hagan un análisis genético (se puede hacer por internet) y cuando reciban los resultados solo les pido que sean consecuentes con los mismos.

  24. Ascanio dice:

    Reitero la bievenida de Aretes, y te invito a quedarte por aquí e intervenir todo lo que quieras y puedas.
    Una de las cosas que más falta nos hace en este país en el que nos ha tocado vivir es desmontar mitos y tonterías pseudoprogresistas.
    Un saludo.

  25. javier dice:

    Hola Fernando, llevo un buen rato navegando en la página que recomiendas, y te doy las gracias porque realmente merece la pena.

    Esta claro que la visión de andaluces (y españoles) como descendientes de moros no es nueva, y aunque en origen tenga más de romanticismo foráneo (al que la paletez patria siempre está dispuesta a secundar) que de oportunismo político, si aquello es cargante esto es deprimente. Por eso también Fanjul, aún con sus excesos, es muy recomendable.

    Bienvenido otra vez, y saludos.

  26. Arauxo dice:

    Gracias, Fernando, por haber añadido tu comentario a esta reseña. Eso me ha permitido acercarme a ella por primera vez, dado el retraso que acumulamos los que, como tú o yo, nos incorporamos tarde a Hislibris, retraso que intentamos recuperar leyendo de tanto en cuando una reseña veterana.

    Soberbia reseña, Javier, y magníficos comentarios. Excelente por el grado de información que proporciona y por la actualidad y vigencia del debate que suscita, acrecentadas, si cabe, en los últimos meses de estupenda y gloriosa aproximación entre civilizaciones que se alían unas con otras para buscar la felicidad del ser humano y… de paso, el Premio Nobel de la Paz, a ver si cae. Y extiendo mi felicitación a Anthos, a Nando, a Fernando, a Californiano y a otros que seguro se me escapan por la riqueza argumental de sus comentarios y el extraordinario nivel de información que ofrecen.

    No voy a insistir en ningún extremo de los que parecen suficientemente aclarados. Pero como andaluz que soy, sí quisiera añadir algún comentario. En primer lugar, liberación andaluza, la formación política de cuyo ideario habéis extraído la mayor parte de las citas que atribuís a “nacionalistas andaluces” no representan absolutamente a nadie. Es una formación política extraparlamentaria con un puñadito de votos, que nadie conoce y a nadie le importa. En realidad, el nacionalismo andaluz, si es que existe, está representado por un partido, el Andalucista que tan pronto se escinde en dos como se vuelve a reunificar, en un ridículo circulo vicioso que mueve a risa o a llanto, según se mire. Su representación es hoy casi testimonial, sin diputados nacionales, con apenas 3 ó 4 escaños en el Parlamento de Andalucía y un puñado de concejales que apuntalan las más variopintas coaliciones según la dirección desde la que soplen los vientos.

    Pero sí es verdad que este partido venera la figura de Blas Infante, a quien, además, las instituciones han adoptado como “Padre de la Patria Andaluza”, una rimbombante expresión de rancias connotaciones romanas que esconde una entelequia inexistente en la que nadie cree, por mucho que lo diga el Estatuto de Autonomía. Y es que todos los nacionalismos tienen un tonto útil, y el nuestro, también. Ya sé, ya sé, Anthos, que la expresión parece ofensiva, pero puedes cambiarla por “simpático visionario” y todos contentos. Porque el calificativo “disparatado” se queda corto. A los párrafos que Javier reprodujo en sus comentarios del 6 de febrero del año pasado, todo un ejemplo de las mayúsculas tonterías (por no decir gigantescos disparates) que un iluminado puede llegar a decir, se unen otras perlas como las que recogió el Manifiesto de Córdoba de 1919, fruto de su inspiración. O, por ejemplo, esta otra majadería tan poética que sería tildada de racista en cualquier sociedad sana:

    Ha flotado siempre, flota aún, sobre esta tierra hermosa y desventurada que hoy se llama Andalucía. Su sangre, ha podido enriquecerse con las frecuentes infusiones de sangre extraña; pero sus primitivas energías vitales se han erguido siempre dominadoras; no ha sido absorbidas, como simples elementos nutritivos, por las energías vitales de una sangre extranjera

    O este otro texto, que ilustra bastante bien la racionalidad del proyecto político de Blas Infante:

    Andalucía es un anfictionado de pueblos, animados por el mismo espíritu y fundamentados en la misma historia; pero estos pueblos -(ni por su tradición particular, la cual alcanza a distinguirse dentro de la unidad espiritual e histórica de Andalucía, ni por el carácter cultural de esa historia, que, al contrario de los pueblos de fundamento románico y gótico, no hace un fin esencial de la política)- no pueden llegar a someterse a la regla inflexible de su estado político homogéneo. Puesto que, además, nos encontramos actualmente con el instinto de conservación de las capitalidades provinciales, las cuales, casi todas, han sido cabezas de reinos durante AI-Ándalus, cada una de ellas debe llegar a constituir un Estado, el cual venga a reanudar la tradición de ‘las pequeñas cortes erigidas en Academias, presididas por los príncipes’. Esto no se opone a la existencia de una representación unitaria de Andalucía, en el orden político, constituida por delegados de los Estados andaluces”. Toma castaña: los Estados Federados de Andalucía. Sí, señor: el Estado de Jaén, el de Huelva, el de Almería… y ¿por qué no? el de Jerez, el de Dos Hermanas, el de Alcalá la Real o el de Bollullos del Condado…

    Claro que, además, todo eso se completa con el proyecto de unión de Andalucía y Marruecos: «¿Se comprende, ahora, bien por qué aspiramos a que Marruecos; el Marruecos hoy sometido al protectorado de España, llegue a ser verdaderamente protegido, viniendo a formar un estado autónomo federado con los demás andaluces, dentro del gran Actificionado de Andalucía?» y con la frontal oposición al europeísmo: “Nosotros no podemos, no queremos, no llegaremos jamás a ser europeos. Externamente, en el vestido o en ciertas costumbres ecuménicas impuestas con inexorable rigor, hemos venido apareciendo aquello que nuestros dominadores exigieron de nosotros. Pero jamás hemos dejado de ser lo que somos de verdad: esto es, andaluces; euroafricanos, euroorientales, hombres universalistas, síntesis armónicas de hombres. ¿Euroafricanos? Qué proyecto más hermoso…

    Y ya, la tontería mayúscula se dispara cuando afirma:

    Andalucía, con nombre islámico es librepensadora«; pero después de la Reconquista «el robo, el asesinato (…) presididos por la Cruz (…) empiezan a quitarnos la tierra (…) distribuida en grandes porciones entre los capitanes de las huestes conquistadoras (…) Y los andaluces, que tenían la tierra convertida en vergel, son condenados a la esclavitud de los señores, con lo que, además de enfocar la Historia mediante una lente maniquea que apesta, culpa –de un modo tan descarado como manipulador o ignorante- del latifundismo andaluz a los repartimientos de tierras y a la repoblación que sigue a la Reconquista, obviando así la historia de los siglos posteriores, especialmente la de las desamortizaciones decimonónicas, que tanto tuvieron que ver con dicho proceso y con la configuración actual del agro andaluz.

    En fin. Si tuviera tiempo, podríamos seguir y seguir y seguir….

    Y un último apunte. Suscribo, Fernando, todos tus comentarios, entre otras cosas porque son casi una mera exposición de hechos históricos comprobados y aceptados por todos los historiadores… excepto por los nacionalistas, claro. Sólo quiero añadir una recomendación bibliográfica de hace ya algunos años, que podrá ilustrar al lector curioso sobre la verdad de los hechos: En torno a los orígenes de Andalucía, de Manuel González Jiménez, un verdadero especialista en el siglo XIII español (y específicamente andaluz), en el repartimiento, en la repoblación, etc. Un librito no demasiado extenso, pero suficientemente esclarecedor que corrobora tus comentarios, Fernando, uno a uno y con todo lujo de detalles y escrito por un historiador absolutamente serio, riguroso y difícilmente rebatible.

    Un saludo y bienvenido a Hislibris, Fernando. Y perdón por esta infumable sábana, pero cuando mi trigémino andaluz se resiente…

  27. Fernando dice:

    Gracias Arauxo. Me apunto el libro que recomiendas para leerlo. Sólo quería dejar constancia de que ciertas especulaciones históricas tergiversadas por intereses sectarios de todo signo (y a mi particularmente me da igual de qué signo sean) están empezando a ver una nueva luz y es que para comprender los orígenes de un pueblo no debemos ceñirnos a una sola disciplina y últimamente la genética está demostrando ser una herramienta muy útil para despejar tópicos centenarios y malas interpretaciones históricas interesadas.

    Os animo a buscar este tipo de informaciones en Internet, ya que se descubren cosas tan interesantes como que irlandeses y británicos tienen su origen en migraciones desde la península ibérica y que comparten bastantes más genes con nosotros que con los germanos, aunque el idioma inglés sea germánico en origen. O que la península ibérica alberga los genes más antiguos de Europa, aborígenes de hecho, ya que fué refugio de glaciaciones y origen de migraciones hacia el norte de Europa. Ibéricos en general y vascos en particular seríamos el ejemplo vivo de estos primeros habitantes europeos aborígenes que hablaban una lengua no indoeuropea.

    Muchas más cosas de las que nos creíamos nos anclan a la cultura Europea ya desde tiempos prehistóricos y algunos todavía quieren anclarnos a la cultura norteafricana como si fuese la arcadia perdida.

    No niego que hay ciertos elementos de influencia árabe o norteafricana en la cultura española (culinarios, lingüisticos, artísticos), pero estos elementos también están presentes en el resto de la Europa Occidental en países como Francia (o Reino Unido en el caso del Oriente Medio) debido a su pasado colonial y al gran número de inmigrantes que albergan (muy superiores en porcentaje y por supuesto en número a los norteafricanos que cohabitaron con los hispanorromanos desde el siglo VIII) y esto no convierte a Francia o Reino Unido (o a Alemania) en paises de la esfera islámica o de cultura árabe.

    En París ya hay más mezquitas que en Estambul: ¿deducirían por ello los historiadores dentro de 500 años, que la Francia de comienzos del siglo XXI era un país árabe y sus ciudadanos descendientes de los árabes?. ¿deducirían que los ingleses eran árabes porque bebían thé a todas horas como los árabes y frecuentaban restaurantes de cocina árabe?.

    En el Castellano hay muchas palabras de origen árabe, muchas de ellas en deshuso por aplicarse al mundo agrario pre-industrial. Sin embargo aun hay más palabras de origen precolombino que de origen árabe. También España es uno de los países europeos en los que más se fuma tabaco: ¿podría deducirse con ello que los españoles pertenecemos a la cultura Inca?.

    En fin , saludos a todos.

  28. Valeria dice:

    Pues yo tampoco conocía este hilo y he disfrutado mucho leyéndolo. Gracias a todos.

  29. Fernando dice:

    Permitidme que abunde algo más en los argumentos que sostienen mi opinión y con esto ya no quiero ser más pesado, pues creo que hay suficiente material para desmitificar el mito de Al-andalus de la pé a la pá.

    Tan solo reproduzco aquí algunos fragmentos interesantes que en este caso provienen de estudiosos de la lengua española (o castellana).

    «»Estudios genéticos recientes demuestran el moderado intercambio genético habido entre las poblaciones históricas de la Península Ibérica y el Magreb. El análisis de los polimorfismos genéticos complementa y confirma lo que vemos también a través de la lengua castellana: ni la invasión musulmana de la Hispania visigoda produjo un intercambio genético fluido y normalizado; no queda nada cuantitativamente apreciable árabe en la población de la España actual que no se halle presente en el resto del mundo»»

    «ni los setecientos años de dominación árabe sirvieron para normalizar y establecer un flujo génico entre el Islam y el Cristianismo hispánico; las poblaciones no se mezclaron y, al contrario que con la invasión romana, fueron siete siglos de “ellos por su lado y nosotros por el nuestro”. La cultura latina fue, y sigue siendo, el verdadero pilar de la actual cultura hispánica. Su Derecho, su lengua, su pensamiento, sus instituciones, sus tradiciones –tamizadas por el Cristianismo-, hasta la comida nos viene de Roma».

    «»Lo que realmente ilustra lo que mantenemos –la inexistencia de rasgos/restos árabes cuantitativamente apreciables en la cultura, lengua y hasta genética hispana actual, que no se hallen también presentes en el resto del mundo- es esa clase de palabras que, con origen árabe, existe en español y en el resto de lenguas. Entre esas estarían “limón”, “marroquí”, “máscara”, “riesgo”, “sofá”, “tabaco” y, de nuevo, centenares más hasta completar las mil trescientas.»»

    Más aquí:

    http://castellanoactual.blogspot.com/2006/11/espaa-e-islam-dos-caminos-i.html

    http://castellanoactual.blogspot.com/2006/11/espaa-e-islam-dos-caminos-y-ii.html

    Un saludo

  30. jerufa dice:

    Pues a ver como convences Fernando a los de Al-Quaeda que ahora reclaman para sí desde Jerusalem hasta Al-andalus. Recomiéndales este hilo.

  31. Fernando dice:

    Esta más que comprobado que a descerebrados como esos no se les puede convencer de nada. Bien cercano tenemos el ejemplo de ETA, con la que todos los gobiernos han terminado chocando en un alarde de buenismo bienintencionado (y bastante inocentón) que no era reprochable al principio, pero que a estas alturas ha demostrado claramente no dar resultado alguno.

    Desgraciadamente su grado de alienación y fervor religioso es tal que de nada se les puede convencer: tan solo se les puede vencer y me temo que no por la fuerza de nuestros argumentos precisamente…

    Aunque fácilmente se puede argumentar que antes de que ellos viniesen ya estabamos nosotros aquí y que nadie les dijo que podían quedarse, asi que con la reconquista lo único que hicimos fue recuperar lo que por derecho propio nos pertenecía. Si lo que defienden estos fanáticos es que ellos pueden invadir otros pueblos impunemente y esos pueblos invadidos no tienen derecho a defenderse y recuperar lo que es suyo, entonces están justificando ni más ni menos que la política de EEUU en Irak, de la que tanto se quejan…

  32. jerufa dice:

    Pues si, es lo que tienen las politicas fanáticas.

  33. Ascanio dice:

    Esto me recuerda a la «reivindicación» que sobre la Mezquita-Catedral de Córdoba tienen actualmente los musulmanes, quienes pretenden que el obispado les permita rezar en ella. Alegan que antes de Catedral cristiana fue Mezquita árabe. Lo que olvidan mencionar es que la Mezquita se levantó sobre la iglesia cristiana de San Vicente. Curiosa pérdida de memoria.
    ¿Os imagináis que pasaría si en un país musulmán a un cristiano se le ocurriera proponer la misma idea pero a la inversa?

  34. jerufa dice:

    sois idiotas

  35. jerufa dice:

    y cara culo

  36. Ascanio dice:

    Estoooo…pongo la mano en el fuego al afirmar que éste de antes no es mi mmmmmano. ¡¡¡Impostor, sal de su cuerpo!!!

  37. Aretes dice:

    Ya me parecía

  38. Jerufa dice:

    Evidentemente, ese jerufa no soy yo.
    Que a uno se le puede ir la olla de vez en cuando pero insultar lo que se dice insultar no es costumbre de uno y más si no hay motivo aparente. ¿Obvio, no?
    Adió, adió.

  39. Arauxo dice:

    Sí, sí… Primero insulta y después se excusa…

  40. Pingback: Bisexuales
  41. Ascanio dice:

    Una preguntita, ¿los spam no cogen vacaciones de verano?

  42. Flanagan dice:

    Lo que esta claro es que no se puede perder el tiempo en leer argumentos manidos centenariamente como propone el autor del libro. Recrear las viejas historias del nacional-catolicismo y el fascismo hispanico, como verdad oficial asimilada, no aporta nada al conocimiento historico. El libro es un bodrio infumable, propio de un parasito más del estado, como es este funcionario, en donde brilla por su ausencia la capacidad de analizar la unidad de los contrarios y la pluralidad social.

  43. Flanagan dice:

    Será un libro novela, y por lo tanto más o menos subjetiva y tradicionalista respecto al marco educacional común en los ultimos siglos, bajo el mito de la «reconquista» o «cruzada», como parece ser el caso. O sea las mismas mentiras y falsedades acumuladas, no respecto a los hechos consumados, sino a su genesis y evolución. En primer lugar se detecta el mismo lenguaje confuso e ideológico y asimetrico tradicionales del nacional catolicismo, asi al parecer llama «españoles» a los catolicos francos norteños, y «árabes» a los musulmanes españoles, en vez de la mejor tradición que los divide en reinos cristianos y musulmanes de España o al´Andalus.

    Ya que ni siquiera respecto al lenguaje eran todos estos reinos «latinos» o lo fueron tardiamente, al contrario que el´Andalús preislámico muy romanizado, y en el que surje la primira lirica romance de Europa (jarchas). En este aspecto es indudable que el «castellano» nace en Andalucía, y que fue llevado al norte peninsular por los «mozarabes» andaluces a partir del S.IX, para volver a forjarse de nuevo en la baja Andalucía a partir del S.XIII, y cuajando en la gramática de Nebrija en el siglo XV, lo que no era sino la lengua romance «mudejar» más o menos vulgar de Andalucia pero bautizada como «castellana», y que seria brutalmente transformada en el siglo XVII por las nuevas imposiciones normativas surgidas desde el centro-norte peninsular y sus elites «afrancesadas». Aspecto historico relevante que todavia esta por estudiar en profundidad, y que tendria mucho que ver con el traslado «imperial» de la corte desde el sur a la nueva capital madrileña en el S.XVI.

    Repecto a los comentarios de Nando y Javier lo unico que hacen es aplaudir «al facha en nomina o subvencionado», segun sus propios argumentos. Tonterias como que al´Andalús «en árabe» significa Hispania musulmana, y que vendria de los «vandalos», ilustra muy bien la ignorancia o mala fe del personaje, como presunto «arabista». Sin entrar en el origen germanico o bereber del nombre, «al´Andalús» es el masculino de «al´Andalusíya», entendido en «sentido geo-politico», quedando el femenino como, «tierra, matriz, residencia, y acción».

    Ejemplos: Masculino – Femenino:

    al´Andalús – al´Andalusíya

    al´Magreb – al´Magrebíya

    al´Yesair – al´Yesairíya

    al´Tunis – al Tunisíya

  44. iojanan dice:

    Extraordinaria respuesta de Javier a Anthos. podrá decirlo a voces, pero no más claro. El catetismo con el que la Junta de Andalucía trata el tema musulmán es de sonrojo. Su televisión ( que es mía, según dicen ellos ) ofende a la inteligencia y el mínimo sentido común. Blas Infante es primo hermano de dios y el que no rinda pleitesía y no se genuflexe ante él será víctima del vilipendio. Es asfixiante la atmósfera que respiramos los andaluces, y más los de la llamada Alta Andalucía, lejos, muy lejos de la otra, la que nos qiueren hacer entrar a golpes de sevillanas, acento forzado e historia manipulada.
    Magnífica respuesta, gran comentario hacia el libro y sensatez que desborda.

  45. iojanan dice:

    Por cierto Flanagan, dile a tu madre que te lleve de nuevo a la escuela, te falta algún hervor y te sobra atrevimiento, ya sabes que esa sobra es fruto de la ignorancia. Fanjul, dormido y con borrachera tiene más capacidad intelectual que todos los imanes del islam juntos y despiertos. Alguno se escapará, pero tengo mis dudas.

  46. ali dice:

    fanjul me decepciono hace mucho, con su odio hacia los arabes por que de una vez no reconcocen el legado andalusi porfavor hay miles de textos de la edad media , sobre las 3culturas , hay un texto que es un estudio no recuerdo bien pero creo que es de medicina y esta escrito en arabe, latin y hebreo .. como pueden creer tal barbaridad de las cosas del señor fanjul , como puede decir que el arabe vivo aparte jaajajaja es comico, hay miles de texto que apoya la convivencia que decir de las juderias , que aun estan en pie,que si los arabes ubiesen querido estarian destruidadas hace tiempo, las sinagogas pero en forma de iglesias.. contestad a esto si las mezquitas y sinagogas estan hoy tranformadas en iglesia ¿quienes son los que destruyeron la cultura ?, pues el cristiano fue el intolerable, eso esta escrito , hecho y nadie jamas lo ha desmentido, hasta que este señor con sus bases xenofobicas mejor dicho arabefobicas o morofobicas jaajha como sea jajajaj. , … es tanto el odio hacia los arabes que se inventan textos que se dicen historicos, yo no digo que el al-andalus era un jardin del eden.. pero hombre , dejo un legado tan grande que hasta hoy discutimos de ello.. y hace poco sale el famoso texto que se suponia perdido del señor gregorio marañon sobre la diaspora morisca eso si que es una quimera ,la expulsion morisca .. contra gente que era española. forzados a convertirse al cristianismos, su error ser musulman eso era la principal razon dada en esa epoca , ¿ de verdad fue un mal necesario la expulsion morisca? , ¿ es una quimera el al-andalus? pues mi opinion no jamas nunca .. creo que fanjul y unos pocos historiadores xenofobos .. juegan con la incredulidad y la inocencia de muchos ..hay un estudio de genes estoy seguro que si la poblacion española se sometiera a tal estudio una gran poblacion se soprenderia de tener genes moros .. y muchas teorias xenofobicas se derrumbarian ..

  47. Arauxo dice:

    ¿Hay genes moros?

  48. pepe dice:

    Se pueden encontrar marcadores genéticos norteafricanos en una parte importante de la población. Concretamente, el estudio al que se alude en este enlace revela que uno de cada 10 españoles los tiene.

    http://www.elmundo.es/elmundo/2008/12/04/ciencia/1228409780.html

  49. Arauxo dice:

    Qué curioso. También hay genes sefarditas. Y parece que tenemos más de estos últimos que de los genes moros. O sea, que somos un poquito más judíos que moros. Aunque, según dice el artículo, no podemos estar seguros de que no sean genes fenicios o incluso neolíticos. Así que somos un poquito neolíticos, un poquito fenicios, un poquito judíos, un poquito moros… Menos mal que existe la genética para confirmar o rebatir las tonterías que siempre nos ha enseñado la Historia.

    Pues nada: a profundizar, hombre. Con un poco más de inversión (40 ó 50 becas y 6 ó 7 nuevos proyectos de investigación bastarán) llegaremos a conclusiones sorprendentes: que somos un poquito iberos, un poquito celtas, un poquito griegos, un poquito romanos, un poquito visigodos, un poquito italianos, un poquito franceses…

    Lo que hace la genética, oye…

  50. pepe dice:

    De ser cierta la popular asociación entre tacaño y fenicio tú tendrías algo más que un poquito de esto último, si tenemos en cuenta la economía con la que últimamente dosificas tus apariciones, marqués… Para que veas que dicha ausencia no disminuye un ápice mi cariño te adjunto un enlace que disipará las dudas (si es que aún albergas alguna) sobre la utilidad de los estudios científicos. (Por favor, otros eventuales lectores de este comentario absténganse de pinchar en el enlace).

    http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/2299306?dopt=Abstract

  51. Aretes dice:

    Lo que no dice la historia ni la genética (las dos con minúsculas o las dos con mayúsculas) es porqué rara mutación tienes ese aspecto tan… ¿azul?

  52. Arauxo dice:

    Azul, no; colorá te viá poné yo a ti…

  53. Derfel dice:

    Azul azulejado pitufil, diría yo…

  54. pepe dice:

    El azul es color literario. Borges soñó con tigres azules y Victor Hugo dijo L’Art c’est l’azur para que Rubén Darío lo tomara al pie de la letra y acabara llamando precisamente Azul a su primer libro. Mucho después, alguien tradujo la frase del francés al italiano y alumbró los famosos versos:

    nel blu di pinto di blu
    felice di stare lassù

    para que unos gitanos franceses (de familias españolas huidas durante la la guerra civil) hicieran esta maravilla pone la piel de gallina. Viva el arte.
    http://es.youtube.com/watch?v=oNgSeJzLJFc

  55. Clío dice:

    Querido Pepe tienen que darte tu lugar para las musiquillas, no podemos estar siguiendote de reseña en reseña, y el azúl, ah! es divino!

  56. pepe dice:

    Gracias Clío, últimamente se te echa un poco de menos ¿dónde andas metida?

  57. Arauxo dice:

    En el inmenso y electrizante azul del ciberespacio virtual.

  58. Ascanio dice:

    Anda éste…

  59. Clío dice:

    Pues Pepe, en casa y con la pata quebrada, y aunque parecia que iba a tener mas tiempo para leer y meterme en hislibris, al final me lio con las labores propias del hogar que me dejan hacer y el tiempo se esfuma de manera espectacular, y voy siguiendo las reseñas no leidas durante las vacaciones navideñas, pero gracias por echarme de menos..

  60. Arauxo dice:

    Es que cuando tú no andas por aquí, Clío, a Hislibris le falta… la música.

  61. Clío dice:

    ¡Ay Pitufo! ese comentario me ha llegado al alma…..

  62. juanrio dice:

    Yo no se si es un cumplido….

  63. Arauxo dice:

    ¿Que no es un cumplido, Juanrío? Pero, pero… ¿Hay algo más hermoso que la música, por Santa Cecilia?

  64. juanrio dice:

    No me refería a que la música no fuera hermosa, que sin duda lo es. Me refería al retintín con el que haces el comentario, ese tonillo que tan bien manejas….

  65. Arauxo dice:

    Aaaaaah, rintintín… Ya, ya.

  66. pepe dice:

    En fin, como decía Verlaine, la musique avant toute chose

  67. Clío dice:

    No te preocupes Juanrio, me llega al alma igual con o sin retintín, se vende tan caro el pitufo ultimamente que echamos de menos sus cumplidos y sus retintines como así mismo sus reseñas y eruditos comentarios que dimos en llamar «sábanas», por lo demás yo sé que en el fondo me aprecia…

  68. Valeria dice:

    Pues que conste que yo ni noté retintín ni rintintín. (Y nadie me ha pagado nada por decirlo, que conste también).

  69. ali dice:

    `
    que hace ser español?
    solo vivir en ese territorio
    eso es todo aunque las leyes exija a un emigrante vivir ciertos años para serlo..
    ellos los moros habian cumplido mas de 700 o 800 años en españa.

    pues eran españoles… hace siglos

  70. Ann dice:

    Debo confesar que no he podido leer todos los comentarios. Cuando iba or el 2007 lo he dejado. Trataré de irlo retomando. Sin embargo en los anteriores ha salido lo esencial de est edilema: hubo o no invasion islamica, árabe, de Hispania?. Se han citado libros, webs, pero no se ha tocado el tema central: la historia, la documentacion. Evidentemente este no es sitio para estudios sesudos de historia, pero eso ha dejado una evidencia: la comodidad. La comodidad de adscribirse a un guion aprendido, a un adoctrinamiento, a una linea politica, y «non enmedalla». Asi pues el independentistas sigue siendolo, el españolista sigue siendolo, el proandalusi musulman sigue siendolo, el catolico reconquistacionista sigue siendolo… y se tiran los trastos sin acudir al meollo de la cuestion: la historia.

    Se ha hablado de Olagüe, pero como no se le lee se dicen simplezas, lugares comunes. Olagüe ha dejado un trabajo extraordinario, por su epoca, circunstancias y por el tema en si. Un visionario. Es mas comodo no tocar su argumentario y atacar su persona. Asi evitamos problemas?.

    ¿Quieren saber que sucedió?: o mejor dicho: tener claro que no sucedió? (invasion árabe de Hispania). Interesada en gran medida por este apasionante tema, deseando despellejarlo y extraerle su jugo he creado un espacio para debatirlo. Ahi se debate si las fuentes documentales son veridicas o hasta que punto lo son, el como pudo expandirse el islam de manera tan vertiginosa y de como unas tribus de camelleros acaban gobernando un imperio inimaginable, como era el proceso de las religiones en aquellos dias, como sucede eso en Hispania concretamente, cómo surge la leyenda de la invasion árabe en Hispania, quien la crea, por que se mantiene
    incluso hoy en dia… el problema de la Mezquita de Cordoba, o de los famosos concilios catolicos en medio del islam cordobes (¿habia islam en la Cordoba en el 86 dC o eran cristianos orientalizados y expresandose en árabe en realidad???. ¿¿¿Clero catolico de Sevilla y Cordoba del 850 dC que desconocian la invasion árabe y la existencia misma de Mahoma o del islam???. No menosprecien a Olagúe. Un tan buen trabajo no se merece ese ninguneo. Ademas ya ha muerto (1974). Y si pueden, dejense sus ideales y posibles prejuicios politicos, eso no les permitirá acercase al tema objetivamente.

    Podemos hacerlo aqui si prefieren, por mi no hay problema, pero en el foro esta todo mas organizado para el tema.

  71. Marco dice:

    Serafín Fanjul no es un historiador serio. No basta con largar miles de datos y explicaciones supuestamente lógicas. Es, como César Vidal, Ricardo de la Cierva o Jiménez Losantos, un pseudohistoriador, que lo único que hace es recuperar las tesis tradicionales (islamófobas).

    Ningún historiador serio defiende esos rollos del «paraiso» y de la convivencia maravillosa, así que tratar de desmitificar Al-Andalus desmintiendo eso es una chorrada que no vale para nada. No hay nada que desmitificar de Al-Andalus, puesto que nadie en España lo ha mitificado (más bien la mayoría lo ha ignorado), salvo unos cuantos progres y escritores mal informados.

    Lo realmente necesario, y que sólo lo hacen los historiadores serios, sin respaldo de grandes editoriales y de periodistas chuscos, es estudiar a fondo Al-Andalus, y de manera abierta, y no sólo Al-Andalus, sino también China, la India, o el Islam Persa, por ejemplo.

    ¿Sabéis que no existe ni un sólo libro en Español sobre la historia de Iraq desde la caída de Babilonia hasta el día de hoy? (exceptuando, claro está, los libros típicos sobre los acontecimientos actuales). Yo he tenido que buscar información por internet. En cuanto a Irán, he tenido que bajarme de internet la historia de Irán de Cambridge, y por supuesto tendré que leermela en inglés, un auténtico coñazo. Sí, existen libros generales sobre el Islam, pero resumir toda la historia de una región inmensa, en una época que fue la de SU apogeo (no diré “edad de oro” para que no digáis que mitifico el Islam), en un libro de 300 o 600 páginas, es una estupidez.

    La mayoría dirá: qué utilidad tiene enterarse de lo que ha pasado en el resto del mundo desde la caída del Antiguo Egipto (la única civilización «oriental» que interesa a los occidentales) hasta el día de hoy. Todo el mundo sabe que los asiáticos y demás pueblos son salvajes, que lo poco que han aportado a la humanidad son conocimientos robados a los griegos y tres o cuatro inventos puntuales, y que el pensamiento políticamente correcto los ha mitificado. Lo único interesante es la historia de Europa, Grecia y Roma, y por supuesto Al-Andalus, pero sólo porque estuvo en suelo europeo, y para crucificarlo o «desmitificar» las supuestas mentiras que los progres dicen sobre él.

    Lo triste es que los europeos estamos tan encerrados en nosotros mismos (aunque nos veamos como supermegaobjetivos), que vendrán las multinacionales chinas, hindúes, brasileñas o iraníes a comerse el mercado europeo, y todavía seguiremos pensando que son unos salvajes.

    De hecho lo más normal es que ocurra así, puesto que a lo largo de los 5000 años de historia de la humanidad, lo más habitual es el dominio asiático o griego. Europa Occidental sólo ha tenido protagonismo en los más o menos 700 años del Imperio Romano Occidental (no olvidemos que el Impero Romano de Oriente es Grecia más Oriente Medio, que también los sirios, egipcios y asiáticos eran greco-romanos y tienen el mismo derecho que nosotros a reivindicar los logros de esta civilización “occidental”) y en los 1200 años –más o menos- de civilización cristiana-civilización industrial. Y sólo en los últimos 300 años Europa Occidental ha dominado claramente el mundo. Los comerciantes europeos que iban a la India o a China a comerciar lo que llevaban era el oro y la plata de América, para comprar productos orientales, porque los orientales no querían los productos occidentales, lo que demuestra que nuestra industria y nuestro nivel de vida todavía estaban por detrás de Asia en los siglos XVI y XVII, aunque los artistas y genios del Renacimiento y del Barroco, sí estaban ya por delante.

    Espero que no me crucifiquéis, pero es que estos debates de Al-Andalus Sí/Al-Andalus No, ya me tocan bastante las p… Hay cosas más importantes que hacer que volver a la historiografía estilo el Guerrero del Antifaz.

    1. Javi_LR dice:

      Gracias por el aporte, Marco.

  72. Farsalia dice:

    Coincido contigo, Marco, sobre el exceso de mitificaciones y mixtificaciones sobre el mundo islámico. Sobre Irán, en castellano, te recomiendo el libro de Michael Axworthy, reseñado en este mismo portal. Y quizá conozcas el libro de John H. Hobson, Los orígenes orientales de la civilización de occidente (Crítica, 2006), muy recomendable, y que incide en lo que comentas en tu penúltimo párrafo acerca de la «superioridad» occidental en el último milenio.

  73. Urogallo dice:

    Libros como estos, siempre necesarios, lo son más en la coyuntura actual.

  74. Picatrix dice:

    No veo muy justificada la última parte del penúltimo párrafo de Marco. Hablar de Asia en general es abarcar demasiado para contraponerlo a un Occidente mas delimitado territorialmente y más homogéneo culturalmente. Creo que desde la destrucción de la flota de Zheng He a principios del siglo XV, por tomar un punto de referencia, Asia pierde su oportunidad y Occidente ya comienza a tomar el relevo como cultura tecnológicamente superior a cualquiera que se le compare de Asia e inicia su dominio como civilización preponderante militar y comercialmente. Solamente considerando un desarrollo técnico como el de la imprenta en el siglo XV europeo ya nos pone en una posición muy superior a la del oriente asiático. Las sociedades orientales quedan petrificadas como sociedades tradicionales cerrándose en sí mismas.

  75. Marco Gregori dice:

    Veo que varios comentarios empiezan por «no he leído el libro, pero …». ¿Cómo se puede criticar un libro o un autor o sus tesis expresadas en el libro o sus intenciones al escribirlo, sin leer el mismo libro? De una sola manera: se trata de una crítica «apriori», una critica ideológica prejuicial: se intuye adónde quiera llegar el autor y, se arremete contra él, porque lo importante es que no se pongan en duda los lugares comunes divulgados por una historiografía nunca como hoy conformista y ensuciada por el politically correct; este fenómeno no es sólo español, es europeo. La historia no está escrita para siempre, no se puede hacer investigación histórica con el miedo de poner en duda «verdades» indiscutibles.

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